BLOG VECINAL ORIENTADO A LA DEFENSA DE LA CALIDAD DE VIDA DE QUIENES VIVIMOS EN EL NOA Y EN PARTICULAR EN LA HERMOSA CIUDAD DE SALTA "LA LINDA".
Contra los monocultivos y minería contaminantes y a favor de la Soberanía Alimentaria y de un Proyecto Nacional Sustentable

23 de febrero de 2016

SALTA: Intoxicación por fumigación en los cultivos, el asesino silencioso




La red de médicos que trabajan en las zonas sojeras asegura que cambió el patrón de enfermedades. La tasa de abortos espontáneos llega al 19 por ciento. Afirman también que aumentó la infertilidad


Fumigación

SALTA.- Con el corrimiento de la frontera agrícola en el país, las grandes extensiones de sojas comenzaron a crecer en forma exponencial en Salta en los últimos 15 años, igual que las fumigaciones algo que según los médicos que trabajan en las aéreas sojeras cambió el patrón de enfermedades con un aumento de casos de cáncer en las poblaciones cercanas a las zonas de explotación.

La red de médicos que trabajan en las zonas sojeras asegura que cambió el patrón de enfermedades. La tasa de abortos espontáneos llega al 19 por ciento. Afirman también que aumentó la infertilidad y los nacimientos con malformaciones. “Los problemas respiratorios son mucho más frecuentes y vinculados a las aplicaciones, igual que las dermatitis crónicas; de la misma manera, los pacientes epilépticos convulsionan mucho más frecuentemente en época de fumigación, son más frecuentes la depresión y los trastornos inmunitarios.

Se registran altas tasas de abortos espontáneos (hasta del 19%) y aumentó notablemente las consultas por infertilidad en varones y mujeres. Los rebaños de cabras de los campesinos y originarios registran, en algunas zonas, hasta un 100% de abortos vinculados a la exposición con pesticidas. Se detecta también un aumento de trastornos tiroideos y de diabetes. Cada vez nacen más niños con malformaciones, especialmente si los primeros meses del embarazo coinciden con la época de fumigaciones”, señala un informe de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, realizado en poblaciones de La Pampa, Salta, Jujuy, San Luis y Catamarca y casi en su totalidad en Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes y Entre Ríos, en 2011.

El informe consigna además que los pueblos fumigados también presentan un cambio en sus causas de muerte. “Según los datos de los registros civiles a los que hemos podido acceder, encontramos que más del 30% de las personas que mueren en estos pueblos fallecen por cáncer, mientras que en todo el país ese porcentaje es menor a 20%”, asegura el trabajo firmado por el doctor Medardo Ávila Vázquez. La aplicación de los pesticidas en los cultivos varían de acuerdo a las condiciones climáticas imperantes en el lugar.

Temperatura y humedad son los principales factores que se toman en cuentan para determinar los volúmenes y frecuencia de las fumigaciones. En Salta, respondiendo a estos requerimientos se aplican mayores cantidades de dosis. En las zonas de fumigaciones el cáncer es la principal causa de muertes y en niños, las malformaciones.

A nadie escapa que las condiciones ambientales obligan a los productores y a los empresarios sojeros a utilizar mayores cantidades de agrotóxicos en las fumigaciones, la dosis por hectárea, por ejemplo de glifosato, que se aplica en Córdoba y Santa Fe, en los últimos años ha llegado a 12 y 15 litros, pero en Salta debido al exceso de calor y a la humedad, se están aplicando dosis que van de 20 a 25 litros de glifosato por hectárea, lo cual aumenta la toxicidad de las poblaciones que están expuestas.

Esto se nota en la población de peones y operarios rurales en donde el impacto es sumamente grande y la mortalidad es muy elevada. Los estudios demostraron que el glifosato, cipermitrina, que se usa tanto en el noroeste argentino, produce alteraciones en las moléculas de ADN, de las células, lo cual hace que no se transcriban los mensajes genéticos de manera correcta e incluso inducen a la pérdida de los embarazos y en caso de llegar a su culminación, las tasas de niños que nacen con malformaciones es 3 o 4 veces más elevadas que las que hay en las ciudades de la Argentina.

Desde hace años en la provincia se están aplicando los fungicidas para hongos que son comunes en la soja y poroto, en especial en verano cuando las condiciones climáticas son propicias para su aparición. El fungicida más común es el carbendazim, extrobirulina, triazoles, que se aplican a enfermedades de fin de ciclo. Pero el repertorio químico es más amplio y tiene como función controlar, prevenir o destruir cualquier plaga, incluyendo aquellos transmisores de enfermedades humanas.

Una de las clasificaciones es de acuerdo a la plaga: si son insectos, insecticidas; si son hongos, funguicidas; si son aves, avicidas; ácaros, acaricidas; nematodes, nematicidas; lombrices, vermicidas; y plantas (malezas), herbicidas. Oscar Delgado, integrante del Centro de Acción Popular Olga Marques de Aredes (CAPOMA), en declaraciones periodísticas efectuadas a FM Noticias aseguró que “crecieron más de un 300% las enfermedades de cáncer, se incrementan los casos de malformaciones congénitas y en la zona de Anta se registraron cinco abortos de embarazadas en días de fumigaciones”.

Medidas preventivas

Tras sendas presentaciones judiciales y manifestaciones públicas en noviembre de 2011, la Justicia ordenó suspender todas las fumigaciones aéreas y terrestres con agroquímicos en las cercanías del pueblo de Antillas, ubicada a 60 km de la Ciudad de Rosario de Lerma. Las fumigaciones se estaban realizando sobre unas 5.000 hectáreas cultivadas con soja que rodean al pueblo y que afectaban la zona residencial. Los vecinos señalaron que, desde que comenzaron las fumigaciones, niños y adultos empezaron a tener problemas respiratorios, en la piel, disminución de la vista y otras complicaciones.

Ante esta situación presentaron un amparo en el Juzgado Correccional Nº 2 del Distrito Judicial Sur, a cargo de Carolina Poma. La sentencia judicial prohibió todo tipo de fumigaciones terrestres, mecánicas o manuales, dentro de la franja de los 300 metros del límite urbano de Antillas. El fallo también prohibía las fumigaciones aéreas a 1.500 metros del límite urbano y que los aviones sobrevuelen el pueblo, ni aun después de haber agotado la carga. También quedó prohibida la circulación de los fumigadores terrestres, denominados “mosquitos”, por la zona urbana.

En Rosario de la Frontera, uno de los departamentos con mayor desarrollo agrícola de la provincia, el Concejo Deliberante, en marzo del 2012, estableció por ordenanza la obligación que los productores deben notificar a la secretaría de la Producción con 72 horas de anticipación a la pulverización en los campos. Esta es la última medida complementaria que toma el cuerpo y es ampliatoria de las ordenanzas que regulan la actividad y que fueron promulgadas en el 2005.

La ordenanza municipal, en vigencia , crea una zona ambientalmente protegida, conformada por las zonas urbanas, suburbanas, los núcleos poblacionales y las escuelas rurales ubicadas dentro del ámbito municipal y garantizar, así, la protección de la salud de los habitantes y del medio ambiente frente a las pulverizaciones con agroquímicos.

La Ordenanza, que lleva los números Nº 2828/05 prohíbe la aplicación de plaguicidas agrícolas dentro del radio de 3 km a partir del perímetro de la zona urbana. Además limita el uso de agroquímicos en lugares próximos a caseríos lindantes a lotes de uso productivo, por ejemplo, si existen cursos de aguas o lagunas en las proximidades de los lotes a tratar se establece una distancia de 50 metros.

También prohíbe el uso de productos fitosanitarios considerados por la Organización Mundial de la salud como muy peligrosos. Para los infractores, la ordenanza establece multas de hasta 200 litros de gasoil. Según un informe de la Red Universitaria de Ambiente y Salud publicado en 2011, en Argentina se utilizan cada año 300 millones de litros de agroquímicos y 12 millones de personas corren riego de sufrir problemas respiratorios, dermatitis crónicas, convulsiones y trastornos.


Fuente

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AGROQUIMICOS: IMPACTO DE LA INTOXICACION SUBCLINICA EN PEDIATRIA.




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19 de febrero de 2016

Los tóxicos cotidianos influyen en el desarrollo mental de la infancia




Miguel Jara migueljara.com
mie, 17 feb 2016


El proyecto Denamic concluyó cuando terminó 2015. Han sido cuatro años en los que varios grupos de científicos de centros de investigación europeos (tres de ellos de Valencia) han estudiado cómo influyen las sustancias tóxicas cotidianas a bajas dosis en el sistema nervioso infantil. Los resultados advierten sobre la neurotoxidad y efectos permanentes en el cerebro de niños y confirman que existe una "pandemia silenciosa".

