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Contra los monocultivos y minería contaminantes y a favor de la Soberanía Alimentaria y de un Proyecto Nacional Sustentable

30 de junio de 2011

Combinación de pesticidas que aumenta el riesgo de Parkinson


EPIDEMIOLOGÍA

Nueva demostración de cómo el uso de sustancias químicas en el campo tiene consecuencias terribles para los humanos.


Combinación de pesticidas que aumenta el riesgo de Parkinson

(N. de la R.Maneb es el nombre común del complejo de manganeso, llamado anteriormente letilenbis de manganeso. Maneb se introdujo en 1950 bajo el nombre comercial de Manzate por E. I. duPont de Nemours y Cía., y bajo el nombre comercial de Dithane M-22 por Rohm and Haas Company.

Paraquat es el nombre comercial del Dicloruro de 1,1'-dimetil-4,4'-bipiridilo,un viológeno usado como herbicida cuaternario de amonio. Es peligrosamente venenoso para los humanos si es ingerido. Fue producido por vez primera para propósitos comerciales en 1961 por la ICI (Imperial Chemical Industries plc). Actualmente la suiza Syngenta lo comercializa bajo el nombre de Gramoxone.

Ziram es un fungicida, repelente de aves y roedores a base de ditiocarbamato y zinc, cuyo uso se remonta a 1949. Sus nombres comerciales: Attivar, Carbazinc, Crittam, Cuman, Granulfo Ziram, Mezene, Milvan, Pomarsol Z, Sepilate, Ventene, Zetaran, Ziram, Zirasan. BASF y Bayer son, entre otros, productores de Ziram.)

En abril de 2009, unos investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) anunciaron que habían descubierto un vínculo entre la enfermedad de Parkinson y 2 productos químicos comúnmente usados para fumigar los cultivos a fin de combatir las plagas de insectos y otros seres vivos que los amenazan. 


En ese estudio epidemiológico no se examinó a los agricultores que manipulan de manera habitual esos pesticidas, sino sólo a la gente que vivía cerca de los campos de cultivo que fueron fumigados con el fungicida Maneb y el herbicida Paraquat. Se descubrió que el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson para estas personas aumentaba en un 75%.

Ahora, un estudio de seguimiento aviva el fuego del debate. Una vez más los investigadores regresaron al Valle Central de California, y por vez primera han implicado a un tercer pesticida, el Ziram, en la patología de la enfermedad de Parkinson. Además, en vez de examinar sólo a la gente que vive cerca de los campos rociados, han examinado los sitios de trabajo cercanos a los campos, aunque no ubicados en ellos.

El equipo de la Dra. Beate Ritz, profesora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la UCLA, ha determinado que la exposición combinada al Ziram, el Maneb y el Paraquat, en cualquier lugar de trabajo de las cercanías de esos campos, triplica el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson. La exposición combinada al Ziram y al Paraquat aparece asociada a un aumento de riesgo de sólo el 80%.

Las estimaciones de riesgo por la exposición ambiental en los lugares de trabajo son, por tanto, mayores que las de la exposición en las viviendas. Y, por supuesto, tal como advierte la Dra. Ritz, las personas que viven y trabajan cerca de estos campos experimentan un riesgo mayor de sufrir la enfermedad que quienes sólo viven cerca o sólo trabajan cerca.

Fuente: 

29 de junio de 2011

Los alimentos transgénicos: otra vez en la mesa de discusión











Por Roger Carvajal Saravia










Llama la atención el hecho de que para aprobar las autorizaciones de OGM en diversos países se utilicen sólo los datos de las empresas productoras de los transgénicos como evidencia de inocuidad. Tal fue el caso de Bolivia, que durante el gobierno de Mesa Gisbert se instruyó la aprobación de la Soya Roundup Ready, por presión de los productores, no obstante que en reuniones expresa desde la delegación de la Universidad y del Ministerio de Salud se advirtió de los riesgos (que después, fueron probados) tanto a los funcionarios de SENASAG, que esgrimieron como base científica de inocuidad precisamente los estudios de la empresa Monsanto (productora de la semilla y del glifosato), como a los del entonces Ministerio de Desarrollo Sostenible.





Ante la solicitud de algunos productores de Santa Cruz para que se autorice la introducción y siembra de maíz transgénico, bajo el argumento de un mejor rendimiento que permita cubrir la demanda actual –que, según ellos, no se cubrirían con las variedades convencionales-, se incorpora nuevamente en la agenda pública de debate el tema de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM's).






¿Qué son los productos transgénicos?

Indudablemente, la transgénesis es un procedimiento biotecnológico que ha representado un importante avance en la obtención de recursos biológicos especialmente para la salud humana. Tal es el caso de la producción de insulina y de citoquinas en bacterias o de anticuerpos en habas. En estos casos se insertan genes que provienen de células humanas –células b de páncreas o linfocitos, en los casos mencionados- en células de otras especies con alta capacidad de reproducción y producción (habitualmente bacterias muy estudiadas como E. coli). Las proteínas generadas son purificadas y su estructura es estrictamente idéntica a la humana, de modo que su administración no incorpora ningún riesgo para la salud; por el contrario, resuelve problemas vinculados a la dificultad de obtener estos agentes biológicos por otros medios. En el caso de los alimentos llamados transgénicos, el panorama es diferente: se incorporan genes de otras especies en las especies de consumo alimentario, tal es el caso del gen Bt de una bacteria (Bacillus turingiensis) que codifica para una toxina (C RAI-1) que mata a los insectos; esta toxina está presente en el alimento y cuando éste es atacado por el insecto, en sus diferentes fases evolutivas, se producen daños severos en su intestino. Este en el caso del maíz (Maíz Bt) planta transgénica resistente al ataque de las larvas de los dípteros.

El otro caso relevante es el de las variedades de soya o maíz en las que se incorpora un gen que las hace resistentes a un herbicida (glifosato). Este gen también proviene de una bacteria y codifica para una enzima (Shikimato-sintasa) que sustituye a la original de la planta y no interactúa con el herbicida, a diferencia de la enzima natural que sí lo hace y, como consecuencia, se altera por completo el metabolismo de la planta. Al aplicar el glifosato a las plantas "normales" todas mueren excepto la variedad transgénica que ahora es resistente al glifosato. Como efecto de este hecho se reduce el empleo de mano de obra para el deshierbado dentro la siembra y cosecha de soya o maíz. Ambos productos –la semilla de la variedad transgénica y el herbicida- son provistos por la misma empresa. En resumen, los alimentos transgénicos sintetizan moléculas que son ajenas tanto a la especie productora del alimento como a la especie que lo consume. Estas moléculas están mezcladas con el conjunto de los componentes de dichos alimentos y así se ingieren. Asimismo, no es posible saber si el gen incorporado sólo produce estas moléculas (la toxina y la enzima bacteriana, en los ejemplos tratados) ya que tampoco se pueden excluir la posibilidad de "lecturas desplazadas" de la nueva secuencia de nucleótidos del ADN del gen incorporado o de la secuencia complementaria, lectura que pueda dar origen a otras proteínas no conocidas –no naturales- con efecto desconocido. Como esto último es sólo una posibilidad, su demostración requiere estudios probabilísticos muy extendidos y profundos que aún no se han dado.

