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2 de octubre de 2017

“Los argentinos están muy intoxicados por el glifosato”



Marie Monique Robin, la autora del documental “El mundo según Monsanto” está trabajando en un nuevo film de investigación sobre los efectos nocivos del glifosato, el herbicida con el que se riegan millones de hectáreas de campos argentinos.

Marie-Monique Robin está vinculada con la Argentina desde hace muchos años. Esta periodista de investigación, cineasta y escritora francesa, nacida en 1960, es la autora del libro y el documental Escuadrones de la Muerte, la Escuela Francesa (2003), que comprobó que los métodos empleados por los militares argentinos durante la dictadura 1976-1983 se basaron en técnicas que las Fuerzas Armadas francesas aplicaron en Argelia. Robin llegó hace unas semanas nuevamente invitada por el Festival Internacional de Cine Ambiental (Finca), organizado por el Instituto Multimedia DerHumALC, y estuvo presentando una retrospectiva de sus trabajos audiovisuales más importantes vinculados con el medio ambiente, entre los que sobresale “El mundo según Monsanto”, que generó una bisagra en la concientización de la gente respecto al daño que causan a los seres humanos y a los animales los agroquímicos empleados por empresas multinacionales. El tercer motivo por el que Marie-Monique Robin está en la Argentina es que está filmando un documental y escribiendo un libro de investigación –ambos sin título por ahora– sobre los efectos nocivos del glifosato, el herbicida más famoso con el que se riegan millones de hectáreas de campos argentinos y que provoca severos efectos nocivos para la salud.

“El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo, sobre el cual hay una gran polémica en este momento, después de que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer que depende de la OMS clasificó al glifosato como cancerígeno probable”, cuenta Robin en diálogo con Página/12. Y amplía: “Aquí se utilizan también genéricos porque la patente que tiene Monsanto cayó en 2000 y, entonces, ahora hay otros que hacen herbicidas basados en glifosato”.

La periodista y cineasta comenta que hay muchos estudios que demuestran que el glifosato produce cáncer en los animales. “Cuando eso sucede, sabemos que produce cáncer en los humanos también. Hay una gran polémica porque el glifosato es el herbicida más utilizado del mundo y está muy ligado a los transgénicos, los organismos genéticamente modificados, como es el caso de la soja en la Argentina”, afirma Robin. Y brinda un dato contundente: “Hay 21 millones de hectáreas de soja transgénica fumigadas con glifosato”. Cada diez años, en Europa y Estados Unidos se realiza un estudio a través del cual los productores de herbicidas tienen que volver a pedir la autorización de comercialización. “Eso estaba previsto para 2015 en Estados Unidos y Europa. Normalmente es un proceso automático por el que miran un poquito y mantienen las cosas, pero en este caso no ha sido posible porque hay muchos estudios de científicos independientes que demuestran que el glifosato es altamente tóxico y muy peligroso para la salud y el medio ambiente. Hay mucha presión para autorizarlos y tampoco han dicho que lo van a prohibir. No dicen ni que sí ni que no”, explica Robin.

–¿Eso implica un cambio?

–Es muy interesante porque eso significa que por primera vez hay un debate muy fuerte. El problema es que, con respecto al glifosato que se utiliza aquí, los datos son totalmente increíbles: según un informe de 2012 (que es el último que se tiene) se calculó que por el consumo que se da en la Argentina son 300 millones de litros de glifosato en todo el país. Eso significa que son 5 litros para cada argentino por año. Es la mayor tasa del mundo. Los argentinos están totalmente intoxicados por el glifosato. Estuve en Estados Unidos para entrevistar a los científicos que trabajan sobre esto. Pero aquí también hay muy buenos científicos. Dentro de los mil estudios que revisó el CIIC de la OMS fueron seleccionados veinte argentinos. Y los entrevisté. Uno de ellos fue Andrés Carrasco, que ya murió y que fue víctima de una campaña de difamación aquí, pero que es considerado afuera como uno de los grandes científicos argentinos. El contribuyó largamente a entender cómo el glifosato provoca malformaciones congénitas con un modelo con anfibios. Por otra parte, la semana pasada estuve en Chicago filmando una conferencia sobre el autismo. Y algunos científicos han hecho una relación entre la exposición al glifosato y el autismo.

–¿Por qué cree que en la Argentina se produce esta situación?

–En el libro El mundo según Monsanto escribí sobre cómo fue posible aquí, menciono la crisis del 2001 y antes de esto Monsanto quería difundir la soja transgénica. En el 96 empezó en Estados Unidos, después quisieron venir a América latina. En principio, la idea era Brasil pero no pudieron porque allí dijeron: “No, necesitamos una ley que no hay”. Entonces, Monsanto vino a la Argentina en la época del presidente Menem que… Bueno, ¿entiende lo que quiero decir? Los transgénicos llegaron aquí sin que nadie se diera cuenta. Hubo una crisis en Europa por las harinas de animales que se prohibieron y, entonces, se buscaron proteínas vegetales. La Argentina se lanzó hacia esto y fue muy apoyada con lo de la soja transgénica. Recuerdo que en 2005 vine por estos temas (ya había venido antes por la película sobre la dictadura) e hice un documental titulado Argentina, la soja del hambre. Me acuerdo que había entrevistado al agrónomo Walter Pengüe, que era uno de los pocos que decía: “Esto va a ser un problema”. Hablaba de la resistencia de las malezas. Cuando usas siempre glifosato, que es un herbicida muy fuerte, las malezas se adaptan. Y ya en 2005, siete años después de la introducción de los transgénicos acá, me había entrevistado con Pengüe y también con un productor de soja. Me dijeron que se había empezado con los transgénicos con un litro de glifosato por hectárea y en 2005 eran tres porque ya las malezas se habían adaptado. Hoy en día, ¿sabe cuánto? La semana pasada un productor de Entre Ríos me dijo que se utilizan ocho litros por hectárea. Y Pengüe me comentó el otro día que, a veces, son hasta doce litros por hectárea.

–¿Cambió algo desde que estrenó el documental El mundo según Monsanto o todo sigue igual o peor?

