La UNRC impulsa investigaciones sobre los efectos de los agroquímicos
Un grupo de profesionales de diversas provincias recibió el apoyo de la casa de altos estudios para trabajar conjuntamente en la detección y prevención de las consecuencias que estos productos causan en la salud y el ambiente. Además, la institución y el hospital buscan detectar las zonas más afectadas
A partir de un encuentro de científicos de todo el país realizado este mes en la ciudad, la Universidad Nacional de Río Cuarto decidió impulsar y apoyar investigaciones que avancen en la determinación de los efectos que los agroquímicos provocan en la salud y el ambiente. Además, la institución y el nuevo hospital trabajarían para detectar las zonas más afectadas por esta problemática en la región.
Hasta el momento, los estudios más preocupantes realizados en el país revelan una relación entre la aplicación de agroquímicos y la incidencia de diversos tipos de cancer.
Ante esta situación, grupos de investigación de las universidades de La Plata, Buenos Aires, Rosario, el Nordeste, el Litoral y Río Cuarto que vienen estudiando el tema se reunieron días atrás en nuestra ciudad.
La intención es generar un espacio común que permita profundizar los alarmantes hallazgos descubiertos hasta el momento, buscar formas de disminuir los efectos de estos productos en la salud y detectar las zonas más afectadas en Argentina.
En ese marco, desde la UNRC se decidió brindar apoyo institucional a los investigadores ante una grave problemática que tiene fuerte presencia en nuestra región.
Según indicaron desde la universidad local, esta decisión también se funda en las dificultades que los científicos suelen afrontar a la hora de estudiar este fenómeno, dado que sus resultados cuestionan una característica central del modelo agrícola actual.
Hallazgos preocupantes
El secretario de Planeamiento y Relaciones Institucionales de la UNRC, Nelso Doffo, relató que los estudios realizados por las siete universidades que participaron del mencionado encuentro “tienen como común denominador empezar a ver cómo la aplicación profusa de agroquímicos -son millones de litros en cada campaña- está afectando a la salud humana”.
Los resultados descubiertos en el último tiempo por estos investigadores en distintas regiones del país señalan un panorama preocupante en las poblaciones expuestas a la aplicación de agroquímicos.
- ¿Cuáles son los principales hallazgos detectados hasta el momento en relación al impacto que los agroquímicos causan en la salud?, consultó PUNTAL a los investigadores locales Delia Aiassa y Fernando Mañas.
- Los hallazgos detectados concuerdan con la bibliografía disponible realizada en países europeos y latinoamericanos: los agroquímicos producen efectos adversos en poblaciones humanas y animales silvestres. Los compuestos químicos empleados en la agricultura podrían ser los responsables de la elevada incidencia de cáncer de labio, estómago, cerebro, próstata, tejido conectivo, linfático y hematopoyético en trabajadores agrícolas.
En los pocos estudios reportados de exposición a agroquímicos en mujeres, se ha encontrado relación del cáncer de ovario con el herbicida Triazina, cáncer de mama con insecticidas y mieloma múltiple y linfoma no Hodgkin con varios compuestos químicos. También leucemia linfoblástica aguda en niños.
Las enfermedades enumeradas por los investigadores riocuartenses surgen como resultado de estudios realizados en distintas regiones del país.
A nivel local, Aiassa y Mañas vienen llevando adelante un estudio del material genético de trabajadores rurales en distintas poblaciones de la provincia de Córdoba.
Al respecto, el geólogo Nelso Doffo dijo que dado el peligro para la salud que evidencian los datos obtenidos en nuestra región se vuelve necesario profundizar estas investigaciones. Además, destacó que a los hallazgos científicos se suman “las sospechas de pobladores del territorio de la provincia acerca de un aumento del porcentaje de casos de cáncer”.
- ¿Qué aspectos sería necesario profundizar o empezar a investigar a partir de los resultados obtenidos hasta ahora? -preguntó este diario a los investigadores de la UNRC.
- Es necesario continuar en las lí-neas de investigación que se están implementando, abarcando otras zonas del país e incluyendo evaluaciones que tiendan a clarificar la posible vinculación de los efectos observados en el medio ambiente y la salud de las poblaciones afectadas con la exposición a agroquímicos en forma involuntaria.
Trabajar en conjunto
El encuentro llevado a cabo este mes en la UNRC reunió a referentes de seis universidades nacionales que vienen investigando los efectos de los agroquímicos en la salud humana y ambiental.