Los resultados del proyecto Denamic (Developmental Neurotoxicity Assessment of Mixtures in Children) pueden consultarse en la web de la Comisión Europea, el Gobierno de la UE. Yo he tenido conocimiento del asunto gracias al blog de María José Moya, afectada por Sensibilidad Química Múltiple (SQM) que ofrece toda la información.

Las conclusiones de este gran estudio vienen a constatar lo que ya sabíamos, que la exposición a productos químicos contaminantes, incluso a bajos niveles, puede afectar al desarrollo cerebral de los niños. Ello se produce durante la gestación, la lactancia y en edades tempranas y puede influir en su desarrollo cognitivo y motor.

Esto es clave para entender la aparición de trastornos como el déficit de atención, autismo o ansiedad.

El objetivo del trabajo Denamic ha sido crear métodos y herramientas para analizar las consecuencias de esta exposición a productos químicos contaminantes en las fases donde se produce la parte principal del desarrollo cerebral.

El cerebro en desarrollo es, en muchos casos, la diana más sensible a los efectos de estas sustancias.

Uno de los particnates españoles en el estudio euroepeo ha sido el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, liderado por Vicente Felipo.

Su laboratorio se ha encargado de caracterizar los efectos de la exposición a diferentes tipos de pesticidas y otros contaminantes sobre distintos aspectos de la función cognitiva y sobre la actividad y coordinación motoras.

También ha analizado los mecanismos moleculares por los que los contaminantes inducen estos efectos. Además, ha identificado el papel de la neuroinflamación en hipocampo y de alteraciones en la neurotransmisión del cerebelo sobre las alteraciones en el aprendizaje y la coordinación motoras inducidas por pesticidas.

Distintos pesticidas inducen efectos diferentes y estos efectos son también distintos según el género dependiendo de la función neurológica evaluada. Él ha sido quien ha advertido de que la exposición a este tipo de contaminantes es una "pandemia silenciosa".

¿La razón? Pues porque aunque este problema afecta a millones de niños en todo el mundo, como los niveles de exposición son muy bajos es difícil relacionar estas afecciones con hechos como que la madre haya ingerido mercurio durante la gestación, por ejemplo a través del pescado.

Como escribo, el proyecto ha tenido una duración de cuatro años, desde enero de 2012 hasta el 31 de diciembre del 2015 y ha dado lugar a numerosas publicaciones. Sus resultados proporcionarán a la Unión Europea y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) resultados, metodología y recomendaciones para gestionar los riesgos de la exposición a contaminantes químicos.

El equipo investigador ha producido un reportaje (en inglés) titulado Young Minds at Risk?, que advierte sobre la neurotoxicidad de contaminantes presentes en alimentos, en el agua y en otros productos como insecticidas y cómo afecta a los niños la exposición a estos contaminantes:





No puedo evitar recordar que mientras se desarrolla la epidemia por el virus zika en países como Brasil. Allí hay asociaciones de médicos que apuntan al uso de insecticidas en el agua potable como posible causa de los casos de microcefalia. Pesticidas como el piriproxifen dañan el sistema nervioso de los mosquitos que transportan el dengue o el zika.

La OMS avala el producto y el Gobierno de Brasil desmiente a los médicos diciendo que hay localidades donde hay microcefalia pero no se usa ese tóxico. Dicen las autoridades sanitarias que no hay estudios epidemiológicos que verifiquen esa relación de causalidad. Razón de más para hacerlos con urgencia pues trabajos como el Denamic lo que hacen es apuntar en una dirección similar.

Estos datos ayudarán a la Unión Europea en la legislación sobre potenciales neurotóxicos y a marcar los niveles tolerables de estas sustancias, han indicado las mismas fuentes. Yo parto de la base de que no hay niveles tolerables para todas las personas por igual, unas aguantan mejor que otras según qué niveles.

Hay personas que no metilan, desintoxican, bien determinadas sustancias, como metales pesados, porque su constitución genética no es la idónea. Esas personas pueden desarrollar intoxicaciones crónicas por ello a niveles muy bajos de exposición.

Tampoco puedo evitar recordar al leer las citadas conclusiones de este estudio la "epidemia" de diagnósticos de autismo y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en la infancia de los países occidentales.

Polémicas "modas farmacéuticas" aparte sobre el concepto TDAH, el estudio viene a demostrar que es cierto lo que ya se conocía también, que los niños/as pueden padecer falta de atención, por ejemplo en la escuela, propiciada por intoxicación crónica con productos tóxicos cotidianos. Éstos llegan a su organismo a muy bajas dosis pero durante mucho tiempo (desde la propia gestación) y provenientes de muchas y diferentes sustancias y fuentes.


FUENTE

13 de febrero de 2016

Médicos argentinos y brasileños señalan como posible causa de las microcefalias al uso de un larvicida químico en los suministros de agua potable

por NOTICIASDEABAJO • 10 FEBRERO, 2016

Por Claire Robinson, 10 de febrero de 2016

GMWatch.org.


¿Se ha culpado erróneamente al virus Zika y a los mosquitos transgénicos?
Imagen: blog.ecovec.com

Un Informe (pdf) de la Organización de Médicos de Pueblos Fumigados de Argentina no correlaciona la epidemia del virus Zika en Brasil con los casos de microcefalia en los recién nacidos.

El aumento de este defecto de nacimiento, en el que el bebé nace con una cabeza anormalmente pequeña y que con frecuencia también presenta daño cerebral, fue rápidamente relacionado con el virus Zika por el Ministerio de Salud de Brasil. Sin embargo, de acuerdo con los Médicos de Pueblos Fumigados, el Ministerio no comprobó que en las zonas donde han aparecido más personas enfermas se utilizó un larvicida químico, que se sabe produce malformaciones en los mosquitos, en los suministros de agua potable en el año 2014. Este veneno, el piriproxifeno, se ha utilizado en un programa controlado por el Estado para erradicar los mosquitos que transmiten enfermedades.

Los médicos añaden que el piriproxifeno es fabricado por Sumimoto Chemical, una empresa japonesa que mantiene una relación estratégica con Monsanto. El piriproxifeno es un inhibidor del crecimiento de las larvas de mosquitos, alterando el proceso de desarrollo de larvas a pupas y a adultos, provocando malformaciones en el desarrollo de los mosquitos, matándolos o inhabilitándolos para reproducirse. Actúa como una hormona juvenil de insectos o juvenoides (pdf), y tienen el efecto de inhibir el desarrollo para impedir alcanzar las características de los insectos adultos (por ejemplo, alas o unos genitales externos maduros) y el desarrollo reproductivo. Es un disruptor endocrino y es teratogénico (causa defectos de nacimiento).

Los Médicos Argentinos comentaron: “Las malformaciones detectadas en miles de niños de mujeres embarazadas que viven en zonas en las que el Estado brasileño añadió piriproxifeno al agua potable no es una mera coincidencia, a pesar de que el Ministerio de Salud eche la culpa directamente al virus Zika de provocar estos daños”.

También dijeron que tradicionalmente se ha considerado la enfermedad producido por el virus Zika como benigna, y nunca se ha asociado con defectos de nacimiento, incluso en las zonas donde infecta al 75% de la población.

El larvicida químico, probable causante de los defectos de nacimiento

El piriproxifeno se ha introducido en Brasil no hace mucho tiempo; el aumento de los casos de microcefalia es un fenómeno relativamente nuevo. Podría considerarse el larvicida como un factor plausible causal de microcefalia, mucho más que los mosquitos transgénicos, a los que se ha culpado de la epidemia de Zika y por lo tanto de los defectos de nacimiento. No hay pruebas sólidas para apoyar la idea de que hayan sido los mosquitos transgénicos la causa de la epidemia de Zika, ni de los casos de microcefalia. De hecho, de los 404 casos confirmados de microcefalia en Brasil, sólo en 17 (4,2%) ha dado positiva la prueba de la presencia del virus Zika.

Los expertos brasileños en salud están de acuerdo en que el principal sospechoso es el piriproxifeno

El Informe de los Médicos Argentinos, que también se ocupa de la epidemia de dengue en Brasil, coincide con las conclusiones de un Informe técnico presentado por los médicos brasileños sobre el brote de Zika y con los investigadores de salud pública Abrasco.

Abrasco también correlaciona el piriproxifeno como una causa probable de microcefalia. Se reprueba la estrategia de control químico de los mosquitos portadores del virus Zika, contaminando el medio, así como a las personas y, sin embargo, no se reduce el número de mosquitos. Abrasco sugiere que esta estrategia, que parece impulsada por los intereses comerciales de la Industria Química, que está profundamente arraigada en los Ministerios de Salud de América Latina, así como en la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de Salud.