–El otro día vino el yerno de Andrés Carrasco. Tenía mi libro, que fue traducido a 22 idiomas. Me pidió si le podía hacer una dedicatoria para la hija de Andrés, porque ese era el libro de Andrés. Me comentó que Andrés le había dicho que el libro le había provocado un click. Cuento esto porque a mucha gente tanto mi documental como el libro El mundo según Monsanto les provocó lo mismo. Pero no cambió nada: cuando vine en 2005 había 16 millones de hectáreas sembradas con soja y fumigadas con glifosato. Hoy en día son 21 millones, pero la concientización de la gente sí se incrementó: de los científicos, de los abogados y de los ciudadanos.

–¿No cree que parte de la ciencia puede estar al servicio de las grandes corporaciones y del poder político?

–En la Argentina, con el dato que comenté de los veinte estudios, es un número importante. Se nota que todo viene de la universidad pública, que hace un gran trabajo porque no tiene ningún interés financiero en los resultados de los estudios, que es el problema con los laboratorios privados que son pagados por la industria. Se ve que hay conflictos de intereses y hasta corrupción. Un epidemiólogo estadounidense me contó que la ciencia que trabaja para la industra privada no publica los estudios porque no quiere que se revisen los datos. Esa es una ciencia prostituida. Y es un gran problema actualmente.

–¿Qué la impulsa a hacer estos documentales de denuncia y de advertencia sobre las problemáticas que se generan en el medio ambiente? ¿Se siente sola en esta batalla?

–No hay muchos periodistas de investigación que hagan esto. Pero me motiva mucho. El impacto del documental El mundo según Monsanto es increíble porque sirvió de verdad a mucha gente, incluyendo políticos: por ejemplo, lo presenté en el Parlamento de París, en el Europeo, en el de Canadá, Japón, también en los de Paraguay y Brasil. El impacto es muy grande y muchas personas de países diferentes me dicen: “Gracias a ese documental o al libro entendí lo que es un transgénico”, porque muchas veces no se sabe. También tengo mucho apoyo. Entonces, me motiva mucho.

–¿Sus documentales apuntan a generar modificaciones en las corporaciones o a que la gente común se entere de quienes ponen en riesgo la vida de la población mundial?

–Soy periodista de investigación y trabajo en lo que hay que investigar. El tema del modelo agroindustrial lo conozco muy bien porque llevo años en esto. Además, soy hija de agricultores. Entonces conozco la agricultura desde adentro.

–Pero su gran objetivo sería que haya una modificación a nivel de las corporaciones, ¿no?

–Sería bueno que los directivos de las multinacionales se dieran cuenta de los daños que están causando. Por eso, con distintas personalidades de la sociedad civil internacional, como el profesor Olivier de Schutter, que fue relator de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, y es un eminente jurista lanzamos una iniciativa: el Tribunal Internacional Monsanto que va a tener lugar en La Haya en octubre de 2016. Yo soy la madrina de ese tribunal.

–¿Cuál es el objetivo?

–En La Haya es simbólico porque está la Corte Penal Internacional. También Monsanto porque es una multinacional típica. Es un ejemplo perfecto de cómo se puede destruir a los ecosistemas y lo que el Papa Francisco llama “la casa común”. Nosotros vimos que si eres una víctima de Monsanto y quieres hacerle un juicio porque tienes un cáncer (la OMS señaló que hay una relación entre un tipo de cáncer y el glifosato), lo que queda es pedir dinero para tener una indemnización por los daños que has sufrido. Nosotros decimos que eso no es suficiente porque hay que mandar a la cárcel a los directivos. En el tribunal habrá jueces de fama internacional que aceptaron participar en él con víctimas, abogados, etcétera. La primera meta es evaluar los daños causados por Monsanto con distintos productos. Y una indeminización que va a ser simbólica porque somos nosotros los que hemos creado el tribunal. Pero va a ser un verdadero tribunal, aunque lo hayamos creado nosotros. El procedimiento será normal. La segunda meta es que los jueces hagan recomendaciones a la Corte Penal Internacional para que se conozca una nueva figura penal: el ecocidio (crimen contra el ecosistema), que no existe todavía. Hoy en día, la Corte Penal Internacional conoce cuatro crímenes: el genocidio, el crimen de lesa humanidad, el delito de agresión y el delito de guerra. Nosotros decimos que actualmente hay numerosos problemas con los ecosistemas, como dice el Papa Francisco: contaminaciones de todo tipo, destrucción de esos ecosistemas, cambio climático. Para todo eso necesitamos un nuevo instrumento legal que permita mandar a la cárcel, una vez comprobado, a los directivos de las multinacionales o sus aliados que son responsables de esas destrucciones. Si hay una acción civil para pedir dinero no les importa nada porque pagan y siguen. Es muy única esta iniciativa y la estamos preparando.

Fuente: Página 12 

RELACIONADO:
Alerta: ¿El glifosato es cancerígeno? Alerta Glifosato: Daños genéticos y cáncer

27 de noviembre de 2015

Peor Que el DDT: Si Consume Esta Sustancia, Se Queda En Su Intestino


Glifosato


Historia Breve

  • El mayor peligro de los alimentos transgénicos podría estar relacionado al aumento en el uso de glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Glifosato de Monsanto, el cual es el herbicida más común en Estados Unidos y resulta ser más tóxico que el DDT. El Roundup puede acumularse y permanecer en la tierra durante años, donde mata a los microbios benéficos y estimula la virulencia de los patógenos
  • Ya que los campos cultivados de forma orgánica no son fumigados con glifosato, aún contienen bacterias benéficas de la tierra, las cuales pueden dificultar que los patógenos en la comida y dentro de ella se multipliquen descontroladamente. Esta podría ser otra razón por la que los alimentos orgánicos son menos propensos a estar contaminados con patógenos que causan enfermedades, en comparación con los alimentos cultivados de forma convencional
  • Cuando se aplica a los cultivos, el glifosato se vuelve sistémico en toda la planta, así que no puede lavarse. Y cuando usted consume el fruto de este cultivo, el glifosato termina en su intestino, donde puede diezmar sus bacterias benéficas. Esto puede causar estragos en su salud, ya que el 80 por ciento de su sistema inmunológico reside en su intestino y depende de un índice saludable de bacterias buenas y malas
  • El glifosato es un fuerte agente quelante, lo que significa que inmoviliza a los micronutrientes fundamentales, por lo que dejan de estar disponibles para la planta. Como resultado, la eficiencia nutricional de las plantas transgénicas (GE) se ve profundamente comprometida. Los micronutrientes como el hierro, manganeso y zinc pueden reducirse hasta entre un 80 y 90 por ciento en la plantas transgénicas


Noviembre 24, 2015

¡Corra la Voz !

