Escrito por Jorge Eduardo Rulli
Sábado, 29 de Octubre de 2011 19:48
Sábado, 29 de Octubre de 2011 19:48
...diez años después de una orgía de ganancias fabulosas...
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EDITORIAL DE HORIZONTE SUR EN LA AM 690 EL SABADO 29 DE OCTUBRE DE 2011
Respecto a las recientes elecciones nacionales, lo habíamos dicho muchas veces: el combo de la soja y del asistencialismo, no podía ser derrotado en las urnas… Y las ilusiones alimentadas en muchos por algunos despistados, no sólo han exhibido su irremediable pobreza de medios y de fines, sino que han dañado profundamente las expectativas de los que iniciaban sus primeros pasos en el sueño de procurar un país mejor, y que ahora habrá que rescatarlos de la ciénaga de la perplejidad, de la confusión, del contubernio con las empresas o del culto grotesco a la voracidad de poder político. Hace mucho ya, por otra parte, que los sueños de un país mejor, no pasan por lo eleccionario, y no resulta excesivo que recordemos una vez más, que Perón, poco antes de su muerte, se lo dijo a su biógrafo Pavón Pereyra: cada nueva elección no hará sino remachar los nuevos yugos coloniales…Este modelo a lo sumo puede hacer crisis por deficiencias de alguno de sus conductores, y en ese caso y considerando la penosa oposición política que enfrenta, podría perfectamente ser reemplazado por alternativas funcionales al mismo proyecto de país, ya sea que surjan de la propia entraña del oficialismo o de los sectores aparentemente opositores, alternativas donde lo que se discutiría siempre es solamente lo accesorio… De hecho los candidatos más votados son totalmente acordes al mismo proyecto de país sojero, agro exportador de comodities y materias primas, y además, productor de Biocombustibles.
Me temo que este modelo solo podrá ser reemplazado por otro proyecto de país ante la crisis que viene, crisis que probablemente será peor que las que vivimos en los años pasados y que no proviene de las propias condiciones, sino que proviene de los problemas irresolubles que enfrentan los sistemas bancarios y financieros, tanto como el comercio, en el plano internacional. Me temo, asimismo, que esa crisis será inmanejable para esta dirigencia travestida, provinciana y paupérrima en ideas, una dirigencia que se guía con criterios ideológicos obsoletos y en la práctica por el afán de lucro funcionarial y la acumulación de poder político…La crisis o el agotamiento del modelo agroexportador será probablemente una catástrofe, una catástrofe subsidiaria de las crisis financieras y recesivas que asolan al Planeta y debemos reconocer que, frente a esas amenazas NO estamos blindados como nos dicen, con infinita irresponsabilidad, sino que estamos absolutamente inermes. Esta es una Argentina agroexportadora, una Argentina con una enorme fragilidad, dependiente en todo de los mercados globales. Frente a lo aleatorio de la situación financiera, climática y ambiental que se viven a nivel global, carecemos de capacidad de resistir situaciones difíciles, porque el agronegocio y el asistencialismo masivos, nos han dejado sin la cultura del trabajo, han provocado la pérdida extendida de los oficios y saberes que eran propios de nuestro pueblo, y por último, porque debido al despoblamiento masivo y a la desaparición del trabajo rural, carecemos tanto de seguridad alimentaria, como de la posibilidad de resistencia y autodefensa colectiva que permiten los desarrollos locales.
Necesitamos pensar ese otro país posible que deberá surgir necesariamente del agotamiento del actual proyecto. Porque no se trata tan solo de un fracaso económico o del fracaso de un proyecto que se agota y frente al cual es posible hallar alternativas, se trata del fracaso de una aspiración profunda a la modernidad por parte de nuestros sectores medios y de gran parte de los asistencializados subidos a este tren fantasma del progresismo . Fracasa un proyecto de modernidad, con todo lo que ello implica, tanto de culto exacerbado a las tecnologías, tal como ocurre con “Tecnópolis”, esa catedral de Luján de los sectores progre/desarrollistas, combinación de la tecno/política con la publicidad y la ciencia empresarial subsidiaria, además de la tergiversación y el olvido del verdadero pasado científico industrial de la Argentina.