Abrasco nombra a la empresa británica de insectos transgénicos Oxitec, como parte de los lobbies empresariales que están distorsionando los acontecimientos sobre el virus Zika para satisfacer sus intereses lucrativos. Oxitec vende mosquitos transgénicos, los cuales son estériles y los comercializa como un producto para combatir la enfermedad, una estrategia condenada por los médicos argentinos, por ser un “fracaso total, a excepción de los pingües beneficios de la empresa suministradora de los mosquitos”.

Los pobres sufren más

Tanto los médicos argentinos como los brasileños y los investigadores, están de acuerdo en que la pobreza es un factor clave que se ha descuidado en la epidemia de Zika. Abrasco reprueba al Gobierno de Brasil por su “ocultación deliberada” de las causas económicas y sociales: “En Argentina y en toda América, las poblaciones más pobres y con menos acceso a los servicios de saneamiento y agua potable, son las que más sufren el brote”. Los Médicos Argentinos están de acuerdo, afirmando que “la base sobre la cual progresa la enfermedad se encuentra en la desigualdad y la pobreza”.

Abrasco añade que la enfermedad está estrechamente relacionada con la degradación del medio ambiente: inundaciones causadas por la tala, el uso masivo de herbicidas en los cultivos transgénicos de soja tolerante a los herbicidas, y los impactos de la minería.

La idea de que la degradación ambiental puede ser un factor de propagación de Zika es respaldado por el Dr. Dino Martins, un entomólogo de Kenia. Martins dijo que “la explosión de mosquitos en las zonas urbanos es lo que está impulsando la crisis de Zika” causada por “la falta de diversidad natural, que de otra manera mantendría las poblaciones de mosquitos bajo control, y la proliferación de residuos y la falta de disposición de algunas zonas que proporcionan un hábitat artificial para la reproducción de los mosquitos”.

Actuando desde las comunidades

Los médicos argentinos creen que la mejor defensa contra Zika es “actuar desde la comunidad”. Un ejemplo de este tipo de acciones se presentó en una información de la BBC sobre el virus del dengue en El Salvador. Un criadero preferido por los mosquitos portadores de la enfermedad son los recipientes de almacenamiento de agua estancada. Los salvadoreños han comenzado a mantener peces en los contenedores de agua y los peces de alimentan de las larvas de mosquito.


En El Salvador los pececillos zambos han logrado establecer un control biológico del mosquito. Foto: AFP

El dengue ha aparecido junto con los mosquitos que transmiten la enfermedad. Y hasta hora, no han aparecido casos de Zika tampoco.

Programas simples pero efectivos como éste están siendo descuidados en Brasil en favor de programas respaldados por las Corporaciones, que aplican pesticidas y liberan mosquitos transgénicos. Esto se sabe y está comprobado, y pueden estar causando más daños que los mosquitos que se trata de erradicar.

Notas

1.- Informe de Médicos de Pueblos Fumigados sobre Dengue-Zika y fumigaciones con venenos químicos

2.- Nota técnica sobre microcefalia e doenças vetoriais relacionadas ao Aedes aegypti: os perigos das abordagens com larvicidas e nebulizações químicas – fumacê

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Procedencia del artículo:
http://gmwatch.org/news/latest-news/16706-argentine-and-brazilian-doctors-name-larvicide-as-potential-cause-of-microcephaly

FUENTE: https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2016/02/10/medicos-argentinos-y-brasilenos-senalan-como-posible-causa-de-las-microcefalias-al-uso-de-un-larvicida-quimico-en-los-suministros-de-agua-potable/

Dengue ,chikungunya y zika :El mapa de expansión coincide con el de la deforestación , sojización y uso del glifosato, que mata predadores del mosquito




11 de febrero| Alberto J. Lapolla, Ingeniero Agrónomo genetista e Historiador. Director del Instituto de Formación de la CMP |

En los últimos años la invasión de mosquitos de las especies Aedes sp y Culex sp. invadieron amplios espacios de nuestro país especialmente de Pampa Húmeda, extendiéndose mucho más allá del verano, que es la estación donde suelen aflorar masivamente. El fenómeno fue particularmente notable en 2008 cuando la invasión duró casi hasta el mes de mayo, pese a que la temperatura había descendido lo suficiente como para acabar con ellos.

Para quienes seguimos de cerca el desarrollo de los hechos ambientales argentinos, el hecho no pasó desapercibido y tratamos de llamar la atención respecto de ¿qué ocurriría si la especie a propagarse no fuera la perteneciente al Aedes común o al Culex ‘doméstico’ sino el temible Aedes aegypti, vector de la Fiebre Amarilla y el Dengue?.

Incluso en 2007 y 2008 hubo casos de fiebre amarilla en Bolivia, Paraguay, Brasil y Norte argentino, que se adjudicó a viajeros provenientes de los países hermanos. En la oportunidad señalamos la equivalencia del mapa correspondiente a la invasión mosquitera, con el que la multinacional Syngenta llamaba de ‘la Repùblica Unida de la Soja’, es decir, la región comprendida por las zonas de Bolivia, Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay sembradas con el mágico poroto transgénico forrajero producido por Monsanto, y rociado abudantemente con su agraciado herbicida ‘matatodo’ glifosato, conocido como Round up, acompañado por sus compañeros de ruta, tales como el 2-4-D, la Atrazina, el Endosulfán, el Paraquat, el Diquuat y el Clorpirifós, entre algunos otros.

En ese momento -junto a otros ambientalistas del resto del continente- señalamos la rara coincidencia de ambos mapas, mucho mas notable en el caso de la expansión de la epidemia de Fiebre Amarilla de 2007-2008 y de la epidemia de mosquitos ‘domésticos’ de 2008.

Así las cosas, preferimos suponer, que cualquier vinculación del raro fenómeno ambiental con la utilización masiva y descontrolada del glifosato y el área sojizada, no podía sino ser parte de una conspiración antimonsantiana o de mentes calenturientas que ven catástrofes ambientales por todos lados y no creen lo que dice la empresa multinacional o sus repetidoras de AAPRESID, la FFA, o Clarín Rural, respecto de la ‘absoluta inocuidad’ de los casi trescientos millones de litros de pesticidas arrojados por el complejo sojero sobre el ambiente agropampeano. Pero.. que las hay, las hay..

Así llegamos a la epidemia de dengue de 2009 y ¡oh, casualidad¡, la misma vuelve a coincidir con gran parte del área sojera sudamericana, y se basa en una expansión desorbitada de la población de mosquitos. Cualquier profesor de Ecología o de Biología -no empleado en una multinacional, o en un programa de investigación universitario financiado por ellas- preguntaría, ¿es qué habrá desaparecido algún predador natural del mosquito? o ¿es que el mosquito habrá aumentado su fuente de alimentaciòn de manera desorbitante? Pues la primera es la pregunta correcta y por ende le corresponde la respuesta correcta, si es que el docente desea hacerse la pregunta, claro está.

El glifosato, la Atrazina, el Endosulfàn, el 2-4-D, el Clorpirifos, el Diquat y el Paraquat, casualmente matan peces y anfibios -sapos, ranas, escuerzos, etc- es decir a los predadores naturales de los mosquitos, a los que consumen tanto en su estado larval como de adultos. Pero si esto es así cómo es que nadie lo advirtió…

Pero hay más, pues la cosa no es tan directa, sino multivariada y compleja como todos los fenómenos ambientales. Si bien la epidemia de dengue que sorpresivamente ha atacado a nuestro país, tiene su origen en la propagación de la epidemia que afecta a la hermana República de Bolivia, la misma tiene su causa principal en el calentamiento global que afecta a nuestro planeta, que al producir el aumento de las temperaturas mínimas y medias extiende las enfermedades llamadas tropicales, (paludismo, fiebre, amarilla, dengue, malaria y otras) hacia las regiones templadas, es decir la Argentina. Esa es la razón principal de porqué volvió el dengue a nuestro país, el cual había sido eliminado durante los años cincuenta gracias a la encomiable labor del Dr. Ramón Carrillo. Sin embargo, cabe ubicar algunas otras relaciones causales del múltiple complejo ambiental que afecta a la expansión de una enfermedad como el dengue.

A las políticas de destrucción del Estado y sus controles aplicadas durante los noventa, que cesaron las fumigaciones preventivas, y a la falta de nuevos productos químicos para combatir al insecto vector Aedes aegypty, que las multinacionales del negocio agrotóxico no desarrollan debido a que según ellas ‘no es negocio, pues los países tropicales, principales destinatarios de los productos son malos pagadores’, debemos en el caso argentino sumar la tremenda expansión del área sojizada en Pampa Húmeda y extensas regiones del NEA y del NOA, lindantes con Bolivia, Brasil y Paraguay. 
(Es el caso de la provincia de Salta ).

