BLOG VECINAL ORIENTADO A LA DEFENSA DE LA CALIDAD DE VIDA DE QUIENES VIVIMOS EN EL NOA Y EN PARTICULAR EN LA HERMOSA CIUDAD DE SALTA "LA LINDA".
Contra los monocultivos y minería contaminantes y a favor de la Soberanía Alimentaria y de un Proyecto Nacional Sustentable

27 de noviembre de 2015

Cuantificación y evaluación de la estacionalidad de elementos parasitarios en ambientes acuáticos recreativos de la provincia de Salta, Argentina






Cuantificación y evaluación de la estacionalidad de elementos parasitarios en ambientes acuáticos recreativos de la provincia de Salta, Argentina
Quantification of parasites in aquatic environments in the Province of Salta, Argentina


Dolores Gutiérrez Cacciabuea,b, María M. Juáreza,b,c, Hugo R. Pomaa, Beatriz Garcéd, Verónica B. Rajala,b,*

aInstituto de Investigaciones para la Industria Química, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad Nacional de Salta (INIQUI-CONICET, UNSa), Salta, Argentina.
bFacultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Salta (UNSa), Salta, Argentina.
cFacultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional de Salta (UNSa), Salta, Argentina.
dSERMed Servicios Médicos, Salta, Argentina.

Recibido el 5 de marzo de 2014; aceptado el 22 de mayo de 2014

* Autor para correspondencia.
Correo electrónico: vbrajal@gmail.com (V.B. Rajal).



Resumen

La contaminación microbiológica de aguas recreativas es un problema preocupante, ya que las personas que las utilizan pueden contraer enfermedades que podrían afectar su bienestar general. Para evaluar la calidad del agua, las legislaciones existentes solo establecen límites de indicadores bacterianos, los cuales no predicen con exactitud la presencia de parásitos. Además, la cantidad de parásitos presentes en el agua, aunque suficiente para producir enfermedad, suele ser pequeña, por lo que, se necesita una etapa previa de concentración para poder detectarlos. En este trabajo se monitorearon trimestralmente durante un año tres ambientes acuáticos de usos recreativos de la provincia de Salta, realizando la concentración de las muestras y la posterior preparación para la búsqueda de elementos parasitarios por microscopía. Adicionalmente, en cada ambiente se midieron mensualmente variables fisicoquímicas in situ y variables bacteriológicas por técnicas microbiológicas tradicionales. En cada ambiente se encontraron como mínimo 9 de los 14 parásitos detectados en conjunto. La presencia de los elementos parasitarios no presentó correlación con indicadores bacterianos en ningún ambiente ni en ninguna de las estaciones (p > 0,05). Mientras que en invierno la contaminación bacteriológica disminuyó entre un 76 % y un 99 %, los elementos parasitarios no presentaron disminución estacional. Los resultados permiten sugerir al género Entamoeba como indicador anual de contaminación parasitaria, ya que este fue encontrado en todos los ambientes con mínimas variaciones estacionales. Estos resultados poseen relevancia epidemiológica, dado que permitirán a los tomadores de decisiones proponer medidas para mejorar el bienestar de la población.

Palabras clave

Calidad de aguas recreativas; Indicadores bacterianos; Parásitos; Salud; Argentina.

© 2014 Asociación Argentina de Microbiología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

Abstract

Microbiological pollution of recreational waters is a major problem for public health as it may transmit waterborne diseases. To assess water quality, current legislation only requires limits for bacterial indicators; however, these organisms do not accurately predict the presence of parasites. Small number of parasites is usually present in water and although they are capable of causing disease, they may not be high enough to be detected. Detection therefore requires water samples to be concentrated. In this work three recreational aquatic environments located in the province of Salta were monitored over one year. For parasite quantification, water samples were collected every three months and concentrated by ultrafiltration. Detection was performed by microscopy. In addition, monthly monitoring was carried out in each aquatic environment: physicochemical variables were measured in situ and bacteriological counts were determined by traditional microbiological techniques. Of 14 parasites identified, at least nine were detected in each aquatic environment sampled. While bacteriological contamination decreased in most cases during winter (76-99%), parasites were present year-round, becoming a continual threat to public health. Thus, we here propose that it is necessary to use specific parasitological indicators to prevent waterborne disease transmission. Our results suggest that Entamoeba would be a suitable indicator as it was found in all environments and showed minimal seasonal variation. The results obtained in this study have epidemiological relevance and will allow decision-makers to propose solutions for water protection in order to care for population health.

Keywords

Recreational water quality; Bacterial indicators; Parasites; Health; Argentina.

© 2014 Asociación Argentina de Microbiología. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.



Introducción

Las aguas recreativas son aquellas aguas superficiales utilizadas por la población con fines de esparcimiento.

En general, las aguas recreacionales incluyen aguas de piscinas, baños de hidromasajes, aguas termales y aguas naturales superficiales dulces (incluyendo ríos, lagos, lagunas, embalses, etc.) y marinas13. Estos ambientes acuáticos de uso recreacional, en especial aquellos que conforman ríos, lagos y diques, son una alternativa para la población que carece de recursos económicos como para acceder a piletas privadas o balnearios, entre otros.

Desde hace ya varios años, se vinculan las actividades recreativas en aguas con problemas en la salud de las personas. En Estados Unidos, el 80 % de las enfermedades adquiridas en ambientes recreativos se deben a infecciones producidas por microorganismos, principalmente parásitos y bacterias9. Las infecciones más comunes son intestinales y respiratorias, aunque también pueden resultar afectados los ojos, los oídos y la piel. La principal vía de transmisión es la ingestión de agua contaminada, pero los microorganismos causantes de enfermedad también pueden entrar al cuerpo a través de los oídos, los ojos, la nariz o la piel dañada por un corte o una erupción cutánea58. Las fuentes de contaminación de las aguas recreativas pueden ser varias, incluyendo heces humanas y de animales infectados, bañistas, escorrentías pluviales, contaminación de los navegantes, aguas sin tratamiento o insuficientemente tratadas y escorrentía agrícola.

Se han informado al menos 325 brotes de enfermedades de origen hídrico causadas por parásitos en el mundo26. Para el caso de aguas recreativas, el 43 % de los brotes informados en Estados Unidos durante 2005 y 2006 fueron a causa de parásitos9. Entre ellos, Cryptosporidium y Giardia son conocidos por ser los responsables principales de las enfermedades hídricas de origen recreativo. Ellos persisten en el ambiente por períodos mayores que algunas bacterias, son más resistentes a los tratamientos de desinfección y presentan bajas dosis infectivas47. Otro grupo parasitario cuya presencia en el agua es de importancia es el de las amebas de vida libre. A diferencia de otros parásitos patógenos del hombre, ellas tienen la capacidad no solo de sobrevivir en este medio, sino también de reproducirse, y, ocasionalmente, invaden un hospedador y viven como parásitos dentro de sus tejidos55.

Por otro lado, en los países en desarrollo, las enfermedades causadas por parásitos son habituales, y las escasas inversiones en saneamiento ambiental, como así también las condiciones climáticas en algunos de ellos, favorecen su proliferación. En Argentina, los enteroparásitos más frecuentes en niños menores de 14 años son Enterobius vermicularis y Giardia lamblia6. En una reciente revisión de los géneros parasitarios presentes en el ambiente de nuestro país se encontró amplia coincidencia con los informados en muestras fecales de pacientes, de lo que se concluye que los parásitos que pueden causar patologías intestinales en humanos se aíslan frecuentemente de muestras ambientales25.

A pesar de que algunos estudios plantean que las bacterias no son buenas indicadoras de la presencia de patógenos en el agua23,39, las legislaciones vigentes las siguen utilizando durante el monitoreo rutinario para evaluar la contaminación de los recursos hídricos14,52,54. Debido a la falta de estudios epidemiológicos, Argentina carece de legislaciones propias referidas a límites de calidad para aguas de uso recreativo, por lo que se han tomado como valores guías niveles de indicadores bacterianos de acuerdo con estándares internacionales52. En este sentido, la Unión Europea establece como valor límite para bacterias coliformes totales 10 000 en 100 ml y para el caso de coliformes fecales el valor debe ser menor de 2000 en 100 ml14. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) establece un límite de 61 unidades formadoras de colonias (UFC)/100 ml para el caso de enterococos y 235 UFC/100 ml para Escherichia coli54.

Se ha demostrado que algunos virus y parásitos pueden ser utilizados como potenciales indicadores de contaminación en aguas39,41. Con respecto a los parásitos, diferentes trabajos han evaluado la calidad parasitológica de muestras de agua y han detectado una gran cantidad de especies presentes2,5,19,22,39,56. Las cantidades de estos organismos presentes en el agua, si bien son suficientes para producir enfermedad, son generalmente pequeñas para permitir su detección, por lo que es necesario realizar previamente una etapa de concentración20,39,40,41. Uno de los procesos empleados con este fin es la ultrafiltración (UF). Mediante el empleo de una membrana de tamaño de poros determinado, se logra retener a los microorganismos, que luego son recuperados, para su posterior detección por técnicas específicas1,40,42.

Los objetivos de este trabajo fueron detectar la presencia de elementos parasitarios en distintos ambientes acuáticos de la provincia de Salta con intenso uso recreativo; evaluar la estacionalidad de los hallazgos y compararla con la que muestran las bacterias indicadoras; y encontrar un parásito o grupo de parásitos que puedan servir como potenciales indicadores de contaminación parasitaria en aguas.

A pesar de que existen estudios en el país en donde se han detectado diferentes elementos parasitarios en el medio ambiente (agua y suelo) y, principalmente, en materia fecal12,51, hasta donde llega nuestro conocimiento, este constituye el primer estudio de estas características en Argentina. Es por ello que los resultados obtenidos en este trabajo poseen relevancia epidemiológica, ya que a partir de ellos se podrá en un futuro proponer medidas de protección para las personas y para el recurso acuático.

Materiales y métodos

Muestreo

Se monitorearon en este estudio tres ambientes acuáticos ubicados en la provincia de Salta: dique Campo Alegre, río Vaqueros y río La Caldera. De cada uno de ellos se recolectaron 20 l de agua trimestralmente durante el año 2010. De ese modo, se obtuvieron muestras de las cuatro estaciones: verano (de enero a marzo) y primavera (de octubre a diciembre), en ambos casos en correspondencia con la época de lluvia o estación húmeda, y otoño (de abril a junio) e invierno (de julio a septiembre), dentro de la época o estación seca. Cada muestra para el análisis parasitológico se colectó en un balde limpio y previamente enjuagado con el agua objeto de estudio, se enjuagó también el bidón en el que se almacenaría la muestra y finalmente se lo llenó.

