Autor: vidasostenible
25JUN
La creencia, y a pesar de todo buena costumbre, de leer los ingredientes de los productos comestibles que vamos a comprar en las tiendas o en los supermercados, de ahora en adelante veremos cómo va a dejar de ser considerada segura, fiable y saludable. ¿Por qué? Las etiquetas han demostrado no contar "toda la verdad" de lo que se incluye en los alimentos. Por lo tanto, se van a dejar de considerar la última palabra en lo que respecta a todos los ingredientes que se incluyen en el proceso de fabricación de los productos. A lo largo de este artículo veremos de lo que no nos tenemos que fiar y cómo debemos comprar (o no comprar).
"Grasas Vegetales"
Seguimos explicando el término "grasas vegetales" porque da para mucho. Es realmente una gran ventaja para los fabricantes, porque gracias a él, no están obligados a declarar en los ingredientes todas y cada una de las grasas diferentes que hayan utilizado para la fabricación de su producto. Al mismo tiempo, aparte, en la cara principal del producto, pueden anunciar en letras grandes que contiene aceite de oliva, por ejemplo, o aceite de girasol, aceites considerados "buenos", y hacerlos figurar en los ingredientes en algún que otro lugar. Pero lo más importante que tienen que saber los consumidores es que el término "grasas vegetales" puede incluir perfectamente y de hecho incluye en la mayoría de los casos, "grasas vegetales hidrogenadas". Ya que las grasas hidrogenadas son de origen vegetal (aunque transformadas artificialmente).
El Azúcar, ¿Es Bueno O Malo?

Pues bien, lo que ha expresado Eroski Consumer en esta afirmación sobre el azúcar, y ésta no es la primera empresa que suelta tal mensaje, es la pura verdad si se considera como azúcares a los hidratos de carbono, y éste es el caso, porque además de hidratos de carbono simples o complejos, a los hidratos de carbono también se les llama azúcares simples o complejos. Por tanto, los de Eroski, visto así, no están diciendo ninguna mentira. Ahora bien, hay un producto alimenticio que es un azúcar o hidrato de carbono simple, y cuyo nombre común más conocido es también "azúcar" también. Por tanto, el corriente de la gente no versada en nutrición, al oír o ver una afirmación tal, pensará lógicamente que se está refiriendo al azúcar simple, al azúcar blanca, la de caña de toda la vida. Pues bien, ahí está la trampa. La trampa que fue ingeniada hace muchos años por las empresas productoras de azúcar y que ha llegado hasta nuestros días intacta. ¿Os acordáis de los mensajes, que han llegado a formar parte del subconsciente colectivo, tipo "El azúcar es necesaria para el funcionamiento del cerebro", o "El azúcar es vida"...? Es todo lo mismo, la manipulación de una verdad para ajustarla a sus intereses, a costa de la salud de todos los azucoadictos/as, diabéticos/as, obesos/as, y millones de personas que sufren deterioro dental (caries) que componen nuestra sociedad. Porque hoy en día hay una comprensión total de todos los daños que causa el "azúcar" simple, blanca de caña, y otros azúcares simples a nuestro cuerpo, pero aún así, intereses como los del Eroski Consumer siguen promoviendo los mitos acientíficos y peligrosos que han pervivido hasta ahora gracias a la ignorancia de los nutricionistas sobre estos temas tan importantes que están perjudicando tanto la salud de la gente.