Así, la sojización mantiene una doble línea de influencia sobre la expansión del dengue. Por un lado el complejo de agrotóxicos utilizados para el sistema de la Siembra directa-sojaRR, se basa en el uso masivo de glifosato, endosulfán, clorpirifos, 2-4-D, atrazina, paraquat, y otros pesticiadas. Todos poseen una fuerte acción devastadora sobre la población de peces y anfibios, predadores naturales de los mosquitos, transmisores del dengue y la fiebre amarilla. Esto puede comprobarse por la casi desaparición de la población de anfibios en pradera pampeana y en sus cursos de agua principales, ríos, arroyos, lagunas y bosques en galería, así como el elevado número de peces que aparecen muertos en los mismos o por la aparición de los mismos con fuertes deformaciones físicas y con graves afectaciones en su capacidad reproductiva, como han informado reiterados estudios e investigaciones de diversas instituciones de Pampa Húmeda. Podríamos señalar sin exagerar que los anfibios –principales predadores de mosquitos y otros insectos- son cosa del pasado en el territorio sojizado, arrasado por el cocktail de agrotóxicos utilizados por los productores en el sistema de Siembra Directa.

Un segundo elemento del relación entre la sojización y la epidemia de dengue, se ubica en la enorme deforestación producida en las áreas boscosas y de monte de las regiones del NEA y del NOA, lo cual destruye el equilibrio ambiental de esas regiones, liquidando el refugio y hábitat natural de los predadores de otros predadores de los mosquitos, permitiendo el aumento descontrolado de su población, tal como se viene comprobando en los últimos años, sólo que en este último correspondió a la población de Aedes aegypty y no al Aedes común o al Culex, como en años anteriores. El crecimiento desusado de la población de mosquitos es la causa principal de la expansión de la epidemia del dengue según señalan la mayoría de los especialistas y su relación con los agrotòxicos de la soja es casi directa.

Esta relación no es una relación causa-efecto simple, sino parte de las cadenas concatenadas de fenómenos que caracterizan a los procesos ambientales, y que por lo mismo son en general difíciles de estudiar o de señalar, mediante una mirada simplista de la relación causa-efecto, sin embargo es imposible negar la relación entre la destrucción de los predadores de los mosquitos que provoca la sojización por vía de los venenos que se usan para su cultivo, como por obra de la depredación de los montes y bosques nativos que produce su cultivo descontrolado, y por ende su responsabilidad central en la existencia de la actual epidemia de dengue. Una mancha más a cargar en el disparate sojero.

Portafolio

Los plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente



INTA
"El suelo es un recurso natural no renovable a escala de vida humana que se puede conceptualizar como un reactor biofísico-químico con funciones potenciales de filtración, amortiguación, depuración y regulación de los ciclos biogeoquímicos. La presencia de plaguicidas en distintas matrices ambientales indica un agotamiento en la capacidad del suelo de funcionar como reactor. El suelo, al operar como una interfase entre el aire y el agua, estaría provocando un impacto en estos dos recursos vitales. La presencia de plaguicidas en distintos compartimentos ambientales genera una preocupación genuina en la sociedad."
Desde diferentes organismos del Estado Nacional se ha generado y publicado información sobre distintos plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente, llegando a describir procesos físico-químicos y biológicos básicos que ocurren una vez que estas moléculas están en el medioambiente.

Como hemos expuesto en este documento, el suelo es un recurso natural no renovable a escala de vida humana que se puede conceptualizar como un reactor biofísico-químico con funciones potenciales de filtración, amortiguación, depuración y regulación de los ciclos biogeoquímicos (Comerford, 2014). La presencia de plaguicidas en distintas matrices ambientales indica un agotamiento en la capacidad del suelo de funcionar como reactor. El suelo, al operar como una interfase entre el aire y el agua, estaría provocando un impacto en estos dos recursos vitales. La presencia de plaguicidas en distintos compartimentos ambientales genera una preocupación genuina en la sociedad. El sistema científico-tecnológico ligado a la producción agropecuaria debe tener una posición que jerarquice la discusión y establezca un mensaje claro. El manejo de los suelos, los sistemas de labranzas, los sistemas ecológicos, las tecnologías de procesos, la reducción de dosis de plaguicidas y el uso de insumos en el marco de las buenas prácticas agrícolas, entre otras prácticas agronómicas, son herramientas a debatir para proponer, desde INTA, alternativas al modelo agropecuario actual.
Para acceder a la publicación (PDF) haga clic en el enlace a continuación y descargue el archivo:
Los plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente:

http://inta.gob.ar/sites/default/files/inta_plaguicidas_agregados_al_suelo_2015.pdf
Nuevo libro de INTA disponible en la web: Los plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente

Este libro surge como una iniciativa del Proyecto Nacional de Suelo, para poner a disposición de los profesionales interesados el estado del arte de la problemática del uso de los plaguicidas en la Argentina. Se puede descargar de forma gratuita del sitio de INTA Balcarce.

Descargar archivos de este documento

El año 2015 fue declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como el Año Internacional del Suelo. Para conmemorar esta declaración los profesionales participantes del Proyecto Nacional de Suelo (PNSuelo-INTA) 1134044: “Destino ambiental y degradación de los plaguicidas agregados al suelo” realizaron dos actividades relevantes.

“Por un lado, compilamos un libro Los plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente, que tiene por objetivo poner a disposición de los profesionales interesados el estado del arte de la problemática del uso de los plaguicidas en la Argentina” explicó la Ing. Virginia Aparicio de INTA Balcarce.

El libro consta de seis secciones:
 1) Breve descripción acerca del Marco Legal Argentino del uso e impacto ambiental de plaguicidas agregados al suelo;
 2) Estadística que relaciona la producción agropecuaria nacional y la utilización de plaguicidas, reportando la información generada hasta las campañas del año 2013;
 3) Reseña sobre métodos y equipamientos de uso actual para detectar y cuantificar residuos de plaguicidas;
 4) y 5) Recopilación de información científica acerca de la detección de residuos de plaguicidas, de los procesos que sufren los plaguicidas luego de ser aplicados al suelo y el impacto ambiental que se suscita por la incorporación de los mismos al ambiente. La fuente de información citada en estas secciones consta de artículos científicos que han sido publicados hasta la fecha, en revistas nacionales e internacionales con referato, entendiendo de esta manera que se ha cumplido el método científico y se ha llevado a cabo la revisión por parte de pares; 
6) Integración de la información presentada a modo de consideraciones finales, que estuvo fuertemente nutrida por los debates generados en las Jornadas Regionales antes mencionadas.

Además, continuó Aparicio “Organizamos Jornadas Regionales para profesionales de INTA con el objetivo de compartir el conocimiento científico generado en Argentina hasta el momento sobre la relación Suelo –Plaguicidas”. En todos los casos se convocó a Investigadores, extensionistas, Coordinadores de Proyectos Regionales con Enfoque Territorial, Programas Nacionales, Proyectos Integradores, Proyectos Específicos y Módulos así como representantes de la Agricultura Familiar de cada centro regional para intercambiar opiniones sobre ésta temática, luego de presentar resultados publicados y preliminares.


El libro está disponible en el sitio web de INTA Balcarce: http://inta.gob.ar/documentos/los-plaguicidas-agregados-al-suelo-y-su-destino-en-el-ambiente

5 de febrero de 2016

La explotación de la minera Barrick Gold y el dejar hacer de los dirigentes políticos argentinos


Un caso testigo del colonialismo nacional actual
Una postal del sitio de la empresa multinacional (www.barrick.com).

Aunque esta firma es canadiense de origen, sus accionistas mayoritarios son británicos y estadounidenses. Explota la capacidad minera y la extracción de oro del Río Valle del Cura, cuyas aguas ahora contaminadas alimentan los cultivos de la pequeña localidad de Iglesia, en la provincia de San Juan. Las reservas de oro ubicadas allí representan miles de millones de dólares, pero por regalías pagan tan sólo 3%

IGLESIAS, Octubre 13 (Agencia NOVA) Decir que una firma multinacional está explotando una de las principales riquezas nacionales, fuente prácticamente inagotable de dinero para la Argentina, y que la concesión de dicha práctica resulta casi gratuita para esa empresa, además del peligro ecológico que su trabajo en la zona provoca, es casi ser aburrido de lo reiterativo en un país que carece de un sentimiento patriótico, nacional, popular y soberano.