Por otro lado, para contar con una referencia sobre la calidad de las aguas, mensualmente se realizó el análisis fisicoquímico (in situ) y bacteriológico de los mismos ambientes. Para los análisis bacteriológicos se colectaron muestras adicionales siguiendo el Standard Method for Examination of Water and Wastewater for Surface Waters13. En este caso, la recolección se realizó en frascos de vidrio estériles de 500 ml, los que se almacenaron a 4 ºC hasta su llegada al laboratorio y análisis. Las muestras se procesaron dentro de las cuatro horas posteriores a su llegada.

Caracterización fisicoquímica

Se determinaron in situ las siguientes variables fisicoquímicas: pH, conductividad (COND), turbidez (TURB), oxígeno disuelto (OD) y temperatura (T), utilizando el analizador multiparamétrico U10 de HORIBA (Tokyo, Japón).

Recuento bacteriano

Se estimó la densidad de bacterias coliformes totales (CT) y fecales (CF) empleando el método de tubos múltiples en caldo MacConkey (Britania, Argentina), con incubación a 37 ºC ± 0,5 ºC y 44 ºC ± 0,5 ºC, respectivamente, durante 24 h13. La densidad bacteriana de la muestra se estimó en términos de número más probable en 100 ml (NMP/100 ml). Aplicando la técnica de filtración por membrana se determinaron los siguientes microorganismos: Escherichia coli (ECL), en agar mTEC modificado (Fluka, EE.UU.) a 44,5 ºC durante 24 h15, y enterococos (EN), en agar mE (Difco, EE.UU.) a 41 ºC durante 48 h y confirmación en agar esculina-hierro (EIA) a 41 ºC por 20 min16. Los resultados se expresaron en UFC/100 ml

Concentración de aguas por UF para la detección de elementos parasitarios

La concentración de las muestras se realizó por medio de un sistema de ultrafiltración (UF) en fibra hueca empleando el módulo AHP 1013 de Microza (Pall, EE.UU.), con peso molecular de corte de 50 000 daltons41. Los 20 l de agua fueron vertidos en el tanque de alimentación del sistema e impulsados por medio de una bomba peristáltica a través del módulo de UF, con lo que se obtuvieron dos corrientes, la de permeado libre de microorganismos y la de retenido, que se recirculó al tanque de alimentación41. El proceso continuó hasta que se alcanzó el menor volumen posible de retenido (40 a 60 ml). Posteriormente se incorporó en dos etapas 15 ml de una solución de elución, que contenía 0,05 mol/l de glicina/NaOH pH 7,0 y 0,1 % de Tween 8040, y ésta se hizo recircular por el sistema (sin permeado) durante 15 minutos, con el objetivo de liberar aquellas partículas adsorbidas a la membrana. Los eluidos se juntaron con el retenido para conformar el concentrado final, que se usó para la detección de elementos parasitarios.

Acondicionamiento de la muestra concentrada para la búsqueda de elementos parasitarios

Antes de la determinación parasitológica se acondicionó la muestra de agua concentrada de acuerdo a lo explicado en el ítem anterior. En primer lugar, se eliminaron partículas microscópicas o restos que pudieran confundirse con los elementos parasitarios buscados. Para ello, se filtraron 20 ml de las muestras a través de tres capas de gasa; se dividió cada muestra en dos y a cada una de ellas se la concentró nuevamente aplicando dos métodos: el de flotación de sacarosa de Sheather50 y el de sedimentación por centrifugación de Charles Barthelemy, modificado por Bacigalupo y Rivero32. El sedimento se centrifugó a 1000 rpm durante 5 min y posteriormente se resuspendió en solución de sacarosa al 10 %. Para evitar pérdida de la morfología característica de los elementos parasitarios, en este punto las muestras se conservaron de tres maneras diferentes: en formol al 10 %, en acetato de sodio-ácido acético-formalina (SAF)59 y en mertiolate-yodo-formaldehído (MIF)44.

Recuento de elementos parasitarios

La identificación de trofozoítos, quistes, ooquistes, huevos y larvas se realizó por microscopía directa (100X, 400X o 1000X) de las muestras preservadas. Se usaron preparaciones húmedas con solución de lugol para identificar trofozoítos o quistes de protozoos y huevos o larvas de helmintos. Se utilizaron coloraciones húmedas con eosina o azul de metileno para identificar ooquistes y con safranina modificada para esporas de Microsporidum. Se realizó también coloración tricrómica permanente de las muestras originales concentradas o de las conservadas en formol y SAF para detectar esporos de protozoos y microsporidios56. El recuento de huevos de helmintos se realizó por el método de cuantificación de Stoll53.

Resultados y discusión

Importancia de los elementos parasitarios encontrados en los ambientes acuáticos

En cada uno de los ambientes acuáticos analizados se encontraron como mínimo 9 de los 14 parásitos identificados (tabla 1, fig. 1). Hay que tener en cuenta que, al igual que otros agentes patógenos, los parásitos que se transmiten con mayor frecuencia a través del agua son los que presentan infectividad alta, los que pueden proliferar en ella o los que demuestran elevada resistencia fuera del organismo8. Esta última premisa la cumplen las formas latentes de los parásitos (quistes, ooquistes, huevos), y si bien no pueden multiplicarse en el ambiente, sí pueden hacerlo algunas formas de vida libre, tales como algunas amebas45 yStrongyloides stercoralis29.







Figura 1. Cuantificación de elementos parasitarios (barras verticales) e indicadores bacterianos (líneas continuas) en los ambientes acuáticos (A) río La Caldera, (B) río Vaqueros y (C) dique Campo Alegre, localizados en la provincia de Salta, Argentina. Estos últimos se presentan como valores promedios, con sus desviaciones estándares, de los tres meses incluidos en cada estación del año. Las líneas punteadas representan los valores límites (VL) de los indicadores bacterianos (medidos en el eje secundario) establecidos por diferentes normativas para aguas con usos recreativos: coliformes totales (CT) 10 000 NMP/100 ml, fecales (CF) 1000 NMP/100 ml, Escherichia coli (ECL) 235 UFC/100 ml y Enterococos (EN) 61 UFC/100 ml. No se obtuvieron medidas para el río Vaqueros durante la primavera debido a la ausencia de agua durante esta estación.

La gran mayoría de los elementos reconocidos pertenecen al grupo de los protozoos, los que generalmente se encuentran asociados a enfermedades transmitidas por el agua; es por esto que se los puede hallar con mayor frecuencia en estas muestras3. En los tres ambientes acuáticos monitoreados se encontraron amebas en general, sin especificar género. Si bien no todas las amebas encontradas en el ambiente (por ej. en agua o suelo) son causantes de enfermedad, algunas de ellas tienen la capacidad de alojar bacterias, comoLegionella spp. y otras, que pueden ocasionar patologías en poblaciones de inmunodeprimidos30.

Con respecto al grupo Entamoeba, es importante aclarar que aunque no todas son patógenas para el hombre, la mayoría proviene del intestino humano, por lo que su presencia en agua indica una posible contaminación fecal6. Además, la eventual ingesta de este protozoo puede ir acompañada por otros parásitos que sí son patógenos. Hay que considerar también que la línea demarcatoria entre comensalismo y parasitismo no es rígida, muchas veces los parásitos viven como comensales en un hospedador y solo en determinadas ocasiones producen daño57. El elemento infectivo para contraer amebiosis por E. histolyticaes el quiste, por esta razón se han enumerado de modo separado de los trofozoítos de Entamoeba (tabla 1). La amebiasis intestinal causada por E. histolytica es la tercera enfermedad parasitaria más extendida y responsable de muertes en el mundo, después de la malaria y la esquistosomiasis26.

Endolimax nana, ameba cosmopolita de patogenicidad dudosa, es comensal del intestino humano y del de algunos animales, y se transmite por la ruta fecal-oral. Presenta alta prevalencia, principalmente en zonas tropicales y subtropicales48. Las condiciones de vida precaria y el consumo de agua y alimentos contaminados son algunos de los factores responsables de la presencia de este parásito en la población48. En este estudio se detectó E. nana en todos los ambientes acuáticos analizados; su presencia ya ha sido informada por otros autores en todo el mundo: en agua con distintos usos39, en aguas residuales de una planta de tratamiento27, en alimentos crudos y cocidos37, en materia fecal de niños y en el suelo51, y en materia fecal y orina18.

Muchos trabajos asociaron la presencia de E. nana con Blastocystis hominis18,48. Aunque ambos parásitos son considerados no patógenos, Graczyk et al.18 demostraron que pueden estar asociados con diarrea en niños.

En cuanto a los coccidios, en dos de los tres ambientes se han encontrado Cryptosporidium sp. y Cyclosporasp., y en los tres Isospora spp. (reclasificado por el CDC como Cystoisospora spp.)33 (fig. 1). El ooquiste maduro de Cyptosporidium es la forma infectante del parásito; este tiene características importantes que incrementan su potencial patogenicidad: es resistente a condiciones adversas (sobrevive a los niveles de cloración usados en la potabilización del agua: 0,2 a 0,5 mg/l de cloro residual), la dosis infectiva es muy baja (de 1 a 10 ooquistes)7 y son infecciosos inmediatamente después de su excreción por el hospedador previo47. Los otros dos géneros requieren maduración externa de sus ooquistes para actuar como elementos infectivos.

Se observaron quistes de G. lamblia en todos los ambientes (fig. 1). Este género cosmopolita es ya muy conocido por ser el causante de brotes transmitidos por el agua, al igual que Cryptosporidium spp.26. Estos parásitos son muy comunes en aguas residuales, por lo que su presencia puede estar relacionada con algún tipo de descarga ilegal de efluentes domésticos o industriales39. La presencia ubicua de patógenos y los tratamientos ineficientes de efluentes llevan a una proliferación de estos organismos en aguas superficiales, con una alta probabilidad de causar efectos adversos no solamente en humanos, sino también en animales2.

Se encontraron Trichomonas sp. solamente en el dique Campo Alegre (fig. 1C). A pesar de ser elementos frágiles por encontrarse solo en forma de trofozoíto, Pereira-Neves y Benchimol36 demostraron que cepas deT. vaginalis pueden mantenerse viables hasta 30 h en aguas de una de pileta de natación.

Microsporidium es un género artificial que abarca especies insuficientemente descritas o clasificadas y en el que se agrupan varias especies patógenas humanas. Puede considerarse un patógeno emergente transmitido por el agua49, ya que siete especies de microsporidios han demostrado ser agentes etiológicos de enfermedad en los seres humanos, especialmente en individuos inmunocomprometidos o inmunosuprimidos19,26.