La manta del asistencialismo en la gran juerga del desarrollismo prebendario, no alcanza para todos y peor todavía, cada día alcanza menos. Para peor, son los dineros de la Administración Nacional de la Seguridad Social, el ANSES, los que terminan resolviendo la estrechez de la manta, y solventando las celebraciones sobre la cubierta del Titanic... Bastaría una baja mayor de la soja en los precios del mercado de Chicago, una retracción del comercio internacional o acaso un encadenamiento de colapsos ambientales por agotamiento de suelos o acaso por el Cambio Climático, y el famoso modelo que sustenta la fiesta del consumo urbano a la vez que, la juerga de los intelectuales progresistas enamorados del “Eternauta” irrisorio que inventó el genio de Telam, acabaría como en esas resacas que deja la mala bebida. Esa es la razón de las últimas medidas cambiarias: grandes simulaciones relativas a la exportación de divisas, así como a un supuesto control de inversiones por parte de un Estado, el mismo estado al que como institución se le ha restado minuciosamente la capacidad de controlar lo que fuere... En este caso además, para colmo del sarcasmo, se le pide a las grandes mineras como la Barrick que declaren bajo juramento sus ganancias… hasta el momento por otra parte, no hemos escuchado queja alguna de parte de los exportadores y por lo que nos informamos cada día, los mayores problemas cotidianos son los de la importación y del mercado interno amenazado por sucesivos cambios inflacionarios.
Recuerdo que, como GRR lo escribimos y publicamos reiteradamente allá por los años 2002 y 2003, cuando todavía teníamos amigos como el gran periodista Julio Nudler en Página 12, y contando siempre con el asesoramiento respetable de Don Alberto Ferrari Etcheverry. Si la Argentina había decidido con la Democracia el pago irrestricto de la Deuda Externa y para solventar sus obligaciones se había aceptado vender forrajes y aceites de soja a los países que nos proveerían las necesarias divisas, nos preguntábamos… ¿Por qué razón en esos años, no solamente se relajaba hasta hacerse inexistente el control de las exportaciones, sino que se disponía que las divisas podían no volver al país, o sea quedar en el exterior y ser invertidas por los exportadores en los mercados internacionales? La pregunta era clave y apuntaba a una razonabilidad necesaria, si sacrificamos a la Argentina para que condone su deuda, reconfigurándola de manera brutal para que produzca aquello que los países poseedores de dólares necesitan, o sea piensos y aceites, por qué razón a poco andar nos permitimos olvidar el sentido del sacrificio y permitimos que esas divisas no retornaran o sirvieran a otros fines? Recuerdo que primero reiteramos inútilmente ante el gobierno de Duhalde este interrogante, luego asumió Kirchner y no tardó en avalar e inclusive ampliar esos privilegios de las granarias y de los exportadores… Ahora casi diez años después de una orgía de ganancias fabulosas, el tema vuelve a posicionarse, pero con una diferencia notable. Nosotros lo planteábamos desde una posición en defensa de la Soberanía y de un Proyecto de país, no preocupados por la caja necesaria al manejo de las políticas del poder, la economía subsidiada y el asistencialismo…
Necesitamos pensar ese otro país posible que deberá surgir, alguna vez, necesariamente, del agotamiento del actual proyecto. No será fácil. Este entramado de intereses mezquinos que ha vaciado la política de todo contenido que no sean los negocios y la perpetuación en los cargos funcionariales, está también reinventando la historia de los argentinos. Alguna vez, hace mucho, cuando éramos estudiantes fueron los manuales de Grosso los que dibujaban una historia falsificada, luego fueron los libritos de Pigna, ahora es Galasso, Feinmann y otros amanuenses de Carta Abierta, los que no descansan, adecuando la narrativa del pasado a los intereses y necesidades de los que gobiernan. Y aprovecho para insistir en que no es gratuito tanto entusiasmo jauretchiano en la militancia oficialista, tanto centro de estudio forjista kirchnerista, tanto culto a la personalidad de Don Arturo, que, por otra parte, sería probablemente el primer sorprendido de ver cómo sus desvelos sirven para tantas y variadas intenciones. No obstante ese uso abusivo de la memoria, digamos que Don Arturo Jauretche a pesar de expresar siempre un ala moderada, casi diría burguesa del Peronismo antiguo, a pesar de sus críticas a Perón y a varios intentos neoperonistas que le conociéramos durante los duros años de la