Otro de los casos testigos de estas macabras prácticas es lo que actualmente ocurre en las cercanías del pequeño poblado de Iglesia –de 6.737 habitantes–, en la provincia de San Juan. Allí, la firma multinacional minera Barrick Gold ha puesto su mira desde hace unos años y, tal como no hace mucho pasó en la sureña localidad de Esquel, parece que será un tema que prontamente explotará en los medios de comunicación.

Según informa el prestigioso sitio www.ecoportal.net, en un trabajo que lleva la firma de Marcelo Scanu –secretario de Cultura de UPCN (Unión de Personal Civil de la Nación), delegación ANSES–, el autor transitaba la zona del Valle del Cura –una región rica en oro, explotada desde antes de los Incas, luego por ellos y los españoles– cuando se topó con diferentes formas de restricción de ingreso al mismo, cuestión que lo sorprendió por ser una zona eventualmente inexplotada, y cuya concesión había caducado.

El Río Valle del Cura forma luego el Río Jáchal, cuyas aguas alimentan los secos desiertos y el oasis de la localidad de Iglesia, donde se cultiva desde hace cientos de años. Estos cultivos, junto al turismo, permiten subsistir a la población.

Hasta no hace mucho tiempo, existía un equilibrio con el entorno incontaminado de la región, pero hizo su aparición la minera Barrick. Aunque canadiense, sus accionistas principales son británicos y norteamericanos (incluso se habla de conocidos funcionarios de los EE.UU.). Luego de explorar yacimientos en Chile y Perú además de Tanzania, posaron sus ojos en la Argentina que, por años, pareció ser un “país de reserva”, ocultándose los múltiples recursos mineros de la zona.

El hecho que sobresale es que por cánones irrisorios, estas compañías retuvieron para sí las concesiones esperando el momento oportuno para explotarlas.

Según se manifiesta en el artículo publicado por el portal, la cantidad de oro en el Valle del Cura es impresionante, aunque para extraerlo se debe utilizar cianuro, un metal pesado, el cual al ser arrastrado por el agua produce daño a cultivos, animales y humanos. Esto pondría en peligro el equilibrio ecológico de la región, destruyendo la tradicional forma de vida y economía sustentable en el tiempo a cambio de unos pocos años de extracción del áureo metal, el cual no deja prácticamente ningún beneficio en la región ni en el país.

Las reservas de oro ubicadas allí representan miles de millones de dólares, pero por regalías pagan tan sólo un 3%. Si se tienen en cuenta las exenciones logradas por el lobby minero (no paga el impuesto al gasoil, ni a la importación de bienes, se le reintegra el IVA, etcétera), todo el pueblo argentino le estaría subsidiando la explotación –con dinero público– a una empresa privada extranjera.

Los pobladores de Iglesia protestaron, como los de Esquel en su momento, por el uso del cianuro. Aunque la minera presentó informes, luego donó computadoras y ambulancias, y ante la férrea oposición de los lugareños optó por distanciarse de la comunidad. Posteriormente se dieron hechos de violencia y amedrentamiento hacia los manifestantes, pero aún no se han encontrado a los culpables, existiendo una fuerte campaña de desinformación y censura.

Los trabajadores de la Barrick son casi exclusivamente residentes de otras provincias y países, no se les permite sindicalizar y se los hace trabajar en un ambiente hostil todo el año, incluso en pleno invierno. Hace poco, 1.200 de ellos quedaron varados en el yacimiento y sendos accidentes han ocurrido, sumándose varias víctimas fatales.

En cuanto a la ecología y el cuidado del medio ambiente, se muestran gráficos e informes sobre la seguridad en lo concerniente al uso de cianuro. En realidad, la Barrick debió pagar una multa por contaminación, tienen varias denuncias (aunque ninguna de la probritánica Greenpeace), quieren avanzar sobre un Parque Provincial, del lado chileno van a trasladar miles de toneladas de hielo de unos glaciares de la zona de explotación y existiría aparentemente un túnel trasandino desconociéndose su utilidad, aunque ésta puede inferirse.

El mineral extraído será refinado en el exterior. Las acciones de la Barrick cotizan con el símbolo ABX en las bolsas de Nueva York, Toronto, Londres y París; en cambio, los pobladores de Iglesia y su tierra no interesan a la empresa ni a sus accionistas. ¿Señor Presidente, se hará algo al respecto?

Como para conocer la firma que hoy “trabaja” en la Argentina

Según manifiesta el portal argentino www.sincensura.org.ar, la corporación minera canadiense Barrick Gold nace por gestiones “inescrupulosas” del “narcotraficante” Peter Munk, antes asociado al magnate Adnan Khashoggi, probable traficante de armas de origen árabe Saudita.

Esta fórmula societaria fundó en Toronto, Canadá, la empresa extractiva aurífera Barrick Gold Corporation, con aportes de relaciones políticas por un lado y de moneda por el otro que la potenciaron al primer plano. Con Peter Munk ingresó al círculo prístino de la empresa la Corona Británica, a través de su amistad con el príncipe Felipe, pero es el árabe Khashoggi quien arrimó el capital mayor.

George Bush, otrora director de la Central de Inteligencia Americana (CIA), es el tercer capítulo de esta historia. Como vicepresidente de los Estados Unidos aportó una mina de oro ubicada en un predio propiedad del gobierno de EE.UU., que Barrick terminó comprando por 63 millones de dólares. Se trata de la mina Goldstrike, que en realidad contiene 10.000 millones de dólares en oro.

Poco después, Bush comenzó a figurar en el directorio de Barrick Gold Corporation con el título de “Asesor honorario de la junta internacional de la empresa”. Para su control no dudó en colocar al ex primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, como su asistente; pero fue Edward N. Ney, ex embajador en Canadá, su vocero en el directorio.

A partir de 1995, el ex presidente norteamericano comenzó a gozar de más tiempo, llegando a la dirección del cuerpo de “Asesores honorarios de Barrick Gold Corporation”. Un año más tarde la empresa recibió la concesión de exploración y explotación aurífera de Zaire. El hecho fue tapa de los diarios del mundo porque hasta entonces la influencia del ex director de la CIA le había permitido a Barrick atrapar importantes yacimientos metalíferos, pero lo de Zaire se habría convertido en un robo mayúsculo por la gestión sangrienta que lo coronó.

De este modo se consolidó la Barrick Gold, que habría construido su imperio minero gracias al tráfico de armas, al narcotráfico que también supo impulsar la guerra del opio, y que tuvo a su favor un ejército de agentes de la CIA de Bush, quienes habrían barrido estratégicamente el camino de los metales y de las piedras preciosas.

En el artículo de Jeffrey Steinberg, “El Corazón de Tinieblas de George Bush”, publicado por EIR Internacional, se lee que “la invasión del este de Zaire por parte de ejércitos combinados de Ruanda y Uganda, que comenzó en septiembre de 1996, coincidió con la entrada de Barrick y Anglo American para adueñarse exactamente de esa zona… Miles de refugiados murieron en los enfrentamientos y otro cuarto de millón se vio obligado a huir a la selva, a morir de hambre y enfermedades, en tanto unos quinientos mil cruzaron la frontera hacia Ruanda para morir, probablemente, en manos de los tutsis”.

Al mismo tiempo, la descripción que sobre la presencia de Barrick Gold en Tanzania y Congo realiza la página web “Mines and Comunities” (www.minesandcommunities.org/Company/bulyanhulu1.htm), es también espeluznante.

Dicho esto, pareciera ser que por donde intervine Barrica queda una secuela de destrucción y muerte, y estamos hablando de la misma empresa que hoy se halla en la Cordillera de los Andes, merced a una inmensa franja que la corre de norte a sur, expoliada a chilenos y a argentinos por el Tratado Minero de Implementación Conjunta y por acuerdos binacionales que ceden la soberanía de ambas naciones. (Agencia NOVA)

Patologización y medicalización de la infancia

TDAH

Francisco López Moreno

Hoy compartimos con vosotros este vídeo sobre la patologización de la infancia y lo acompañamos de una reflexión acerca del impacto de ciertos discursos y prácticas de la Psicología y la Psicopedagogía en el ámbito educativo, obra deGabriela Dueñas y Dra. Cecilia M. Kligman:




Soluciones rápidas e inmediatas

Como decía Silvia Bleichmar: “No se trata ya de una cuestión de educación, ni siquiera de salud. Es un problema de carácter ético“. Las aulas muestran hoy situaciones complejas, con problemas individuales y grupales nuevos, que muchas veces la escuela no alcanza a responder. Esta dificultad se ha ido incrementando en los últimos años, dejando de ser como se suponía antes, patrimonio exclusivo de ciertos sectores sociales. La infancia como se concebía en la modernidad se ha transformado y hoy asistimos a la existencia de múltiples formas de vivir la infancia que plantean complejos desafíos a la sociedad en general y a la escuela en particular. Ante este crítico panorama, resulta preocupante observar como busca instalarse en el ámbito de lo escolar y con el aval de cierta ciencia, una nueva tendencia (por cierto, acorde con los cánones de la época) según la cual todo “problema” se trata en realidad de un “trastorno” y como tal, puede y debe ser “eliminado” de la manera más rápida posible.