Efectos sobre la Salud

La posibilidad de que los alimentos transgénicos afecten a la salud de los consumidores, es algo que preocupa a propios y extraños, precisamente por su composición que incluye moléculas extrañas a los alimentos y que, por tanto, son ajenas al proceso de co-evolución que ha mediado nuestra relación con las especies que cumplen el papel de alimentos en la naturaleza.

Para los fabricantes, las evidencias de que estos productos sean tóxicos en la población consumidora no existen. Pero hay que recordar que no es lo mismo ausencia de evidencia que evidencia de ausencia. Es decir no existen estudios independientes que demuestren que los productos transgénicos sean inocuos; los pocos reportes sobre su inocuidad en realidad discuten el hecho de no existir reportes de daño en los consumidores. Esto, de manera obvia no será posible, ya que para demostrar daño en algún órgano y asociarlo al consumo de estos alimentos, se requieren extensos estudios estadísticos que disocien las causas de dichas afectaciones, ya que las diferentes patologías pueden ser iguales ante diferentes causas. Sin embargo, en el caso del maíz, concretamente del maíz Star link (que alguna vez fue parte de una donación norteamericana), que incorpora la toxina Cry9C, fue conocido el rechazo que hizo la FDA (Food and Drug Agency) de los EEUU para consumo humano por sus efectos alergénicos y de afectación intestinal -que, como toda alergia, no se presenta en todos, como corresponde a un hecho probabilístico que depende del sujeto y sus circunstancias biológicas- lo que determinó que este producto fuera recogido del mercado en los EEUU (1).

Parece importante hacer notar que las investigaciones que muestran inocuidad de los alimentos transgénicos están hechas en laboratorios de las propias empresas productoras (2)(3),o en laboratorios contratados por las mismas; ésto siempre ha generado suspicacias en los consumidores, en las organizaciones de productores agrícolas y en algunos gobiernos. Tal es así que una Corte alemana obligó a Monsanto, empresa que fabrica semillas transgénicas y glifosato a mostrar sus datos crudos de la investigación llevada a cabo en sus laboratorios, para mostrar la inocuidad del maíz transgénico en ratas. Un grupo independiente de científicos re-examinó dichos datos y aplicó procedimientos estadísticos apropiados, tras lo cual pudo evidenciarse –a diferencia de la que publicó la empresa- que existieron efectos hepato y nefrotóxicos así como cambios drásticos en la química sanguínea (triglicéridos) y en la excreción renal (4) en las ratas que consumieron productos transgénicos. En otras palabras, en sus propias investigaciones se observó toxicidad del maíz transgénico, información que no fue difundida por la empresa. Recientemente, otras investigaciones experimentales en animales realizadas en diversos laboratorios han mostrado diversos grados de afectación en diferentes órganos y sistemas (5). Asimismo, se demostró en modelos experimentales que existen alteraciones en la respuesta inmune en animales de edad avanzada y emaciados que consumieron maíz transgénico (6); efectos similares aunque menos ostensibles fueron encontrados en animales jóvenes (7). Trastornos en la capacidad reproductiva de animales que consumieron estos productos también fueron reportados en estudios llevados a cabo en laboratorios austriacos (8). Lo que no ha podido detectarse es la existencia de una mayor potencia alergénica de la soya transgénica en estudios clínicos(9, 10), no obstante que a nivel experimental se detectó la capacidad de la soya transgénica de inducir respuestas inmunes mediadas por IgE, anticuerpo propio de las respuestas contra sustancias alergénicas (11).

Por su parte, los datos sobre inocuidad del glifosato (el herbicida) han sido obtenidos por laboratorios contratados por las empresas productoras del herbicida. Sin embargo, estos (Craven Labs e Industria Biotest Laboratories) fueron acusados de fraude por la EPA (Environmental Protection Agency), condenando a prisión a sus empleados y a multas millonarias a dichos laboratorios, por falsear los datos (12,13,14). En cambio, la toxicidad del glifosato tanto en células humanas como en especies de la flora y fauna ha sido mostrada por varios estudios recientes, entre los cuales destacan los que muestran su efecto genotóxico (mutagénico) demostrado por modernos procedimientos de biología molecular y celular(15,16,17), así como su efecto inductor de stress oxidativo (18), daño en células mononucleares de la sangre (19), inducción de muerte celular en células embrionarias y placentarias (20) incluyendo la afectación de su funcionamiento hormonal o endócrino (21). En fin, múltiples efectos tóxicos en la salud, demostrados en diferentes órganos y sistemas, tanto por exposiciones accidentales e intoxicaciones como por efectos por consumo en alimentos contaminados, son citados en diferentes revisiones (22,23)

En línea con lo anterior, la asociación entre la exposición a glifosato y la presencia de cáncer ha sido demostrada en diversos trabajos científicos. En sucesivos estudios epidemiológicos la asociación con linfoma no-Hodking (aumento de la frecuencia de casos en la población de sujetos expuestos, comparada con población no expuesta), fue demostrada en Suecia (24,25,26) y Canadá (27) y la asociación con Mieloma múltiple en EEUU (28,29). Tales estudios han recibido reclamos y cuestionamientos por parte de la empresa productora de las semillas y el herbicida, los mismos que fueron rebatidos ampliamente por los autores (30,31). Por su parte, la relación entre glifosato y cáncer también fue respaldada por estudios de laboratorio en la piel de animales experimentales (32).

