BLOG VECINAL ORIENTADO A LA DEFENSA DE LA CALIDAD DE VIDA DE QUIENES VIVIMOS EN EL NOA Y EN PARTICULAR EN LA HERMOSA CIUDAD DE SALTA "LA LINDA".
Contra los monocultivos y minería contaminantes y a favor de la Soberanía Alimentaria y de un Proyecto Nacional Sustentable

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30 de septiembre de 2017

En seis meses se desmontaron en el norte 47.000 hectáreas de bosques nativos




En seis meses se desmontaron en el norte 47.000 hectáreas de bosques nativos

Argentina es uno de los diez países en el mundo que más ha desmontado, en este panorama en los últimos seis meses se talaron 47.000 hectáreas de bosques nativos protegidos por la Ley de Bosques que no se cumple. Greenpeace pide una ley penal para sancionar a los productores responsables de la tala ilegal.
Por Material de Internet 01/08/2017

Argentina está dentro de un podio que demuestra la falta de una política ambiental: es uno de los diez países en el mundo que más ha desmontado: entre 1990 y 2015 se perdieron 7,6 millones de hectáreas de bosques nativos, algo así como 300 mil hectáreas al año. Según un informe de Greenpeace entre enero y junio de este año se desmontaron en las provincias del norte alrededor de 47.000 hectáreas de bosques para dar paso a la ganadería y a la soja transgénica.

El 80% de la deforestación se centra en cuatro provincias: Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Salta, el 42% de esa tala se produjo en tierras protegidas. De todas, Chaco fue donde más creció la deforestación. En los últimos seis meses se desmontaron 17.000 hectáreas, 10.000 en forma ilegal. Santiago del Estero taló 13.701 hectáreas, 8.003 protegidas. Formosa desmontó 7.754 hectáreas, 136 de forma ilegal. Salta tuvo un desmonte de 7.009 hectáreas y 678 se hallaban protegidas. Todos los desmontes ilegales corresponden a tierras protegidas por la Ley de Bosques que en Argentina no se cumple, sólo se trata de un mero slogan usado políticamente por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

“Se aplican multas a los infractores de la Ley de Bosques pero no son suficientes para desalentar el delito; en muchos casos es clara la complicidad de los funcionarios en la violación de la normativa legal”, afirma Hernán Giardini, Coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace. “Estamos pidiendo una Ley penal que sancione a los responsables de destruir los bosques nativos con penas de 2 a 10 años de prisión. Quienes destruyen los bosques no son empresarios, son delincuentes”.

Los números que divulga la ONG ambientalista son oscuros en términos de protección de la naturaleza. Desde que la Ley de Bosques fue sancionada en el año 2007 hasta finales del 2016 se desmontaron 2,4 millones de hectáreas, en esta inmensa pampa de troncos caídos, 750.000 hectáreas estaban protegidas por esa Ley que cuesta tanto cumplir, fudamentalmente porque la política se sirve de los “favores” para no cumplirla para financiarse, en este juego de corrupción los intendentes son protagonistas centrales, porque es bajo sus órbitas de gobierno en donde se mira para otro lado, permitiendo el desmonte de productores amigos del poder.

FUENTE:
http://www.sunchaleshoy.com.ar/2017/08/01/en-seis-meses-se-desmontaron-en-el-norte-47-000-hectareas-de-bosques-nativos/

RELACIONADO: 

Alertan por los impactos de la soja en la provincia


17 de junio de 2014

Alertan por los impactos de la soja en la provincia
Ya hay cultivos experimentales en San Rafael, Lavalle y Santa Rosa. Su afección al suelo, la flora, la fauna y la salud humana son las principales consecuencias negativas.

Carla Romanello - cromanello@losandes.com.ar

Junto con Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y parte de Salta, Tucumán, Catamarca, San Luis, La Pampa, La Rioja, Río Negro y Jujuy, Mendoza podría convertirse en un nueva provincia sojera. Es que desde hace dos años empresarios del rubro han comenzado a plantar cultivos experimentales de esta oleaginosa en San Rafael, Santa Rosa y Lavalle.

Así los productores de soja, que ya ocupan 60% de la extensión sembrada de todo el país, parecen ir por más al buscar cultivarla bajo riego en zonas tradicionalmente no aptas por la baja cantidad de precipitaciones anuales.

Ante este panorama especialistas remarcan los impactos negativos que este monocultivo en el suelo, la flora, la fauna y en la salud de las poblaciones cercanas.

