Situación complicada para la manzana calingastina
Desde hace varios años, la manzana calingastina viene en caída. Este año se sumará que la única empresa exportadora de manzana fresca dio de baja a su frigorífico en noviembre y no hará envíos al exterior.
La difícil situación de la manzana en Calingasta parece agravarse año a año. De las 389,65 has. que indicaba el relevamiento de Hidráulica 2006 2007, hoy se estima que no quedan más de 150 en todo el departamento y que pronto serán muchas menos. La fruta de ese departamento siempre se distinguió por su gran concentración de azúcares gracias a la amplitud térmica de la zona, y que provocaba, incluso, que otras zonas productoras se atribuyeran, ilícitamente, el nombre de “manzana calingastina”.
Las variedades que se cultivan en el lugar se destinan al consumo en fresco. Lo que siempre se hizo fue preparar la fruta para el mercado interno o la exportación según la empresa y, lo que no alcanzaba la calidad exigida para el consumo directo se enviaba a las fábricas de sidras. Esos usos hoy se encuentran acotados por los altos costos de producción y la baja productividad por hectárea, y por la disminución
de industrias que procesen la fruta.
Sin exportación
Cordillera Nevada, empresa beneficiada con la ley de diferimientos impositivos, está radicada en la zona desde 1994. Durante 17 años se dedicó a la producción y exportación de la manzana para consumo en fresco y llegó a cultivar 90 hectáreas con esta fruta. Sin embargo hoy sólo quedan 18 hectáreas en el emprendimiento y todavía no tienen certeza de qué harán cuando llegue el momento de la cosecha.
En 2009 esta firma exportó 38 mil bultos, en 2010 fueron 8 mil, y este año no habrá exportaciones. Oscar Pereyra, apoderado de la empresa, comentó que este año el clima afectó la manzana, pero que este decaimiento del cultivo tiene antecedentes más lejanos. “Nunca dio el rendimiento esperado. Ni produciendo bien se cubrían los costos”, dijo a CLAVES Pereyra.
Y señaló que en las mejores épocas se cosechaba entre 22 mil y 25 mil kilos de manzana de calidad exportable por hectárea. Lo esperable era llegar a los 35 mil, sobre todo teniendo que competir con la fruta del Alto Valle de Río Negro, donde se obtienen entre 50 y 60 mil kilos por hectárea. Por otra parte, Pereyra señaló los costos de flete, notablemente elevados desde el departamento cordillerano. “De Río Negro al puerto se cobra u$s 1,50 por caja, en cambio desde Calingasta tenemos u$s 4”.
Por si fuera poco, en noviembre dejó de funcionar la cámara de frío, donde estacionaban la producción hasta el momento de salir al mercado, debido a gastos fijos de $3.800 que no se justificaban al no tener intenciones de exportar este año. Cuando la fruta llegue a su punto de madurez no se sabe bien qué destino tendrá: si se la cosechara y se la enviara al mercado interno lo cual implica gastos de cosecha, empaque y fleteo se la enviará a molienda. Pero tampoco hay certeza que las moledoras departamentales vayan a estar activas.
Molienda en baja
Toda la manzana que no se vende para consumo en fresco se envía a la molienda para la elaboración de sidra. Pero este año una de las empresas que se dedican a esta actividad anunció que no trabajará esta temporada. Los Tambillos, sidrera ubicada en Barreal, tuvo muchos problemas para trabajar el año pasado, y este año su propietario, Alfonso Rubiño decidió cerrar las puertas de la empresa. Uno de los inconvenientes fue la falta de agua para algunos procesos dentro de la fábrica, como por ejemplo el lavado de la fruta.
“El año pasado por falta de agua empezamos a moler más tarde de lo previsto. Trabajamos una semana y tuvimos que parar porque no había agua. Hubo que sacar 40 mil kilos de manzana que ya estaba en el lagar”, dijo Alfonso Rubiño. El industrial señaló además que cuesta más elaborar la sidra que el precio que se paga por ella. La temporada pasada se pagó $0,40 por kilo de fruta ingresado a la fábrica. Un litro de sidra requiere 1,5 kilos de materia prima y las fraccionadoras pagaron $0,80 por litro de esa bebida.
Con esos valores se hace muy difícil sostener una industria que, además, tiene gastos de impuestos, sueldos y otros insumos para la producción. “Esto es una gran pérdida para el departamento, porque la gente está esperanzada en enviar su manzana a molienda y porque, además, nosotros recibíamos todo: desde un cajón hasta camiones con fruta”, dijo Rubiño, quien recordó otras épocas en las que se procesaban entre 28 y 30 millones de kilos de materia prima sólo para la sidra. Este año se estima que habrá unos 4 millones de kilos y las posibilidades de ubicar esa producción son cada vez más acotadas.