La bióloga riocuartense Delia Aiassa, una de las organizadoras del evento, destacó: “Uno de los objetivos de esta reunión es justamente buscar mecanismos de generar, en forma complementaria, información que permita determinar cuáles podrían ser las regiones más afectadas y cómo disminuir los efectos adversos relacionados a la exposición a agroquímicos, tanto en lo referente a cuidado ambiental como en la prevención de patologías humanas relacionadas a la exposición a agroquímicos”.
Para lograr esta articulación, los participantes compartieron sus líneas de investigación y sus proyecciones a futuro en relación a la problemática que vienen estudiando.
Acerca de la metodología, Aiassa señaló: “Las publicaciones generadas por cada grupo de investigación se refieren a trabajos realizados en laboratorio y al estudio de grupos de poblaciones en contacto con agroquímicos de zonas de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Chaco”.
Por otro lado, los investigadores locales destacaron el rol de la UNRC: “Afortunadamente hemos recibido un apoyo determinante por parte de la institución y de sus autoridades para llevar a cabo esta reunión y cumplimentar los objetivos y las metas que se vayan planteando en el marco de este consorcio de investigadores”.
El rol de la Universidad local
Los resultados descubiertos en el último tiempo por estos investigadores en distintas regiones del país señalan un panorama preocupante en las poblaciones expuestas a la aplicación de agroquímicos.
- ¿Cuáles son los principales hallazgos detectados hasta el momento en relación al impacto que los agroquímicos causan en la salud?, consultó PUNTAL a los investigadores locales Delia Aiassa y Fernando Mañas.
- Los hallazgos detectados concuerdan con la bibliografía disponible realizada en países europeos y latinoamericanos: los agroquímicos producen efectos adversos en poblaciones humanas y animales silvestres. Los compuestos químicos empleados en la agricultura podrían ser los responsables de la elevada incidencia de cáncer de labio, estómago, cerebro, próstata, tejido conectivo, linfático y hematopoyético en trabajadores agrícolas.
En los pocos estudios reportados de exposición a agroquímicos en mujeres, se ha encontrado relación del cáncer de ovario con el herbicida Triazina, cáncer de mama con insecticidas y mieloma múltiple y linfoma no Hodgkin con varios compuestos químicos. También leucemia linfoblástica aguda en niños.
Las enfermedades enumeradas por los investigadores riocuartenses surgen como resultado de estudios realizados en distintas regiones del país.
A nivel local, Aiassa y Mañas vienen llevando adelante un estudio del material genético de trabajadores rurales en distintas poblaciones de la provincia de Córdoba.
Al respecto, el geólogo Nelso Doffo dijo que dado el peligro para la salud que evidencian los datos obtenidos en nuestra región se vuelve necesario profundizar estas investigaciones. Además, destacó que a los hallazgos científicos se suman “las sospechas de pobladores del territorio de la provincia acerca de un aumento del porcentaje de casos de cáncer”.
- ¿Qué aspectos sería necesario profundizar o empezar a investigar a partir de los resultados obtenidos hasta ahora? -preguntó este diario a los investigadores de la UNRC.
- Es necesario continuar en las lí-neas de investigación que se están implementando, abarcando otras zonas del país e incluyendo evaluaciones que tiendan a clarificar la posible vinculación de los efectos observados en el medio ambiente y la salud de las poblaciones afectadas con la exposición a agroquímicos en forma involuntaria.
Trabajar en conjunto
El encuentro llevado a cabo este mes en la UNRC reunió a referentes de seis universidades nacionales que vienen investigando los efectos de los agroquímicos en la salud humana y ambiental.
La bióloga riocuartense Delia Aiassa, una de las organizadoras del evento, destacó: “Uno de los objetivos de esta reunión es justamente buscar mecanismos de generar, en forma complementaria, información que permita determinar cuáles podrían ser las regiones más afectadas y cómo disminuir los efectos adversos relacionados a la exposición a agroquímicos, tanto en lo referente a cuidado ambiental como en la prevención de patologías humanas relacionadas a la exposición a agroquímicos”.
Para lograr esta articulación, los participantes compartieron sus líneas de investigación y sus proyecciones a futuro en relación a la problemática que vienen estudiando.
Acerca de la metodología, Aiassa señaló: “Las publicaciones generadas por cada grupo de investigación se refieren a trabajos realizados en laboratorio y al estudio de grupos de poblaciones en contacto con agroquímicos de zonas de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Chaco”.
