La justicia nunca llegará demasiado tarde para los trabajadores de agricultura en la zona del Lago Apopka
La comunidad de trabajadores de cultivos en el Lake Apopka en central Florida, EEUU, es predominantemente de origen africano y fue expuesta por décadas a pesticidas organoclorados. Aún no han logrado justicia por las violaciones a sus derechos a la vida, a la salud, y a la capacidad de ganarse la vida.
Noviembre 26, 2011
Geraldine Matthew, de 61 años de edad, quien anteriormente trabajó en los cultivos del Lago Apopka, pasa sus días lidiando con su mala salud. Ella sufre del corazón, de Lupus, e insuficiencia renal y está convencida que todo esto se debe al hecho de haber estado expuesta a pesticidas altamente tóxicos que se utilizaban hace varias décadas; también culpa a estas sustancias tóxicas por las enfermedades de sus hijos.
La comunidad de trabajadores de cultivos en el Lake Apopka en central Florida, Estados Unidos, es predominantemente de origen africano y fue expuesta por décadas a los pesticidas organoclorados como aldrin, endrin, dieldrín, clordano, DDT, y toxafeno. Usados en cultivos de verduras desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, estos pesticidas fueron eventualmente prohibidos por su toxicidad que causó impactos muy serios en la fauna y el medio ambiente. Debido a su persistencia en el medio ambiente, su legado continúa décadas después de que fuera prohibido su uso. Sin embargo, los trabajadores que fueron expuestos a estos químicos aún no han logrado justicia por las violaciones a sus derechos a la vida, a la salud, y a la capacidad de ganarse la vida.
Este Diciembre próximo, la historia de los trabajadores de cultivos en el Lago Apopka finalmente será escuchada por un panel de jurados internacionales en el Tribunal Permanente de la Gente (Permanent People´s Tribunal, PPT), sobre el tema de las Corporaciones Agroquímicas Transnacionales (Agrochemical Transnational Corporations, TNCs). El tribunal llevará a juicio a seis de las compañías más grandes en la industria de los pesticidas – Monsanto, Syngenta, Bayer, Dupont, Dow y BASF, por serias violaciones a los derechos humanos que han afectado a comunidades vulnerables en todo el mundo.
El Tribunal, respondiendo a un reclamo de la Red Internacional de Acción contra Pesticidas (Pesticide Action Network International, PAN), también pretende instalar un sistema efectivo para asignar responsabilidad corporativa a las agroquímicas, TNSs, que controlan el alimento y el sistema de agricultura mundiales.
Daño continúa a la salud humana.
Por más de 50 años, la comunidad de trabajadores de cultivos en el Lago Apopka fue expuesta a pesticidas como resultado de: aplicaciones aéreas; contacto directo con la piel durante el sembrado, la cosecha y el empacamiento de las verduras; el consumo de pescado y fauna del lago y sus alrededores; la ingesta de agua de los canales contaminados con pesticidas; y también por el uso de los contenedores de pesticidas descartados, ya que se ignoraba que había algún peligro.
De niña, Geraldine jugaba en los campos de verduras mientras sus padres trabajaban. Más tarde, de joven y de adulta, ella también trabajó en los campos, muy orgullosa de su habilidad y rapidez para cosechar y empacar las verduras. “Los aviones volaban sobre nuestras cabezas y nos fumigaban, y hasta podíamos ver cómo se reía el piloto cuando volaba por encima nuestro. Nadie nos advirtió sobre los peligros…Los pesticidas te daban una picazón en el cuerpo, y los pies y las manos se nos entumecían. La gente se levantaba en el medio de la noche para ducharse, aunque ya lo hubieran hecho un poco antes, por la picazón que sentían. Tosían y escupían toda la noche…y todo empeoró a medida que crecíamos”, recuerda Geraldine.
El Lago Apopka es el lago grande más contaminado en el estado de Florida. Se distingue por su color verde arveja; el lago fue sujeto a décadas de recibir pesticidas y fertilizantes de los 20,000 acres de tierra de cultivos que fueron extraídas de los humedales de su costa norte en la década de los ´40. En 1980, un derrame de DDT por parte de la Tower Chemical Company en la costa sur del lago fue eventualmente asociado, por el investigador Dr. Louis Guillette, a anomalías en la población de caimanes en el lago, anomalías que incluían tasas de reproducción disminuidas así como también anomalías físicas y hormonales.
Para 1990, en los Estados Unidos había terminado el uso de aldrin, dieldrin, endrin, clordano, DDT y toxafeno. Al prohibir estos pesticidas, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), se refirió a “los riesgos inaceptables al medio ambiente y el daño potencial a la salud humana, y los peligros de cáncer en humanos”. Estos contaminantes son considerados una amenaza seria porque son muy duraderos y se acumulan en tejido graso, concentrándose cada vez más a medida que transitan por la cadena alimenticia. Hasta el día de hoy, se encuentran en sedimentos de tierra alrededor del lago.
Aunque el uso de la mayoría de estos pesticidas organoclorados ha terminado, los efectos en la salud son duraderos y persistentes y significa que Geraldine y sus hijos adultos siguen sufriendo las consecuencias de su exposición a ellos. “Yo tengo dos hijas con Lupus. Una nació con un problema cardíaco – ella ha tenido problemas desde muy pequeña. Otra tuvo un accidente cerebro-vascular (ACV) cuando tenía 3 años de edad, y sufrió de epilepsia hasta los 30 años”, dijo.