Por el Dr. Mercola


El Dr. Don Huber es experto en un área de la ciencia que se relaciona a la toxicidad de los alimentos transgénicos (GE, por sus siglas en inglés).

(Algunos términos alternos a los alimentos transgénicos son genéticamente modificados (GM) u “OMG" por organismo genéticamente modificado).

Sus áreas específicas de capacitación son las enfermedades transmitidas por la tierra, la ecología microbiana y las relaciones entre el huésped y el parásito.

El Dr. Huber también enseñó patología de las plantas, microbiología de la tierra e interacciones microecológicas por su relación con las enfermedades de las plantas, durante 35 años como profesor regular en la Universidad Purdue.

En la primera parte de esta entrevista, el Dr. Huber habló sobre el sorprendente descubrimiento de un nuevo organismo en los cultivos transgénicos – un organismo que ha sido relacionado claramente a la infertilidad y aborto espontáneo en el ganado, caballos, cerdos, borregos y aves que son criadas con alimento transgénico.

En la primera parte comenzamos a hablar sobre los peligros del glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Roundup de Monsanto y su contribución a un nuevo fenómeno conocido como "Síndrome de Muerte Súbita" (SMS).

Aquí, continuamos con el debate sobre el glifosato.
El Herbicida “Biodegradable” Que No lo Era


El reconocimiento público de la toxicidad del glifosato es bastante limitado. El hecho de que Monsanto haya promocionado al Roundup como “ecológico” y “biodegradable” podría tener un poco que ver con esta falta de conocimiento general. (En 2009, un tribunal francés sostuvo dos sentencias anteriores contra Monsanto por publicidad falsa).

El glifosato es en realidad, de muchas formas, similar al DDT, el cual es conocido por causar problemas reproductivos, entre muchos otros.


“Hay algunas similitudes”, dice el Dr. Huber, “…Yo estoy familiarizado con el DDT y con el hecho de que es un compuesto muy difícil de degradar. Principalmente, se degrada biológicamente a través de un proceso que llamamos co-metabolismo... [H]ay muy pocos organismos que puedan utilizarlo como fuente directa de nutrientes.

Hay pocos organismos que puedan utilizar el glifosato como fuente directa de nutrientes, aunque de nuevo, la mayoría de la degradación aparece suceder a través del co-metabolismo. En otras palabras, un organismo simplemente parece producir las enzimas extracelulares que lo degradarán, en vez de que el organismo realmente obtenga algún beneficio de él”.
El Glifosato Permanece en la Tierra y Promueve la Proliferación de los Patógenos que Causan Enfermedades


De acuerdo con el Dr. Huber, el glifosato puede acumularse y permanecer en la tierra durante años. Su permanencia es determinada por la actividad biológica, el pH de la tierra, el contenido de arcilla y qué tan firmemente se aísla o se absorbe en la tierra.

Estas son malas noticias, ya que el glifosato no sólo diezma los microorganismos benéficos en la tierra que son esenciales para la función adecuada de las plantas y la nutrición de alta calidad, sino que también promueve la proliferación de los patógenos que causan enfermedades.


“Los organismos que se estimulan son los patógenos", dice el Dr. Huber. “…todos los organismos de control natural y biológico son muy sensibles a esa concentración de glifosato. Lo que vemos con el fusarium, el cual causa el síndrome de muerte súbita en los frijoles de soya, es que puede ser estimulado por el glifosato…así que encontramos un aumento de [hasta el] 500 por ciento en la colonización de las raíces por este hongo.

Es un patógeno muy serio, son sólo para los frijoles de soya. El fusarium que se encuentra en la mayoría de nuestros cultivos es el mayor organismo generador de enfermedades con el que tenemos que lidiar".

Este aumento del 500 por ciento en la colonización de las raíces por el hongo fusarium sucede incluso en los cultivos de Roundup-ready, ya que la tecnología no ‘anula’ de ninguna forma los efectos del glifosato en la planta.


“Todo lo que hace es que sea posible que esa planta sobreviva y acumule más glifosato. De todas formas cambiamos la ecología de la tierra, la ecología microbiana y…nuestra microbiología intestinal”.

Para resumir rápidamente lo que hemos dicho en la primera parte de esta entrevista, mientras que el glifosato promueve el crecimiento de patógenos más virulentos, también elimina las bacterias benéficas que podrían refrenar a tales patógenos – en la tierra y en el intestino de los animales o humanos que ingieran el cultivo.


“[C]on el glifosato, también vemos una estimulación adicional de la virulencia, así que observamos una mayor capacidad para ocasionar enfermedades, así como la pérdida de los controles biológicos naturales”, dice el Dr. Huber.

Es importante entender que el glifosato se vuelve sistémico en toda la planta, así que no puede lavarse. Está dentro de la planta. Una vez que la consume, termina en su intestino, donde puede causar estragos en su salud, si consideramos el hecho de que el 80 por ciento de su sistema inmunológico reside ahí y depende de un índice saludable de bacterias buenas y malas.
El Glifosato – La Sustancia Química que se ha Utilizado en Mayor Exceso en la Historia del Hombre


Curiosamente, cuando le preguntan cuál toxina preferiría usar si tuviera que elegir entre los dos males, el Dr. Huber dice que optaría sin duda por el DDT por encima del glifosato.


“Muchas de estas sustancias pueden tener un uso muy benéfico. Ciertamente no estoy en contra de las sustancias químicas. Pero tenemos que usar el sentido común. Lo que sucede con el glifosato es que es la sustancia química más utilizada en exceso que hayamos visto en la historia del hombre", dice.

“…Cuando los historiadores futuros escriban acerca de nuestro tiempo, no hablarán sobre las toneladas de sustancias químicas que usamos o que no usamos. Cuando se trate del glifosato, escribirán sobre nuestra disposición a sacrificar a nuestros niños y a poner en peligro nuestra existencia, al amenazar y arriesgar la base misma de nuestra existencia; la sustentabilidad de nuestra agricultura”.

…Esto no significa que no sea reversible...Sino que significa que necesitamos reconocer los problemas, lo que está sucediendo y luego tenemos que hacer cambios".