En el dique Campo Alegre se encontró Balantidium coli (fig. 1C). El agua es el principal vehículo de este ciliado que infecta a humanos y a cerdos, y que causa diarrea y disentería46. Este organismo es el más grande entre los protozoos y su trofozoíto puede alcanzar hasta 150 ?m de longitud.

Se han encontrado diversas formas de Blastocystis spp. en todos los ambientes (fig. 1). Este es un organismo oportunista21, con mayor prevalencia en los países en desarrollo, relacionado con la falta de higiene, la exposición a los animales y el consumo de alimentos o agua contaminados28.

Dientamoeba fragilis, protozoo también de distribución mundial y habitante del tracto gastrointestinal humano, fue encontrado en el dique Campo Alegre y en el río La Caldera (figs. 1A y 1C). Ubicado definitivamente dentro de los flagelados24, en la actualidad existe evidencia que apoya su patogenicidad4,21. Solamente se encuentra en forma de trofozoíto, por lo que se postula que podría ser transportado por los huevos de algunos nematodes parásitos comunes, como E. vermicularis35,43.

Entre los metazoarios solo se hallaron dos especies. Una de estas fue E. vermicularis, encontrada en ambos ríos (figs. 1A y 1B). Este es, probablemente, el más común de los helmintos que infectan a los seres humanos, se han registrado tasas de prevalencia de hasta el 100 % en el noroeste de Europa y los EE.UU.34. No es un género zoonótico, por lo que su presencia indica contaminación antrópica. El otro metazoario encontrado en todos los ambientes estudiados fue el geohelminto A. lumbricoides. Sus huevos requieren maduración en tierra para volverse infectivos.

Aunque no fue el objeto de este estudio, en la observación microscópica se detectó también en todos los ambientes acuáticos la presencia de ácaros y levaduras.

Estacionalidad de los hallazgos

En todos los ambientes acuáticos se observaron algunas diferencias en los valores de las variables fisicoquímicas medidas en cada estación (tabla 2). Para el caso de la temperatura, el agua del río Vaqueros fue la que presentó el mínimo valor durante el invierno (11 ºC) y la del dique Campo Alegre, el máximo durante el verano (25 ºC) (tabla 2). En el caso del pH, no hubo una gran variación, los valores oscilaron entre 7 y 8. En algunos casos, los cambios de los valores de las variables fisicoquímicas entre estaciones pueden influir en la presencia o ausencia de ciertos microorganismos.





En el río La Caldera, las especies que estuvieron presentes durante todas las estaciones fueron Entamoebaspp., Microsporidium sp. y G. lamblia (fig. 1). Los quistes de G. lamblia y los huevos de A. lumbricoidesfueron los elementos parasitarios más informados en investigaciones realizadas en el ambiente en la República Argentina25.

La ausencia de agua en el río Vaqueros durante la primavera hizo que no fuera posible tener datos para esa época. Al igual que en el río La Caldera, durante el verano se detectaron E. vermicularis y A. lumbricoides, por lo que estos parásitos parecerían estar altamente relacionados con la época húmeda (fig. 1). Como fue dicho anteriormente, el primer género es parásito exclusivo de humanos, por lo que su presencia en la época estival se debe al comienzo de las actividades recreativas humanas, favorecidas por la temperatura. En el caso del geohelminto A. lumbricoides, las bajas temperaturas no son favorables para su desarrollo51. A su vez, los dos ríos analizados presentan cercanía geográfica y usos similares17 por lo que es de esperar que se encuentren especies similares de parásitos (figs. 1A y 1B).

Durante la estación húmeda, el aumento del caudal debido a las precipitaciones abundantes y el uso recreativo aumentan la turbidez del agua, efecto observado en los ríos estudiados (tabla 2). La turbidez se refiere a la claridad del agua y no tiene efectos directos sobre la salud, pero puede indicar la presencia de microorganismos causantes de enfermedades hídricas (www.epa.gov). Si las partículas resuspendidas tienen organismos adheridos, estos también se resuspenderán y eventualmente se podrán desorber, lo que implica un potencial riesgo de infección10. Por otro lado, la turbulencia contribuye a la oxigenación del agua, aunque los valores variables de OD obtenidos en los distintos ambientes pueden explicarse por el hecho de que los contaminantes del agua (fertilizantes, desechos industriales, material particulado) son hidrolizados por los microorganismos presentes, que van consumiendo el oxígeno y generando condiciones anaerobias. El OD es crucial para la supervivencia de organismos acuáticos, de hecho, valores menores que 2 mg/l podrían matar a los peces11. Sin embargo, los elementos de resistencia de los parásitos no requieren oxígeno, debido a que no se encuentran metabólicamente activos.

Los coccidios Isospora sp. y Cryptosporidium sp. estuvieron presentes solamente en la época seca en el río Vaqueros.

En cuanto al género Blastocystis, Ithoi et al.22 investigaron la presencia de este protozoo en aguas recreacionales, y comunicaron correlaciones positivas con coliformes. En nuestro caso se observó que solamente en el río La Caldera la aparición de la forma quística de Blastocystis se relacionó con el aumento de coliformes totales y fecales en primavera (fig. 1A).

En el dique Campo Alegre, la estacionalidad de los elementos parasitarios merece un tratamiento especial, debido a que la turbidez, que se incrementa generalmente en los ríos por el aumento de las precipitaciones y los usos recreativos, no aumentó en este ambiente (tabla 2), por lo que no sería este el factor responsable del aumento en el número de géneros observables en el agua. Es posible que el momento en el que se encuentra mayor variedad de géneros sea la época seca debido a la disminución del volumen de agua, lo que produce una concentración de distintos contaminantes (en este caso, de elementos parasitarios) en esta estación, cuando baja el nivel del dique38. Solo en este último ambiente se encontraron Balantidium coli en primavera e invierno (fig. 1C) y el género Trichomonas en otoño. Es esperable no encontrar frecuentemente estos últimos elementos debido a su mayor fragilidad, ya que solo están en el estadio de trofozoíto. La razón por la cual la membrana celular de estos elementos frágiles no se vería alterada31 podría radicar en que, a diferencia de los ríos, la conductividad en este ambiente no presentó diferencias entre estaciones, de hecho se mantuvo constante a lo largo del año. Podemos considerar que la fuerza iónica en el agua no varía demasiado, ya que la principal fuente que contribuye a esta variable es la gran cantidad de sales disueltas provenientes de una mala gestión de riego, de minerales de la escorrentía de aguas pluviales o de otras descargas11.

El género Dientamoeba fue hallado en aguas del dique en invierno y el helminto A. lumbricoides fue encontrado en primavera.

Con respecto a la calidad bacteriológica del agua, se observó que en todos los ambientes acuáticos estudiados y, en la mayoría de los casos, en invierno, la contaminación disminuyó considerablemente (fig. 1): 90-96 % en el caso de enterococos, 99 % para E. coli (bacteria muy sensible al frío), 76-98 % para coliformes totales y 91-97 % para coliformes fecales. Esto sucedió a pesar del efecto de concentración por la disminución del caudal o volumen de agua. Contrariamente, en el verano la contaminación microbiana fue elevada, a pesar del efecto de dilución causado por las precipitaciones abundantes. Solo en primavera en el río La Caldera se observó una mayor concentración de CT y en el río Vaqueros la disminución de CT y CF fue mucho menor (23 % y 14 %, respectivamente). Sin embargo, esta disminución no se observó ni en cantidad ni en variedad en el caso de los elementos parasitarios, en todas las estaciones estuvieron presentes como mínimo tres géneros (fig. 1). Es por ello que las citadas bacterias no serían útiles para indicar la presencia de especies parasitarias en el ambiente acuático39.

Frecuencia de aparición de elementos parasitarios y su importancia como potenciales indicadores de calidad

Con el objeto de encontrar un elem ento parasitario que pudiera servir como futuro indicador de calidad, se realizó un análisis de la frecuencia estacional de aparición teniendo en cuenta todos los datos colectados (fig. 2). Para este análisis, los datos se agruparon en dos: los correspondientes a la estación húmeda (EH), incluyendo verano y primavera, y los correspondientes a la estación seca (ES), con los datos colectados en otoño e invierno.




Figura 2. Frecuencia de aparición de elementos parasitarios (cantidad de veces que aparece un elemento en una determinada estación) considerando los datos obtenidos en todos los ambientes acuáticos y durante la estación húmeda (EH) y seca (ES).

Nueve de los catorce parásitos encontrados presentaron una mayor frecuencia de aparición durante la ES, mientras que A. lumbricoides, E. vermicularis y B. coli se detectaron con mayor frecuencia durante la EH (fig. 2), por lo que estos tres podrían postularse como candidatos a organismos indicadores durante dicha estación. La primera y la última de las especies nombradas se encontraron solamente en la EH, que es cuando se incrementan las actividades recreativas. Sin embargo, no todos ellos fueron detectados en todos los ambientes acuáticos (fig. 1). Son cuatro los géneros que presentaron una frecuencia de aparición constante en ambas estaciones: los quistes de Blastocystis, los trofozoítos de D. fragilis, Microsporidium sp. y los quistes de E. nana (fig. 2).

Microsporidium es uno de los parásitos que estuvo presente en todas las muestras analizadas en los tres ambientes acuáticos (figs. 1 y 2). Poma et al.39 han sugerido a este parásito como un posible candidato a indicador parasitológico. Sin embargo, los quistes de Entamoeba spp. también estuvieron presentes en todos los ambientes acuáticos y en todas las estaciones (figs. 1 y 2). Al ser los quistes elementos con mucha mayor resistencia al medio externo, y considerando que su tamaño es casi diez veces mayor que el de las esporas del primer género mencionado (lo que los convierte en elementos más fáciles de identificar), se puede considerar que los quistes de Entamoeba spp. son aún mejores candidatos a indicadores parasitológicos.

Los resultados obtenidos nos permiten concluir que las variaciones estacionales en los ambientes acuáticos ejercen un fuerte efecto en la dinámica poblacional de elementos parasitarios y bacterias indicadoras, y que estos estarían principalmente influenciados por los cambios de temperatura, las precipitaciones y la cantidad de personas que concurren a estos ambientes para realizar actividades recreativas.