Cuando se sabe científicamente que los hidratos de carbono son imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo, hay que saber que dentro del término hidratos de carbono, hay una gran variedad de tipos de alimentos, desde todas las verduras y frutas, hasta todos los cereales y además todos los azúcares que se encuentran en las plantas. Por ello, el gran abanico de alimentos dispares, da lugar a distintos tipos de hidratos de carbono. El hombre, durante la mayor parte de la historia, se ha alimentado de hidratos de carbono complejos mayormente, esto es, cereales, verduras y frutas, y para de contar. La introducción de hidratos de carbono simples o azúcares simples refinados en la dieta humana ha sido relativamente reciente, y ha ido acompañada de una degeneración física y algunas veces mental muy acuciante. Esto lo demuestran muchos estudios, en especial los de Weston A. Price, que estudió la degeneración física de los pueblos indígenas que cambiaban su dieta original a una de alimentos del mundo "civilizado" rica en azúcares simples. Los hidratos de carbono son imprescindibles para el hombre, pero los hidratos de carbono simples no lo son, porque nuestro cuerpo es capaz de transformar todos los hidratos de carbono complejos directamente a hidratos de carbono simples.Consumir hidratos de carbono simples es además perjudicial. Veremos por qué. Nuestro organismo obtiene todos los azúcares necesarios para su correcto funcionamiento a partir de los hidratos de carbono complejos sin que éstos le perjudiquen porque éstos, siempre que no estén procesados o refinados, no sobrecargan de azúcar su sangre sino que le proporcionan el azúcar justa que necesita. Sin embargo, al introducir en la dieta los hidratos de carbono simples refinados, aunque sea en bajísimas cantidades, como por ejemplo una cucharadita de azúcar con el té o con el café, o un simple caramelo, se altera el equilibrio del organismo, porque a la sangre llega de golpe más azúcar de la que el organismo necesita y puede manejar en ese momento. La razón es que el cuerpo necesita una cantidad de azúcar constante para su funcionamiento, pero de forma extendida y prologada en el tiempo, y no puede manejar esta cantidad elevada de azúcar en tan poco tiempo que se le ha suministrado porque está diseñado para manejar poco a poco el azúcar en el organismo para que dure y cubra todo su funcionamiento, y esto lo logra gracias a los hidratos de carbono complejos y las grasas de la dieta, que, ralentizando la liberación de azúcar de los hidratos de carbono, le proporcionan la posibilidad de dosificar el azúcar necesaria para su funcionamiento en cada momento y a lo largo de un periodo de tiempo muy largo. Por tanto, ese azúcar simple, aunque sea en bajas cantidades, sube siempre a niveles más altos de los normales el azúcar en la sangre y el cuerpo necesita urgentemente bajar esa cantidad tan elevada de azúcar, llevando esto a una bajada repentina de azúcar en sangre, la cual, provoca, un tiempo después de haber consumido el azúcar, un hambre profunda y repentina, ya que ahora el azúcar en sangre escasea mucho. Esto lleva a necesitar consumir más hidratos de carbono, y los preferidos otra vez son los simples porque son los que más rápido suben el azúcar en sangre. Así, el azúcar en sangre vuelve a subir repentinamente de forma elevada, el cuerpo tiene que volver a bajarla, lo mismo ocurre, más hambre, y todo se repite y se repite, hasta que, finalmente, a lo largo de los años, tantos altibajos de azúcar en sangre han ocasionado un agotamiento de la producción de insulina por el páncreas y la consiguiente diabetes.
Como se puede ver, nuestro cuerpo no está diseñado para funcionar adecuadamente utilizando un azúcar simple que ya está transformado y refinado, sino que está más preparado para utilizar un hidrato de carbono complejo poco a poco. Por es es por lo que si consumimos azúcar simple éste tiende a almacenarse en forma de grasa, porque siempre es más del que nuestro cuerpo puede aprovechar en ese momento, y los altibajos de subida y bajada de azúcar en la sangre que causa la venida de azúcar simple de golpe pueden causar a la larga problemas diabéticos y obesidad. Comer alguna vez azúcar no es mortal en sí. Pero el problema es que en nuestra sociedad el azúcar está omnipresente. Por tanto, y sobretodo para los niños, hay que cocinar y dejar de comprar todo lo que venden porque, como he apuntado más arriba, incluso hasta en el pan de cada día nos quieren poner azúcar.