De acuerdo con el Dr. Huber, actualmente vemos los resultados del experimento masivo basado en la ciencia errónea y en promesas fallidas. Nos hemos zambullido sin el entendimiento básico de lo que estos productos hacen y esto fue tan sólo para apoyar el balance de algunas compañías grandes, como Monsanto. ¡Es una locura!
Suposiciones, Presunciones y Ciencia Equívoca – Todos Potencialmente Mortales


Como se explicó en la primera parte de esta entrevista, el glifosato es un fuerte agente quelante, lo que significa que inmoviliza a los micronutrientes fundamentales, por lo que dejan de estar disponibles para la planta. Como resultado, la eficiencia nutricional de las plantas transgénicas (GE) se ve profundamente comprometida. Los micronutrientes como el hierro, manganeso y zinc pueden reducirse hasta entre un 80 y 90 por ciento en la plantas transgénicas.

¿Alguien sabía que esto podía pasar? Una parte del problema se remonta al hecho de que los científicos de Monsanto realmente sólo buscaban un mecanismo que matara las hierbas. Esto es lo que sucede cuando hacemos suposiciones y nos negamos a revisar dos veces nuestras presunciones.


“Al leer algunos de los primeros documentos puedo ver que se afirma que ‘inhibe la enzima EPSP. El mecanismo de acción real del herbicida es desconocido”, dice el Dr. Huber. “

En 1984, estaba muy bien documentado que la forma en la que mata a las hierbas y a las plantas era al comprometer los mecanismos de defensa, lo que los volvía muy susceptibles a estos organismos transmitidos por la tierra...Es una situación debilitante, más como el SIDA que como un eliminador directo...

Además, ya que ni los humanos ni los animales tienen la ruta shikímoto , se asumía que esta ruta sólo existía en las plantas y en los microorganismos. Por lo tanto, sería seguro para nosotros. También se asumió que las proteínas externas - ya fuera el BT; la proteína del glifosato o ese gen nuevo EPSP de la Agrobacterium – se degradarían fácilmente en el intestino…Eso es un error científico”.
Las Promesas No Cumplidas de los Cultivos Transgénicos


La situación es igual de inquietante en cuanto a la ingeniería genética del cultivo mismo. Muchos expertos han admitido que realmente no entendemos suficientemente la genética como para aventurarnos en este camino y sacarla de control. Porque lo que sí sabemos es que cuando se inserta un gen externo, no sólo se altera una característica – sino que se alteran múltiples cosas y podemos terminar con resultados altamente impredecibles.

La mayoría de las promesas de la industria de biotecnología han resultado ser falsas en cuanto a los alimentos transgénicos (GE). Por ejemplo:
Se supone que los cultivos transgénicos son más resistentes a la sequía, pero resulta que en realidad sucede lo opuesto. Dice el Dr. Huber:

“Se necesita el doble de cantidad de agua para producir una libra de planta de soya de un cultivo de Roundup-ready tratado con glifosato, en comparación con la planta de soya que no se trata con glifosato".
Se supone que los cultivos transgénicos son “mejores” nutricionalmente o al menos "equivalentes” a los alimentos convencionales, pero no lo son. Por el contrario, son inferiores nutricionalmente debido al mecanismo quelante del glifosato, el cual bloquea la absorción de los micronutrientes. Los cultivos transgénicos contienen cerca de 50 por ciento menos manganeso y hasta 70 por ciento menos zinc.

También contienen menos cobre, hierro y magnesio, por nombrar algunos. Esto afecta la salud general de la planta y su capacidad reproductiva y cuando consume alimentos inferiores nutricionalmente, tampoco obtiene los micronutrientes que su cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Todos los productos animales se ven afectados de forma similar cuando son criados con soya o maíz transgénico.
¿Ya Ha Ido Demasiado Lejos o Aún Es Tiempo de Cambiar las Cosas?


En 1974, el glifosato fue lanzado primeramente como un herbicida, antes de la presentación de los cultivos transgénicos. De acuerdo con el Dr. Huber, se ha utilizado en tal exceso durante los últimos 30 años, que muchos de los organismos esenciales de la tierra han sido erradicados.


“Comúnmente…cuando aplicábamos un herbicida, le decíamos a los agricultores “Rote la sustancia química de la misma forma que rota el cultivo”. Por lo tanto, cuando se ha tenido un efecto sobre un grupo específico de organismos, la naturaleza tiene una oportunidad de reequilibrar y restablecer esa relación benéfica y funcional.

No hemos hecho eso con el glifosato. Simplemente, se ha machacado durante 30 años en una sola dirección sobre esos organismos benéficos… ¡ya no existen en el ambiente! Observamos que hay que comenzar a añadirlos ahora, para que aumente la productividad del cultivo y su valor nutricional.

El Dr. Huber ha pasado cerca de 20 años investigando cómo remediar el daño causado por el glifosato. Afortunadamente, el Dr. Huber cree que podemos arreglarlo, pero DEBEMOS hacer cambios. No podemos continuar por el mismo camino.


“Tenemos que comenzar a buscar suplementos minerales y tratamiento para las semillas”, dice el Dr. Huber, "porque la biología de nuestra tierra no nos los brindará. El sistema entero ha cambiado. Si queremos que todo mejore, tenemos que reconocer lo que tenemos que cambiar y estar dispuestos hacerlo para compensarlo o rectificarlo".

Si continuamos en la misma dirección, bañando nuestros cultivos con una cantidad continuamente creciente de glifosato, pronto comenzaremos a ver en la salud humana el mismo efecto que el Dr. Huber está viendo en las plantas y los animales. De hecho, probablemente ya estemos viendo los efectos de una alimentación transgénica.


“… [A]penas comenzamos a ver el impacto en la fertilidad reproductiva”, dice. “También en el potencial de las enfermedades… Casi no se puede ya leer el periódico sin ver que alguna enfermedad humana está involucrada… El año pasado o a principios de este, tuvimos que retirar aquí el 20 por ciento de nuestra producción total de huevo debido a la salmonela.

Tenemos que pensar, “¿Qué ha cambiado?”

El periódico decía que cuando revisaron las instalaciones de producción de huevo "había estiércol de pollo y excremento de roedores". … Yo nunca he visto un gallinero que no tuviera excremento de gallinas. Tienen estiércol. Siempre que haya alimento, habrá algunos roedores, incluso aunque haya tres o cuatro gatos por ahí, y todo lo demás. Esa NO es la razón”.
El Glifosato Podría Representar un Papel Principal en el Deterioro de la Seguridad de los Alimentos


El Dr. Huber continúa para hablar acerca de un artículo alemán que muestra que ciertos patógenos, como el E. coli y otros, tienen una tolerancia muy alta al glifosato, en comparación con sus controles biológicos naturales. Esto significa que podría no ser la presencia o la ausencia de patógenos per se, lo que determina la seguridad de nuestro suministro de alimentos, sino la presencia o ausencia de los organismos naturales de control, los cuales se destruyen efectivamente con el glifosato.