En general, la frecuencia de aparición de algunos de los elementos parasitarios encontrados en los ambientes acuáticos se mantuvo constante a lo largo del año, sin importar la estación. Se requiere un estudio más profundo para conocer cuáles son los factores que influyen en la estabilidad y capacidad infectiva de los estadios presentes en el agua. Esa presencia constante es preocupante, ya que puede ser causa de brotes relacionados con actividades recreativas, tal como se ha informado en muchos lugares del mundo. Sin embargo, la presencia de los elementos parasitarios no presentó correlación con los indicadores bacterianos en ninguna de las estaciones (p > 0,05), por lo que se sugiere proponer indicadores específicos para estos casos. Un posible candidato podría ser Microsporidium sp., ya que se lo detectó en todas las muestras analizadas, aunque se prefirió proponer al género Entamoeba debido a que también se lo encontró en todas las muestras, con mínimas variaciones estacionales, y su mayor tamaño permite identificarlo más fácilmente por personas menos entrenadas, además, sin la necesidad de colorear la muestra. También se identificaron especies características de cada estación, como el caso de A. lumbricoides, que por el mayor tamaño de sus huevos sería de utilidad en monitoreos durante la estación húmeda. En cualquier caso, el monitoreo sistemático de los cuerpos acuáticos parecería ser lo más adecuado para alertar a los usuarios sobre los peligros involucrados y, eventualmente, brindar información valiosa para su mitigación. A su vez, estos resultados son útiles para una posterior evaluación cuantitativa del riesgo para la salud de las personas expuestas a los distintos patógenos en aguas superficiales. Esto permitirá a los tomadores de decisiones proponer, por un lado, nuevos indicadores de contaminación del recurso, y por otro, adoptar medidas tendientes a controlar dicha contaminación.

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Financiación

El presente trabajo tuvo financiación parcial del Fogarty International Center (National Institutes of Health), Universidad de California, Davis, Estados Unidos, a través del UCDINIQUI Agreement N.º 06001055-02 y del Proyecto Nº 2070/4 financiado por el Consejo de investigación de la Universidad Nacional de Salta (CIUNSa). La Dra. Dolores Gutiérrez Cacciabue, la Dra. María Mercedes Juárez y el Dr. Hugo R. Poma cuentan con becas posdoctorales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía

1. Albinana-Gimenez N, Clemente-Casares P, Calgua B, Huguet JM, Courtois S, Girones R. Comparison of methods for concentrating human adenoviruses, polyomavirus JC and noroviruses in source waters and drinking water using quantitative PCR. J Virol Methods. 2009;158:104-9. [ Links ]

2. Ayed BL, Schijven J, Alouini Z, Jemli M, Sabbahi S. Presence of parasitic protozoa and helminth in sewage and efficiency of sewage treatment in Tunisia. Parasitol Res. 2009;105:393-406. [ Links ]

3. Baldursson S, Karanis P. Waterborne transmission of protozoan parasites: review of worldwide outbreaks - an update 2004- 2010. Water Res. 2011;45:6603-14. [ Links ]

4. Barratt JL, Harkness J, Marriott D, Ellis JT, Stark D. A review of Dientamoeba fragilis carriage in humans: several reasons why this organism should be considered in the diagnosis of gastrointestinal illness. Gut Microbes. 2011;2:3-12. [ Links ]

5. Betancourt WQ, Querales LJ. Parásitos protozoarios entéricos en ambientes acuáticos. Métodos de concentración y detección. Interciencia. 2008;33:418-23. [ Links ]

6. Birri ML, Bezombe M, Manuale, M. Relación entre parasitosis intestinales y grado de educación sanitaria de la población. Aula Universitaria. 2004;6:67-87 [Online]. Disponible en:http://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8180/publicaciones/bitstream/1/1733/1/AU_2004_6_pag_67_87.pdf. Consultado el 5-12-2013. [ Links ]

7. Carpenter C, Fayer R, Trout J, Beach MJ. Chlorine disinfection of recreational water for Cryptosporidium parvum. Emerg Infect Dis. 1999;5:579-84. [ Links ]

8. Castro-Hermida JA, Garcia-Presedo I, Almeida A, Gonzalez- Warleta M, Correia Da Costa JM, Mezo M. Pre sence of Cryptosporidium spp. and Giardia duodenalis through drinking water. Sci Total Environ. 2008;405:45-53. [ Links ]

9. CDC, Centers for Disease Control and Prevention. Surveillance for waterborne disease and outbreaks associated with recreational water use and other aquatic facility-associated health events - United States, 2005-2006 and surveillance for waterborne disease and outbreaks associated with drinking water and water not intended for drinking. United States, 2005-2006. MMWR CDC 2008; 57SS-9:1-70 [Online]. Disponible en: http://www.cdc.gov/mmwr/pdf/ss/ss5709.pdf. Consultado el 5-2-2014.

10. Chandran A, Varghese S, Kandeler E, Thomas A, Hatha M, Mazumde A. An assessment of potential public health risk associated with the extended survival of indicator and pathogenic bacteria in freshwater lake sediments. Int J Hyg Environ Health. 2011;214:258-64. [ Links ]

11. Chapman D. Water quality assessments: a guide to the use of biota, sediments and water in environmental monitoring. 2nd ed. Cambridge, University Press, WHO; 1996. [ Links ]

12. Costamagna SR, Visciarelli E, Lucchi LD, Basualdo JA. Parásitos en aguas del arroyo Naposta, aguas de recreación y de consumo en la ciudad de Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Parasitol Latinoam. 2005;60:122-6. [ Links ]

13. Eaton AD, Clesceri LS, Rice EW, Greenberg AE. Standard methods for the examination of water and wastewater. 21st ed. Washington DC, APHA; 2005. [ Links ]

14. EC, Council-Directive. Concerning the quality required of surface water intended for the abstraction of drinking water in the Member States. 1975.- [Online]. Disponible en: www. nomosphysis.org.gr/attachments/39/75-440.pdf. Consultado el 13-11-2013. [ Links ]

15. EPA, Environmental Protection Agency. Method 1603: Escherichia coli (E. coli) in water by membrane filtration using modified membrane-thermotolerant Escherichia coli agar (Modified mTEC). EPA-821-R-09-007 Washington DC, EPA, 2002[Online]. Disponible en: http://water.epa.gov/scitech/methods/cwa/ bioindicators/upload/method_1603.pdf [ Links ]

16. EPA, Environmental Protection Agency. Method 1106.1: enterococci in water by membrane filtration using membrane- Enterococcus-esculin iron agar (mE-EIA). EPA-821-R-02-021, Washington DC. 2002 [Online]. Disponible en:http://www.epa.gov/microbes/documents/1106_1sp02.pdf. Consultado el 1-10-2013.

17. Gutiérrez Cacciabue, D. Resistencia y persistencia de organismos patógenos en ambientes acuáticos de la Provincia de Salta-Sistemas para la mitigación y el control de la contaminación. Tesis Doctoral. 2013. Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Salta. Argentina. [ Links ]

18. Graczyk TK,Shiff CK, Tamang L, Munsaka F, Beitin AM, Moss WJ. The association of Blastocystis hominis and Endolimax nana with diarrheal stools in Zambian school-age children. Parasitol Res. 2005;98:38-43. [ Links ]

19. Graczyk TK, Sunderland D, Tamang L, Shields TM, Lucy FE, Breysse PN. Quantitative evaluation of the impact of bather density on levels of human-virulent microsporidian spores in recreational water. Appl Environ Microbiol. 2007;73:4095-9. [ Links ]

20. Hill VR, Kahler AM, Jothikumar N, Johnson TB, Hahn D, Cromeans TL. Multistate evaluation of an ultrafiltration-based procedure for simultaneous recovery of enteric microbes in 100-liter tap water samples. Appl Environ Microbiol. 2007;73:4218-25. [ Links ]

21. Hotez P. The other intestinal protozoa: enteric infections caused by Blastocystis hominis, Entamoeba coli, and Dientamoeba fragilis. Semin Pediatr Infect Dis. 2000;11:178-81. [ Links ]

22. Ithoi I, Jali A, Mak JW, Wan Sulaiman YW, Mahmud R. Occurrence of Blastocystis in water of two rivers from recreational areas in Malaysia. J Parasitol Res. 2011. doi:10.1155/2011/123916 [Online]. Disponible en:http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3135064/pdf/JPR2011-123916.pdf. Consultado el 10-2-2014. [ Links ]

23. Jiang SC. Human adenoviruses in water: occurrence and health implications: a critical review. Environ Sci Technol. 2006;40:7132-40. [ Links ]

24. Johnson EH, Windsor JJ, Clark CG. Emerging from obscurity: biological, clinical, and diagnostic aspects of Dientamoeba fragilis. Clin Microbiol Rev. 2004;17:553-70. [ Links ]

25. Juárez MM, Rajal VB. Parasitosis intestinales en Argentina: principales agentes causales encontrados en la población y en el ambiente. Rev Argent Microbiol. 2013;45:196-204. [ Links ]

26. Karanis P, Kourenti C, Smith H. Waterborne transmission of protozoan parasites: a worldwide review of outbreaks and lessons learnt. J Water Health. 2007;5:1-38. [ Links ]

27. Khanum H, Shanjida Khanam S, Sultana M, Uddin MH, Chandra Dhar R, Islam MS. Protozoan parasites in a wastewater treatment plant of Bangladesh Univ. J Zool Rajshahi Univ. 2012;31:5-8. [ Links ]

28. Kozubsky LE, Archelli S. Algunas consideraciones acerca de Blastocystis sp., un parásito controversial. Acta Bioquím Clín Latinoam. 2010;44:371-6. [ Links ]

29. Krolewiecki AJ, Lammie P, Jacobson J, Gabrielli AF, Levecke B, Socias E, Arias LM, Sosa N, Abraham D, Cimino R, Echazu A, Crudo F, Vercruysse J, Albonico M. A public health response against Strongyloides stercoralis: time to look at soiltransmitted helminthiasis in full. PLoS Neglect Trop Dis. 2013;7:1-7. [ Links ]

30. Lau HY, Ashbolt NJ. The role of biofilms and protozoa in Legionella pathogenesis: implications for drinking water. J Appl Microbiol. 2009;107:368-78. [ Links ]

31. Lloyd D, Harris JC, Biagini GA, Hughes MR, Maroulis S, Bernard C, Wadley RB, Edwards MR. The plasma membrane of microaerophilic protists: oxidative and nitrosative stress. Microbiology. 2004;150:1183-90. [ Links ]

32. Magaró HM. Tópicos de parasitología. Parásitos del tracto intestinal humano: Aspectos epidemiológicos, morfológicos, biológicos, clínicos, diagnóstico y profilaxis, de protozoos y helmintos. 1.ª ed. Saarbrücken, Editorial Académica Española; 2011. México. [ Links ]