Por otro lado, los investigadores locales destacaron el rol de la UNRC: “Afortunadamente hemos recibido un apoyo determinante por parte de la institución y de sus autoridades para llevar a cabo esta reunión y cumplimentar los objetivos y las metas que se vayan planteando en el marco de este consorcio de investigadores”.
El rol de la Universidad local
La UNRC pretende tener un rol activo en el desarrollo de estos estudios: “La Universidad como institución quiere ser el centro en donde estas investigaciones tengan total apoyo institucional, no sólo porque estamos revisando un modo de explotación que está comprometiendo seriamente la salud sino porque también estamos en una región agrícola ganadera por excelencia y vemos cómo ocurre este fenómeno en poblaciones del interior”, expresó Doffo.
Otro de los aspectos que le dan mayor relevancia a esta disposición, según el secretario, se relaciona con los obstáculos que muchas veces deben enfrentar quienes investigan esta temática.
“Los investigadores viven dificultades sobre todo institucionales; ha habido ciertas resistencias a tener una política mas decidida en toda esta línea de investigación. Se subsidian e incentivan investigaciones más neutras y no aquellas que cuestionan el modelo extractivista local”, denunció.
Para ejemplificar estas situaciones, Doffo mencionó lo ocurrido con el investigador Andrés Carrasco, quien también participó del encuentro realizado en la ciudad y que años atrás se convirtió en uno de los casos más emblemáticos en este sentido.
Luego de publicar los resultados de sus investigaciones en relación al efecto sanitario de ciertos productos como el Glifosato y el Endosulfán, Carrasco sufrió amenazas de grupos empresariales y presiones del Conicet.
Además, Doffo manifestó que este tipo de estudios “normalmente no cuenta con el apoyo que deberían tener por parte de las instituciones”, teniendo en cuenta que se trata de un tema tan importante como la salud”.
Ante este escenario, remarcó que el compromiso de la conducción actual de la Universidad es colaborar para que los estudios sobre el impacto de los agroquímicos reciban el mismo apoyo que el resto de las investigaciones.
Además, el secretario de planeamiento manifestó la intención de involucrar al nuevo hospital en esta iniciativa. “Lo que queremos hacer entre el Observatorio de conflictos socioambientales y el hospital es armar un mapa de las enfermedades respiratorios, de piel y cáncer que se han reportado como asociadas a los agrotóxicos”, dijo.
En este sentido, destacó que la institución sanitaria es un importante centro de información regional en relación a las patologías. Esto permitiría ubicar aquellas zonas en las que se observe una mayor incidencia de ciertas enfermedades para luego analizar su cercanía o lejanía respecto de campos donde se apliquen agroquímicos. “Podemos llegar a conclusiones interesantes”, sostuvo Doffo.
Finalmente, Mañas y Aiassa destacaron la importancia de que la casa de altos estudios se involucre en este tema.
“Creemos que la Universidad es un espacio apropiado para discutir estas problemáticas que pueden afectar a la sociedad, y generar propuestas que puedan ser discutidas democráticamente con fundamentos originados en un ámbito de objetividad e interés en el bienestar público”, dijeron.
Y agregaron que “la Universidad tendría un papel protagónico al impulsar investigaciones que puedan contribuir a mejorar la calidad de vida y el cuidado del ambiente en relación al uso de agroquímicos”.
FUENTE
Otro de los aspectos que le dan mayor relevancia a esta disposición, según el secretario, se relaciona con los obstáculos que muchas veces deben enfrentar quienes investigan esta temática.
“Los investigadores viven dificultades sobre todo institucionales; ha habido ciertas resistencias a tener una política mas decidida en toda esta línea de investigación. Se subsidian e incentivan investigaciones más neutras y no aquellas que cuestionan el modelo extractivista local”, denunció.
Para ejemplificar estas situaciones, Doffo mencionó lo ocurrido con el investigador Andrés Carrasco, quien también participó del encuentro realizado en la ciudad y que años atrás se convirtió en uno de los casos más emblemáticos en este sentido.
Luego de publicar los resultados de sus investigaciones en relación al efecto sanitario de ciertos productos como el Glifosato y el Endosulfán, Carrasco sufrió amenazas de grupos empresariales y presiones del Conicet.