“La salmonela, clostridium y muchos de estos organismos causantes de enfermedades son ubicuos. Están en todos lados. Nuestra salud depende de mantenerlos controlados”, advierte el Dr. Huber.

Esto es realmente importante a la luz de la lucha continua contra los alimentos cultivados de forma orgánica, los cuales son el principal objetivo cuando hay un brote de alguna enfermedad propagada por los alimentos.

Si podemos informar a aquellas personas que están a cargo de esto, entonces posiblemente comenzarían a entender por qué los alimentos orgánicos son MUCHO MENOS propensos a ser los culpables, ya que las bacterias benéficas de la tierra que están presentes en los campos cultivados orgánicamente - ya que no utilizan glifosato ni otras sustancias químicas en su tierra –dificultan que los patógenos que se encuentran en los alimentos y dentro de ellos se multipliquen fuera de control.


“Si eliminamos ese control, ya sea a través de los residuos de nuestros alimentos o a través del impacto directo en nuestro ambiente, continuaremos viendo lo que sucede actualmente. Vea el Alzheimer, los problemas de tiroides, el autismo, el mal de Parkinson – cualquier enfermedad que esté unida al sistema endócrino o a la disponibilidad de los nutrientes – veremos cómo aumentan”.
¿Podrían los Alimentos Transgénicos Afectar Nuestro Estados de Ánimo y Comportamiento?


El Dr. Huber pasó recientemente un tiempo en Australia, donde tuvo la oportunidad de revisar un estudio en curso acerca de los alimentos transgénicos.


“Es la continuación de un estudio que fue realizado en Iowa con cerdos y ganado. Los [australianos] están realizándolo con ratones para poder detectar cuáles son las toxinas... Están usando esas ratas grandes y blancas de una o dos libras, a las que algunas personas llaman ratas mascota... Uno puede meter la mano en la jaula de las ratas que no son alimentadas con transgénicos y sacar una. Puede ponerla en su regazo y acariciarla como a un gato.

Pero intente meter la mano en la jaula donde están las ratas que son alimentadas con transgénicos. Aquí están limitadas a una [rata por jaula]. Las ratas están molestas. No se llevan bien si están juntas. Siempre se marchan hacia su pequeño mundo interno. Dan saltos hacia atrás. Trepan la jaula y corren alrededor. No pueden estar tranquilas; no pueden estabilizarse. Esto es muy común con el autismo. Luego, uno comienza a observar y dice, “Bueno, ¿hay otras similitudes?”

El Dr. Huber también se encontró recientemente con un doctor en Alemania, quien se especializa en el trabajo con niños con autismo. Curiosamente, parece haber muchas correlaciones entre las ratas que son alimentadas con transgénicos y los niños autistas.


“[Cuando] se observa el estómago de los [animales] alimentados con transgénicos, tienen todas las respuestas de la alergia grave, inflamación y enrojecimiento… Cuando observaron su intestino, dijeron que su recubrimiento intestinal se estaba deteriorando… El olor de los contenidos intestinales es muy fétido. La biología ha cambiado drásticamente.

Este doctor [alemán] dijo, “Esto es exactamente lo que estamos viendo en nuestros niños con autismo.

Necesitamos hacer más investigaciones, pero ciertamente, los indicadores están ahí. La investigación no se ha realizado hasta hace muy recientemente y aquellas personas que deseaban hacerlas tienen prohibido publicar o hacer esa investigación.

Hemos visto que aquellas personas que se han atrevido a aparecer y a alzar la voz se han visto impactadas profesionalmente de forma muy severa, así como en su vida personal, debido a esa persecución que han tenido que sobrellevar.

Tenemos que cambiar.

Hay que reconocer que lo que tenemos actualmente no es normal. Tenemos que volver a la producción segura, suficiente y sustentable y a la salud de nuestra comunidad agrícola, si también estaremos saludables durante ese proceso".

22 de febrero de 2012

Patentaron un gen tolerante a la sequía

Sería interesante saber mas sobre este tema, por ejemplo, si para su cultivo son necesarios el uso de herbicidas y plaguicidas de efectos letales para la salud humana y el medio ambiente. Recordemos que nuestros ancestros ya conocían variedades de granos que cultivaban en zonas muy desfavorables para la agricultura convencional.

Patentaron un gen tolerante a la sequía

Por José E. Bordón para LA NACION


Foto: Archivo SANTA FE.

Una asociación público-privada, integrada por el Conicet, la Universidad Nacional del Litoral y la empresa Bioceres, patentó en el país su desarrollo de "tolerancia a la sequía y salinidad", cuya aplicación permite incrementar hasta un 30% el rinde en los cultivos. La patente, que ya está registrada en Estados Unidos, India, Australia, México y China, otorga a la asociación la propiedad intelectual con derecho exclusivo del nuevo desarrollo, explicó el gerente general de la empresa, Federico Trucco.

El directivo apuntó que por medio del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear), la compañía de investigación y desarrollo de Bioceres, realiza la evaluación a campo con resultados avanzados en los tres cultivos a los que incorporaron esta modificación genética: trigo, soja y maíz. "En la última etapa de prueba a campo que abarca los tres últimos años en zonas con alta salinidad y en año de sequía, la aplicación de la nueva tecnología de tolerancia registró un aumento en el rendimiento de los cultivos de entre 10 y 30 por ciento", precisó.

Ante una consulta, Trucco comentó que se empezó a desarrollar esta solución, para el cultivo de alfalfa, por medio de su participación en el Consorcio Asociativo Público-Privado para el desarrollo de forrajeras transgénicas, denominado PasArg, iniciativa en la cual el gobierno nacional desembolsará 10 millones de pesos en cuatro años.

"Una investigación de esta naturaleza, requiere para cada cultivo una inversión aproximada global de 20 millones de dólares que como en este caso es posible gracias al aporte de los empresarios asociados y al subsidio estatal", aclaró. "Se trata de convertir un bien en un producto de mayor valor agregado, a bajo costo", concluyó Trucco.