33. Magill AJ, Ryan ET, Maguire JH, Strickland GT, Solomon T, Hill DR. Hunter's tropical medicine and emerging infectious diseases. Londres, Nueva York, Oxford, St. Louis, Sidney, Toronto, Saunders, 2012. [ Links ]

34. Mahmoud AAF. Intestinal nematodes. En: Mandell GL, Bennett JE, Dolin R, editores. Principles and practice of infectious diseases. 5.ª ed. Philadelphia, Churchill Livingstone; 2000. p. 2938-43. [ Links ]

35. Menghi CI, Makiya R, Gatta CL, Méndez OC. Dientamoeba fragilis: técnicas moleculares para dilucidar su modo de transmisión. Parasitol Latinoam. 2005;60:25-31. [ Links ]

36. Pereira-Neves A, Benchimol M. Trichomonas vaginalis: in vitro survival in swimming pool water samples. Exp Parasitol. 2008;118:438-41. [ Links ]

37. Perez-Cordón G, Rosales MJ, Valdez RA, Vargas-Vásquez F, Cordova O. Detección de parásitos intestinales en agua y alimentos de Trujillo, Perú. Salud Pública 2008;25:144-8. [ Links ]

38. Pesce SF, Wunderlin DA. Use of water quality indices to verify the impact of Córdoba City (Argentina) on Suquia River. Water Res. 2000;34:2915-26. [ Links ]

39. Poma HR, Gutiérrez Cacciabue D, Garcé B, Gonzo EE, Rajal VB. Towards a rational strategy for monitoring microbiological quality of ambient waters. Sci Total Environ. 2012;433:98-109. [ Links ]

40. Poma HR, Rajal VB, Blanco Fernández MD, Barril PA, Giordano MO, Masachessi G, Martínez LC, Isa MB, Freire MC, Riviello López G, Cisterna G, Nates SV, Mbayed VA. Evaluation of concentration efficiency of the Pseudomonas aeruginosa phage PP7 in various water matrixes by different methods. Environ Monit Assess. 2013;185:2565-76. [ Links ]

41. Rajal VB, McSwain BS, Thompson DE, Leutenegger CM, Wuertz S. Molecular quantitative analysis of human viruses in California storm water. Water Res. 2007;41:4287-98. [ Links ]

42. Rajal VB, McSwain BS, Thompson DE, Leutenegger CM, Kildare BJ, Wuertz S. Validation of hollow fiber ultrafiltration and realtime PCR using bacteriophage PP7 as surrogate for the quantification of viruses from water samples. Water Res. 2007;41:1411-22. [ Links ]

43. Roser D, Nejsum P, Carlsgart AJ, Nielsen HV, Stensvold CR. DNA of Dientamoeba fragilis detected within surface-sterilized eggs of Enterobius vermicularis. Exp Parasitol. 2013;133:57-61. [ Links ]

44. Sapero JJ, Lawless DK. The MIF strain preservation technique for the identification of intestinal protozoa. Am J Trop Med Hyg. 1953;2:613-9. [ Links ]

45. Schuster FL, Visvesvara GS. Free-living amoebae as opportunistic and non-opportunistic pathogens of humans and animals. Int J Parasitol. 2004;34:1001-27. [ Links ]

46. Schuster FL, Ramirez-Avila L. Current world status of Balantidium coli. Clin Microbiol Rev. 2008;21:626-38. [ Links ]

47. Schwab KJ. Are existing bacterial indicators adequate for determining recreational water illness in waters impacted by nonpoint pollution? Epidemiology. 2007;18:21-2. [ Links ]

48. Shah M, Tan CB, Rajan D, Ahmed S, Subramani K, Rizvon K, Mustacchia P. Blastocystis hominis and Endolimax nana coinfection resulting in chronic diarrhea in an immunocompetent male. Case Rep Gastroenterol. 2012;6:358-64. [ Links ]

49. Sharma S, Sachdeva P, Virdi JS. Emerging water-borne pathogens. Appl Microbiol Biotechnol. 2003;61:424-8. [ Links ]

50. Sheather AT. The detection of intestinal protozoa and mange parasites by a flotation technique. J Comp Pathol. 1923;36:266-75. [ Links ]

51. Soriano SV, Barbieri LM, Pierangeli NB, Giayetto AL, Manacorda AM, Castronovo E, Pezzani BC, Minvielle M, Basualdo JA. Intestinal parasites and the environment: frequency of intestinal parasites in children of Neuquen, Patagonia, Argentina. Rev Latinoam Microbiol. 2001;43:96-101. [ Links ]

52. SRHN, Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación. Desarrollos de niveles guías nacionales de calidad de agua ambiente correspondientes a Escherichia coli/Enterococos. República Argentina. 2003 [Online]. Disponible en: http://www.pnuma.org/agua-miaac/CODIA%20CALIDAD%20DE%20LAS%20AGUAS/MATERIAL%20ADICIONAL/PONENCIAS/PONENTES/Tema%205%20Niveles%20Guias%20Calidad%20de%20Aguas/NIVELES%20GUIA/4%20-%20Desarrollos/escherichia.pdf. Consultado el 15-12-2013. [ Links ]

53. Stoll NR, Hausheer WC. Concerning two options in dilution egg counting: small drop and displacement. Am J Hyg. 1926;6:134- 45. [ Links ]

54. USEPA, United States Environmental Protection Agency. Implementation guidance for ambient water quality criteria for bacteria (May 2002 draft). Office of Water, United States Environmental Protection Agency, Washington, DC (EPA- 823-B-02-003 [Online]. Disponible en: http://www.epa.gov/waterscience/standards/bacteria. Consultado el 1-10-2013.

55. Visvesvara GS, Moura H, Schuster FL. Pathogenic and opportunistic free-living amoebae: Acanthamoeba spp., Balamuthia mandrillaris, Naegleria fowleri, and Sappinia diploidea. FEMS Immunol Med Microbiol. 2007;50:1-26. [ Links ]

56. Weber R, Bryan RT, Owen RL, Wilcox CM, Gorelkin L, Visvesvara GS. Improved light-microscopical detection of microsporidia spores in stool and duodenal aspirates. N Engl J Med. 1992;326:161-6. [ Links ]

57. Winner HI. The transition from commensalism to parasitism. Br J Dermatol. 1969;81(Supl 1):62-8. [ Links ]

58. WHO, World Health Organization. Guidelines for safe recreational water environments. Vol. 2. Swimming pools and similar environments. 1.ª ed. Ginebra, Suiza, WHO Press; 2006 [Online]. Disponible en:http://whqlibdoc.who.int/publications/2006/9241546808_eng.pdf. Consultado el 10-11-2013. [ Links ]

59. Yang J, Scholten T. A fixative for intestinal parasites permitting the use of concentration and permanent staining procedures. Am J Clin Pathol. 1977;67:300-4. [ Links ]
© 2015 Asociación Argentina de Microbiología

Dean Funes 472
(C1214AAD) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina
Tel. / Fax (54-11) 4932-8858 / 8948

info@aam.org.ar



FUENTE

Peor Que el DDT: Si Consume Esta Sustancia, Se Queda En Su Intestino


Glifosato


Historia Breve

  • El mayor peligro de los alimentos transgénicos podría estar relacionado al aumento en el uso de glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Glifosato de Monsanto, el cual es el herbicida más común en Estados Unidos y resulta ser más tóxico que el DDT. El Roundup puede acumularse y permanecer en la tierra durante años, donde mata a los microbios benéficos y estimula la virulencia de los patógenos
  • Ya que los campos cultivados de forma orgánica no son fumigados con glifosato, aún contienen bacterias benéficas de la tierra, las cuales pueden dificultar que los patógenos en la comida y dentro de ella se multipliquen descontroladamente. Esta podría ser otra razón por la que los alimentos orgánicos son menos propensos a estar contaminados con patógenos que causan enfermedades, en comparación con los alimentos cultivados de forma convencional
  • Cuando se aplica a los cultivos, el glifosato se vuelve sistémico en toda la planta, así que no puede lavarse. Y cuando usted consume el fruto de este cultivo, el glifosato termina en su intestino, donde puede diezmar sus bacterias benéficas. Esto puede causar estragos en su salud, ya que el 80 por ciento de su sistema inmunológico reside en su intestino y depende de un índice saludable de bacterias buenas y malas
  • El glifosato es un fuerte agente quelante, lo que significa que inmoviliza a los micronutrientes fundamentales, por lo que dejan de estar disponibles para la planta. Como resultado, la eficiencia nutricional de las plantas transgénicas (GE) se ve profundamente comprometida. Los micronutrientes como el hierro, manganeso y zinc pueden reducirse hasta entre un 80 y 90 por ciento en la plantas transgénicas


Noviembre 24, 2015

¡Corra la Voz !

Por el Dr. Mercola


El Dr. Don Huber es experto en un área de la ciencia que se relaciona a la toxicidad de los alimentos transgénicos (GE, por sus siglas en inglés).

(Algunos términos alternos a los alimentos transgénicos son genéticamente modificados (GM) u “OMG" por organismo genéticamente modificado).

Sus áreas específicas de capacitación son las enfermedades transmitidas por la tierra, la ecología microbiana y las relaciones entre el huésped y el parásito.

El Dr. Huber también enseñó patología de las plantas, microbiología de la tierra e interacciones microecológicas por su relación con las enfermedades de las plantas, durante 35 años como profesor regular en la Universidad Purdue.

En la primera parte de esta entrevista, el Dr. Huber habló sobre el sorprendente descubrimiento de un nuevo organismo en los cultivos transgénicos – un organismo que ha sido relacionado claramente a la infertilidad y aborto espontáneo en el ganado, caballos, cerdos, borregos y aves que son criadas con alimento transgénico.

En la primera parte comenzamos a hablar sobre los peligros del glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Roundup de Monsanto y su contribución a un nuevo fenómeno conocido como "Síndrome de Muerte Súbita" (SMS).

Aquí, continuamos con el debate sobre el glifosato.
El Herbicida “Biodegradable” Que No lo Era


El reconocimiento público de la toxicidad del glifosato es bastante limitado. El hecho de que Monsanto haya promocionado al Roundup como “ecológico” y “biodegradable” podría tener un poco que ver con esta falta de conocimiento general. (En 2009, un tribunal francés sostuvo dos sentencias anteriores contra Monsanto por publicidad falsa).

El glifosato es en realidad, de muchas formas, similar al DDT, el cual es conocido por causar problemas reproductivos, entre muchos otros.