La solución más eficiente con la que se cuenta parece ser la de medicalizar ciertos síntomas que manifiestan los niños o, por lo menos, aquellos que resultan ser los más molestos en el aula.

Tengamos presente que esta tendencia, si bien resulta novedosa en la población infantil, tiene antecedentes. Hace ya algunas décadas que, entre los adultos, padres y maestros e incluso los mismos profesionales de la salud, se apela cotidianamente y casi con naturalidad a “estimulantes” para rendir mejor en el trabajo, “antidepresivos” para anestesiarse frente a ciertas pérdidas, “ansiolíticos” para regular el exceso de aceleración, etc. De esta forma, se hacen presentes en el ámbito escolar ciertos discursos y prácticas provenientes del ámbito de la salud que pretenden operar sobre la infancia y definir sus principales problemáticas de la misma manera que han venido haciéndolo con los adultos. Es decir, ofreciendo soluciones rápidas y “eficientes” a los problemas que se presentan a diario, en última instancia “medicalizando la vida”.

Según los conceptos de J. A. Castorina (2002), respecto a los mecanismos de “escisión”que desvinculan los “trastornos” de conducta y / o aprendizaje de su contexto socio-histórico – cultural, se puede observar un efecto inmediato que desresponsabiliza a las escuelas y las familias; la causa de la dificultad es atribuida entonces a supuestos déficits de carácter biológico de los niños, para los cuales existen paliativos bioquímicos. Los mecanismos de escisión a partir de los cuales operan estos discursos profundizan también la supuesta brecha existente entre los aspectos cognitivos y afectivos que constituyen a los sujetos como tales, en este caso los niños.


Desde una perspectiva crítica, estas visiones “que escinden” tienden a abordar, diagnosticar y patologizar a la infancia entendiendo que los obstáculos que se presentan en los procesos de enseñanza y de aprendizaje o los llamados “problemas de conducta” que expresan los niños en las escuelas, parecen ser suficientes para establecer un diagnóstico; cuando en realidad son el inicio de las consultas diagnósticas o de orientación con criterio clínico que ameritan ser consideradas para explicar algunos síntomas. Tomemos como ejemplo lo que sucede con los niños inquietos a los que les cuesta prestar atención en clase. Mientras múltiples estudios acerca de los usos y consumos culturales de las niñas y los niños en la actualidad muestran que, la atención de los chicos es diferente, (básicamente múltiple: pueden escuchar música mientras conversan y responden en el chat, lo cual implica que cuentan con la posibilidad de estar de manera simultánea en varias actividades distintas de la imagen clásica de la escuela, donde un grupo de alumnos atiende al maestro ubicado al frente del aula), se incrementa de manera altamente significativa la cantidad de niños que llegan a las escuelas diagnosticados como ADD/H y por ese motivo,medicados con estimulantes y otro tipo de psicodrogas ( las estadísticas oscilan entre el 5 y el 8 % de la población escolar ( Benasayag, 2007)).

Sin duda, hay una distancia que hace falta trabajar en muchos sentidos. No es casual que la escuela haya pasado a ocupar un lugar central en relación con esta problemática. No nos olvidemos que se trata de una institución propia del s. XIX que, como tal, requiere, a través de sus tradicionales propuestas escolares, de toda una serie de condiciones actitudinales y procedimentales que, como adelantábamos, son los que justamente parecen escasear en su población de alumnos, niños y jóvenes del s. XXI (prestar atención durante cierto período de tiempo, leer un texto, escribir con letra prolija, etc.). Con este planteamiento no se pretende ni siquiera insinuar que haya que renunciar a que un chico escuche a su maestro, en clara referencia a la necesidad de reconocer las reglas y riquezas propias de cada institución pero, tampoco parece saludable y/o educativo solucionar rápida y linealmente el problema patologizando a los niños como si algunas expresiones de su conducta refirieran en forma unívoca a una enfermedad que puede superarse con medicación, sin analizar que puede ser un indicador de otras problemáticas.

Bernard Golse

A propósito, Bernard Golse (2003) advertía que lo que se define como patológico en un niño en una determinada época, puede ser considerado como “normal” en otra. Esto ocurre principalmente porque la interpretación de una sociedad sobre el funcionamiento de niños y adolescentes se funda sobre criterios educativos variables y sobre representaciones que dependen de ese momento histórico. Es decir, cada sociedad en un determinado tiempo, espera funcionamientos diferentes de los sujetos niños y adolescentes como si se establecieran contratos diferentes y exigencias distintas para pertenecer a ella, tolerando de forma variable las llamadas “desviaciones”.

Observemos a un grupo en situación de evaluación escolar (adolescentes de 15 años). La profesora da consignas. Juan está disperso asiente con la cabeza y juega con el bolígrafo y sus manos mientras conversa con Julio. Alicia parece más atenta. Llega Marta, otra compañera, todos hacen comentarios, alguno se levanta y cierra una ventana, comentan el partido de fútbol del día anterior; cambian de asientos, se ríen. Todos están con bolígrafos en mano y escriben. Algunos se envían mensajes a través de los teléfonos, se ríen. Mientras transcurre la clase, se consultan sobre diferentes cuestiones: la próxima salida del fin de semana, un tema de inglés… Varios indicadores del supuesto síndrome de desatención están presentes, sin embargo los resultados de la prueba (de 30 minutos de duración) fueron satisfactorios en mayor o menor medida para todo el grupo escolar.

Situaciones como éstas, cotidianas, hacen pensar que en un contexto urbano, complejo como el actual, se desarrollan mecanismos novedosos que estarían dando lugar a una organización evolutiva diferente.

El cuerpo, indispensable para nuestro ser en el mundo, aparece ligado a un contexto lleno de estímulos que parece no favorecer demasiado el arraigo ni la estabilidad. Se producen así modificaciones significativas en la conducta de los niños y jóvenes. A propósito y como señala M.C. Rojas (en Janin 2004) las sociedades de consumo y el tiempo acelerado e instantáneo parecen hacer obstáculo al pensamiento, al menos como lo conocíamos hasta ahora. Los estímulos a la par que veloces, siempre presentes, no dan tregua y desaparecen antes que podamos procesarlos.


Se constituye así un medio de hiperestimulación e hiperactividad en el que la conducta de los niños y adolescentes en el ámbito social y escolar parece seguir la misma dinámica. La hiperactividad que manifiestan conlleva también como contrapartida desatención, expresiones de una suerte de abandono del intento de responder al cúmulo de exigencias. Por su parte, ideales sociales vigentes que destacan por ejemplo la inmediatez, dejando de lado los tiempos de espera y la planificación, parecen propiciar ciertas formas de impulsividad. Los medios de comunicación parecen ser vehículo de este exceso. El zapping, por ejemplo, implica una sucesión dislocada de imágenes que difícilmente facilita el despliegue del pensamiento asociado a la cultura de la palabra. Todo ello también contribuye a construir una atención de variabilidad constante y corta duración: la atención del “consumidor” (Vasen, 2007).

Se instauran así subjetividades mediáticas, forjadas desde la diversidad de estímulos que se promueven desde los medios de comunicación.

La subjetividad mediática está sobresaturada de estímulos y la desatención o desconcentración parece ser un efecto de la hiperestimulación.

Desde esta perspectiva entonces, la atención se constituye, no como una disposición innata sino como construcción cultural. El énfasis en la dimensión visual, la aceleración de la imagen y el auge de la virtualidad peculiares de nuestro tiempo, van produciendo paulatinamente cambios en la subjetividad; y dentro del paisaje escolar, cambios en los modos de ser alumno. Parece ser, que la infancia se redefine, se transforma y que los niños y jóvenes no se despojan de estas improntas para entrar a clase. Atentos a lo señalado, resulta ser entonces que, los problemas de desatención e hiperactividad revisten hoy más que nunca, un enorme interés científico y clínico. Constituyen un verdadero analizador de lo que nos ocurre como sociedad, particularmente en relación con las infancias y sus vaivenes. En este sentido, resulta válido que desde la psicología y la psicopedagogía se habilite un espacio de reflexión a partir del cual comencemos a pensar, aunque sea en términos de sintomático, el hecho que en la actualidad, en un mundo cada vez más acelerado, paradójicamente, cada vez se tolera menos el movimiento de los sujetos en situación de aprendizaje dentro del ámbito escolar. La complejidad y los desafíos que hoy plantean las nuevas infancias y adolescencias nos imponen con perentoriedad poner en cuestión explicaciones y atenciones simplificadas. Las relaciones, las instituciones y las tareas requieren ser pensadas y reformuladas frente y junto con estas transformaciones. Resulta necesario entonces generar de manera impostergable entre los especialistas en psicología y educación discusiones acerca de la infancia, sus contextos y la patologización que está padeciendo. Reflexionar entorno a preguntas relativas al tipo de relación que existe entre la nueva subjetividad que hoy se está conformando en nuestros alumnos – pacientes- en el contexto de esta sociedad mediática y consumista en la que se encuentran inmersos y se crían, con las regulaciones disciplinarias que hoy se fomenta en las escuelas.