Desembarco en Mendoza

Desde el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), que depende del Ministerio de Agroindustria y Tecnología de la provincia, son conscientes que hay proyectos experimentales que buscan plantar soja en Mendoza, pero desconocen la cantidad de tierras empleadas porque no han sido asentadas en el Registro Único de Tierras (RUT).

“Desde hace varios años se vienen haciendo pruebas pilotos en distintos lugares de la provincia, tratando de ver en qué zona sería más propicio cultivar”, comenzó a explicar Francisco Gómez, titular del IDR quien aclaró que los productores no están obligados a declarar el cultivo y que no pesa sobre él ningún tipo de restricción. “No hay una política activa referida a hacer un seguimiento o tratar de disuadir para no plantar soja”, aseguró.

De todas formas, según su visión, las condiciones actuales de la provincia no serían propicias para que a los productores les sea rentable cultivar soja.

Asimismo reconoció el efecto ambiental perjudicial que podría tener: “Como todo monocultivo causa un impacto ambiental negativo con respecto a la flora y la fauna por la explicación de agroquímicos en forma masiva”, destacó Gómez.

Desde el INTA de San Rafael han tomado conocimiento que la multinacional Nidera está realizando pruebas para este cultivo. “Si bien nuestros suelos se adaptan a esta oleaginosa, inevitablemente tiene algunos efectos colaterales, pero sobre todo por el uso continuo de la misma plantación en el mismo terreno”, expuso Guillermo Guida, jefe del instituto en ese departamento quien precisó que esto provoca una extracción selectiva de nutrientes del suelo y la proliferación de plagas y enfermedades. “Lo que se recomienda siempre es la rotación de cultivo y mucho más en el caso de la soja, pero sabemos que ha venido proliferando un modelo de repetición por un motivo económico que perjudica al suelo”, aseveró.

Problemas de salud

Para el doctor cordobés Medardo Ávila Vázquez, coordinador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, una de las principales consecuencias negativas de las plantaciones de soja se puede ver en la salud. “El modelo de cultivo no es sustentable ya que genera que las plantas se hagan resistentes a los herbicidas y que los productores tengan que aumentar la dosis todos los años afectando negativamente en las poblaciones rurales”, detalló el profesional.

En Córdoba, hay más de 5 millones de hectáreas cultivadas con soja por lo que sólo durante 2013 se tiraron 75 millones de litros de agroquímicos. “Hemos hecho mediciones de aguas de lluvia entre octubre y marzo y encontramos altas concentraciones de glifosato (herbicida principal utilizado) lo que da cuenta de que esos venenos han cambiado la atmósfera de toda la provincia”, señaló.

Entre las enfermedades que causa este herbicida enumeró el cáncer, problemas respiratorios y reproductivos. “Las mujeres que están expuestas a estos compuestos abortan espontáneamente de forma más frecuente y tienen más probabilidades de que los chicos nazcan con malformaciones”, indicó.

El médico también se refirió a los impactos en los ecosistemas: el desmonte, la contaminación de los ríos y la reducción de la biodiversidad.A pesar de la alta rentabilidad de este negocio para Ávila Vázquez no le queda mucho tiempo: “Ya hay países de Europa como Dinamarca y Holanda que han decidió no comprar más semillas transgénicas porque los chanchos nacen con malformaciones”, dijo.

Menos mano de obra

Por su parte, Patricio Eleisegui, periodista y autor del libro “Envenenados” sobre el desarrollo de la soja en todo el país, manifestó que una de las particularidades que tiene el cultivo es que genera costos muy bajos de producción porque emplea menos mano de obra que otro tipo de plantaciones.

“Por ejemplo para 100 hectáreas de soja se necesita un puesto de trabajo cuando en ganadería se necesitan entre 9 y 10”, precisó a la vez que remarcó que con maquinaria de última generación se pueden llegar a manejar 1.000 hectáreas con una sola persona. “Si uno cultiva soja necesariamente tiene que dejar de lado otro cultivo por lo que necesariamente va cambiando la matriz productiva hacia una con menos mano de obra”, destacó.

Con respecto a la expansión en Mendoza aclaró sobre la necesidad de establecer algún tipo de control de impacto ambiental. “Están introduciendo semillas transgénicas cuyo efecto en el ecosistema se desconoce y si el estado no fija las reglas, las empresas van a actuar con total libertad”, aseguró.