Por último, cabe resaltar que la manipulación genética realizada en el maíz transgénico ha unido el gen Bt a otro gen, utilizado como marcador genético para monitorear el proceso de construcción del producto transgénico, que produce resistencia a antibióticos beta-lactámicos (incluyendo la ampicilina); la posibilidad de la incorporación de este gen en las bacterias intestinales de quien consuma el alimento, induciendo así la presencia de cepas resistentes a estos agentes terapéuticos (lo que conlleva potenciales peligros en patologías infecciosas), ha sido demostrada en modelos experimentales en condiciones controladas (33). En este orden, debe recordarse que existen variedades de maíz (Ej.: Bt 176) que tienen tanto el gen de la toxina Bt(CryA(b), el gen bar de un estreptomiceto, que provee resistencia al glifosato y el gen bla TEM que codifica para una b-lactamasa que, como fue reportado, otorgaría a los microbios de la flora intestinal resistencia a la ampicilina y a otros antibióticos b-lactámicos; lo anterior triplica las propiedades del maíz, pero también los riesgos.

No obstante todo lo anterior, llama la atención el hecho de que para aprobar las autorizaciones en diversos países se utilicen sólo los datos de las empresas productoras de los transgénicos como evidencia de inocuidad. Tal fue el caso de Bolivia, que durante el gobierno de Mesa Gisbert se instruyó la aprobación de la Soya Roundup Ready, por presión de los productores, no obstante que en reuniones expresa desde la delegación de la Universidad y del Ministerio de Salud se advirtió de los riesgos (que después, fueron probados) tanto a los funcionarios de SENASAG, que esgrimieron como base científica de inocuidad precisamente los estudios de la empresa Monsanto (productora de la semilla y del glifosato), como a los del entonces Ministerio de Desarrollo Sostenible (34). En Europa, el único país que autorizó la siembra de Transgénicos es España, con el respaldo de su Ministra de Ciencia y Tecnología, quien, interesantemente, es Presidenta de la empresa de Biotecnología Genetrix que trabaja en el tema y ha sido consejera del sector industrial en el campo biotecnológico.

Por todo lo anterior queda en evidencia que, sobre la base de abundantes datos científicos, ni los OGM´s ni el glifosato son inocuos para los humanos, por lo que se hace totalmente pertinente que el Estado Boliviano se suscriba al principio de precaución (35), en el marco de su misión de cuidar la salud de la población y, como se verá más adelante, de cuidar el ecosistema y el patrimonio genético del país.





Efectos sobre la Naturaleza

Los riesgos para el ecosistema provienen tanto de las semillas transgénicas como del herbicida. El polen de las plantas transgénicas se libera y puede dispersarse hasta lograr contacto con plantas no transgénicas y contaminarlas (36). Aunque algunos trabajos y opiniones personales mencionan que los pólenes viajan distancias cortas (solo centenas de metros) estudios palinológicos (37) muestran que este material biológico puede elevarse a grandes alturas y viajar enormes distancias con ayuda de las corrientes de aire y de diferentes condiciones meteorológicas (los pólenes pueden ser detectados a más de 5000 m de altura de los cultivos); el transporte también puede ser a través de vectores biológicos como insectos polinizadores. Esto tiene consecuencias graves ya que, como se mostro en México (38) y en España (39) este flujo génico a través el polen puede llegar a producir otras variedades transgénicas a expensas de las tradicionales. La demostración científica de este hecho (con transgenes del maíz) fue realizada en cultivos en la sierra de Oaxaca, México (37); este estudio fue cuestionado por diferentes investigadores (38,39); sin embargo, investigaciones posteriores ratificaron ampliamente los hallazgos (40,41) y en la actualidad está totalmente aceptada la existencia de contaminación por polen a variedades locales en México (43,44). También pudo conocerse que quienes cuestionaban la validez de estas investigaciones, ocultaban su filiación a laboratorios subsidiarios de las empresas productoras de los transgénicos (45). Ulteriores estudios dieron lugar a evaluar la complicada situación de los cultivadores mexicanos ante la presencia de los transgenes en un país en el que el maíz es de alta importancia para la seguridad alimentaria (46,47,48).

La polinización contaminante tiene especial gravedad para nuestro país en el caso del maíz, ya que puede significar la pérdida de un valioso patrimonio genético por ser Bolivia uno de los centros de origen y diversificación. Para fundamentar esto último, se debe recordar que uno de los criterios mayores para definir los centros de origen y/o diversificación de una especie es el numero de variedades o razas de la misma, adaptados en una región; bajo este criterio, al tener Bolivia 77 razas, Perú 66 y México 59 (49) es amplia la posibilidad del origen centro-andino de este cereal; lo que si queda claro es que en esta región se realizó el mayor proceso de diversificación del maíz en el mundo. Por tanto, se esperaría que en caso de sembrarse maíz transgénico, por efecto de la contaminación polínica, en lapsos relativamente cortos se afecte el genoma de todas las variedades cultivadas y silvestres -o sea, de la especie- con lo que las características de origen podrán ser modificadas. Esto, a su vez, tiene diferentes connotaciones culturales y sociales ya que se afecta el producto del trabajo de centurias en el manejo genético tradicional de los campesinos y pueblos indígenas de América (35). Ante esto, debe recordarse que lo anterior está previsto en el acuerdo de Cartagena que penaliza la siembra de variedades genéticamente modificadas cuando se trata de especies que en el país del que se trate es centro de origen o de diversificación y dispone medidas en contra de la afectación de los procesos agrícolas tradicionales (50,51).

Por su parte, la erosión genética que sobreviene por la tendencia natural de los cultivadores a sembrar una variedad (por sus ventajas comerciales) y olvidar las otras, se constituye en un mecanismo ampliamente reconocido de pérdida de agro-biodiversidad, ya comprobado en otros países (35). Se requieren muchos esfuerzos y gastos para recuperar la siembra de variedades no comerciales, con el objeto de mantener la reserva genética que incluye variedades con diferentes ventajas y potencialidades. Entre estas potencialidades destacan aquellas que pueden permitir enfrentar las, cada vez más frecuentes, eventualidades que emergen a consecuencia, tanto del cambio climático como de las necesidades de salud en la población (nutracéuticos o alimentos con actividad medicinal). Tal situación fue reflejada en eventos recientes en Bolivia (52).

Es importante destacar que los procedimientos de aplicación del herbicida -particularmente en los grandes monocultivos en los que la fumigación es por avión- constituyen mecanismos de contaminación a personas, especies vegetales (se eliminan todas las que entran en contacto), animales macro y microscópicos, y microorganismos (bacterias, hongos, protozoarios) que habitan y dan vida al suelo, por lo que también se afecta el agua para el riego que arrastra el agente químico a los acuíferos superficiales y profundos. En este orden, la pérdida de biodiversidad en áreas colindantes a los cultivos implica la disminución de los beneficios que otorgan los llamados Servicios Ecosistémicos; entre estos se puede mencionar la disminución de la captura de agua ambiental (con lo que se da lugar a procesos de disminución de humedad y sequía), la eliminación de biocontroladores naturales (especies que en su alimentación se incluyen a otras especies que son potencialmente peligrosas si exceden en cantidad en un ámbito dado), polinizadores, etc. Estos efectos pueden ser producidos tanto por la toxina Bt como por el glifosato y sus aditivos (53,54,55,56,57,58,59,60). Tal afectación en algunos casos es mayor por los restos de las plantas Bt que por los propios pesticidas que usan los agricultores (61).