Además, Doffo manifestó que este tipo de estudios “normalmente no cuenta con el apoyo que deberían tener por parte de las instituciones”, teniendo en cuenta que se trata de un tema tan importante como la salud”.
Ante este escenario, remarcó que el compromiso de la conducción actual de la Universidad es colaborar para que los estudios sobre el impacto de los agroquímicos reciban el mismo apoyo que el resto de las investigaciones.
Además, el secretario de planeamiento manifestó la intención de involucrar al nuevo hospital en esta iniciativa. “Lo que queremos hacer entre el Observatorio de conflictos socioambientales y el hospital es armar un mapa de las enfermedades respiratorios, de piel y cáncer que se han reportado como asociadas a los agrotóxicos”, dijo.
En este sentido, destacó que la institución sanitaria es un importante centro de información regional en relación a las patologías. Esto permitiría ubicar aquellas zonas en las que se observe una mayor incidencia de ciertas enfermedades para luego analizar su cercanía o lejanía respecto de campos donde se apliquen agroquímicos. “Podemos llegar a conclusiones interesantes”, sostuvo Doffo.
Finalmente, Mañas y Aiassa destacaron la importancia de que la casa de altos estudios se involucre en este tema.
“Creemos que la Universidad es un espacio apropiado para discutir estas problemáticas que pueden afectar a la sociedad, y generar propuestas que puedan ser discutidas democráticamente con fundamentos originados en un ámbito de objetividad e interés en el bienestar público”, dijeron.
Y agregaron que “la Universidad tendría un papel protagónico al impulsar investigaciones que puedan contribuir a mejorar la calidad de vida y el cuidado del ambiente en relación al uso de agroquímicos”.
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Con Ángel Bracco
Si hubiese estadísticas tendríamos cifras escandalosas de cáncer
Ángel Bracco, médico de San Jorge, provincia de Santa Fe, es un amigo y colaborador de nuestra afiliada el Sindicato Argentino de Trabajadores de la Industria Fideera (SATIF), uno de los destacados conferencistas que participaron en el último Congreso del SATIF, donde se debatió sobre el impacto de los agrotóxicos en la citada región. Sirel dialogó con él para conocer de primera mano qué esta pasando en San Jorge.
-¿Cuál es su área de trabajo?
-Soy médico generalista especializado en Medicina Familiar. Atiendo pacientes privados en la ciudad de San Jorge y su región aledaña, ubicada al sur de la provincia de Santa Fe, en el centro de la llamada “Pampa húmeda”. Esta ciudad cuenta con unos 20 mil habitantes y la zona es esencialmente agrícola.
-¿Cuál es la influencia de los agrotóxicos en la salud de la población local?
-En general hoy la medicina se basa en la evidencia, pero en este caso no hay más remedio que hacerlo en función de la experiencia.
Hay cosas que no sólo veo en los pacientes, sino también en la naturaleza, en el medio que nos rodea, entonces se pueden sacar conclusiones al respecto.
-¿Cuáles son esas conclusiones?
-Sin duda los agroquímicos utilizados en los cultivos tienen una elevada toxicidad. Lo que ocurre aquí no es realmente una novedad, ya se ha comprobado en otras partes del mundo.
En el consultorio hemos visto un aumento muy pronunciado de patologías oncológicas de distinto tipo, y aún algunas que no eran frecuentes. También hemos detectado numerosas patologías endócrinas, especialmente a nivel de tiroides
En el consultorio hemos visto en primer lugar un aumento muy pronunciado de patologías oncológicas de distinto tipo, y aún algunas que no eran frecuentes. También hemos detectado numerosas patologías endócrinas, especialmente a nivel de tiroides, y por supuesto respiratorias y/o alérgicas. Esto no ocurría hace algunos años.
Lo mismos efectos adversos se observan en lugares naturales, que antes se usaban para hacer caminatas y ejercicios, arboledas periurbanas que ahora están al borde de las plantaciones de cultivos transgénicos que reciben gran cantidad de químicos.
Allí encontramos un deterioro importante, árboles muy enfermos, secos, y una naturaleza que ha perdido completamente su antiguo esplendor.
-¿Qué tipo de patologías oncológicas detecta más ahora que antes?
-Cada vez con mayor frecuencia vemos patologías del aparato digestivo, y persisten las clásicas, aunque también se ha notado una disminución en la edad de los pacientes. Por ejemplo, hemos registrado patologías prostáticas y tiroideas, cáncer de mama y ginecológicas más prematuramente. Antes era excepcional verlas antes de los 35 años, y ahora, en San Jorge y pueblos vecinos hemos tenido casos en los 25 años de edad, algo que ni se soñaba con que pudiese haber.