Expansión sojera

En el año 1970, la soja comenzó en la Argentina como una plantación casi experimental. Durante esta década empezó a expandirse lentamente y en 1972 fue declarada cultivo de interés nacional.

El hito que provocó su explosión cuantitativa fue en 1996 cuando se comenzaron a comercializar los primeros cultivos de soja transgénica resistentes al herbicida glifosato. A partir de entonces se fue extendiendo desde el este hasta ocupar gran parte de la zona oeste del país donde se encuentra la Diagonal Árida.

Para la campaña 2013-2014, se han sembrado más 20.000.000 de hectáreas de las que se espera cosechar alrededor de 53.000.000 de toneladas de granos, un nuevo récord de la soja en el país, que hoy representa el 20% de lo producido en el mundo.

A pesar de las retenciones por su exportación que son de 35% este cultivo sigue siendo altamente rentable para los productores.

FUENTE: 

22 de marzo de 2012

Soja transgénica: Un récord de exportaciones que se paga con la vida de miles de inocentes



por Jorge Rulli
A través de sus programas radiales, sus constantes giras por el interior del país y sus libros, insiste en que Argentina ha sido convertida en un gran laboratorio de las corporaciones, una república sojera donde el récord de exportaciones se paga con la multiplicación de los casos de cáncer y miles de niños que nacen discapacitados.
“Pueblos Fumigados”, su último libro, es una documentada recorrida por la otra cara de la colonia fértil, donde se repiten casos como el de las Madres de Ituzaingó (Córdoba) que recién ahora son escuchadas por la Justicia luego de denunciar por una década, que de cinco mil personas que viven en su barrio, el 35 por ciento padece cáncer debido a las fumigaciones.
¿Cómo aparece el pool sojero y de qué manera va transformando el agronegocio al campo y la economía nacional? Se discute sobre la extranjerización de la tierra, algunos hablan todavía de la tenencia. ¿Tiene sentido seguir planteando estos temas cuando millonarios como Grobocopatel se describen irónicamente como parte de la “gente sin tierra”?
El pool sojero fue una innovación empresarial llevada adelante por sectores del agro argentino, una innovación que solucionó a las grandes corporaciones trasnacionales el despliegue de la sojización y de los monocultivos sobre el territorio, en plazos breves y a una escala desmesurada, superando con facilidad las limitaciones existentes en el campo argentino. Me refiero a la propiedad de la tierra, a la falta de capitales del chacarero y a sus memorias agrícolas atrapadas de manera ancestral en el arraigo a la tierra. Es lo que algunos atrevidos o tal vez travestidos como Héctor Huergo y Grobocopatel denominaron la segunda revolución de las pampas. En realidad lo que ocurrió es que el Estado argentino no tuvo políticas para la zona núcleo pero sí la tuvieron claramente los mercados globales, y ellos impusieron un nuevo modelo de agricultura mediante paquetes tecnológicos. Ese paquete se constituyó con la Soja RR, el Herbicida Roundupready y la siembra directa. Durante años desconcertó totalmente a las izquierdas urbanas que permanecieron atadas a sus viejas consignas sobre la propiedad de la tierra y la reforma agraria, sin comprender los profundos procesos de cambios que se producían y sin imaginar que las más de las veces, sus estereotipos sobre el agro, terminaban beneficiando justamente a quienes imponían los nuevos criterios del poder.
Apenas unos años atrás el manejo del mundo a través de los alimentos por parte de una corporación y las patentes hubiera parecido ciencia ficción, y el libro “El Mundo según Monsanto” de Marie Monique Robin una historia de terror. Si a esto sumamos el tema de los biocombustibles, el cuadro espanta. ¿Cómo comunicar lo grave de la emergencia para que todos los entiendan?
El cómo comunicarlo ha sido justamente uno de los grandes desafíos, y debo reconocer que es también uno de los grandes fracasos que arrastro en lo personal. Hubo en la Argentina durante años, una cerrada negativa a reflexionar sobre estos nuevos desafíos. Tal vez como consecuencia de los grandes fracasos de los años setenta o del congelamiento impuesto a sangre y fuego por la dictadura, los procesos de pensamiento abiertos en los años ochenta bajo la democracia, fueron en general tímidos y provincianos, al menos reacios a una apertura a los nuevos grandes temas que se planteaban a nivel global. El persistir en denostar al imperialismo yanqui a la vez que aprender a convivir con las corporaciones, ha sido por otra parte una extendida práctica a lo largo de diversos gobiernos progresistas en el continente. Se ignora de esa manera, el secuestro de nuestras vidas por las transnacionales, no se quiere ver el modo en que han cambiado nuestras costumbres, cómo han modelado nuestros gustos, cómo nos han fijado al consumo, cómo se han apropiado de nuestra mesa familiar, imponiéndonos los gustos y las marcas de lo que debemos comer y que ellos producen.