De la misma manera, resulta importante someter a consideración los efectos que algunos discursos y prácticas de la psicología y/o de la psicopedagogía puedan estar contribuyendo a producir en el ámbito escolar el incremento de diagnósticos relacionados con trastornos y déficits (de supuesta base orgánica). Por ejemplo, circula de manera tan generalizada por las escuelas que se ha vuelto natural escuchar a los docentes referirse a sus alumnos llamándolos no por su nombre de pila sino por la sigla que los identifica como portador de una determinada dificultad, utilizando para esto un tipo de vocabulario, plagado de términos técnicos propios más bien de una institución médico psiquiátrica que del ámbito escolar. ” Que en 5to año hay un niño que padece de ataque de pánico, que la alumnita nueva ingresa con un diagnóstico de T.G.D., que en 3ro hay dos T.D.H.A. y tres disléxicos, que en 1ro hay dos casos de anorexia. que un T.E.A. por allá, un T.O.C. por acá”. Cuerpos y mentes en pleno desarrollo aparecen así abreviados y encerrados con siglas traducidas del inglés.


La pregunta que se impone a continuación es si ¿cuentan luego los docentes con elementos suficientes como para descifrar lo que se dice de esos cuerpos, de esas mentes, de esos sujetos sujetados a algunas letras que buscan definirlo? ¿Qué supone este tipo de lenguaje y qué impone en los sujetos en pleno desarrollo? ¿Qué nos está pasando que no podemos acercarnos a estos sujetos desde otro lugar que no sea el del etiquetamiento?

Por su parte, muchas de las acciones que se realizan desde el ámbito de la Psicología y Psicopedagogía a través de profesionales particulares, instituciones públicas de salud e incluso desde los mismos equipos técnicos de orientación escolar en torno de estas situaciones, parecen reducirse a la descripción y establecimiento de estos nuevos diagnósticos que, con frecuencia, no constituyen más que un conjunto de formulaciones descriptivas que se transforman en peligrosos enunciados identificatorios en la medida que, de manera sutil pero no por eso menos eficaz, contribuyen a producir una suerte de etiquetamiento de los alumnos que los padecerían.

La patologización de la infancia y posterior medicalización de la misma, irrumpen entonces en el discurso escolar como solución posible para terminar con la desatención, la hiperactividad, la dificultad para aceptar límites que manifiestan hoy no pocos alumnos en las aulas. Ahora bien, y retomando el mismo ejemplo con el que en párrafos anteriores convocábamos la discusión: ¿es posible considerar al TDHA como un “diagnóstico -comodín”, que parece desconocer la incidencia de las condiciones contemporáneas en la configuración de la subjetividad? ¿No se están convirtiendo en patológicos algunos aspectos de la conducta infantil sin ponderar que se definen en un contexto social sumamente inestable, con parámetros poco claros para sentir confianza en los otros? ¿Por qué suponer a tantos niños con dificultades para prestar atención en clase desde un inicio “patológicos” en lugar de pensarlos como sujetos con distintas posibilidades que están atravesando momentos difíciles? ¿Dónde quedaron los niños y sus vaivenes, como sujetos en permanente devenir? ¿Dónde podemos ubicar sus deseos, sus temores y sus sufrimientos?

Profundizando en los fundamentos de los que parten muchos de estos “nuevos diagnósticos y sus respectivas propuestas “terapéuticas”, resulta válido, siguiendo con esto a J. A. Castorina (2005), poner a consideración si en realidad estas nuevas tendencias psicológicas no están haciendo otra cosa más que reeditar viejos argumentos defuerte sesgo biologicista-innatista determinista. Si esto es así, ante este tipo de discursos, recobran vigencia viejas antinomias que muchos pensábamos hace ya tiempo superadas: natura vs cultura, cuerpo vs alma, razón vs emoción. La patologización y medicalización de la infancia entonces, parece no tratarse de un asunto menor.
Ilustración de Laura De Vega Palacios

Requiere sin dudas de una mirada distinta y profundamente crítica respecto de aquellas que han contribuido a su producción. En este sentido, resulta necesario remitirnos a una concepción integral de salud que considere al sujeto en su complejidad intentando atender a las situaciones de consulta desde una perspectiva abarcativa que, “sin recortes”, apele a profundizar e integrar los aportes provenientes de las distintas áreas del conocimiento científico. Ante este panorama, la psicología y la psicopedagogía no pueden permanecer indiferentes, pero tampoco pueden hacer demasiado trabajando en forma aislada. Junto a la pedagogía, la filosofía, la sociología, la antropología, la medicina y a otras disciplinas terapéuticas, tienen mucho por hacer y decir, particularmente si se trata de construir alternativas ante problemáticas como éstas que afectan los derechos de nuestros niños y jóvenes.

Reunir aportes de distintas disciplinas implica poner en diálogo a las expresiones sintomáticas que se dan en los sujetos aquí mencionados con la transformación de las relaciones entre las distintas generaciones que intervienen en la institución escolar; el modo en que se habla de la niñez, la adolescencia y la juventud en los medios, con el fin de entender qué se ha transformado y cómo en estos últimos años respecto del estatuto de infancias y adolescencias.


Por su parte, y acotándonos con esto al ámbito específico del ejercicio profesional de la psicología y de la psicopedagogía, parece necesario también revisar algunas de nuestras prácticas y discursos, considerando, entre otras, cuestiones tales como: ¿en qué aspectos estamos haciendo eje a la hora de realizar las evaluaciones psicodiagnósticas o, según se trate, los diagnósticos psicopedagógicos? ¿Qué sucedería si, en lugar de abocarnos a medir los niveles de “déficit” de atención que ponen de manifiesto tantos niños hoy en la escuela nos preguntáramos por el origen y /o el destino de esa cuota de atención de la que parecen carecer? ¿Y si nos atreviéramos incluso a formularnos de manera inversa la pregunta? ¿Por qué los niños y adolescentes de hoy no debieran ser desatentos, hiperactivos y desobedientes? ¿Existen acaso muchas razones como para que no lo sean?

Seguramente, el análisis de estas cuestiones no sería sin consecuencias. Desplazar nuestra mirada profesional, descentrando nuestra atención de las conductas deficitarias (como si éstas fueran entidades autónomas, escindidas de un sujeto) para abocarnos en su lugar a tratar de entender el problema que cada uno de los sujetos ponen de manifiesto a través de sus respectivos trastornos, probablemente, produzca sus efectos ya en la misma evaluación que estamos pretendiendo realizar. De la misma manera, no menores serían las consecuencias de nuestras intervenciones si en lugar de preocuparnos sólo por encontrar la forma más rápida para hacer desaparecer las dificultades que manifiestan los alumnos, nuestros pacientes, nos ocupáramos en forma conjunta con la escuela por indagar acerca de los motivos por los cuales cada vez parece haber más niños en las aulas con problemas de atención, hiperactivos y/o con dificultades para aprender contenidos curriculares que les despiertan poco interés, aunque los docentes se esfuercen por enseñarles. Averiguar las razones por las cuales la detección del supuesto Trastorno ADD/H, parece ser más frecuente en la clase media y media alta que en clase baja o media baja o ¿por qué es mayor la frecuencia de consultas en varones que en mujeres?


Procurar acercar a los docentes herramientas que colaboren con la posibilidad de hablar de los sujetos que aprenden de otras maneras, propiciando así, la búsqueda de nuevos modos de aproximarse a las múltiples formas que viene adoptando la infancia y la adolescencia hoy y que, entre otras cuestiones, y solo para empezar, nos impide seguir refiriéndonos a ellas en singular.

Generar espacios de reflexión con los docentes que habiliten nuevas experiencias que contemplen modos, quizás inéditos, de vinculación con las distintas maneras de ser infante hoy. Es crucial trabajar con ellos para que puedan considerar las dificultades como diferencias y no como déficit.