Resistencia, a pesar inclusive de su prolongada amistad con Rogelio Frigerio y de su larga colaboración con la Revista desarrollista Qué, dificulto que avalara este connubio excesivo entre los discursos progresistas y las Corporaciones transnacionales. No obstante ello, nos preguntamos, qué oculta tanta hojarasca y tanto discurso embrollador sino confundir acerca de los orígenes mismos del Peronismo? Ese peronismo del que se abusa, trabucando sus orígenes y sus linajes para que el presente pueda encuadrarse, justificarse y no ser amenazador para el statu quo que ellos, los grandes simuladores, expresan. Esto que voy a decir no es aclaro, en demérito de Forja y de Don Arturo, pero las masas que ganaron las calles el 17 de octubre de 1945, las puso en movimiento el carisma extraordinario de Perón, pero también la tradición de lucha y la capacidad de organización obrera que había logrado generar el anarco sindicalismo. Si a esa capacidad movilizadora y libertaria le sumamos el pensamiento del nacionalismo fortalecido durante la guerra mundial y la figura del Coronel cautivo, pondremos el hecho en su contexto, si creemos que esa capacidad revolucionaria nació solo en el sótano de Forja y sobrestimamos a ciertos elementos provenientes del radicalismo yrigoyenista en desmedro de otros, es porque estamos haciendo trampa. Y me parece que eso es lo que hoy se está llevando a cabo. Están intentando redescribir la historia y creen que una aplanadora de votos cautivos por la pobreza los justifica y legitima…
Necesitamos pensar ese otro país posible, sin dejarnos influir por esa historia que nos mistifican a diario a través del enorme aparato mediático del Estado. Es lo que intentamos hacer desde Horizonte Sur cada semana y desde hace ya siete años. Es lo que intentamos cada vez que exploramos nuevas disciplinas tales como el Decrecimiento o tal vez, el Crecimiento mesurado, la decolonialidad, la permacultura o la Cultura como arraigo según Rodolfo Kusch… Porque no se trata de reemplazar solamente a una clase dirigente, se trata de lograr otras miradas de parte de la sociedad, se trata de ser capaces de vivir de otra manera, de generar un sueño colectivo que vuelva a enamorarnos, se trata de construir alternativas de vida colectiva, se trata también, de lograr una mayor simplicidad y de reaprender a apoyarse en las propias fuerzas, ahora, cuando ya no somos autosuficientes en energías y cuando dependemos en forma creciente de las importaciones chinas. Se trata ,asimismo, de pensar la política por fuera de los marcos establecidos, y por último, se trata de volver a soñar la Revolución con un sentido libertario, festivo y asambleario, siendo capaces de volver a impulsar una Comunidad organizada en que el objetivo NO sea el Crecimiento ni la ganancia, sino la Felicidad de nuestro Pueblo.
Jorge Eduardo Rulli
FUENTE: http://www.infosurrosario.com.ar/index.php/ecologia/692-fracasa-un-proyecto-de-modernidad.html
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EDITORIAL DE HORIZONTE SUR EN LA AM 690 EL SABADO 29 DE OCTUBRE DE 2011
Respecto a las recientes elecciones nacionales, lo habíamos dicho muchas veces: el combo de la soja y del asistencialismo, no podía ser derrotado en las urnas… Y las ilusiones alimentadas en muchos por algunos despistados, no sólo han exhibido su irremediable pobreza de medios y de fines, sino que han dañado profundamente las expectativas de los que iniciaban sus primeros pasos en el sueño de procurar un país mejor, y que ahora habrá que rescatarlos de la ciénaga de la perplejidad, de la confusión, del contubernio con las empresas o del culto grotesco a la voracidad de poder político. Hace mucho ya, por otra parte, que los sueños de un país mejor, no pasan por lo eleccionario, y no resulta excesivo que recordemos una vez más, que Perón, poco antes de su muerte, se lo dijo a su biógrafo Pavón Pereyra: cada nueva elección no hará sino remachar los nuevos yugos coloniales…Este modelo a lo sumo puede hacer crisis por deficiencias de alguno de sus conductores, y en ese caso y considerando la penosa oposición política que enfrenta, podría perfectamente ser reemplazado por alternativas funcionales al mismo proyecto de país, ya sea que surjan de la propia entraña del oficialismo o de los sectores aparentemente opositores, alternativas donde lo que se discutiría siempre es solamente lo accesorio… De hecho los candidatos más votados son totalmente acordes al mismo proyecto de país sojero, agro exportador de comodities y materias primas, y además, productor de Biocombustibles.