Un consejo: No comprar todo lo que venden que está fabricado a base de ingredientes poco confiables como grasas vegetales de ínfima calidad, grasas vegetales hidrogenadas, edulcorantes artificiales o azúcares simples refinados (glucosa, fructosa, sacarosa, lactosa) y potenciadores del sabor como el monoglutamato sódico u otros similares, no debe suponer privarse de alimentos deliciosos o de hidratos de carbono saludables. Uno/a mismo/a puede preparar en su casa todo lo que le gustaría comprar pero que no quiere hacerlo debido a que no ve los componentes de fabricación muy deseables. Es más,cocinar y preparar uno/a mismo/a su propia comida es la única forma, hoy en día, de comer sano. No olvidéis esto, Eso, o gastarse todo el sueldo en todo tipo de alimentos y preparaciones ecológicas. Esto es un malgasto de dinero cuando uno puede preparar todo eso y mucho más a base de materias primas sanas en su casa con un gasto menor que si uno compra toda la basura más barata que venden en el supermercado. Y la excusa de la falta de tiempo no vale, porque en cocinar comida sana no se tarda tanto como comúnmente se cree ya que es una actividad que se puede simultanear con otras. Por ejemplo, mientras se cuece la carne o la verdura, o se hornean las galletas o el bizcocho, puedo hacer otras tareas en la casa o incluso ver la tele, aunque esto sí que es una verdadera pérdida de tiempo. Es gracioso que la gente siempre tenga tiempo de ver la tele pero se queje de no tener tiempo para cocinar o preparar los mejores alimentos que uno podrá comer en su vida.
Si a uno le gustan los dulces y la bollería, puede perfectamente preparar y hornear en su casa bollería y dulces sanos y saludables que harán las delicias de sus hijos y se podrán comer sin culpabilidad, ya que uno los podrá preparar con cantidades de azúcar moderadas (o con otros sustitutivos más saludables, como la miel) y sin ingredientes tóxicos y artificiales. Sin embargo, cuando compramos determinados productos como bizcochos, magdalenas, bollos, galletas etc. del supermercado, estamos perjudicando nuestra salud porque los ingredientes y las cantidades de éstos no son del todo sanos, pero esto no significa que nunca podamos disfrutar de este tipo de alimentos por esa razón. Podemos comer de todo con la seguridad de que estamos comiendo algo sano que no nos perjudicará a nuestra salud sólo si lo preparamos nosotros mismos en nuestra casa, con los ingredientes más naturales que encontremos y con las cantidades de éstos adecuadas y moderadas que deseemos, y sólo de esta forma sabremos que no nos estamos perjudicando la salud ni la de los nuestros, ni tampoco nos estaremos privando de nada.
Porque lo imprescindible para el organismo son los hidratos de carbono complejos (cereales, verduras, frutas) no los simples (azúcar, sacarosa, glucosa, fructosa, etc), que tomados de forma refinada y procesada son además muy dañinos para el organismo. Los hidratos de carbono complejos, una vez digeridos dentro de nuestro cuerpo, se transforman en azúcares simples según las necesidades de nuestro organismo y de una forma que no hace subir o bajar de golpe el azúcar en la sangre, por tanto, sí, en efecto, el azúcar es imprescindible para nuestro cuerpo, pero no el azúcar simple, sino el azúcar procedente de los hidratos de carbono complejos que han sido transformados dentro de nuestro cuerpo por medio de la digestión.
El peligro del mensaje de Eroski radica en que todo el mundo lo entenderá como que el azúcar simple blanca refinada de caña de toda la vida, que es el alimento que generalmente se denomina como "azúcar" a secas, es imprescindible para el funcionamiento de nuestro organismo, lo cual no es sólo una mentira, sino también una grave y peligrosa creencia. Incluso el azúcar de caña moreno integral es también peligroso para nuestro organismo porque también es un azúcar o hidrato de carbono simple y causa los mismos altibajos de azúcar en la sangre que el azúcar blanco. Lo único positivo que tiene es que tiene algunos minerales que el azúcar blanco no tiene, pero en sí no es un alimento esencial para nuestro organismo y es potencialmente perjudicial para ciertas personas si se consume habitualmente.