Fuente: http://www.sanjuan8.com
Desde hace varios años, la manzana calingastina viene en caída. Este año se sumará que la única empresa exportadora de manzana fresca dio de baja a su frigorífico en noviembre y no hará envíos al exterior.
La difícil situación de la manzana en Calingasta parece agravarse año a año. De las 389,65 has. que indicaba el relevamiento de Hidráulica 2006 2007, hoy se estima que no quedan más de 150 en todo el departamento y que pronto serán muchas menos. La fruta de ese departamento siempre se distinguió por su gran concentración de azúcares gracias a la amplitud térmica de la zona, y que provocaba, incluso, que otras zonas productoras se atribuyeran, ilícitamente, el nombre de “manzana calingastina”.
Las variedades que se cultivan en el lugar se destinan al consumo en fresco. Lo que siempre se hizo fue preparar la fruta para el mercado interno o la exportación según la empresa y, lo que no alcanzaba la calidad exigida para el consumo directo se enviaba a las fábricas de sidras. Esos usos hoy se encuentran acotados por los altos costos de producción y la baja productividad por hectárea, y por la disminución
de industrias que procesen la fruta.
Sin exportación
Cordillera Nevada, empresa beneficiada con la ley de diferimientos impositivos, está radicada en la zona desde 1994. Durante 17 años se dedicó a la producción y exportación de la manzana para consumo en fresco y llegó a cultivar 90 hectáreas con esta fruta. Sin embargo hoy sólo quedan 18 hectáreas en el emprendimiento y todavía no tienen certeza de qué harán cuando llegue el momento de la cosecha.
En 2009 esta firma exportó 38 mil bultos, en 2010 fueron 8 mil, y este año no habrá exportaciones. Oscar Pereyra, apoderado de la empresa, comentó que este año el clima afectó la manzana, pero que este decaimiento del cultivo tiene antecedentes más lejanos. “Nunca dio el rendimiento esperado. Ni produciendo bien se cubrían los costos”, dijo a CLAVES Pereyra.
Y señaló que en las mejores épocas se cosechaba entre 22 mil y 25 mil kilos de manzana de calidad exportable por hectárea. Lo esperable era llegar a los 35 mil, sobre todo teniendo que competir con la fruta del Alto Valle de Río Negro, donde se obtienen entre 50 y 60 mil kilos por hectárea. Por otra parte, Pereyra señaló los costos de flete, notablemente elevados desde el departamento cordillerano. “De Río Negro al puerto se cobra u$s 1,50 por caja, en cambio desde Calingasta tenemos u$s 4”.
Por si fuera poco, en noviembre dejó de funcionar la cámara de frío, donde estacionaban la producción hasta el momento de salir al mercado, debido a gastos fijos de $3.800 que no se justificaban al no tener intenciones de exportar este año. Cuando la fruta llegue a su punto de madurez no se sabe bien qué destino tendrá: si se la cosechara y se la enviara al mercado interno lo cual implica gastos de cosecha, empaque y fleteo se la enviará a molienda. Pero tampoco hay certeza que las moledoras departamentales vayan a estar activas.
Molienda en baja
Toda la manzana que no se vende para consumo en fresco se envía a la molienda para la elaboración de sidra. Pero este año una de las empresas que se dedican a esta actividad anunció que no trabajará esta temporada. Los Tambillos, sidrera ubicada en Barreal, tuvo muchos problemas para trabajar el año pasado, y este año su propietario, Alfonso Rubiño decidió cerrar las puertas de la empresa. Uno de los inconvenientes fue la falta de agua para algunos procesos dentro de la fábrica, como por ejemplo el lavado de la fruta.
“El año pasado por falta de agua empezamos a moler más tarde de lo previsto. Trabajamos una semana y tuvimos que parar porque no había agua. Hubo que sacar 40 mil kilos de manzana que ya estaba en el lagar”, dijo Alfonso Rubiño. El industrial señaló además que cuesta más elaborar la sidra que el precio que se paga por ella. La temporada pasada se pagó $0,40 por kilo de fruta ingresado a la fábrica. Un litro de sidra requiere 1,5 kilos de materia prima y las fraccionadoras pagaron $0,80 por litro de esa bebida.
Con esos valores se hace muy difícil sostener una industria que, además, tiene gastos de impuestos, sueldos y otros insumos para la producción. “Esto es una gran pérdida para el departamento, porque la gente está esperanzada en enviar su manzana a molienda y porque, además, nosotros recibíamos todo: desde un cajón hasta camiones con fruta”, dijo Rubiño, quien recordó otras épocas en las que se procesaban entre 28 y 30 millones de kilos de materia prima sólo para la sidra. Este año se estima que habrá unos 4 millones de kilos y las posibilidades de ubicar esa producción son cada vez más acotadas.
Fuente: http://www.sanjuan8.com
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