Cuando repetidos esfuerzos para lograr que los líderes políticos y de salud estudiaran los problemas de salud de la comunidad de trabajadores agrícolas, la Associación de Trabajadores Agrícolas de Florida, en el año 2005, desarrolló y condujo una encuesta sobre salud, entrevistando a unos 150 de los ex trajabadores del Lago Apopka. Los resultados mostraron que tenían tasas más altas de enfermedades múltiples y crónicas, tales como artritis, diabetes, reumatismo, Lupus, alergias, problemas de garganta y de la piel, y asma. Estas enfermedades han sido asociadas a la exposición a Contaminantes Orgánicos Persistentes (Persistent Organic Pollutants, POPs), conocidos causantes de daños severos a la salud humana, incluyendo daños neurológicos, la enfermedad de Parkinson, disrupción endocrina, cáncer, y desórdenes congénitos. Un estudio reciente asocia al clordano a la supresión del sistema immunológico. La encuesta también encontró que casi el 40% de los trabajadores tienen hijos o nietos con discapacidades de aprendizaje.
La contaminación de las tierras de cultivo en la zona del Lago Apopka llamó la atención a nivel nacional cuando, en el invierno de 1998 a 1999, ocurrió uno de los peores desastres en la muerte de pájaros en la historia de Estados Unidos. Murieron unos 1,000 pájaros que se alimentan de pescado, cuando las tierras de la costa norte fueron inundadas fuera de estación durante la migración de pájaros de otoño e invierno. Después de un estudio extensivo, el Servicio de Peces y Fauna de Estados Unidos (U.S. Fish and Wildlife Service) eventualmente concluyó que vestigios de toxafeno, dieldrin, y DDT encontrado en los tejidos de los pájaros eran responsables de su muerte. Así como demostraron los previos estudios que asociaban a estos químicos a las mutaciones genéticas y la disminución de los caimanes en el lago, esta categoría de pesticidas están ahora incluidos en la clase de químicos que causan disrrupción endocrina, que resulta en extensos impactos en la salud.
Desafíos en la búsqueda de litigios
Jeannie Economos de la FWAF, se lamenta: “millones y millones de dólares fueron gastados (por el gobierno nacional y el de Florida) para comprar las granjas alrededor del Lago Apopka y estudiar la fauna. Pero nada se ha hecho para ayudar a la gente cuya salud ha sido impactada”.
Por más de 13 años, la comunidad de los trabajadores rurales ha solicitado ayuda para sus problemas de salud relacionados con su exposición a los pesticidas. Mientras trabajaban para alimentar al pueblo de Estados Unidos, su salud había sido puesta en riesgo. La FWAF ha estado ayudando en los esfuerzos para conseguir justicia para los ex trabajadores. En un esfuerzo para llamar la atención a sus problemas y mantener sus historias vivas, los trabajadores rurales han organizado el Proyecto de Acolchados y Memoria de las trabajadores rurales del Lago Apopka, para conservar la memoria de las víctimas que han fallecido debido a su exposición a los pesticidas organoclorados, y para obtener apoyo de parte de los líderes políticos y de las organizaciones del cuidado de la salud en los Estados Unidos.
Economos admitió que litigar en contra de las compañías responsables por los envenenamientos ha sido “complicado”. “Parte del problema reside en la forma en que la corte considera el peso de las pruebas, el cual le corresponde al querellante”. La mayoría de los trabajadores de cultivos no fueron expuestos a un único pesticida químico. La mayoría trabajó en distintos lugares y diferentes industrias, y fueron expuestos a una variedad de insecticidas, fungicidas y herbicidas”. En la última década, varios abogados han demostrado un interés en iniciar juicios, sólo para decidir al final que el caso es demasiado complicado para llevarlo adelante.
Sin embargo, Economos pone sus esperanzas en el venidero juicio iniciado por el Tribunal contra las TNSs Agroquímicas. El Tribunal tratará de condenar a los fabricantes originales de los pesticidas involucrados, compañías que han crecido en riqueza y poder vendiendo químicos altamente tóxicos. El Tribunal comenzó en 1979 y ha mantenido sesiones exponiendo varias violaciones a los derechos humanos a través de juicios alternativos y articulaciones legales.
“Estas TNCs tienen atenazada a la agricultura en todo el mundo. Ellos han realizado un lavado de cerebros con muchos productores agrícolas y políticos. El significado del Tribunal es que representa una vuelta del poder a la gente, que le arranca el poder a las TNCs y las pone en juicio por los daños que han causado a la salud humana, al medio ambiente, al planeta y a nuestras comunidades…Ella dice: “Es darle el poder a la gente y ser los Davids enfrentándose al Goliat que son las TNCs”.
A través del Tribunal, Geraldine Matthew y Economos también esperan que el gobierno de Estados Unidos escuche las demandas específicas de la gente, incluyendo una prohibición de las contribuciones de campaña a los políticos por parte de las TNCs; la adjudicación de fondos para la investigación para promover alternativas seguras a los pesticidas; un sistema del cuidado de la salud que cubra las necesidades de la gente de pocos ingresos tales como aquellos del Lago Apopka; y un intensivo estudio de la salud de los trabajadores agrícolas para poder usar esos datos para prohibir el registro de nuevos pesticidas.
Economos también expresó que: “A los que fueron trabajadores agrícolas en la zona del Lago Apopka, los pesticidas involucrados ya han sido prohibidos, pero persisten en el medio ambiente y en los cuerpos de la gente. Aún si pudiéramos limpiar el medio ambiente, cómo se pueden limpiar los cuerpos que tienen almacenados en sus tejidos a estos pesticidas organoclorados, y que pasan de una generación a otra?”.
Claramente, la necesidad de justicia sigue pendiente, y crece aún más a medida que continúa eludiendo a los sobrevivientes del Lago Apopka como Geraldine. Por medio del Tribunal, la comunidad espera ver que se haga justicia.
Más información (en inglés)
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