Por tanto, debemos tener muchísimo cuidado con las afirmaciones pseudo-científicas basadas muchas veces en mitos procedentes de entendimientos equivocados de la ciencia nutricional que se han extendido y que algunas fuentes mal informadas van propagando por ahí con el grave peligro que esto acarrea porquela gente tiende a creer que toda la información que venga de una organización o empresa importante debe ser la verdad procedente de expertos. Esto no es así. Y no sólo esto, sino muchas veces los expertos mismos se equivocan, pero no porque sean tontos o algo así, sino porque les han enseñado mal. En la ciencia de la nutrición hay varias teorías y opiniones enfrentadas porque hay varios intereses enfrentados, es de precavidos no aceptar todas las opiniones como la verdad absoluta, sino cuestionar todo y pasarlo por el filtro del sentido común y la experiencia de uno. Sin embargo, no resulta difícil, con un poco de práctica y de sentido común, identificar cuáles informaciones están de parte de tu salud y cuáles están de parte de los negocios.
Los Consejos Pseudo-Científicos De Eroski Consumer
Las opiniones pseudo-científicas, presionadas por intereses económicos, son el peor enemigo de la salud de uno. Consumer Eroski, se vanagloria de ser una agencia al servicio del consumidor y no sólo eso, sino que dicta todas las normas, reglas y creencias sobre nutrición que más se ajustan a sus intereses empresariales bajo la fachada de querer proteger al consumidor y a su salud.
En un artículo de la revista Eroski Consumer del número de mayo de este año, titulado "Mitos y realidades sobre la seguridad Alimentaria", cuentan o más bien "opinan", que "la creencia de que los aditivos son nocivos para la salud no tiene base científica". Si opinan así, ¿por qué en el folleto de información sobre su "bollería y panadería más natural" declaran que retirarán los conservantes y los colorantes de sus productos? Si no son nocivos para la salud, ¿para qué retirarlos?Textualmente, el folleto dice: "SIN colorantes: Reducimos los ingredientes artificiales y te ofrecemos un producto más natural, conservando todas las características (propiedades, sabor, etc.). SIN conservantes: Reducimos los ingredientes artificiales y te ofrecemos un producto más natural, conservando todas sus características (propiedades, sabor, etc.) El producto mantiene en su ciclo de vida todas sus propiedades sin la ayuda de conservantes."
La realidad es que, desgraciadamente, la creencia de que los aditivos son nocivos para la salud sí tiene base científica. Por lo menos, aunque esto no se pueda aplicar absolutamente a todos los aditivos, está demostrada la nocividad de bastantes de ellos, sobretodo de muchos colorantes habituales en productos alimenticios destinados a los niños, y aditivos en refrescos y demás "comida basura". Pueden informarse más en www.food-info.net y en otras páginas, sobre los efectos documentados de todos los aditivos.
Pero no sólo encontramos esta opinión acientífica en el mismo artículo, una opinión aún más fuertemente ignorante, inculta y peligrosa es la que transmiten cuando dicen al final del artículo, en un recuadro titulado "No hay alimentos buenos o malos":"Uno de los mayores mitos de la alimentación en general es la distinción entre alimentos buenos y malos para la salud. Es fundamental partir de la base de que ningún alimento aporta todos los nutrientes que el organismo necesita y que ninguno es nocivo para la salud, aunque no es aconsejable consumir, de manera habitual, productos con un elevado contenido en grasas saturadas o colesterol, sal o azúcar." Si no hay alimentos buenos o malos, eso significa que podéis comer toda la comida basura que queráis, todos los dulces, todos los alimentos light cargados de edulcorantes artificiales como el aspartamo, todos los vegetales transgénicos y con pesticidas y sus derivados, en definitiva, todos los productos alimenticios "artificiales" que vende Eroski porque no son "malos" para la salud. El tipo de alimentos que comáis no va a afectaros lo más mínimo, ni a vuestro organismo ni a vuestra salud. Pero ¡cuidado!, debéis guardad las distancias con las grasas, sobretodo las saturadas, porque esos alimentos "sí que son malos" y el azúcar y el exceso de sal está más que probada su nocividad ...