Todo lo anterior se refuerza por la práctica de siembra que acompaña al paquete tecnológico que se compra con los transgénicos: la promoción del monocultivo extensivo que elimina linderos de bosque y otros restos de la biodiversidad local, lo cual en ocasiones puede conducir a la aparición de diversas plagas, con lo que se revierte el propósito al que se pretendía llegar (62). Por su lado, la afectación de especies animales por el herbicida también ha sido reportada (12). Asimismo, la esterilización del suelo por afectación de la microflora ha sido denunciada en diferentes foros en los que se ha destacado la necesidad de utilizar montos crecientes de fertilizantes para mantener su productividad. Por su parte, la presencia de ADN de las variedades transgénicas en el suelo de áreas ya cosechadas ha sido demostrada (56), con lo que puede preverse la posibilidad de que las bacterias del suelo puedan incorporar los genes extraños y transferirlos a otras plantas y microorganismos, lo que incrementaría los riesgos de contaminación horizontal.

No obstante todo lo anterior, en varios ámbitos científicos se valora ampliamente el avance tecnológico que significan los organismos genéticamente modificados en la perspectiva de una producción ampliada con un menor uso de pesticidas (66,67); interesantemente estas posiciones argumentan "el poco daño" que se puede ocasionar con estos productos al ecosistema local, lo cual es comprensible si se considera que en las regiones en las que reivindican su uso no existen las especies en cuestión (maíz y soya) como patrimonio genético (Alemania y Brasil), y la afectación a otros seres vivos no es tan importante como lo que puede significar el interés económico para cada región.

Efectos sobre el rendimiento de la producción

Con relación al rendimiento en la producción, se asume que éste es mayor en el maíz transgénico por su resistencia al gusano barrenador (Ostrinia nubilabis) y al cogollero (Spodoptera frugiperda). Sin embargo, estudios recientes hechos en Argentina (68) demuestran que el rendimiento sí se eleva, respecto a su isotipo, pero de manera no significativa (3%) y es menor respecto a otras variedades híbridas no transgénicas. Por lo demás, existen en el mercado local de productos e insumos orgánicos agentes bioreguladores que controlan a estas plagas (metarrizium y el propio Baciillus turingensis pero sólo fumigado, no incorporado en el alimento) los cuales se producen en Bolivia (e, inclusive, se exportan a la Argentina) y controlan en la actualidad miles de Has. de producción orgánica (69). Por su parte, el Instituto de Innovación Agropecuaria y Forestal INIAF) ha conseguido semillas de rendimiento mayor a las semillas del maíz transgénico (70) que ya se están reproduciendo y bien puede ser utilizada en las siguientes siembras. Todo lo anterior muestra que la soberanía alimentaria (no dependencia del exterior), que incluye la necesidad de producir nuestra semilla, esta abiertamente enfrentada a la siembra de alimentos transgénicos ya que la semilla de éstos debe ser necesariamente comprada para cada cosecha. Esto significa estricta dependencia de un paquete tecnológico que, además de la semilla y el herbicida, incluye todo un modo de producción que no solo no condice con lo que siempre ha realizado un pequeño productor, sino que lo introduce en un nuevo esquema abiertamente contradictorio a sus conocimientos ancestrales, que son los responsables de la conservación y expansión de la agro-biodiversidad de la cual disfruta actualmente el mundo. Por lo demás, si el productor utiliza unidades reproductivas sin pagar, puede ser enjuiciado. Esto mismo puede ocurrir si se contamina involuntariamente el maíz convencional y en él se encuentran genes de las semillas transgénicas, tal como lo muestran ejemplos ocurridos en México y en España (34,35).

En otro orden, debe hacerse notar que la persistencia del herbicida en el suelo favorecida por las condiciones de sequedad y pH (propias de nuestros suelos) afecta drásticamente a los cultivos rotacionales (71), tal circunstancia tampoco es compatible con las prácticas tradicionales de cultivo.

Por último, será importante anotar que la C.P.E. en su Art. 409 define que la importación de organismos transgénicos debe ser regulada por ley, lo que significa que se debe instaurar un amplio proceso de consulta para formular la norma que, si es el caso, pueda amparar la importación de maíz transgénico. En tanto esto no ocurra, está vigente el Reglamento de Bioseguridad (que tiene rango de ley al ser parte de los componentes de nuestro país en el Acuerdo de Cartagena) que establece que, al existir elementos que muestren falta de inocuidad para las personas o para el ecosistema, el Estado debe adscribirse al principio de precaución que constituye una prerrogativa de cualquier país. Asimismo, es necesario recordar que, la afectación del patrimonio genético por este tipo de productos, es un hecho que contradice ampliamente la recientemente aprobada Ley de la Madre Tierra (Art. 7.2) y todo lo estipulado en las Decisiones de la Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra ocurrida en Tiquipaya, Cochabamba. También entra en conflicto con la Ley de Regulación y Promoción de la Producción Agropecuaria y Forestal no Maderable Ecológica, y con el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA), del cual Bolivia es signataria. También será importante hacer notar que al ser el maíz un producto que, en su fenotipo actual en sus centenas de variedades, ha sido logrado a lo largo de centurias por nuestros antepasados indígenas, su defensa seguramente será liderada por estos pueblos y sus dirigentes, en contra de todo interés económico vinculado a las transnacionales de las semillas, interés que (como se vio antes) ha estado siempre presente, de manera abierta o solapada, en todos los procesos de que promueven el negocio de los transgénicos a través de acuerdos con entidades locales. Afortunadamente el presidente de ANAPO (entidad que por alguna razón aún no explicable tiene que ver con la solicitud de siembra de maíz transgénico) es de raíz indígena, lo que, se espera, balanceara el debate a favor de nuestro patrimonio genético, más aun si existen argumentos científicos que muestran ampliamente la peligrosidad del paquete que se pretende introducir. www.ecoportal.net

Roger Carvajal Saravia es Investigador Emérito de la UMSA, Dr.(Ph.D.) en Ciencias Biológicas y Biomédicas (Biología Molecular) y fue Viceministro de Ciencia y Tecnología

La Razon – Bolivia http://www.la-razon.com - Junio 2011

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24) Hardell L, Eriksson M. A case-control study of non-Hodgkin lymphoma and exposure to pesticides. Cancer. 1999 Mar 15;85(6):1353-60.