Considerar las entrevistas y encuentros con padres como espacios privilegiados para aportar elementos que contribuyan a favorecer el sostén de los hijos, retomando con esto aquello de no abdicar a nuestra función de padres, como tan bien lo explicara Winicott ( 1971), y tan oportuno resulta hoy con tantos padres ocupados y sobre ocupados en sus propias cuestiones personales, sus propias crisis frente a la demanda insatisfecha de los hijos que les presten atención.

Trabajar en contextos íntersubjetivos, aunque estemos en sesiones individuales, para propiciar la construcción del sentimiento de reconocimiento mutuo que debería iniciarse en los primeros vínculos de la vida, acorde al desarrollo que hace Jesica Benjamín al respecto (1996 ), considerando que la desatención guarda los resabios de experiencias tempranas con escasa mutualidad afectiva y en ese sentido el reconocimiento mutuo puede estar organizado confusamente.

¿Qué impacto tendrá hacia el interior de las escuelas y de nuestras consultas este giro en la cuestión?… Interrogarnos en última instancia, acerca de qué estamos haciendo como sociedad y de manera particular con los niños y adolescentes , con el malestar que nosotros mismos generamos.

Revista SIGNOS Universitarios de la USAL- Año XXVIII. Nº 44- 2009. Número especial Aniversario de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía.

Gabriela Dueñas y Dra. Cecilia M. Kligman

FUENTE

2 de febrero de 2016

Eugenesia: el verdadero objetivo del virus Zika





Eugenesia: el verdadero objetivo del virus Zika
Posted on 2 febrero, 2016 by Cristina Martín Jiménez

Una nueva ola de pánico inducido recorre el planeta: la OMS declara la emergencia global

Rockefeller es el propietario del virus Zika

Nuevamente los medios de comunicación hacen llegar el pánico a todos los puntos del planeta. La Organización Mundial de la Salud, organismo dependiente de la ONU[1] alerta que “el virus Zika se expande de manera explosiva”[2]. A pesar de haberse identificado por primera vez en 1947 en Uganda, una vez más, no existen vacunas para la cura. La preocupación y el nivel de alerta es enorme. Tanto que ya existen países que recomiendan a sus mujeres no quedarse embarazadas.

A la OMS se la acusa desde varios frentes científicos, políticos y ciudadanos de colaborar con la estrategia de los laboratorios farmacéuticos para crear una alarma global con el fin de enriquecerse con la venta de vacunas. ¿Pero realmente todo o mejor dicho todos lo hacen por dinero? Muchos ciudadanos piensan que el motivo del alarmismo no es otro que el enriquecimiento de los industriales y políticos vinculados a las empresas de medicamentos. Pero es justamente al contrario. A los miembros del club les interesa mantener relaciones con otros propietarios y accionistas de laboratorios farmacéuticos porque estos son instrumentos del club, usados por los su núcleo duro para mantener controlada a la población mediante el miedo perpetuo. Los cuantiosos beneficios económicos que obtienen las farmacéuticas es el pago por los servicios prestados a la causa. En este asunto, como en muchos otros, para Bilderbergel fin no es el dinero sino el control social. El engaño es que quieren que creamos que lo hacen por dinero. Ahí está la mentira usada para despistar a la opinión pública. De nuevo, en un tema de salud en este caso, aparece el miedo como el pilar del control de la sociedad. ¡Dejemos el temor ya! Así no podemos vivir. No permitamos que nos manipulen con la mentira.

“Permítanme manifestar la firme convicción de que de lo único a que debemos sentir temor es al temor mismo, al miedo anónimo, irracional y sin sentido que paraliza todos los esfuerzos que son necesarios para convertir el retroceso en una marcha hacia delante”. – Franklin Delano Roosevelt (4 de marzo de 1933).

La posible expansión explosiva del virus Zika y su falta de vacuna están relacionadas directamente con el control de reducción de población que la alta cúpula de Bilderberg puso en práctica hace décadas. El uso de vacunas que atentan contra el sistema inmunológico humano está vinculado a la política eugenésica expandida por los bilderbergs. David Rockefeller intervino (en el marco del Business Council for the United Nations), como presidente del Grupo Rockefeller, en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada la primera quincena de septiembre de 1994 en El Cairo (Egipto) organizada por la ONU. En su discurso, Rockefeller destaca la idea de la necesidad de contener el crecimiento humano para evitar una superpoblación. De ahí que se haga imprescindible aprobar medidas eugenésicas. En segundo lugar, hay que resaltar el papel preponderante y exclusivo que Rockefeller desea otorgar a la ONU en esta tarea de controlar el desarrollo de la población mundial. La ONU es el organismo que los bilderbergs quieren como gobierno mundial, controlado, claro está, por una élite privada. Es decir, por ellos.




Evidentemente este artículo va sobre el virus Zika. Sin embargo, para que para que te des cuenta cómo se cumplen los mismos patrones de comportamiento, cómo de manipulable es el ser humano inyectando en sus mentes el virus del miedo, desde el primer párrafo de este artículo hasta hasta estas líneas, todo es un extracto del comienzo del capítulo 14 de un libro que se publicó en el año 2010 bajo el título “El Club Bilderberg. La realidad sobre los amos del mundo”. Una obra que desapareció durante cinco años del mercado sin razón aparente y sin explicaciones, y que en diciembre de 2014 ha vuelto a ver la luz bajo el nombre de “Los amos del mundo al acecho”. En él se hablaba de la mentira sobre un virus. Del virus de la gripe A. Sin embargo, esto que publiqué hace ya más de cinco años para hablar de la gripe A me ha servido hoy, exactamente igual, para hablar del virus Zika. Sustituyendo “gripe A” por “virus Zika”. Y añadiendo algunos enlaces sobre la noticia.

Control social. A través del miedo. Y el campo de la salud es territorio fructífero para ello. Fíjate cómo de efectivo puede ser que los medios de comunicación de masas nos están bombardeando en los últimos días sobre este tema.

Observa lo que se plantea desde un medio propiedad de Bilderberg como el Washington Post. Fíjate en el titular ideológico: “el gran dilema del nuevo virus Zika es el aborto”. ¿Recuerdas el memorandum 200 firmado por Kissinger? En él defendía que el aborto se ha mostrado muy eficaz para disminuir la población. Y también sostenía que el aumento de población en los países menos desarrollados pone en peligro el sistema americano, el imperio global.

“Cuando las mujeres estén desesperadas… buscarán sus propias soluciones”, (problema – solución) dice Carmen Barroso, directora para el hemisferio occidental de la Federación Internacional de Paternidad Planeada, aprovechando para hacer campaña propagandística del control de nacimientos. Un control que siempre se aplica a los pobres. Los bilderbergs pueden tener los hijos que quieran. Los hijos de los pobres ponen en peligro el sistema.






Un virus, el Zika, que puedes comprar por unos 600 € y fue patentado por la familia Rockefeller.

Según Jon Rappoport, periodista de investigación especializado en estos temas, “la coincidencia entre los casos de zika y de microcefalia no se deben a que el primero provoque la segunda, sino a que se están soltando intencionadamente mosquitos que transmiten el zika, con la coartada de luchar contra el dengue. Y que estas sueltas están siendo realizadas precisamente en las áreas en las que se están dando los casos de microcefalia. Provocando artificialmente la vinculación entre los casos de zika y de microcefalia.”

¿Qué puede haber tras todo esto?

Ocultar que tras estos casos esté el uso indiscriminado de pesticidas que “provocan defectos de nacimiento como los que presuntamente y de forma no demostrada, provoca el virus Zika.”

El actual brote mundial del virus Zika pudo haberse originado durante los ensayos financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates que, como sabes, forman parte de Bilderberg y también son partidarios del gobierno mundial y el control poblacional.

Mientras ellos juegan y ensayan con los seres humanos, sus mass media nos piden no tener hijos. No quedar embarazadas hasta julio de 2016. O hasta que ellos quieran. Cuando terminen sus ensayos con la población, por ejemplo.


[1] La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo de las Naciones Unidas (ONU) especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial. Organizada por iniciativa del Consejo Económico y Social de la ONU que impulsó la redacción de los primeros estatutos de la OMS. La primera reunión de la OMS tuvo lugar en Ginebra, en 1948. Los 193 Estados Miembros de la OMS gobiernan la organización por medio de la Asamblea Mundial de la Salud. La Asamblea está compuesta por representantes de todos los Estados Miembros de la OMS.
[2] http://internacional.elpais.com/internacional/2016/01/28/actualidad/1453989176_570383.html



¡Sígueme!  Cristina Martín Jiménez

Periodista de investigación y escritora.

Primera autora a nivel mundial que se atrevió a publicar una obra íntegra sobre El Club Bilderberg en el libro: 'El Club Bilderberg. Los amos del mundo' (abril de 2005).

He publicado mi quinta obra: 'Los planes del Club Bilderberg para España' (2/6/15).

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