Me temo que este modelo solo podrá ser reemplazado por otro proyecto de país ante la crisis que viene, crisis que probablemente será peor que las que vivimos en los años pasados y que no proviene de las propias condiciones, sino que proviene de los problemas irresolubles que enfrentan los sistemas bancarios y financieros, tanto como el comercio, en el plano internacional. Me temo, asimismo, que esa crisis será inmanejable para esta dirigencia travestida, provinciana y paupérrima en ideas, una dirigencia que se guía con criterios ideológicos obsoletos y en la práctica por el afán de lucro funcionarial y la acumulación de poder político…La crisis o el agotamiento del modelo agroexportador será probablemente una catástrofe, una catástrofe subsidiaria de las crisis financieras y recesivas que asolan al Planeta y debemos reconocer que, frente a esas amenazas NO estamos blindados como nos dicen, con infinita irresponsabilidad, sino que estamos absolutamente inermes. Esta es una Argentina agroexportadora, una Argentina con una enorme fragilidad, dependiente en todo de los mercados globales. Frente a lo aleatorio de la situación financiera, climática y ambiental que se viven a nivel global, carecemos de capacidad de resistir situaciones difíciles, porque el agronegocio y el asistencialismo masivos, nos han dejado sin la cultura del trabajo, han provocado la pérdida extendida de los oficios y saberes que eran propios de nuestro pueblo, y por último, porque debido al despoblamiento masivo y a la desaparición del trabajo rural, carecemos tanto de seguridad alimentaria, como de la posibilidad de resistencia y autodefensa colectiva que permiten los desarrollos locales.
Necesitamos pensar ese otro país posible que deberá surgir necesariamente del agotamiento del actual proyecto. Porque no se trata tan solo de un fracaso económico o del fracaso de un proyecto que se agota y frente al cual es posible hallar alternativas, se trata del fracaso de una aspiración profunda a la modernidad por parte de nuestros sectores medios y de gran parte de los asistencializados subidos a este tren fantasma del progresismo . Fracasa un proyecto de modernidad, con todo lo que ello implica, tanto de culto exacerbado a las tecnologías, tal como ocurre con “Tecnópolis”, esa catedral de Luján de los sectores progre/desarrollistas, combinación de la tecno/política con la publicidad y la ciencia empresarial subsidiaria, además de la tergiversación y el olvido del verdadero pasado científico industrial de la Argentina.
La manta del asistencialismo en la gran juerga del desarrollismo prebendario, no alcanza para todos y peor todavía, cada día alcanza menos. Para peor, son los dineros de la Administración Nacional de la Seguridad Social, el ANSES, los que terminan resolviendo la estrechez de la manta, y solventando las celebraciones sobre la cubierta del Titanic... Bastaría una baja mayor de la soja en los precios del mercado de Chicago, una retracción del comercio internacional o acaso un encadenamiento de colapsos ambientales por agotamiento de suelos o acaso por el Cambio Climático, y el famoso modelo que sustenta la fiesta del consumo urbano a la vez que, la juerga de los intelectuales progresistas enamorados del “Eternauta” irrisorio que inventó el genio de Telam, acabaría como en esas resacas que deja la mala bebida. Esa es la razón de las últimas medidas cambiarias: grandes simulaciones relativas a la exportación de divisas, así como a un supuesto control de inversiones por parte de un Estado, el mismo estado al que como institución se le ha restado minuciosamente la capacidad de controlar lo que fuere... En este caso además, para colmo del sarcasmo, se le pide a las grandes mineras como la Barrick que declaren bajo juramento sus ganancias… hasta el momento por otra parte, no hemos escuchado queja alguna de parte de los exportadores y por lo que nos informamos cada día, los mayores problemas cotidianos son los de la importación y del mercado interno amenazado por sucesivos cambios inflacionarios.
Recuerdo que, como GRR lo escribimos y publicamos reiteradamente allá por los años 2002 y 2003, cuando todavía teníamos amigos como el gran periodista Julio Nudler en Página 12, y contando siempre con el asesoramiento respetable de Don Alberto Ferrari Etcheverry. Si la Argentina había decidido con la Democracia el pago irrestricto de la Deuda Externa y para solventar sus obligaciones se había aceptado vender forrajes y aceites de soja a los países que nos proveerían las necesarias divisas, nos preguntábamos… ¿Por qué razón en esos años, no solamente se relajaba hasta hacerse inexistente el control de las exportaciones, sino que se disponía que las divisas podían no volver al país, o sea quedar en el exterior y ser invertidas por los exportadores en los mercados internacionales? La pregunta era clave y apuntaba a una razonabilidad necesaria, si sacrificamos a la Argentina para que condone su deuda, reconfigurándola de manera brutal para que produzca aquello que los países poseedores de dólares necesitan, o sea piensos y aceites, por qué razón a poco andar nos permitimos olvidar el sentido del sacrificio y permitimos que esas divisas no retornaran o sirvieran a otros fines? Recuerdo que primero reiteramos inútilmente ante el gobierno de Duhalde este interrogante, luego asumió Kirchner y no tardó en avalar e inclusive ampliar esos privilegios de las granarias y de los exportadores… Ahora casi diez años después de una orgía de ganancias fabulosas, el tema vuelve a posicionarse, pero con una diferencia notable. Nosotros lo planteábamos desde una posición en defensa de la Soberanía y de un Proyecto de país, no preocupados por la caja necesaria al manejo de las políticas del poder, la economía subsidiada y el asistencialismo…