25) Hardell L, Eriksson M, Nordstrom M. Exposure to pesticides as risk factor for non-Hodgkin's lymphoma and hairy cell leukemia: pooled analysis of two Swedish case-control studies. Leuk Lymphoma. 2002 May;43 (5):1043-9.

26) Eriksson M, Hardell L, Carlberg M, Akerman M. Pesticide exposure as risk factor for non-Hodgkin lymphoma including histopathological subgroup analysis. Int J Cancer. 2008 Oct 1;123(7):1657-63.

27) McDuffie HH, Pahwa P, McLaughlin JR, Spinelli JJ, Fincham S, Dosman JA, Robson D, Skinnider LF, Choi NW. Non-Hodgkin's lymphoma and specific pesticide exposures in men: cross-Canada study of pesticides and health. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2001 Nov;10(11):1155-63.

28) De Roos AJ, Zahm SH, Cantor KP, Weisenburger DD, Holmes FF, Burmeister LF, Blair A Integrative assessment of multiple pesticides as risk factors for non-Hodgkin's lymphoma among men. Occup Environ Med. 2003 Sep;60(9):E11

29) De Roos AJ, Blair A, Rusiecki JA, Hoppin JA, Svec M, Dosemeci M, Sandler DP, Alavanja MC.Cancer Incidence among Glyphosate-Exposed Pesticide Applicators in the Agricultural Health Study. Environmental Health Perspectives. January 2005; 113 ; 1

30) John Acquavella, Ph.D. Donna Farmer, Ph.D., Monsanto Company. St. Louis, Missouri. Mark R. Cullen, M.D.. Yale Occupational and Environmental Medicine Program. Yale University School of Medicine. New Haven, Connecticut [Dr. Cullen is a paid consultant to Monsanto Company on occupational and environmental health issues.] Correspondence. A Case–Control Study of Non-Hodgkin Lymphoma and Exposure to Pesticides Author Reply Lennart Hardell, M.D., Ph.D. Department of Oncology. Orebro Medical Center. Orebro, Swede. Mikael Eriksson, M.D., Ph.D. Department of Oncolog, University Hospital. Lund, Sweden American Cancer Society pp 729,;.1999

31) Donna R. Farmer,Product Safety Center, Monsanto Company.St. Louis, Missouri.Timothy L. Lash.Boston University School of Public Health. Boston, Massachusetts. John F. Acquavella. Product Safety Center, Retired. Monsanto Company. St. Louis, Missouri. T.L.L. works as a consultant to Monsanto. Correspondence: Glyphosate Results Revisited ; :De Roos et al. Respond. Anneclaire J. De Roos and Megan A. Svec. Aaron Blair, Jennifer A. Rusiecki, Mustafa. Dosemeci, and Michael C. Alavanja.. Jane A. Hoppin and Dale P. Sandler. Environmental Health Perspectives VOLUME 113 | NUMBER 6 | June 2005

32) George J, Prasad S, Mahmood Z, Shukla Y. Studies on Glyphosate-induced carcinogenicity in mouse skin: a proteomic approach. J Proteomics. 2010 Mar 10; 73(5):951-64

33) Koch M., Strobel Egbert, Christoph C. T., Heritage J, Breves G and Huber K. Transgenic maize in the presence of ampicillin modifies the metabolic profile and microbial population structure of bovine rumen fluid in vitro British Journal of Nutrition. 2006, 96, 820–829

34) Carvajal R., Boric V. y Zeballos C. en representación de la Universidad Boliviana y del Ministerio de Salud, respectivamente, hicieron notar en las reuniones del comité de Bioseguridad que se requerían otros estudios además de los de Monsanto, los mismos que deberán hacerse en la universidad. Esto se menciona en el Decreto de aprobación, como condición para ratificar la autorización, pero dichos estudios nunca se realizaron.

35) Cooney, Rosie, The Precautionary Principle in Biodiversity Conservation and Natural Resource Management. IUCN Policy and Global Change Series No. 2, 2004

36) Mikkelsen, T.R., Andersen, B. and Jorgensen, R.B., The risk of crop transgene spread. Nature 1996. 380, 31.

37) Izquierdo R, Belmonte J, Avila A, Alarcón M, Cuevas E, Alonso-Pérez S.Source areas and long-range transport of pollen from continental land to Tenerife (Canary Islands). Int J Biometeorol. 2011 Jan;55(1):67-85. Epub 2010 Mar 24.

38) Comisión para la cooperación ambiental de América del norte Maíz y biodiversidad: Efectos del maíz transgénico en México. Informe del Secretariado conforme al artículo 13 del ACAAN. 31 de Agosto de 2004.

39) Xan.Martinez El maiz transgenico en Aragón contamina los cultivos ecológicos. 7 de agosto de 2008. http://www.cooperativaxoaninha.org/....

40) Quist D, Chapela IH. Transgenic DNA introgressed into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico. Nature. 2001. 414: 541–543

41) Metz M, Fütterer J.Biodiversity (Communications arising): suspect evidence of transgenic contamination. Nature. 2002 Apr 11;416(6881):600-1; discussion 600, 602.

42) Christou P. No credible scientific evidence is presented to support claims that transgenic DNA was introgressed into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico. Transgenic Res. Letters to Editor; 2002 Feb;11(1):iii-v. .

43) Ezcurra E, Ortı´z S, Soberón MJ (2002) Evidence of gene flow from transgenic maize to local varieties in Mexico. In: Roseland CR, ed. LMOs and the Environment: Proceedings of an Internacional Conference. Paris: OECD. Pp 289–295.

44) Cleveland DA, Soleri D, Cuevas FA, Crossa J, Gepts P.Detecting (trans)gene flow to landraces in centers of crop origin: lessons from the case of maize in Mexico. Environ Biosafety Res. 2005 Oct-Dec;4(4):197-208; discussion 209-15. Epub 2006 Jun 22.

45) Serratos-Hernández JA, Islas-Gutiérrez F, Buendía-Rodríguez E, Berthaud J.Gene flow scenarios with transgenic maize in Mexico. Environ Biosafety Res. 2004 Jul-Sep;3(3):149-57.