“Hay algunas similitudes”, dice el Dr. Huber, “…Yo estoy familiarizado con el DDT y con el hecho de que es un compuesto muy difícil de degradar. Principalmente, se degrada biológicamente a través de un proceso que llamamos co-metabolismo... [H]ay muy pocos organismos que puedan utilizarlo como fuente directa de nutrientes.

Hay pocos organismos que puedan utilizar el glifosato como fuente directa de nutrientes, aunque de nuevo, la mayoría de la degradación aparece suceder a través del co-metabolismo. En otras palabras, un organismo simplemente parece producir las enzimas extracelulares que lo degradarán, en vez de que el organismo realmente obtenga algún beneficio de él”.
El Glifosato Permanece en la Tierra y Promueve la Proliferación de los Patógenos que Causan Enfermedades


De acuerdo con el Dr. Huber, el glifosato puede acumularse y permanecer en la tierra durante años. Su permanencia es determinada por la actividad biológica, el pH de la tierra, el contenido de arcilla y qué tan firmemente se aísla o se absorbe en la tierra.

Estas son malas noticias, ya que el glifosato no sólo diezma los microorganismos benéficos en la tierra que son esenciales para la función adecuada de las plantas y la nutrición de alta calidad, sino que también promueve la proliferación de los patógenos que causan enfermedades.


“Los organismos que se estimulan son los patógenos", dice el Dr. Huber. “…todos los organismos de control natural y biológico son muy sensibles a esa concentración de glifosato. Lo que vemos con el fusarium, el cual causa el síndrome de muerte súbita en los frijoles de soya, es que puede ser estimulado por el glifosato…así que encontramos un aumento de [hasta el] 500 por ciento en la colonización de las raíces por este hongo.

Es un patógeno muy serio, son sólo para los frijoles de soya. El fusarium que se encuentra en la mayoría de nuestros cultivos es el mayor organismo generador de enfermedades con el que tenemos que lidiar".

Este aumento del 500 por ciento en la colonización de las raíces por el hongo fusarium sucede incluso en los cultivos de Roundup-ready, ya que la tecnología no ‘anula’ de ninguna forma los efectos del glifosato en la planta.


“Todo lo que hace es que sea posible que esa planta sobreviva y acumule más glifosato. De todas formas cambiamos la ecología de la tierra, la ecología microbiana y…nuestra microbiología intestinal”.

Para resumir rápidamente lo que hemos dicho en la primera parte de esta entrevista, mientras que el glifosato promueve el crecimiento de patógenos más virulentos, también elimina las bacterias benéficas que podrían refrenar a tales patógenos – en la tierra y en el intestino de los animales o humanos que ingieran el cultivo.


“[C]on el glifosato, también vemos una estimulación adicional de la virulencia, así que observamos una mayor capacidad para ocasionar enfermedades, así como la pérdida de los controles biológicos naturales”, dice el Dr. Huber.

Es importante entender que el glifosato se vuelve sistémico en toda la planta, así que no puede lavarse. Está dentro de la planta. Una vez que la consume, termina en su intestino, donde puede causar estragos en su salud, si consideramos el hecho de que el 80 por ciento de su sistema inmunológico reside ahí y depende de un índice saludable de bacterias buenas y malas.
El Glifosato – La Sustancia Química que se ha Utilizado en Mayor Exceso en la Historia del Hombre


Curiosamente, cuando le preguntan cuál toxina preferiría usar si tuviera que elegir entre los dos males, el Dr. Huber dice que optaría sin duda por el DDT por encima del glifosato.


“Muchas de estas sustancias pueden tener un uso muy benéfico. Ciertamente no estoy en contra de las sustancias químicas. Pero tenemos que usar el sentido común. Lo que sucede con el glifosato es que es la sustancia química más utilizada en exceso que hayamos visto en la historia del hombre", dice.

“…Cuando los historiadores futuros escriban acerca de nuestro tiempo, no hablarán sobre las toneladas de sustancias químicas que usamos o que no usamos. Cuando se trate del glifosato, escribirán sobre nuestra disposición a sacrificar a nuestros niños y a poner en peligro nuestra existencia, al amenazar y arriesgar la base misma de nuestra existencia; la sustentabilidad de nuestra agricultura”.

…Esto no significa que no sea reversible...Sino que significa que necesitamos reconocer los problemas, lo que está sucediendo y luego tenemos que hacer cambios".

De acuerdo con el Dr. Huber, actualmente vemos los resultados del experimento masivo basado en la ciencia errónea y en promesas fallidas. Nos hemos zambullido sin el entendimiento básico de lo que estos productos hacen y esto fue tan sólo para apoyar el balance de algunas compañías grandes, como Monsanto. ¡Es una locura!
Suposiciones, Presunciones y Ciencia Equívoca – Todos Potencialmente Mortales


Como se explicó en la primera parte de esta entrevista, el glifosato es un fuerte agente quelante, lo que significa que inmoviliza a los micronutrientes fundamentales, por lo que dejan de estar disponibles para la planta. Como resultado, la eficiencia nutricional de las plantas transgénicas (GE) se ve profundamente comprometida. Los micronutrientes como el hierro, manganeso y zinc pueden reducirse hasta entre un 80 y 90 por ciento en la plantas transgénicas.

¿Alguien sabía que esto podía pasar? Una parte del problema se remonta al hecho de que los científicos de Monsanto realmente sólo buscaban un mecanismo que matara las hierbas. Esto es lo que sucede cuando hacemos suposiciones y nos negamos a revisar dos veces nuestras presunciones.


“Al leer algunos de los primeros documentos puedo ver que se afirma que ‘inhibe la enzima EPSP. El mecanismo de acción real del herbicida es desconocido”, dice el Dr. Huber. “

En 1984, estaba muy bien documentado que la forma en la que mata a las hierbas y a las plantas era al comprometer los mecanismos de defensa, lo que los volvía muy susceptibles a estos organismos transmitidos por la tierra...Es una situación debilitante, más como el SIDA que como un eliminador directo...

Además, ya que ni los humanos ni los animales tienen la ruta shikímoto , se asumía que esta ruta sólo existía en las plantas y en los microorganismos. Por lo tanto, sería seguro para nosotros. También se asumió que las proteínas externas - ya fuera el BT; la proteína del glifosato o ese gen nuevo EPSP de la Agrobacterium – se degradarían fácilmente en el intestino…Eso es un error científico”.
Las Promesas No Cumplidas de los Cultivos Transgénicos


La situación es igual de inquietante en cuanto a la ingeniería genética del cultivo mismo. Muchos expertos han admitido que realmente no entendemos suficientemente la genética como para aventurarnos en este camino y sacarla de control. Porque lo que sí sabemos es que cuando se inserta un gen externo, no sólo se altera una característica – sino que se alteran múltiples cosas y podemos terminar con resultados altamente impredecibles.

La mayoría de las promesas de la industria de biotecnología han resultado ser falsas en cuanto a los alimentos transgénicos (GE). Por ejemplo:
Se supone que los cultivos transgénicos son más resistentes a la sequía, pero resulta que en realidad sucede lo opuesto. Dice el Dr. Huber:

“Se necesita el doble de cantidad de agua para producir una libra de planta de soya de un cultivo de Roundup-ready tratado con glifosato, en comparación con la planta de soya que no se trata con glifosato".
Se supone que los cultivos transgénicos son “mejores” nutricionalmente o al menos "equivalentes” a los alimentos convencionales, pero no lo son. Por el contrario, son inferiores nutricionalmente debido al mecanismo quelante del glifosato, el cual bloquea la absorción de los micronutrientes. Los cultivos transgénicos contienen cerca de 50 por ciento menos manganeso y hasta 70 por ciento menos zinc.

También contienen menos cobre, hierro y magnesio, por nombrar algunos. Esto afecta la salud general de la planta y su capacidad reproductiva y cuando consume alimentos inferiores nutricionalmente, tampoco obtiene los micronutrientes que su cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Todos los productos animales se ven afectados de forma similar cuando son criados con soya o maíz transgénico.
¿Ya Ha Ido Demasiado Lejos o Aún Es Tiempo de Cambiar las Cosas?


En 1974, el glifosato fue lanzado primeramente como un herbicida, antes de la presentación de los cultivos transgénicos. De acuerdo con el Dr. Huber, se ha utilizado en tal exceso durante los últimos 30 años, que muchos de los organismos esenciales de la tierra han sido erradicados.


“Comúnmente…cuando aplicábamos un herbicida, le decíamos a los agricultores “Rote la sustancia química de la misma forma que rota el cultivo”. Por lo tanto, cuando se ha tenido un efecto sobre un grupo específico de organismos, la naturaleza tiene una oportunidad de reequilibrar y restablecer esa relación benéfica y funcional.

No hemos hecho eso con el glifosato. Simplemente, se ha machacado durante 30 años en una sola dirección sobre esos organismos benéficos… ¡ya no existen en el ambiente! Observamos que hay que comenzar a añadirlos ahora, para que aumente la productividad del cultivo y su valor nutricional.

El Dr. Huber ha pasado cerca de 20 años investigando cómo remediar el daño causado por el glifosato. Afortunadamente, el Dr. Huber cree que podemos arreglarlo, pero DEBEMOS hacer cambios. No podemos continuar por el mismo camino.


“Tenemos que comenzar a buscar suplementos minerales y tratamiento para las semillas”, dice el Dr. Huber, "porque la biología de nuestra tierra no nos los brindará. El sistema entero ha cambiado. Si queremos que todo mejore, tenemos que reconocer lo que tenemos que cambiar y estar dispuestos hacerlo para compensarlo o rectificarlo".

Si continuamos en la misma dirección, bañando nuestros cultivos con una cantidad continuamente creciente de glifosato, pronto comenzaremos a ver en la salud humana el mismo efecto que el Dr. Huber está viendo en las plantas y los animales. De hecho, probablemente ya estemos viendo los efectos de una alimentación transgénica.


“… [A]penas comenzamos a ver el impacto en la fertilidad reproductiva”, dice. “También en el potencial de las enfermedades… Casi no se puede ya leer el periódico sin ver que alguna enfermedad humana está involucrada… El año pasado o a principios de este, tuvimos que retirar aquí el 20 por ciento de nuestra producción total de huevo debido a la salmonela.

Tenemos que pensar, “¿Qué ha cambiado?”