Necesitamos pensar ese otro país posible que deberá surgir, alguna vez, necesariamente, del agotamiento del actual proyecto. No será fácil. Este entramado de intereses mezquinos que ha vaciado la política de todo contenido que no sean los negocios y la perpetuación en los cargos funcionariales, está también reinventando la historia de los argentinos. Alguna vez, hace mucho, cuando éramos estudiantes fueron los manuales de Grosso los que dibujaban una historia falsificada, luego fueron los libritos de Pigna, ahora es Galasso, Feinmann y otros amanuenses de Carta Abierta, los que no descansan, adecuando la narrativa del pasado a los intereses y necesidades de los que gobiernan. Y aprovecho para insistir en que no es gratuito tanto entusiasmo jauretchiano en la militancia oficialista, tanto centro de estudio forjista kirchnerista, tanto culto a la personalidad de Don Arturo, que, por otra parte, sería probablemente el primer sorprendido de ver cómo sus desvelos sirven para tantas y variadas intenciones. No obstante ese uso abusivo de la memoria, digamos que Don Arturo Jauretche a pesar de expresar siempre un ala moderada, casi diría burguesa del Peronismo antiguo, a pesar de sus críticas a Perón y a varios intentos neoperonistas que le conociéramos durante los duros años de la Resistencia, a pesar inclusive de su prolongada amistad con Rogelio Frigerio y de su larga colaboración con la Revista desarrollista Qué, dificulto que avalara este connubio excesivo entre los discursos progresistas y las Corporaciones transnacionales. No obstante ello, nos preguntamos, qué oculta tanta hojarasca y tanto discurso embrollador sino confundir acerca de los orígenes mismos del Peronismo? Ese peronismo del que se abusa, trabucando sus orígenes y sus linajes para que el presente pueda encuadrarse, justificarse y no ser amenazador para el statu quo que ellos, los grandes simuladores, expresan. Esto que voy a decir no es aclaro, en demérito de Forja y de Don Arturo, pero las masas que ganaron las calles el 17 de octubre de 1945, las puso en movimiento el carisma extraordinario de Perón, pero también la tradición de lucha y la capacidad de organización obrera que había logrado generar el anarco sindicalismo. Si a esa capacidad movilizadora y libertaria le sumamos el pensamiento del nacionalismo fortalecido durante la guerra mundial y la figura del Coronel cautivo, pondremos el hecho en su contexto, si creemos que esa capacidad revolucionaria nació solo en el sótano de Forja y sobrestimamos a ciertos elementos provenientes del radicalismo yrigoyenista en desmedro de otros, es porque estamos haciendo trampa. Y me parece que eso es lo que hoy se está llevando a cabo. Están intentando redescribir la historia y creen que una aplanadora de votos cautivos por la pobreza los justifica y legitima…
Necesitamos pensar ese otro país posible, sin dejarnos influir por esa historia que nos mistifican a diario a través del enorme aparato mediático del Estado. Es lo que intentamos hacer desde Horizonte Sur cada semana y desde hace ya siete años. Es lo que intentamos cada vez que exploramos nuevas disciplinas tales como el Decrecimiento o tal vez, el Crecimiento mesurado, la decolonialidad, la permacultura o la Cultura como arraigo según Rodolfo Kusch… Porque no se trata de reemplazar solamente a una clase dirigente, se trata de lograr otras miradas de parte de la sociedad, se trata de ser capaces de vivir de otra manera, de generar un sueño colectivo que vuelva a enamorarnos, se trata de construir alternativas de vida colectiva, se trata también, de lograr una mayor simplicidad y de reaprender a apoyarse en las propias fuerzas, ahora, cuando ya no somos autosuficientes en energías y cuando dependemos en forma creciente de las importaciones chinas. Se trata ,asimismo, de pensar la política por fuera de los marcos establecidos, y por último, se trata de volver a soñar la Revolución con un sentido libertario, festivo y asambleario, siendo capaces de volver a impulsar una Comunidad organizada en que el objetivo NO sea el Crecimiento ni la ganancia, sino la Felicidad de nuestro Pueblo.
Jorge Eduardo Rulli
FUENTE: http://www.infosurrosario.com.ar/index.php/ecologia/692-fracasa-un-proyecto-de-modernidad.html
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