46) Piñeyro-Nelson A, Van Heerwaarden J, Perales HR, Serratos-Hernández JA, Rangel A, Hufford MB, Gepts P, Garay-Arroyo A, Rivera-Bustamante R, Alvarez-Buylla ER.Transgenes in Mexican maize: molecular evidence and methodological considerations for GMO detection in landrace populations. Mol Ecol. 2009 Feb;18(4):750-61.

47) Dyer GA, Serratos-Hernandez JA, Perales HR, Gepts P, Pin˜ eyro-Nelson A, et al.) Dispersal of Transgenes through Maize Seed Systems in Mexico. PLoS ONE 2009.4(5): e5734.

48) Worthy K,. Strohman RC &. Billings PR. Conflicts around a study of Mexican crops Nature 2002, 27 June.417, 897

49) Acevedo Francisca, Huerta Elleli, Burgeff Caroline, Koleff Patricia & Sarukhán José Is transgenic maize what Mexico really needs? Nature Biotechnology 2011. January 29, 23–2410.

50) Dyer George A. and Taylor J. Edward A crop population perspective on maize seed systems in Mexico_ PNAS 2008, January 15, vol. 105 no. 2 p.470–475.

51) Raven Peter H. Transgenes in Mexican maize: Desirability or inevitability? PNAS _ 2005,September 13, vol. 102 no. 37 p. 13003–13004

52) Hernandez Serratos J.A. El origen y la Diversidad del Maiz en el Continente Americano" Universidad Autonoma de la Ciudad de México/ Ed. Greenpeace 2009

53) Montoro Ymelda y Vélez Germán Los centros de origen y de diversidad, deben ser regiones libres de transgénicos.30/03/08http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Biodiversidad

54) Herrera Juan A. et al. el Protocolo de Cartagena y la conservación del medio ambiente en la era de la biotecnología, Revista Desarrollo Local Sostenible. Vol 2, Nº 5 (junio 2009)www.eumed.net/rev/delos/05

55) PROIMPA Y BIODIVERSITY entidades dedicadas a la agro-biodiversidad han propiciado un taller para definir estrategias para la conservación de los recursos de la agro-biodiversidad, particularmente de las variedades no comerciales, incentivando su siembra en las comunidades que, al margen de toda política agrícola, realizan desde siempre la conservación in situ del patrimonio genético de Bolivia, sin ningún tipo de reconocimiento. Abril,2011, Hotel Presidente,La Paz, Bolivia

56) Castaldini, A.. Turrini M,. Sbrana C,. Benedetti A, Marchionni M., Mocali S., Fabiani A., Landi S., Santomassimo F., Pietrangeli B., Nuti M. P., Miclaus N., and Giovannetti M.Impact of Bt Corn on Rhizospheric and Soil Eubacterial Communitiesand on Beneficial Mycorrhizal Symbiosis in Experimental Microcosms. APPLIED AND ENVIRONMENTAL MICROBIOLOGY, Nov. 2005, p. 6719–6729 begin_of_the_skype_highlighting 6719–6729 end_of_the_skype_highlighting

57) Levy-Booth DJ, Gulden RH, Campbell RG, Powell JR, Klironomos JN, Pauls KP, Swanton CJ, Trevors JT, Dunfield KE. Roundup Ready soybean gene concentrations in field soil aggregate size classes. FEMS Microbiol Lett. 2009 Feb;291(2):175-9.

58) Hassan, S.A. et al.. Results of the fourth joint pesticide testing programme carried out by the IOBC/WPRS-Working Group "Pesticides and Beneficial Organisms." J. Appl. Ent. 1988. 105:321329.

59) Brust, G.E.. Direct and indirect effects of four herbicides on the activity of carabid beetles (Coleoptera: Carabidae). Pestle. Sci. 1990.30:309-320.

60) Mohamed, A.I. et al.. Effects of pesticides on the survival, growth and oxygen consumption of Hemilepistus reaumuri (Audouin & Savigny 1826) (Isopoda Oniscidea).Trop. Zool. 1992.5:145-153.

61) Wan, M.T.,. Watts R.G, and. Moul D.J. 1989. Effects of different dilution water types on the acute toxicity to juvenile Pacific salmonids and rainbow trout of glyphosate and its formulated products. Bull. Environ. Contam. Toxicol. 43:378385.

62) Neskovic N K, Poleksić V, Elezovíc I, Karan V, Budimir M Biochemical and histopathological effects of glyphosate on carp, Cyprinus carpio L. Bull. Environ. Toxicol. Chem. 1996. 56:295-302.

63) MacKinnon, D.S. and. Freedman B. Effects of silvicultural use of the herbicide glyphosate on breeding birds of regenerating clearcuts in Nova Scotia, Canada. J. Appl. Ecol. 1993. 30(3):395-406.

64) Marvier M, McCreedy Chanel, Regetz J, Kareiva P. A Meta-Analysis of Effects of Bt Cotton and Maize on Nontarget Invertebrates. Science 2007;316, 1475

65) Xie Lai. Asocian algodón Bt con proliferación de plaga agrícola. 14 may 2010http://www.scidev.net/es/agriculture-and-environment/news

66) Agne`s Ricroch Æ Is the German suspension of MON810 maize cultivation scientifically justified? LETTER TO THE EDITOR Transgenic Res (2010) 19:1–12

67) Reis, L F. Van Sluys M A,. Garratt R C,. Pereira H M, and. Teixeira M M. GMOs: building the future on the basis of past experience Anais da Academia Brasileira de Ciências (2006) 78(4): 667-686

68) Sosa, M. A. et al. Impacto del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda Smith) en maíces Bt en el norte santafesino. Memorias de la Reunión de C yT de Octubre 2004. Universidad de Resistencia Chaco. Facultad Ciencias Agrarias.

69) En el mercado existen productos tales como Probiomet (Metarrizium) Bacillus turgensis que controlan el barrenador y el cogollero del maíz. Estos productos son aplicados de manera creciente a la producción orgánica en diferentes regiones de Santa Cruz.

70) Ayala C., Vino B. Reportes recientes del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) dan cuenta de las investigaciones de diversas variedades de maíz de alto rendimiento y de otras variedades que está en planes de producción. Según el INIAF el rendimiento por hectárea de la semilla de maíz depende de muchos factores, los rendimiento para maíz amarillo durante la gestión 2010 fueron de 2,4 tn/ha y para maíz choclero de 2,9 tn/ha. Sin embargo, se viene multiplicando semilla de una nueva variedad de maíz amarillo "Taiguaty", que en condiciones favorables llega a un rendimiento de 3,5 tn/ha. El híbrido "Conquistador" del cual se viene reproduciendo sus antecesores paternales, en una primera fase, el mismo que en condiciones favorables puede alcanzar un rendimiento de 5,0 tn/ha. Por tanto, el rendimiento supuesto para el maiz transgnico 4 ton/ha., es facilmete superable por las variedades locales.