ASOCIACIÓN PÚBLICA-PRIVADA
- Para la soja, el trigo y el maíz
- Patente. Fue obtenida en el país por la Universidad del Litoral, el Conicet y la empresa Bioceres.
- Aplicación. Desarrollarán cultivos para suelos salinos y con escasez de agua.
FUENTE

27 de julio de 2011

Entre Rios: Apuntan a la Justicia por la muerte de aplicador de agroquímicos


La ONG Vida de Concepción del Uruguay responsabilizó al Poder Judicial por no haber actuado con celeridad frente a la enfermedad del aplicador de agroquímicos que falleció el viernes en San José.
La ONG “Vida” responsabilizó a la Justicia por la muerte de un aplicador de agroquímicos Daniel Ortíz, quien falleció el viernes en San José, tras un largo padecimiento.

Ortiz murió en su humilde vivienda del barrio El Brillante por intoxicación con agrotóxicos, sin que Salud Pública de San José, Colón y Concepción del Uruguay pudieran dar respuesta a su cuadro clínico. Trabajaba en las plantaciones de eucalipto que la empresa española Iberpapel Argentina SA, tiene en el departamento Colón.

El certificado médico indicó ”Intoxicación con agroquímicos, dermatitis grave exfoliativa”. Los tratamientos son muy costosos y el hombre no tuvo ninguna asistencia social, según denunciaron la ingeniera Liliana Quiroga de Quinodoz y el doctor Teodoro Cristoff, de la Asociación Civil Vida de Concepción del Uruguay.

El aplicador trabajaba con un herbicida de nombre comercial Lontrel. Al igual que otros trabajadores del establecimiento, se calzaba sobre sus espaldas la mochila fumigadora, sin estar protegido con la indumentaria apropiada para dicha tarea, la cual no era suministrada por la patronal como corresponde.

El hombre había denunciado que su trabajo lo estaba envenenando. Su caso fue planteado ante los tribunales, aunque murió sin que haya un pronunciamiento sobre su caso. “Hoy su familia está totalmente desamparada en una tierra que les prometió el pan de cada día y les dió “el veneno” como lo llamaba él”, dijo la ONG.

“Escuchando la grabación de la charla con Daniel Ortiz y miembros de ong VIDA, con su voz baja, contando cómo el agrotóxico entró en su cuerpo y lo fué degradando como a su vida, conservaba la esperanza de mejorar, agradecía a Dios por estar un día bien junto a su esposa. La ayuda a este humilde trabajador misionero no llegó de ningún lado”, dijeron desde a ONG.

Ortiz llegó desde Misiones junto a otros coterráneos, engañados por un “kapanga” (así se los conoce allá a estos explotadores de trabajadores) “hasta último momento que no pudo más por su enfermedad cumplió y cuando ésta se hizo visible en su cuerpo, el kapanga lo echó”.
 
ONG Vida presentó el caso a la Unidad Fiscal para la Investigación de los Delitos contra el Medio Ambiente, (Ufima) (actuación administrativa Nº 76/09 caratulada: Protocolo de investigación administrativa y judicial en materia de agroquímicos”- depto. Asuntos Judiciales). Se debió reunir una lista interminable de documentación, grabaciones, mientras Ortiz moría. Todo está presentado. Pero la burocracia y los papeles nos tapan en vida y las leyes no salen, y siempre falta un papel”, advirtió Integrante de la ONG Vida, Liliana Quinodoz.

En tanto, la Legislatura provincial analiza tecnicismos para la modificación a la ley de aplicación de agroquímicos.

El veneno 
Aprobado por la EPA en 1987, el herbicida Lontrel se vende en 50 estados con hasta 37 nombres de marca, incluyendo Confrontar, Stinger y Lontrel. El ingrediente activo es el Clopyralid, cuya categoría toxicológica es Clase II y fue inscripto en Senasa con el N° 33.572.

El herbicida en cuestión puede persistir en el ambiente hasta 18 meses después usado y es producido por Dow AgroSciences subsidiaria de Dow Chemical Co. "Se ha detectado esta sustancia a niveles peligrosos en el abono natural o compost en los estados de Washington, California, Pennsylvania así como en Nueva Zelanda” publicó en diciembre de 2001 el diario Los Angeles Time.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) fue acusada de ceder a la presión de Dow Chemical Co. al cortar el comentario público sobre los usos del clopyralid. La EPA propuso seis meses de período de comentarios públicos, pero luego cambió a 30 días”, informó el diario The Spokesman-Review en septiembre de 2002.

El herbicida se cree que es un contaminante de las aguas subterráneas y está incluido en la lista de los pesticidas villanos" de la organización Pesticide Action Network North América. En 1997 algunas tesis en especializaciones de malezas que estudiaron la respuesta de plantas jóvenes de eucalipto al herbicida clopyralid (Lontre) no podían predecir éstos impactos posteriores. Pero la excusa siempre es la misma: “buenas prácticas”. De prohibir, suspender, educar o controlar no se habla. Tampoco de las consecuencias sanitarias y para la biodiversidad.

La Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados prorrogará hasta junio de 2010 la presentación de proyectos, que serán beneficiados con subsidios. El monocultivo es rentable con apoyo estatal, mientras especies de otros países suplantan al bosque nativo y expulsan a sus habitantes, según advierte la Asociación Argentina de Periodistas Ambientales (AAPA).


12 de abril de 2011

Cartas fumigadas Escrito por Dra Graciela Gomez






Cartas fumigadas
Escrito por Dra Graciela Gomez
Lunes 11 de abril de 2011


Hablamos hace unos días de la mendacidad de la Sociedad Rural de Rosario respecto a decisiones sobre el veneno en la Unión Europea , donde lejos de apoyar su uso, el rechazo es contínuo en los medios y a todo lo que lleve la sigla "OGM".
Sumemos a ello el ridículo que pasó el diario santafesino con la nota “Todo bien con el glifosato ratificaron su uso en europa” edición del sábado 2 de abril, y a todos los que levantaron la noticia, ya que ni ellos se creyeron tal falacia , subestimando en demasía al lector.
La nota “Glifosato y ciencia chatarra” fue un preludio, hoy abordamos con detalle el intercambio epistolar del científico y los adictos defensores.