Los agronegocios a full.
Sí, es lo que hemos llamado el agronegocio, un modelo de desarrollo que se nos impuso y que parte del concepto del agrobusiness que alteró la natural relación que sentía de manera existencial nuestra gente con la tierra. Un modelo que aplica la industrialización a los alimentos y genera las llamadas cadenas agroalimentarias y el supermercadismo. Hemos pasado de esta manera, a ser consumidores de comida chatarra de la que nos proveemos en las góndolas de los supermercados, y por supuesto nuestra salud y disposición a la lucha ya no es la misma. No obstante ello, nos cuesta revisar las miradas que otros nos han construido, y persistimos en enfatizar los costados sociales del modelo antes que denunciar su profunda y radical ilegitimidad.
Ese excelente libro suyo “Pueblos Fumigados”, habla de un genocidio silencioso. ¿Cómo mide el deterioro de la salud pública a lo largo de estos años en que Argentina se ha ido convirtiendo en un mar de soja?
El libro fue el informe final de casi seis años de llevar a lo largo del territorio una campaña agotadora contra las fumigaciones, develando las relaciones directas entre el uso de los tóxicos de la agricultura y las enfermedades que registraban las poblaciones cercanas. Ya no quedan dudas respecto a que los éxitos de este modelo y los récords de exportaciones se basan en miles de víctimas inocentes y en especial de niños nacidos deformes o crucificados de por vida a sus arneses. Basta recorrer los pueblos sojeros para comprobar a simple vista la abundancia de discapacitados. En su momento le hicimos llegar este informe en forma reservada a la Presidente haciéndole saber de nuestras convicciones respecto a que se estaba constituyendo un agro genocidio y que ello inevitablemente daría lugar en lo porvenir a juicios por crímenes de lesa humanidad. La respuesta que tuvimos fue el súbito interés en la campaña por parte de diputados y miembros del oficialismo que a poco lograron que tanto el interés de la campaña como de las poblaciones pasaran de cuestionar el modelo de la Soja GM a cuestionar el Glifosato, y de pelearle a los monocultivos y al proyecto de sojización tal como hacíamos hasta ese momento, a discutir ahora ordenanzas que fijaran los metros sin fumigación entre las localidades y las primeras líneas de los cultivos. Desde cierta perspectiva, la lucha de los pueblos fumigados había sido derrotada, al menos en la medida en que ya no se pretendía cambiar el proyecto de país productor de soja sino adecentarlo y emprolijarlo, tal como venían reclamando los mercados europeos, que pretendían certificaciones de creciente responsabilidad socio ambiental por parte de las sojeros.
Usted denunció que antes de irse el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez autorizó el uso de ractopamina como aditivo alimenticio para los cerdos destinados al consumo interno, un fármaco prohibido en la Comunidad Económica Europea, que no aumentaría precisamente las “cualidades afrodisíacas” que dicen tienen esa carne. Cuénteme de que se trata. ¿Tuvo algún eco?
No, sorprendentemente y pese a su enorme importancia, no hubo repercusiones sino en medios alternativos o ecologistas que tienen conciencia de esas amenazas. La Argentina, con más de 23 millones de hectáreas, es el mayor productor de transgénicos del mundo y a la vez el mercado en que se consumen los OGM sin resistencia alguna por parte de la población. Aún más todavía, hay mucha gente que no puede pasarse sin su habitual milanesa de soja transgénica que, en otros lugares del planeta los agricultores dudarían antes de dársela a comer a sus cerdos. Tanto el actual modelo productivo como la Biotecnología no están en discusión, ya sea por los intelectuales críticos como por la oposición política. Se ha reemplazado a nivel país la calidad por la cantidad sin mayor resistencia, se reemplazó una agricultura con agricultores y familias con arraigo a la tierra, por una agricultura a escala y con enormes despoblamientos. No existen todavía ni siquiera poetas que le pongan palabras a la enorme tragedia social que significaron esos millones de desplazados que hoy se amontonan en los interminables cordones periurbanos de extrema pobreza. Peor todavía, nuestra Presidenta se jacta en Europa de que tenemos más del 92% de población urbana, y sin duda ella habla por enormes sectores medios que participan de las dirigencias políticas y sociales y que, lamentablemente piensan de esa manera.