71) Compendium of Corn Diseases. The American Phitopathological Society. Ediciones Multiprensa. España 2004 pp69





Fuente:


http://ahau63.blogspot.com/2011/06/transgenicos.html





26 de junio de 2011

Modelo de los Agronegocios: Tierra del Fuego y el Glifosato



Tierra del Fuego: El glifosato y las elecciones

No es que la soja haya llegado hasta el sur de la Argentina. Aún así, pronto la provincia más austral podrá convertirse en la tierra del glifosato. Esto, si se concreta un proyecto para que se produzcan distintos tipos de agroquímicos, aprobado recientemente por el Estado Nacional.


Bertone con la Ministra de Industria Giorgi. Su web sólo difunde la fabricación de tecnología digital.

Hoy se eligen gobernador, vicegobernador y 15 legisladores provinciales en Tierra del Fuego. Esta semana, a su vez, trascendió la noticia que la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación aprobó el proyecto productivo de la empresa Tecnomyl para la producción de plaguicidas, entre los que se encuentra el glifosato. El anuncio fue hecho por la actual gobernadora Fabiana Ríos, quien también se postula para una posible reelección por el PSP, a la vez que el proyecto fue apoyado por la diputada y también candidata, Rosana Bertone del FpV. Según las encuestas, ambas figuras -alineadas con la Presidenta- irían a un balotaje el 3 de julio.

Glifosato en Tierra del Fuego. En el año 2007, la empresa Tecnomyl se instaló en el parque industrial Las Violetas en las inmediaciones de Río Grande. La candidata Bertone junto al intendente de Río Grande, el radical Jorge Martín, apoyaron y solicitaron a la Secretaría de Industria la autorización para la concreción de su proyecto. Crónicas Fueguinas, en un artículo de junio de 2008, informó que fue la propia Tecnomyl quien solicitó a dichas autoridades que intercedieran para lograr la aprobación de la Secretaría. El proyecto fue presentado por la Unión Industrial Fueguina.

El por qué de la demora se debió principalmente a que la empresa ATANOR, una de las principales productoras de glifosato del mundo, junto  la Cámara de la Industria de Fertilizantes y Agroquímicos, se oponían al proyecto debido a que se le otorgarían a Tecnomyl beneficios aduaneros. La resolución de la Secretaría, que hace posible el funcionamiento de la planta de agrotóxicos, especifica que se objetaba la autorización debido a que el proyecto de no significaba un cambio sustancial a la industria del país.¿Por qué se le dio el visto bueno 4 años después? Los medios locales, como Diario del Fin del Mundo, hablan de una presunta asociación de las dos empresas.

Tecnomyl se presenta en su página como "la empresa líder en formulación y comercialización de agroquímicos en Paraguay", el centro de lo que se conoce como la "República Unida de la Soja". Desde su información institución, aclaran que buscan "expandir su negocio a países como Brasil, Argentina", algo que se concreta con este proyecto. Su planta principal se encuentra a 40 kilómetros de Asunción. El glifosato fue registrado en 1970 y su patente expiró en 2000, momento desde el cual numerosos laboratorios pueden producirlo como principio activo. De todos modos, su uso más extendido está vinculado con la soja transgénica, que sí es propiedad de la corporación Monsato.

Agrotóxicos en la mira. Lo particular del caso es que el proyecto se demoró no por el pedido de organizaciones ambientalistas sino por una de las mayores productoras del plaguicida. El uso del glifosato es altamente cuestionado en el mundo y, en 2009, salió a la luz el informe realizado por Andrés Carrasco del Laboratorio de Embriología Molecular (Conicet - UBA) que alerta sobre la toxicidad del agroquímico. El investigador había recibido amenazas por parte de empresas dedicadas a los agronegocios. ComAmbientalese año realizó una nota sobre el informe y las discusiones que generó. Página/12 retomó el caso luego de revelaciones de wikileaks.

La noticia de la instalación de Tecnomyl en Tierra del Fuego se dio a conocer tras una denuncia que realizó el militante justicialista Daniel Guereta en 2007 a Crónicas Fueguinas. En ese momento informaba que la empresa había construido cinco galpones en la estancia Las Violetas, ubicado al norte de Río Grande, lugar donde funciona un parque industrial donde en la actual existe presencia de capitales chinos. En la carta dirigida al medio fueguino hace cuatro años se preguntaba con qué criterio se le habían entregado las tierras y cuál era el estudio de impacto ambiental realizado.

El presidente del Consejo Deliberante de la provincia Juan Rodriguez dijo en aquella oportunidad al medio local: "Yo no creo que el gobierno de la provincia haya autorizado la instalación de un fabrica de estas características si el estudio de impacto ambiental no lo permite, entiendo que esta todo en regla y no existe tal peligro como se denuncia porque de lo contrario no se habría instalado ni realizado semejante inversión". Guereta mencionó la peligrosidad que supone la instalación de la productora de plaguicidas para la población de Río Grande.

La resolución 320/11-SIC, que habilita el funcionamiento del proyecto que apoyó Bertone, fue anunciada con orgullo la gobernadora Ríos. La misma establece que "en atención a las particularidades del producto" la empresa debía presentar a la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación un informe que detalle los "tratamientos de residuos de dichos procesos junto con el detalle explícito de todos los sistemas de seguridad que se deberán implementar y un estudio detallado del impacto ambiental que se producen o pueden producir en la zona de radicación". Según la resolución, la empresa entregó dio este paso y deberá cumplir con el plan de gestión de residuos designado, o aquel que apruebe al Provincia. 


Lo que es seguro, es que el apoyo político llegó desde antes de realizada la evaluación de impacto ambiental y fue amplio, entre todas las figuras alineados con la Presidenta Cristina Kirchner. No sólo de las candidatas principales, la gobernadora Ríos y la legisladora del FpV Bertone. En su momento, también el senador José Martínez, candidato a gobernador por Nuevo Encuentro de Sabbatella, apoyó el emprendimiento para "dar un desarrollo estratégico a la región".  Queda entonces la reflexión sobre qué modelo eligen  los candidatos a gobernación de la Provincia.