Aquí se ve hasta qué punto quieren llegar con la desinformación y la propagación de la ignorancia más absolutasobre los alimentos que venden y la nutrición.
En primer lugar, eso de que no hay alimentos malos o buenos es una afirmación sumamente absurda e increíble, sobretodo en los tiempos en los que vivimos ahora, en los que encontrar alimentos "buenos" es cada vez una tarea más ardua y difícil.
En realidad, los alimentos no perjudiciales para la salud, es decir, los "buenos", según la culta y especializada terminología de Eroski, en realidad son simple y sencillamente los no alterados por el hombre, los que no poseen sustancias químicas artificiales, y los que se encuentran en su estado natural. Las grasas saturadas naturales, de origen animal o vegetal, siempre que sus orígenes no estén contaminados por el hombre, son unas grasas "buenas", tanto en exceso como en defecto. No promueven el aumento de peso, sino que, al contrario de lo que se cree, promueven el adelgazamiento. Más información sobre esto en el libro "Eat Fat, Lose Fat", de Mary G. Enig, o en la webwww.westonaprice.org y en la etiqueta "grasas saturadas" de este blog.
Las grasas saturadas son el alimento preferido del corazón, y de nuestro cuerpo en general, ya que son una fuente instantánea de energía, estas grasas son utilizadas fácil y rápidamente por el cuerpo y raramente se acumulan como grasa. Lo que se acumula como grasa invariablemente es el azúcar, los hidratos de carbono y las grasas Omega-6, que se encuentran en los aceites vegetales. Por tanto, como vemos, han atribuido todo el peso de la culpa de la mala alimentación a las grasas saturadas, las cuales son sanas y necesarias además para el correcto desarrollo del ser humano, y al mismo tiempo, no han hablado nada sobre los verdaderos culpables de los problemas de salud derivados de la alimentación que son epidemias actualmente: los alimentos artificiales o la comida basura.
Ahora se ve claramente por qué lo han hecho así, porque decir la verdad, es decir, que hay alimentos malos y que son la mayoría de los alimentos o más bien pseudo-alimentos que venden en supermercados como los suyos sería hablar en contra de su propia empresa. Cosa más bien imposible. Es mejor desinformar de forma tranquilizadora al rebaño para que siga acudiendo en masa a los supermercados a comprar toda la basura tóxica mal llamada "alimento" que les quieren vender.
No nos movemos siquiera de la página y tenemos otra desinformación, esta vez una apología al horno microondas: "Las microondas son radiaciones no ionizantes, es decir, no rompen enlaces químicos ni originan cambios moleculares en los componentes alimentarios. La naturaleza de las reacciones químicas que se producen es idéntica a la de los calentamientos convencionales". Si se lee el artículo de mi blog respecto a los microondas, se verá que estos datos son manifiestamente inexactos. El más desatinado, concretamente, es decir que las reacciones químicas que producen las microondas son iguales a las que producen los calentamientos convencionales. No pueden ser y no son iguales porque las ondas no pueden calentar de la misma forma que un método de calentamiento totalmente diferente que no sea a través de ondas, es extremadamente lógico llegar a esta conclusión y también por las leyes de la física es imposible llegar a la conclusión a la que ha llegado Eroski Consumer, y afirmar esto es simplemente intentar negar lo evidente, para convencer a la masa ignorante de un punto de vista acientífico motivado por unos intereses determinados, tal es la tarea, el propósito y el empeño de Eroski Consumer.
Seguimos leyendo en el mini-artículo de Eroski sobre el microondas: "A pesar de que se han publicado estudios que apuntaban hacia posibles efectos nocivos sobre la salud derivados de los alimentos tratados con microondas, después de medio siglo de utilización en el ámbito doméstico, no ha podido corroborarse ninguno de los efectos señalados."