Tanto en el tema de la soja como en el de la minería a cielo abierto hay un común denominador que es el agua. ¿Es de alguna manera el oro de la nueva colonización? Alguien le abrió la puerta a este proyecto de dominación, ¿cómo describiría esa red de complicidades? ¿Qué debería contener una plataforma política que se ocupara seriamente de la soberanía alimentaria?
Si bien puede ser verdad la afirmación que contiene la pregunta en relación al agua, no hemos acostumbrado plantear las dependencias desde esa perspectiva, ya que el agua por naturaleza se repone siempre a través de sus ciclos. Aún más todavía, mientras mucho se sabe del agua que se llevan o que contaminan, poco de la que nos traen los miles de barcos de gran calado que usan como lastre y que vienen a buscar la soja. Esa agua proveniente de lejanos puertos y cargada de huevos y larvas extrañas al medio ambiente, es volcada con impunidad en los puertos del Paraná, produciendo impactos inquietantes en los equilibrios biológicos tanto como en la salud de las poblaciones. Creemos que las nuevas colonialidades nos imponen hoy la producción de comodities de exportación y de materias primas, y a ello podemos añadir actualmente una creciente producción de Biocombustibles para los automóviles de Europa. Ese es el proyecto de país que discutimos. En ese sentido la lucha deja de ser ecológica y pasa a ser claramente una lucha política y de diferentes proyectos de país. Ellos proponen un tipo de país atado a los presuntos éxitos del PBI, mientras nosotros proponemos otro país, respetuoso de sus bienes naturales, preocupado por mantener la fertilidad de sus agro ecosistemas y además que se dé como prioridad, la felicidad de sus pueblos. El problema de nuestra dirigencia es que se formaron en los marcos de la modernidad y no conciben una sociedad que se proponga un proceso de Liberación, en la medida que no existen ya países que expresen alternativas al capitalismo. En ese sentido es como se instala por doquier el posibilismo y los discursos casi gramscianos sobre la necesidad de crecer en los intersticios para generar nuevas hegemonías. Esos discursos no son incómodos para el modelo, pero a nosotros nos suelen abrumar, porque niegan que otro mundo sea posible, cuando por lo contrario, vivimos a diario esa experiencia de escaparnos del consumo, de contrariar las normas que se nos imponen, de vivir de otra manera y ejercitar en todos los ámbitos una renovada rebeldía. En buena medida la capacidad de los pueblos para liberarse esta frenada por el peso de esas mochilas de frustración y desencanto de las presuntas dirigencias.
Desde 1955 hasta acá, sufrió persecuciones, cárcel, torturas, exilio. La cercanía con los gobiernos no parece sentarle bien. Leyendo sobre su vida para esta nota, pensaba que en países dependientes como el nuestro, estar toda una vida en una actitud de "resistencia", entraña también una victoria. ¿Le parece?
La llamada Revolución Libertadora fue una catástrofe histórica cuyas consecuencias todavía vivimos como en una renovada pesadilla. Para intentar retomar aquel proyecto abortado, aquel curso de la historia interrumpido, hoy deberíamos tener el pensamiento abierto, estar perceptivo a las nuevas demandas y a las respuestas que se elaboran por todas partes. El mundo es un hervidero de luchas complejas y debemos aceptarlas y saber cuándo aplicarlas en el escenario en que nos movemos. En este sentido es preciso reconocer que es una época fascinante. El común lamentablemente tiene ante lo nuevo un primer gesto de rechazo, de cerrazón intelectual. No podemos ni debemos permanecer atados al pasado, a los viejos modelos que han fracasado o engendraron situaciones autoritarias que enajenaron el presente en nombre de lo por venir. Por lo contrario, hoy debemos ser conscientes de la responsabilidad personal.
La Tierra es la casa del hombre
“Quien quiere cambiar la sociedad debe estar dispuesto en primera instancia a cambiarse a sí mismo y ello implica hacerse responsable de los propios actos, no importa lo pequeño que ellos parezcan. Si reivindicamos la escala de lo humano no deberíamos abjurar de lo pequeño. El paradigma del crecimiento y la idea del progreso nos condujeron al camino terrible del cambio climático, de la contaminación generalizada y del gigantismo urbano. Hoy ser revolucionario es también el reconocer que existen tres ecologías, la espiritual, la social y la ambiental. Quien no acepta que la Tierra es la casa del hombre no podrá asumir en toda su plenitud su propia humanidad".
Artículo publicado en el Periódico de la CTA N° 84, correspondiente al mes de febrero de 2012
Fuente: Equipo de Comunicación de la CTA