Con respecto a la patología endócrina se detecta gran cantidad de nódulos que después pueden evolucionar a patologías malignas, y estamos teniendo casos que terminan en una cirugía preventiva con extirpación de la glándula en gente muy joven, cosa que no se había visto nunca.
Además, tenemos casos de hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto, disfunciones que era muy raro encontrar y ahora las vemos con una frecuencia impresionante. A tal punto que los análisis de tiroides ya los hacemos como rutina.
También hemos empezado a encontrar algunas patologías sexuales, aunque a menudo aparecen enmascaradas. Nos referimos sobre todo a disfunciones eréctiles, que con la popularización del Viagra se disimula un poco.
Quizás esto se deba a distintas razones y no sólo por esto de los químicos agrícolas, pero en esta zona el Sildenafil es uno de los productos farmacéuticos más vendidos. No es de extrañar que alguno o varios de estos químicos que son disruptores endócrinos estén influyendo en esto.
-¿Qué tipo de cultivo hay en la zona?
-Aquí se planta, como cosecha fina1, el trigo, y como cosecha gruesa se varía entre soja y maíz, lo que representa el 90 por ciento de los cultivos. Con el precio que tiene la soja a nivel internacional, solamente se rota con maíz cada dos o tres cosechas de soja.
-¿Estas enfermedades se asocian con las fumigaciones, con el consumo de granos contaminados o con las dos cosas?
-En Santa Fe el control bromatológico es mínimo, y también se han conocido públicamente casos de corrupción de funcionarios que adulteraron o colaboraron con la adulteración en fechas de vencimiento y otros controles. Pero lo que está ocurriendo es mucho más amplio: la contaminación química abarca el suelo, el aire y evidentemente también el agua.
En estos momentos, con los precios como están, acá se está cultivando soja hasta en los parques y centros de esparcimiento, y como digo siempre, terminaremos plantándola hasta en macetas en cada casa
Hay productos que son de muy difícil degradación, como los organoclorados, que terminan concentrándose en la grasa de los seres vivos, o sea que la contaminación es enorme.
Además, se están fumigando árboles frutales -y en otras localidades también el tabaco- con productos muy tóxicos, y lamentablemente,como no hay conciencia, hasta se ve sobre todo en clubes privados que en lugar de cortar los yuyos se fumiga con herbicidas y se multiplica la contaminación.
En estos momentos, con los precios como están, acá se está cultivando soja hasta en los parques y centros de esparcimiento, y como digo siempre, terminaremos plantándola hasta en macetas en cada casa.
-¿Desde cuándo empezó a notar usted estos cambios?
-La soja se siembra desde hace unos 30 años, pero el decaimiento de los campos, de la naturaleza y de la salud de la gente se ve mucho más recientemente. Las patologías oncológicas han aparecido en los últimos cinco o seis años. La gente empieza a estar preocupada porque no sabe muy bien a qué atribuirlo.
Al no existir ahora la actividad ganadera que colocaba un elemento de normalidad en el ciclo productivo y evitaba el uso intensivo de agrotóxicos, esto se ha agravado.
Las tasas de casos de cáncer se calculan cada 100 mil habitantes; en San Jorge, que araña los 20 mil, sólo yo este año he detectado 13 nuevos casos, si lo multiplicamos por cinco para llevarlo a 100 mil, estaríamos en 65 casos cada 100 mil habitantes por año, lo que ya es bastante.
Pero si sumamos sólo los que conozco de otros médicos de la zona estamos en los 120 o 130 casos al año cada 100 mil habitantes, lo que es altísimo, y eso sin tener en cuenta una estadística exhaustiva que, de existir, estoy seguro de que, desgraciadamente, nos pondría en los primeros puestos del mundo.
-¿A qué se puede atribuir este deterioro sanitario: al uso de nuevos productos agrotóxicos en estos últimos años o a la acumulación de los habituales?
-Cada vez se ha tenido que aplicar productos más fuertes, más tóxicos para las plagas. A veces también hay gente que es inescrupulosa. Si tomamos como ejemplo el Glifosato, que es uno de los más utilizados, normalmente con dos litros por hectárea debería alcanzar, pero en ese afán de que sea todo un desierto menos la soja, hay quienes utilizan cinco litros por hectárea. Llega a un punto en la que no hay forma de solucionar la acumulación. Para poner un ejemplo dramático: aquí los pájaros no existen más.