El periódico decía que cuando revisaron las instalaciones de producción de huevo "había estiércol de pollo y excremento de roedores". … Yo nunca he visto un gallinero que no tuviera excremento de gallinas. Tienen estiércol. Siempre que haya alimento, habrá algunos roedores, incluso aunque haya tres o cuatro gatos por ahí, y todo lo demás. Esa NO es la razón”.
El Glifosato Podría Representar un Papel Principal en el Deterioro de la Seguridad de los Alimentos


El Dr. Huber continúa para hablar acerca de un artículo alemán que muestra que ciertos patógenos, como el E. coli y otros, tienen una tolerancia muy alta al glifosato, en comparación con sus controles biológicos naturales. Esto significa que podría no ser la presencia o la ausencia de patógenos per se, lo que determina la seguridad de nuestro suministro de alimentos, sino la presencia o ausencia de los organismos naturales de control, los cuales se destruyen efectivamente con el glifosato.


“La salmonela, clostridium y muchos de estos organismos causantes de enfermedades son ubicuos. Están en todos lados. Nuestra salud depende de mantenerlos controlados”, advierte el Dr. Huber.

Esto es realmente importante a la luz de la lucha continua contra los alimentos cultivados de forma orgánica, los cuales son el principal objetivo cuando hay un brote de alguna enfermedad propagada por los alimentos.

Si podemos informar a aquellas personas que están a cargo de esto, entonces posiblemente comenzarían a entender por qué los alimentos orgánicos son MUCHO MENOS propensos a ser los culpables, ya que las bacterias benéficas de la tierra que están presentes en los campos cultivados orgánicamente - ya que no utilizan glifosato ni otras sustancias químicas en su tierra –dificultan que los patógenos que se encuentran en los alimentos y dentro de ellos se multipliquen fuera de control.


“Si eliminamos ese control, ya sea a través de los residuos de nuestros alimentos o a través del impacto directo en nuestro ambiente, continuaremos viendo lo que sucede actualmente. Vea el Alzheimer, los problemas de tiroides, el autismo, el mal de Parkinson – cualquier enfermedad que esté unida al sistema endócrino o a la disponibilidad de los nutrientes – veremos cómo aumentan”.
¿Podrían los Alimentos Transgénicos Afectar Nuestro Estados de Ánimo y Comportamiento?


El Dr. Huber pasó recientemente un tiempo en Australia, donde tuvo la oportunidad de revisar un estudio en curso acerca de los alimentos transgénicos.


“Es la continuación de un estudio que fue realizado en Iowa con cerdos y ganado. Los [australianos] están realizándolo con ratones para poder detectar cuáles son las toxinas... Están usando esas ratas grandes y blancas de una o dos libras, a las que algunas personas llaman ratas mascota... Uno puede meter la mano en la jaula de las ratas que no son alimentadas con transgénicos y sacar una. Puede ponerla en su regazo y acariciarla como a un gato.

Pero intente meter la mano en la jaula donde están las ratas que son alimentadas con transgénicos. Aquí están limitadas a una [rata por jaula]. Las ratas están molestas. No se llevan bien si están juntas. Siempre se marchan hacia su pequeño mundo interno. Dan saltos hacia atrás. Trepan la jaula y corren alrededor. No pueden estar tranquilas; no pueden estabilizarse. Esto es muy común con el autismo. Luego, uno comienza a observar y dice, “Bueno, ¿hay otras similitudes?”

El Dr. Huber también se encontró recientemente con un doctor en Alemania, quien se especializa en el trabajo con niños con autismo. Curiosamente, parece haber muchas correlaciones entre las ratas que son alimentadas con transgénicos y los niños autistas.


“[Cuando] se observa el estómago de los [animales] alimentados con transgénicos, tienen todas las respuestas de la alergia grave, inflamación y enrojecimiento… Cuando observaron su intestino, dijeron que su recubrimiento intestinal se estaba deteriorando… El olor de los contenidos intestinales es muy fétido. La biología ha cambiado drásticamente.

Este doctor [alemán] dijo, “Esto es exactamente lo que estamos viendo en nuestros niños con autismo.

Necesitamos hacer más investigaciones, pero ciertamente, los indicadores están ahí. La investigación no se ha realizado hasta hace muy recientemente y aquellas personas que deseaban hacerlas tienen prohibido publicar o hacer esa investigación.

Hemos visto que aquellas personas que se han atrevido a aparecer y a alzar la voz se han visto impactadas profesionalmente de forma muy severa, así como en su vida personal, debido a esa persecución que han tenido que sobrellevar.

Tenemos que cambiar.

Hay que reconocer que lo que tenemos actualmente no es normal. Tenemos que volver a la producción segura, suficiente y sustentable y a la salud de nuestra comunidad agrícola, si también estaremos saludables durante ese proceso".

24 de noviembre de 2015

La mentira de la violencia de género


Imagen de La mentira de la violencia de género


- Ni una menos: Violencia de género como medio de dominación del Posmodernismo y el marxismo cultural

Casi todos los días escuchamos de casos de "violencia de género" y por las redes sociales nos invaden cartelitos con el hashtag "Ni una menos" o "Nunca mas", etc, conozca la otra cara de la ideología de género.


14 de noviembre de 2015

12 de las Peores Sustancias Químicas Disruptoras de Hormonas




Se Ha Revelado Cuales Son los Peores Disruptores Endocrinos y Estos Podrían Estar Aumentando el Riesgo de Cáncer de su Familia


Publicado Por Dr. Mercola | 
Historia en Breve:
  • Una serie de sustancias químicas comunes en su hogar y en el medio ambiente son conocidas como disruptores endocrinos, muchos de los cuales se encuentran en los productos de plástico
  • Las sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos son parecidas en estructura a las hormonas sexuales naturales como el estrógeno, por lo tanto interfieren con sus funciones normales. Los niños son los que corren el mayor riesgo de efectos adversos
  • 12 de los peores disruptores endocrinos son: BPA, dioxina, atrazina, ftalatos, perclorato, retardantes de fuego, plomo, mercurio, arsénico, PFC, pesticidas organofosforados y esteres de glicol
  • La relación entre las sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos y el cáncer es de particular preocupación. Los niños que están expuestos a estas sustancias químicas desde una edad muy temprana podrían estar predispuestos al cáncer a edades cada vez más tempranas
  • Un informe reciente co-producido por la Organización Mundial de la Salud y el Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas, sugiere que podría ser necesaria una prohibición de las sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos (ECD por sus siglas en inglés) para proteger la salud de las futuras generaciones




BPA
Por el Dr. Mercola


Los productos para el hogar más comunes, los productos para el cuidado personal e incluso los alimentos y el agua, son algunas de las fuentes principales de exposición a sustancias químicas que pueden provocar una acumulación de toxinas en su cuerpo. Por obvias razones, los niños son quienes corren el mayor riesgo de efectos adversos.
Muchas sustancias químicas contenidas en los productos para el hogar más comunes son conocidas como disruptores endocrinos, un gran número de estas sustancias se encuentran en los productos de plástico. Estas sustancias químicas son similares en estructura a las hormonas sexuales naturales como el estrógeno, por lo tanto interfieren con sus funciones normales.
El Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en inglés) recientemente púbico una lista de las 12 peores sustancias químicas disruptoras de hormonas con las que podría estar en contacto regularmente. Como lo informaron en su reporte:1
“El truco que los disruptores endocrinos pueden hacer a nuestros cuerpos no tienen fin: van desde el aumento de la producción de ciertas hormonas, una disminución de la producción de otras, imitar a las hormonas, convertir una hormona en otra, interferir con la señalización hormonal, decirle a las células que mueran prematuramente, competir con los nutrientes esenciales, unirse a hormonas esenciales, acumularse en órganos que producen hormonas.”

12 de las Peores Sustancias Químicas Disruptoras de Hormonas

El reporte del EWG incluye muchos de los alteradores hormonales bien conocidos, pero también contienen algunos que podrían sorprenderlo, como el plomo, el mercurio y el arsénico. Si bien son conocidos por tener otros efectos dañinos para la salud, la disrupción de hormonas por lo general no es relacionada con ellos.
En total, el EWG enlista “una sucia docena” de los 12 peores disruptores endocrinos y son los siguientes.2 Ya he escrito sobre muchos de ellos en otros artículos.
Bisfenol-A (BPA)DioxinaAtrazinaFtalatos
PercloratoRetardantes de fuegoPlomoMercurio
ArsénicoSustancias químicas perfluoradas(PFCs)Pesticidas organofosforadosEsteres de glicol

Un Informe Sin Precedentes Relaciona a las Sustancias Químicas Contenidas en los Productos para el Hogar más Comunes con Enfermedades Humanas

A principios de este año, la Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en inglés) anunció3 un nuevo informe co-producido por el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP por sus siglas en inglés) titulado: State of the Science of Endocrine Dirupting Chemicals. El informe sugiere que se podría necesitar una prohibición del uso de sustancias químicas conocidas como disruptoras endocrinas para proteger la salud de las futuras generaciones…
El estudio conjunto ha sido promovido como el informe más completo sobre las sustancias químicas disruptoras de endocrinos hasta la fecha y también señala a muchos de los principales culpables, incluyendo el Bisfenol-A (BPA), PCBs, ftalatos y pesticidas agrícolas. De acuerdo con el informe, una amplia variedad de problemas de salud está relacionada con la exposición a estas sustancias químicas comunes, incluyendo:
Testículos no descendidos en varones jóvenesEfectos de desarrollo en el sistema nervioso en niñosCáncer de próstata en niños
Efectos de desarrollo en el sistema nervioso en niñosDéficit de atención/ hiperactividad en niñosCáncer de tiroides

De acuerdo con el informe:
“Los diversos sistemas afectados por los disruptores de endocrinos probablemente incluyan a todos los sistemas hormonales que van desde los que controlan el desarrollo y la función de los órganos reproductivos hasta los tejidos y órganos que regulan el metabolismo y la saciedad.
Los efectos en estos sistemas pueden provocar obesidad, infertilidad, reducción de la fertilidad, problemas de memoria y aprendizaje, diabetes o enfermedades cardiovasculares, así como muchas otras enfermedades.”

¿Los Productos para el Cuidado Personal Están Aumentando las Tasas de Cáncer en Mujeres Jóvenes?