Las cartas llegadas a la revista estadounidense Chemical Research in Toxicology fueron la comidilla del mundo científico, por lo disparatado de las objeciones y por el paupérrimo argumento de las misivas que solo citaban lo que era conveniente: estudios realizados por la empresa evitando hablar de coadyuvantes, todo fríamente calculado. La única finalidad era descalificar al científico.
Cuestiones clave como que en el campo, por lo general la principal vía de entrada sistémica son las vías respiratorias en lugar del tracto digestivo no parece importarles mucho.Tampoco el hecho de que la placenta humana es permeable al herbicida, el 15% del glifosato administrado por perfusión en experimentos in vitro supera la barrera placentaria humana. La posibilidad de que concentraciones muy bajas pueden ser suficiente para causar letalidad embrionaria, parece no alarmarlos, ni que un simple ejemplo de la fumigación donde el efecto genotóxico en personas expuestas han sido ampliamente estudiadas por diferentes laboratorios en Argentina, Paraguay, Colombia, Ecuador y Francia.

Es un error epistemológico y falta de rigor científico rechazar las estrategias y puntos de vista alternativos sobre la evidencia científica.Peor aún es la propagación de información errónea.

-“Ni siquiera se revisó el total pruebas publicadas con anterioridad , quienes reportaron efectos teratogénicos equivalente a los reportados en nuestro trabajo, como ser los de Rafael Lajmanovich y Eliane Dallegrave, considerando irrelevantes para la salud humana el trabajo del Dr.Gilles Seralini y el de JulieMarc-Robert Bellé. Esta crítica es un juicio de valor científico que no refuta la calidad de la obra, sino que más bien trata de desacreditar, sin proporcionar pruebas de lo contrario” dijo el Dr Andres Carrasco.

Esto es incompatible con los informes técnicos que citan y que no fueron corroborados por científicos independientes.La OMS en la clasificación de 2009 de los plaguicidas recomendados según los riesgos y directrices para la clasificación establece lo siguiente:

-"Todas las precauciones razonables han sido tomadas por la OMS para verificar la información contenida en esta publicación. Sin embargo, el material publicado se
distribuye sin garantía de ningún tipo, ni explícita o implícita. El responsable de la interpretación y el uso de ese material es el lector. En ningún caso OMS podrá ser considerada responsable por daños y perjuicios derivados de su uso”. Además, el informe de 2004 de la Reunión de Expertos de la FAO / OMS, a menudo erróneamente citado por los defensores del glifosato, no contiene referencias científicas de apoyo a las conclusiones extraídas de sus 383 páginas. No está claro en cuanto a quién realizó la investigación, qué metodología se utilizó, y qué tipo de revisión inter pares fue empleada para evaluar la calidad de los materiales contenidos en el informe.

Los autores de la carta también se tomaron el trabajo de criticar las obras citadas por Carrasco, por ejemplo la del grupo de investigadores paraguayos conformados por la Dra Stela Benítez Leite .Un estudio que apunta a la correlación entre las malformaciones y la exposición a los plaguicidas en el Paraguay, que dan una idea precisa de los resultados del uso de agroquímicos, identificando a quienes viven cerca de campos de soja , viviendas situadas a menos de 1 km de los campos , almacenamiento de plaguicidas en el hogar, y el contacto con plaguicidas. Son de una significativa asociación con factores de riesgo para malformaciones congénitas.


-“ Estas conclusiones deben tenerse en cuenta, porque junto con estudios sobre la incidencia de malformaciones y cáncer realizado en el Chaco, estos registros oficiales, ocultos por el gobierno argentino, revelan que se ha triplicado el desarrollo de malformaciones en la provincia y cuatriplicado los casos de cáncer en la localidad de La Leonesa. Estos datos deberían ser suficientes para elevar la alerta a nivel mundial y llevar a la puesta en marcha de un estudio independiente que proporcione una evaluación imparcial y desapasionada de la información en lugar de basarse en estudios encargados por las empresas” agregó Carrasco.

Entre los remitentes están los toxicólogos David Saltmiras de Monsanto, James Bus de Dow Chemical, Simon Hill de Syngenta y Spanogle Terri de la empresa Cheminova Agro.También Judith Hauswirth consultora de United Phosphorus Inc.y Tobia Abraham, gerente de Nufarm Americas Inc, uno de los diez mayores productores mundiales de agroquímicos .


Pero los defensores de habla hispana no quisieron perderse la oportunidad de Figureti: de España Antonio Mulet de la Universidad de Valencia y el médico de la misma escuela de los santafesinos Binner y Prino, el hoy devenido productor: Gastón Fernández Palma representando a Aapresid . Este último, no conforme con el papelón que pasó en Radio Continental con la socióloga Norma Giarraca, cuando la investigadora del Instituto Gino Germani de la UBA le recordó a Palma sus 1500 hectáreas más las 200 que arrienda por lo que su defensa lejos de ser imparcial y su integridad profesional quedaron muy bajo la lupa. Todos estos críticos, además de empobrecer el debate científico independiente, solo demostraron el resultado de una lectura ligera e inconsistente de la investigación de Carrasco.

Demos ahora una miradita por otros países para que la Sociedad Rural de Rosario vea cuánto aman y apoyan al glifosato en el exterior:

La Televisión de Canarias, denunció este fin de semana la indiscriminada aplicación del herbicida en los espacios públicos, muy extendida en todas las Islas, según la denuncia de agricultores, ganaderos y ecologistas que han iniciado una campaña de concienciación contraria a estos procedimientos y que lleva por lema “Los herbicidas nos enferman”. Actualmente el Glifosato se utiliza para el control de hierbas en las orillas y zonas adyacentes de carreteras, barrancos y lugares públicos como parques, jardines y centros educativos.

- “Este agroquímico interfiere en el funcionamiento hormonal de las células humanas además de poner en peligro la certificación de agricultores ecológicos y de la producción integrada de las islas por sus altos niveles de toxicidad” dijeron al medio. Por su parte Ecologistas en Acción de Guadalajara ha remitido esos escritos a la Junta de Comunidades, a la Diputación de Guadalajara y a una docena de ayuntamientos de la provincia para advertirles del riesgo que supone para la salud pública y el medio ambiente. Asimismo afirman , que existe una Directiva Marco europea para un Uso sostenible de los plaguicidas aprobada por el Parlamento Europeo el 13 de enero de 2009 cuyos objetivos son: -La reducción de los riesgos a los efectos del uso de los plaguicidas en la salud humana y el medio ambiente, y el fomento de técnicas alternativas , expresado en el Capítulo IV artículo 11, como “Medidas para proteger el medio acuático y el agua potable”.
Se pide que esta práctica nociva sea sustituida por métodos no contaminantes, como por ejemplo los métodos mecánicos y térmicos que se aplican en la mayoría de los países de la Comunidad Europea.