Su estrategia es desinformar, diciendo cosas que no tienen ningún fundamento pero que sirven para transmitir a la gente un determinado punto de vista, a menudo tranquilizador, para que la gente no se cuestione nada de lo que hace. Sobre este punto de vista que expresan, carecen de pruebas, pero eso no les importa, porque saben que para que les crean es suficiente expresar su sesgada opinión. Afirman, que como el microondas ha sido utilizado durante según ellos medio siglo en el ámbito doméstico, no ha podido corroborarse ninguno de los efectos señalados. Yo no sé si los que han escrito este artículo saben cómo se corroboran unos efectos sacados a la luz por unos estudios, pero desde luego, ningún efecto de ningún estudio de ninguna cosa se puede corroborar si no se hacen nuevos estudios para corroborarlo. El hecho de que casi todo el mundo use un microondas en su casa no corrobora nada. Los efectos que haya causado el microondas en la salud de esas personas son imposibles de corroborar y de demostrar científicamente si no se hacen unos estudios con esas personas, como se hicieron una vez con otras. Esa es la única forma de corroborar un estudio, y cuantas más corroboraciones haya, más validez se le otorga a ése o esos estudios. Pero la razón por la que esos primeros estudios no han sido corroborados es porque no se han hecho otros más desde entonces, y si algún científico ha querido hacer alguno, estoy segura de que no se lo habrán querido financiar o publicar. Pero el uso del microondas por la población durante años no significa que éste sea inocuo. Los efectos del microondas pueden estar ahí perfectamente, en los alimentos calentados en él y en la persona que los come, pero que no se hayan hecho más estudios no significa que no existan tales efectos, significa que ha habido presiones para que éstos no vuelvan a ser conocidos, tal y como ocurrió con ese científico que hizo los famosos estudios, el cual fue marginado tras ello.
La malnutrición (entiéndase "mala alimentación"), la obesidad, otras enfermedades derivadas de la nutrición e incluso el cáncer, pueden estar perfectamente relacionadas, en cierta parte y en ciertos casos, con el uso tan extendido del microondas. Pero, otra vez, cualesquiera relación con los efectos en la salud no puede ser afirmada rotundamente sin estudios, y ésa es la situación que quieren los grandes negocios, y que han conseguido tener con el microondas. Pero, afortunadamente, tenemos unos pocos estudios que sí demuestran fehacientemente tal relación, por tanto, si nos interesa nuestra salud, no podemos por menos que, por precaución, evitar el microondas y usar los métodos tradicionales de cocinar y calentar.
Aparte de los efectos negativos que causa el microondas en los alimentos, la intensidad tan alta de las microondas puede perjudicar la salud de los que lo utilizan, ya que son las ondas de los teléfonos móviles o del WiFi multiplicadas por cien, para que puedan calentar bastante, por tanto, el peligro de una fuga, que es muy probable porque las ondas atraviesan los cristales, es totalmente posible, y esas ondas afectarán al que use el aparato y a los que vivan en la casa. Por tanto, el microondas no sólo tiene el inconveniente de bajar o destruir las características nutricionales de los alimentos y de generar en éstos compuestos químicos perjudiciales, sino que añadido a todo esto, las ondas pueden afectar directamente al organismo de la persona que lo utiliza.
Valgan estos pocos asuntos alimenticios para ilustrar las artimañas de la industria de la alimentación y de la distribución de alimentos, representada aquí por Eroski, para desinformar, engañar y tranquilizar a la población para así mantener el status quo, el flujo de ganancias, y continuar empeorando cada vez más la salud de la población en el proceso. Ha habido y habrá más ejemplos de disparates difundidos a la población por las revistas, la web y los folletos de Eroski. Seguiremos analizando sus futuros malos consejos, porque el peligro está ahí: es un lobo con piel de cordero. Aparentando que vela por la salud y los intereses de la gente, establece unas normas y leyes de alimentación que, una de dos: O están basadas en conclusiones científicas inexactas sacadas de fuentes de estudios adaptados a las necesidades de la industria, o son meramente "opiniones" propias expresadas para desinformar a la gente y mantener el estado de ignorancia extrema sobre temas de salud y alimentación que reina en España.