La relación entre los disruptores de endocrinos y el cáncer es particularmente preocupante, especialmente cuando se trata de niños, los que están expuestos a estas sustancias químicas desde una edad muy temprana podrían estar predispuestos al cáncer a edades cada vez más tempranas. Esto es precisamente lo que estamos viendo, con un número record de mujeres menores de 50 años siendo diagnosticadas con cáncer de mama. La Dra. Christine Horner, cirujano plástico certificado especializada en la cirugía reconstructiva de mamas debido a mastectomías, también ha dicho que sus pacientes cada vez son más jóvenes… ¿La exposición a los disruptores endocrinos podría ser la culpable?
Un estudio publicado el año pasado sugiere que los parabenos contenidos en los antitranspirantes y otros cosméticos, parecen aumentar el cáncer de mama.4 La investigación, que también fue revisada en una editorial publicada en el Journal of Applied Toxicology, investigó en dónde estaban apareciendo los tumores de mama y determinó que las cantidades más altas de parabenos se encontraban en los cuadrantes superiores de las mamas y el área de la axila, en donde por lo general se aplican los antitranspirantes.5
Sorprendentemente, los residuos de parabenos fueron encontrados en concentraciones de hasta 1 millón de veces más que los niveles de estrógeno (estradiol) encontrado en el tejido mamario humano. Claramente, estas sustancias químicas se están acumulando en concentraciones alarmantemente altas, probablemente debido a su uso tan diario. Investigaciones previas han demostrado que las mujeres absorben un estimado de cinco libras de estos productos al año únicamente de su rutina de maquillaje diaria.
Aunque los parabenos no vienen incluidos en la lista del EWG de los peores disruptores endocrinos, existe evidencia que demuestra que los parabenos- que son un de las sustancias químicas más comunes en los productos para el cuidado personal- pueden dañar su salud. Los parabenos inhiben el crecimiento de bacterias, hongos y moho y son utilizados como conservadores en un sinnúmero de productos de consumo, incluyendo:
Desodorantes y antitranspirantesChampús y AcondicionadoresGel para rasurarPasta dental
Lociones y bloqueadores solaresMaquillaje/cosméticosMedicamentos farmacéuticosAditivos alimenticios

Los Niveles Hormonales Podrían Predecir su Riesgo de Cáncer de Mama

En noticias relacionadas, investigaciones preliminares sugieren que los niveles hormonales de hecho podrían servir como marcadores para ayudar a predecir el riesgo de las mujeres de desarrollar cáncer de mama.6 De acuerdo con el autor del estudio, las mujeres posmenopáusicas con altos niveles de estrógeno, andrógenos y prolactina tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de mama.
Los niveles hormonales de las mujeres, actualmente no son incluidos en los modelos convencionales de predicción del riesgo de cáncer mama. El autor del estudio sugiere que checarse los niveles de sulfato de estrona, testosterona y prolactina “podría brindar una mejora en la predicción del riesgo de cáncer de mama.” Aunque la investigación todavía se considera preliminar, se necesita realizar más estudios para determinar la exactitud de esta teoría, el resultado es “bastante lógico” de acuerdo con la Dra. Myra Barginear, oncólogo de mamas en el estado de Nueva York, quien dijo:
“Si los resultados del estudio son validados y confirmados, un simple análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales, como los hicieron los investigadores en el estudio, sería de gran utilidad, una herramienta adicional para evaluar el riesgo que tiene una mujer de desarrollar cáncer de mama.”

Simplifique Su Vida y Reduzca su Carga Tóxica

En el 2004 se realizó un estudio de seis meses de duración sobre el uso de los productos para el cuidado personal. Se evaluaron más de 10,000 ingredientes contenidos en los productos para el cuidado personal, involucrando a 2,300 participantes. Uno de los resultados fue que el adulto promedio utiliza nuevos productos para el cuidado personal al día, que contienen más de 16 sustancias químicas diferentes. El estudio también encontró que más de 250,000 mujeres y uno de cada 100 hombres, utiliza un promedio de 15 productos al día.
¿Esto le suena conocido? Es importante recordar que su piel es el órgano más grande y permeable. Todo lo que ponga sobre su piel terminará en su torrente sanguíneo y distribuido por todo su cuerpo. Una vez que estas sustancias entran en su cuerpo, tienden a acumularse con el tiempo, esto debido a que por lo general usted carece de las enzimas necesarias para combatirlas. Esta es la razón por la que le repito tanto que “no ponga en su cuerpo nada que no si tuviera que hacerlo.”  
Si insiste en comprar productos comerciales, entonces le vendría bien investigar los ingredientes. Aunque es un poco complicado, es algo que puede hacerse. Le recomiendo utilizar la Base de Datos de Skin Deep Cosmetics7 del EWG para investigar la toxicidad de los ingredientes. Los productos que tienen el sello de 100% Orgánico de la USDA son algunos de los más seguros si quiere evitar ingredientes potencialmente tóxicos. Tenga cuidado con los productos que se contengan la palabra “naturales” en la etiqueta porque pueden contener sustancias químicas dañinas, por lo que debe asegurarse de echarle un vistazo a la lista completa de ingredientes.
Otra alternativa- y quizá la más fácil y segura- es hacer sus propios productos para el cuidado personal y productos de limpieza para el hogar. El aceite de coco, por ejemplo, es una fuente inagotable de usos múltiples que puede ser utilizado de forma segura sobre su piel de la cabeza a los pies. Cuando es absorbido por su piel, el aceite de coco ayuda a reducir la aparición de líneas de expresión y arrugas ayudando a mantener sus tejidos conectivos fuertes y flexibles. También ayuda a exfoliar la capa externa de las células muertas de la piel, haciendo su piel más suave. El aceite de coco también es ideal para nutrir yacondicionar su cabello y muchos hablan de su maravillosa capacidad de evitar “el frizz” en tiempos húmedos.
El bicarbonato de sodio es otro básico de bajo costo que puede remplazar múltiples productos.8  Puede utilizarlo en lugar de champú,9 para la cara y el cuerpo, así como pasta de dientes, por ejemplo. También es un neutralizador de olores natural, frote un poco de bicarbonato de sodio en su axila y podría ser todo lo que necesita para remplazar los antitranspirantes tóxicos.
En cuanto a los productos de limpieza para el hogar, utilice productos probados como el jabón de castilla, peróxido de hidrogeno, vinagre blanco, bicarbonato de sodio y jugo de limón, que pueden hacerle un buen trabajo- algunas veces incluso un mejor trabajo- que sus contrapartes comerciales. También puede buscar en Healthy Cleaning Guide10 del EWG para conocer las clasificaciones de seguridad de más de 2,00 productos de limpieza diferentes.

Más Consejo para Ayudarlo a Evitar las Sustancias Químicas Tóxicas

Implemente las siguientes medidas- muchas de las cuales vienen incluidas en las recomendaciones del EWG para evitar los peores disruptores endocrinos11 -  también puede ayudar a protegerse a usted y a sus hijos de las toxinas de una amplia variedad de fuentes.
    1. Lo más que le sea posible, compre y coma productos orgánicos y carnes orgánicas para reducir su exposición a más hormonas, pesticidas y fertilizantes. También evite la leche y otros productos lácteos que contengan  la hormona de crecimiento bovina recombinante (rBGH o rBST) genéticamente modificada.
    2. En lugar de comer pescado proveniente de granjas, que por lo general está altamente contaminado con PBCs y mercurio, use un suplemento de aceite de krill de alta calidad o coma pescado silvestre y analizado para su pureza. El salmón de Alaska silvestre es casi el único tipo de pescado que como debido a estas razones.
    3. Compre productos que vengan en botellas de vidrio y no en botellas de plástico o enlatados, dado a que las sustancias químicas contenidas en los plásticos pueden filtrarse en el contenido. El bisfenol-A (BPA) es de suma preocupación, asegúrese que sus contenedores de plástico y alimentos enlatados no contengan BPA.
    4. Almacene sus alimentos y bebidas en vidrio y no en plástico, también evite el uso  de plástico envolver su comida
    5. Utilice mamilas de vidrio y tazas para bebés sin BPA.
    6. Como la mayoría de sus alimentos crudos. Los alimentos procesados, pre-empacados (de todo tipo) son una fuente común de sustancias químicas como el BPA y los ftalatos.
    7. Remplace sus utensilios de cocina con antiadherente por unos de cerámica o vidrio.
    8. Filtre su agua de grifo- tanto para beber como para bañarse. De hecho, si solo puede permitirse filtrar una, filtre el agua con la que se baña, esta podría ser más importante ya que su piel absorbe los contaminantes. Para eliminar el disruptor endocrino atrazina, asegúrese de que su filtro esté certificado para hacerlo. De acuerdo con el EWG, el perclorato puede filtrarse por medio de un filtro de ósmosis inversa.
    9. Busque productos hechos por compañías comprometidas con el medio ambiente, con los animales, que sean ecológicas y 100% orgánicas. Esto aplica desde sus alimentos, sus productos para el cuidado personas hasta los materiales de construcción, alfombras, pinturas, artículos para bebé, tapicería y más.
    10. Utilice una aspiradora con filtro HEPA para eliminar el polvo doméstico contaminado.
    11. Cuando compre productos nuevos como muebles, colchones, alfombras o trapos, pregunte qué tipo de retardante de fuego contiene. Sea consciente y evite los productos que contienen PBDEs, antimonio, formaldehido, ácido bórico y otros productos bromados. Al momento de remplazar estos elementos tóxicos de su hogar seleccione los que contengan materiales menos inflamables, como el cuero, la lana y el algodón.
    12. Evite la ropa, muebles y alfombras resistentes a las manchas y al agua para evitar las sustancias químicas perfluoradas (PFCs).
    13. Asegúrese de que los juguetes de su bebé no contenga BPA, como chupones, mordederas y cualquier cosa que su bebe pueda meterse a la boca.
    14. Utilice productos de limpieza naturales en su hogar o hágalos usted mismo. Evite productos que contengan 2-butoxuetanol (EGBE) y metoxidiglicol (DEGME)- dos esteres de glicol tóxicos que pueden dañar la fertilidad y causar daño fetal.12
    15. Cambie a marcas orgánicas de artículos de tocador como el champú, pasta de dientes, antitranspirantes y cosméticos. Recuerde que puede remplazarlos con muchos productos diferentes como el aceite de coco y el bicarbonato de sodio, por ejemplo. El Grupo de Trabajo Ambiental tiene una extensa base de datos13 que puede ayudarlo a encontrar productos para el cuidado personal libre de ftalatos y otras sustancias químicas potencialmente peligrosas. También ofrezco una línea de productos para el cuidado personal de la más alta calidad, que incluyen champú, acondicionador y crema para el cuerpo completamente naturales y seguros.
    16. Remplace los productos de higiene femenina como los tampones y toallas sanitarias con alternativas más seguras.
    17. Evite los aromatizantes, hojas para secadora, suavizantes y otras fragancias sintéticas.
    18. Busque productos sin fragancia. Una fragancia artificial puede contener cientos- incluso miles- de sustancias químicas potencialmente toxicas.
    19. Remplace su cortina de vinilo para la ducha por una hecha de tala.

    Fuentes y Referencias
    FUENTE: http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/los-peores-disruptores-endocrinos.aspx
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...