El sitio "No OMG Report", cuyo editor es el periodista Ken Roseboro , miembro de la junta directiva de la Asociación de Iowa Orgánica publicó el artículo “Científicos advierten sobre graves consecuencias con el uso generalizado de glifosato”. Allí el hoy retirado de la Universidad de Purde EEUU, Don Huber, coautor junto a Gurmukh S Johal de la investigación “Glifosato efectos sobre las enfermedades de las plantas”, ambos científicos del Departamento de Botánica y Patología Vegetal, declaran en su artículo publicado en octubre de 2009 en la Revista Europea de Agronomía que el uso generalizado de glifosato en los EEUU puede "Poner en peligro las defensas de las plantas a los patógenos y otras enfermedades, e inmovilizar los nutrientes del suelo".

Huber dijo que ha estado investigando al glifosato durante 20 años, y comenzó a notar problemas cuando vió un aumento de una enfermedad fúngica del trigo, cuando el glifosato es aplicado un año antes para controlar las malezas.Básicamente, el glifosato completamente debilita la planta, por lo que es susceptible a hongos patógenos transmitidos por el suelo. Se ha producido un aumento general del número de enfermedades de las plantas en los últimos 15 a 18 años. Cuatro de los principales hongos del suelo se han vuelto más activos por el uso de glifosato, como la sarna en el maíz, o pudrición de la raíz en la soja y podredumbre de la corona en la remolacha azucarera. La fusariosis de la espiga que afecta a los cereales, está asociada a la siembra directa, es una enfermedad que produce una micotoxina que podrían entrar en la cadena alimentaria. Hay más de 40 enfermedades con el uso de glifosato, y el número sigue creciendo a medida que la gente reconoce la asociación, dijo Huber.

Cuando se le preguntó si el glifosato es "ambientalmente benigno", como dicen respondió “Absolutamente No ". Esa es una idea equivocada . El glifosato es el factor agronómico más importante que predisponen a algunas plantas a las enfermedades y toxinas. Estas toxinas pueden producir un grave impacto en la salud de los animales y los seres humanos.

Las plantas expuestas al glifosato tienen menos nutrientes minerales. "Estamos viendo una reducción de la calidad de los nutrientes de nuestro alimento.Desafortunadamente, la mayoría de los investigadores se les prohíbe realizar trabajos en la zona. No tienen acceso a las líneas convencionales del Roundup , estos materiales se les niega a los investigadores"concluyó Huber.

Otro científico, Robert Kremer un microbiólogo del Departamento de Agricultura de EE.UU y profesor adjunto en la División de Ciencias Vegetales de la Universidad de Missouri, comenzó en 1997 a investigar cómo el nuevo sistema de Monsanto Roundup Ready herbicida Roundup y GT de cultivo iba a cambiar el nivel de nematodos (gusanos redondos) en la soja. Su equipo de investigación vió como los microorganismos colonizan las raíces, y sospechó que el glifosato era causa de ese impacto. Un problema de hongos que parecía alentar el síndrome de muerte súbita.

De hecho, el sistema es "alterar la biología del suelo entero” . Muchos estudios muestran que el glifosato puede tener efectos tóxicos en algunos microorganismos y que puede filtrarse en el agua subterránea con peligro de la vida silvestre y los seres humanos. "Hemos visto el aumento de estos hongos en el sistema Roundup Ready, tanto en la soja como en el maíz.", dijo Kremer. El trabajo de su equipo de investigación, fue publicado en la Revista Europea de Agronomía, pero no en los EE.UU.
Kremer dijo : "Yo estaba trabajando con el Departamento de Agricultura (USDA) para el Servicio de Investigación Agrícola (ARS), los administradores son reacios a publicar algo así. Su pensamiento es que si los agricultores están utilizando Roundup Ready , el USDA no quiere que la información negativa se lance sobre ellos. Creo que mi comunicado de prensa está todavía cajoneado en el escritorio de alguien” concluyó.

La tecnología Terminator fue condenada en 1998 por la ONU y en el Convenio de Diversidad Biológica (CDB), los países miembros resolvieron por unanimidad mantener la moratoria internacional sobre esa tecnología y también la Asociación Brasileña de Reforma Agraria (ABRA). Sin embargo el diputado Cândido Vaccarezza, del Partido de los Trabajadores presentó un proyecto de ley para liberar el uso de las semillas Terminator a fines de 2010. El Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) denunció que una abogada de Monsanto Patricia Fukuma, es coautora de la iniciativa legal.Vaccarezza negó conocer a la abogada, por su parte, la abogada de Monsanto admitió que una asesora de Vaccarezza, la contactó para que revisara el proyecto, al que efectuó sólo algunas sugerencias.

Nada los detiene, lobbies, amenazas, descrédito y coimas.Todo vale. Cada funcionario, político, científico o periodista parecen tener un precio.
La Sociedad Rural de Rosario tendrá que buscar un vocero de prensa competente porque sus informes delirantes sobre la actualidad europea, al igual que los remitentes supra, tuvieron una lectura rauda y desvariada .
Por todo lo expuesto fue sabia la advertencia de Albert Einstein: "El progreso tecnológico es como un hacha en manos de un criminal patológico".-

Fuente: Asociación Argentina de Periodistas Ambientales (AAPA)-Medio&medio

9 de abril de 2011

Uso de "herbicidas" en el predio del Estadio Polideportivo DELMI

Como se puede apreciar en las fotos que siguen para efectuar la delimitación de las canchas de futbol ubicadas en complejo del Polideportivo DELMI, donde concurren gran parte de los jóvenes de la ciudad de Salta para realizar actividades recreativas, se usó herbicida que como es de amplio conocimiento es un producto que es nocivo para el medio ambiente y principalmente produce efectos desatrosos sobre la salud ser humano con efectos residuales multiples.

Es muy probable que el herbicida usado sea el conocido "Glifosato" de tan nefasta fama por su uso en el cultivo de la soja transgénita de Monsanto.

Su uso debería estar prohibido en zonas urbanas por lo que sorprende se haya usado tan desaprensivamente en nuestro DELMI del Barrio 20 de Febrero, donde concurren masivamente nuestros niños diariamente ademas de alumnos en clases de Educación Física de varias escuelas de la zona.




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