También sabemos que para ahorrar se han aplicado solos o asociados productos de altísima toxicidad como el 2-4D, el Endosulfán, que es un organoclorado, el Clorpirifos, que es un organofosforados
También sabemos que para ahorrar se han aplicado solos o asociados productos de altísima toxicidad como el 2-4D, elEndosulfán, que es un organoclorado, elClorpirifos, que es un organofosforado. Se utilizan pastillas de un plaguicida llamado Phostoxin para el transporte en los camiones que se gasifica, pero quedan residuos que causan trastornos.
Yo mismo he visto camioneros intoxicados con estas pastillas, incluso hay algún fallecido que se puso a descansar en el vehículo sin quitar la pastilla y halló la muerte (+ información ). Obviamente, sus fabricantes y aplicadores alegan que se degrada en el ambiente, pero siempre quedan residuos. Esto se utiliza en el trigo y en otros productos alimenticios.
-¿Ha tenido contacto con otros médicos de la zona que hayan notado estas anomalías?
-Hay un problema: algunos colegas piensan más o menos como yo, pero tratan de no involucrarse con denuncias por que de una manera u otra dependemos del campo.
Es difícil hablar de todo esto sin ganarse enemigos o perder pacientes. Acá no existe lo que se puede considerar como una buena Salud Pública, y salvo excepciones, no hay una dedicación importante, entones hay una franja de la población, que en general es la más humilde, que ignora todo esto, aunque al final todos estamos expuestos a la contaminación, pero los que están en la periferia lo están aún más.
Sin embargo hay una prédica constante y cada día hay más gente va tomando conciencia de estos problemas, de que las consecuencias de esta bonanza económica relacionada con el campo quizás esté generando una deuda sanitaria imposible de pagar en el futuro.
-¿Alguien intentó aquí probar el origen de su enfermedad en los tribunales?
-Hubo alguno, gente con problemas respiratorios que vivía en zonas de campo en contacto con fumigaciones. Los jueces han ordenado respetar ciertas distancias mínimas a las fumigaciones, pero todo eso es muy complejo de controlar y los estudios en nuestros países siempre son difíciles, sobre todo cuando hay tanto dinero de por medio, dinero para los productores, pero también para los gobiernos tanto provincial como nacional. Es un caso sociológicamente complejo.
Por su parte, las estructuras políticas no tienen interés en analizar este tema, antes bien, eligen ocultar cualquier denuncia o indicio del problema.
Hay un grupo de vecinos autoconvocados que intenta difundir todo esto, pero va a llevar su tiempo, y mientras tanto el daño se sigue provocando.
Las estructuras políticas no tienen interés en analizar este tema, antes bien, eligen ocultar cualquier denuncia o indicio del problema
-¿Usted ha sufrido alguna consecuencia por denunciar esto?
-No, incluso siendo que la mayor parte de mis pacientes provienen del campo y tiene respaldo económico. Pero yo no asumo una actitud confrontativa sino de conciencia, porque los productores también, tarde o temprano, van a sufrir las consecuencias.
Acá no hay pools de siembra, hay productores individuales, y en general ellos están muy limitados en sus opciones productivas; o hacen lo que indica la política general o quedan afuera.
Mi padre siempre fue productor agropecuario, y ellos me conocen, entonces hasta en charlas de consultorio hemos podido intercambiar ideas con inteligencia. Ellos son también trabajadores que le meten para adelante y no tienen mucha alternativa, y a menudo se dicen esclavos de los transgénicos que autorizó el gobierno.
-¿Qué opinión le mereció de la actividad organizada por SATIF?
-Siempre me resulta positivo y agradable intercambiar con gente que se encuentra en el mismo proceso de toma de conciencia sobre estos temas. Uno constata que en otras partes del mundo hay gente que tiene el mismo espíritu, que está luchando por las mismas cosas.
Elijo a quienes priorizan el diálogo sobre la confrontación, porque creo que es lo que nos va a llevar a logros duraderos y democráticos, consensuados, que amplíen la conciencia colectiva.
En este sentido me sentí muy a gusto, y espero haber aportado un granito de arena.
Ángel Bracco, Héctor Lombarte y Enrique Terny
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