14 de septiembre de 2011

Paraguay Arrasado por la Soja



Paraguay Arrasado por la Soja. Documental Completo

Paraguay Arrasado por la Soja. Documental Completo

Extraido del Documental Tierra arrasada – El monocultivo de soja transgénica en sudamérica
La soja transgénica ha generado una discusión desde su boom en la década de los 90. Voces a favor y en contra del cultivo de este producto se han elevado en diversos países. El documentalTierra arrasada” (Brasil/Paraguay2009) se adscribe a esta última opinión.
Un negocio polémico

El director Víctor Burgos Barreiro afirmó a La República que su filme busca aportar información sobre un modelo de producción impuesto por cinco poderosas multinacionales (ADMBungeCargillLouis Dreyfus y Monsanto) que trae serias consecuencias para los países donde se aplica.

La cinta, que ganó el primer premio en el Festival de Biodiversidad de Roma, se centra en los efectos causados enBrasil Paraguay, donde el cultivo de soja transgénica lleva más tiempo implantado y presenta sus niveles máximos de desarrollo.

En esos países se da una ocupación de territorios a través de la compra, el alquiler o la apropiación violenta, indicó el realizador uruguayo. De esta manera, se expulsa de sus tierras a comunidades campesinas e indígenas. Según informó Burgos Barreiro, esta situación se apoya en la corrupción política y judicial.

Por otra parte, el director hizo hincapié en que el monocultivo de soja afecta la autonomía alimentaria de los países, porque desplaza a otros cultivos y tiene como destino la elaboración de biocombustibles o la nutrición de animales.

En la actualidad el monocultivo de soja es el más grande del mundo y ocupa unos 43.000.000 de hectáreas de territorios de ArgentinaBoliviaBrasilParaguay Uruguay.

Burgos Barreiro enfatizó que hay un fuerte impacto en los ecosistemas, ya que la plantación de la soja transgénicarequiere que la vegetación natural sea quemada o arrasada por tractores con cadenas. Posteriormente, se utilizan herbicidas como el glifosato, que no afecta a las plantas transgénicas.

El uso de estos productos ha generado gran polémica en lo que respecta a su nivel de toxicidad para el ser humano. El director destacó que su cortometraje muestra un caso emblemático al respecto: el de Silvino Talavera, un niño paraguayo que vivía en el seno de una familia campesina de Pirapey (a 130 kilómetros de Encarnación), que murió tres días después de que fumigaran la región donde habitaba.

Bajo vigilancia
Durante el proceso de realización de “Tierra arrasada” Burgos Barreiro y su equipo fueron monitoreados por la Policía.

“Una vez fuimos detenidos más de diez veces en un día. Son zonas totalmente militarizadas en las que a cada rato te piden documentos“, recordó.

Pero la situación más tensa sucedió cuando el realizador se hallaba haciendo tomas en un predio costero brasileño que había sido deforestado poco antes. “Se hizo la noche y, cuando quisimos salir, estábamos rodeados de camionetas de sojeros. Se dió una persecución por medio del campo y, por suerte, pudimos escapar sin problemas“, contó.
http://www.musicadelparaguay.com/2011/05/paraguay-arrasado-por-la-soja.html



Subido por  el 25/03/2011
http://www.musicadelparaguay.com/2010/04/guerra-de-la-soja-documental.html
La guerra de la soja Documental Completo 42 min

La soja transgénica es oro para la multinacional propietaria de la semilla, para los grandes productores y las empresas multinacionales que la exportan desde América Latina. Sin embargo, es un negocio muy discutido por muchos sectores que consideran que provoca muchos daños y deja pocos beneficios en los lugares donde se cultiva. Un equipo de 'En Portada' viajó hasta Argentina y Paraguay, dos países que junto con Brasil están entre los grandes productores y exportadores de soja transgénica del mundo.

Fuente: Este Documental fue Extraido de La Serie En Portada de Television Española
http://www.rtve.es/alacarta/videos/en-portada/en-portada-la-guerra-de-la-soja...






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