"Sabores Escondidos"
Recientemente, ha salido a la luz que hay algunos productos alimenticios, como las patatas fritas, que contienen ingredientes no listados y también no saludables. Patatas fritas cargadas de ingredientes artificiales sí listados, como por ejemplo potenciadores del sabor como el monoglutamato sódico y otros similares, edulcorantes como el aspartamo y otros, están por todas partes (Hecho preocupante, porque este tipo de productos va destinado a los niños y a los jóvenes). Pero varios consumidores, se han dado cuenta ya, de que las patatas fritas "más naturales" "artesanas" en cuya lista de ingredientes no consta ningún aditivo ni ingrediente artificial, solamente "patatas, aceite de girasol o aceite vegetal y sal", tienen algún que otro ingrediente "escondido" para darles más sabor, muy posiblemente el monoglutamato sódico y/o algún otro ingrediente similar. Esto lo han podido notar los consumidores gracias a su sabor, en el que han podido apreciar resquicios de monoglutamato sódico al conocer cómo saben las patatas en cuya lista de ingredientes sí figuran los potenciadores del sabor, y al comparar los dos sabores y ver que es el mismo.
Este hecho significa que si estás comprando patatas fritas artesanas sencillas, sin aditivos y sin ingredientes raros, puede ser que sin saberlo tú o tus hijos estéis comiendo patatas con ingredientes neurotóxicos, "excitotoxinas" tales como el monoglutamato sódico y otros potenciadores del sabor, el aspartamo y otros edulcorantes. Por supuesto, estos ingredientes no son fáciles de notar porque están en mucha menos cantidad en el producto en el cual no se listan en los ingredientes, que en el producto en el que sí se listan, que está empapado en estas sustancias tan perjudiciales. Pero, al parecer, estas sustancias, listadas en otros productos con el nombre "aromas", se encuentran en este producto de patatas fritas y quien sabe si en muchísimos más, listadas o no listadas, o bajo vagas denominaciones que ocultan su verdadero nombre ("aromas", "especias"). Lógicamente, añadir estos "sabores" a su producto supone para el fabricante un mayor "enganche" para los consumidores, ya que, a más sabor, más suelen gustar las cosas y más suelen "enganchar" a la gente. Estas sustancias, al añadirse al producto en el proceso de fabricación como "trazas", no como un ingrediente principal, no requieren posiblemente su declaración en los ingredientes por ley, todavía, porque estas sustancias tan perjudiciales no han sido aún reconocidas como alérgenos o de hecho ni siquiera como verdaderamente "perjudiciales" por los gobiernos. Por tanto, las trazas añadidas de éstas no constituirán motivo de infracción de ninguna norma. Sin embargo, en lo que respecta a otras sustancias "naturales", como lo son el huevo, el gluten, la leche y los frutos secos, sí que se les exige cada vez más a los fabricantes declarar si existen trazas de ellas en los productos, lo cual es altamente paradójico que la percepción del peligro alimenticio de los consumidores sea dirigido a componentes alimenticios naturales en vez de a los verdaderos peligros, las sustancias artificiales más neurotóxicas. Los alérgicos al huevo, al gluten y a la leche, lo son, en la mayoría de los casos, no a estos alimentos en su estado natural, sino al procesamiento artificial de éstos.
Así, vamos dándonos cuenta poco a poco de qué parte están los grupos o asociaciones supuestamente enfocados hacia el consumidor y todas las lentas y escasas regulaciones alimenticias oficiales que puedan salir. No debería ser difícil llegar a la conclusión de que si tú no te cuidas, nadie te cuidará y de que confiar en que todo lo que venden no perjudicará tu salud porque crees que está totalmente controlado es una creencia vana.
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