Protestas contra glifosato y la doble vara. Informada de esta situación, la organización ambientalista Mane´kenk impulsa declaraciones de protesta: "Si la provincia permite la fabricación del glifosato, seremos cómplices de esto", mencionan haciendo referencia a un comunicado de la campaña Paren de Fumigar. Por su parte, el ingeniero Claudio Lowy llevó a cabo una huelga de hambre de diez días para pedir al Ministerio de Agricultura de la Nación que reconsidere la metodología para clasificar los agroquímicos. La Red Nacional de Acción Ecologista, junto al propio Carrasco, apoyó la convocatoria ante la "indiferencia de los funcionarios".
Mientras tanto, desde Diario Registrado, de la productora de 678, se difundió la noticia "el glifosato y lo que no publican los grandes medios". Hace referencia a un informe del Huffington Post, titulado “El herbicida más vendido causa defectos de nacimiento según los científicos”. Con la misma preocupación, sería saludable que los medios oficialistas también se difundieran la participación del propio gobierno nacional en el modelo de los agronegocios. Algo que en su línea editorial parece reservado a las figuras de la oposición, como el gobernador de Santa Fe Hermes Binner, quien expresó que "hay que desmitificar" el glifosato. El panorama, como se ve ahora en Tierra del Fuego, es más problemático aún.
Ver también:
ComAmbiental: "Otra vez Arroz: La Leonesa, también frente a los agrotóxicos que contaminan el agua" (27/4/2011)


25 de junio de 2011

Contemplando los últimos bosques



La tierra de los argentinos va perdiendo inexorablemente sus preciosas regiones ecológicas. La mirada productivista no ha podido saciar su sed de acumulación y renta en las fértiles pampas centrales y, desde hace ya algunos años, avanza aceleradamente sobre los bosques, montes y selvas que son desmontados sistemáticamente para destinar los sagrados territorios de la diversidad, a las imposiciones del modelo agroexportador que nos agobia.

En las provincias del Norte argentino, venimos resistiendo en los últimos años el avance de las topadoras y las cadenas que arrasan el monte y la selva , luchando por llenar de contenidos las diferentes Leyes de protección , de mitigación y de conservación de nuestro patrimonio boscoso, ya deteriorado por la impiadosa explotación forestal y el monocultivo industrial. Tal resistencia alentó la promulgación por el Congreso Nacional de una Ley de Protección de los bosques Nativos, que, creímos, conduciría a una nueva relación del hombre argentino con los ecosistemas regionales.
La frustración es grande, la Ley sólo ha servido para encubrir los mayores desmontes y saqueos de que se tenga memoria, empujando la frontera agroindustrial sobre los delicados equilibrios vitales del monte chaqueño y la selva de Yungas.
Decíamos de la insuficiencia de pintar de color rojo a muy pequeñas zonas ya preservadas por leyes anteriores y a las altas cuencas inaccesibles para la explotación comercial o improductivas desde la óptica del modelo extractivo.
Advertíamos la falacia de pintar de amarillo, zona de reserva para nuevos apoderamientos, inmensas extensiones que aún contenían un patrimonio biológico sustancial, y que aguardan expectantes la llegada de los ecocidios anunciados.
La zonificación verde consagró el despojo sobre extensos territorios a los que se les dio el empuje para terminar con el pedemonte aún en pie y las planicies de monte chaqueño, ya expoliadas por años de extracción irracional.
Hoy asistimos a otro indetenible avance, con la sanción de los Planes de Ordenamiento Territorial, en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán. Los POT fueron apurados por los gobiernos provinciales y las corporaciones empresarias con el único objeto de reglamentar la distribución del saqueo en vistas a recibir la ayuda financiera que la Ley contempla, para lo cual las respectivas Legislaturas provinciales debieron aprobar casi sin cuestionamientos los proyectos enviados por los poderes ejecutivos a fuer de quedar excluídos de los ingentes dineros que se distribuyen a las provincias que ya aceptaron el mecanismo de reparto.
Los dineros comenzaron a llegar y, como se preveía, beneficiaron a los poderosos, a los dueños de la tierra, a los grandes latifundistas y empresas que pudieron cumplir con los complicados mecanismos de maquillar de verde sustentable los proyectos productivos. La lista de beneficiarios es la esperada, los amigos del gobierno, los testaferros del poder empresario y los enclaves industriales exportadores que, con la inestimable ayuda de las ONG ambientalistas ya conocidas, lograron la increíble hazaña de beneficiarse con dineros del Estado Nacional, por destruir lo que aún queda en pie, eso sí, respetuosos del ambiente sustentable y obedientes a la vocación de brindar servicios ambientales.
Los escándalos que se sucedieron en Salta y Tucumán en el reparto de los mecanismos financieros a los allegados del poder, van a repetirse seguramente en Jujuy, donde ya conocemos algunos nombres de los que presentan sus impecables Planes de Manejo y Conservación.
Como de costumbre, los pequeños productores, las comunidades originarias, los criollos empobrecidos y sin titularidades a la vista, quedan fuera inevitablemente de esta concertación planificada y no les llegará el derrame de la limosna monetaria.
La Reglamentación nos hace recordar cuando ante los reclamos de los pueblos originarios por el derecho a sus territorios ancestrales, se les pedían amén de las titulaciones y los impuestos e inscripciones nacionales y provinciales, el relevamiento fotométrico, la proyección satelital y tantas otros mecanismos, casi imposibles de cumplimentar por los humildes, como la forma más acabada del despojo.
Los que están trabajando febrilmente son los Consultores de Estudios de Impacto Ambiental y los Contadores encargados de la certificación de impuestos y tasas. Muchos han dejado a un lado sus discursos ambientales para facturar holgadamente los intrincados laberintos de las inscripciones y pagos de la AFIP, las Libres Deudas , los Proyectos de Formulación y los Planes Operativos Anuales, los Ordenamientos Prediales y las fotometrías o aproximaciones satelitales que adornan el enjendro burocrático.
Lejos de los escritorios el ruido de las topadoras no cesa, los inmensos árboles van cayendo, los pequeños animales huyen hacia la espesura y la tierra se aplasta en un color grisáceo bajo un horizonte de nubes de polvo que tapan el sol.
Los últimos pobladores buscan refugio en los cordones suburbanos de hacinamiento y sobrevida, alentando la amargura de aceptar algún plan social de contención o las miserias del empleo temporario.



Fuente:
http://argentinacontaminada.blogspot.com/
http://www.copenoa.com.ar/Contemplando-los-ultimos-bosques.html





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