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Contra los monocultivos y minería contaminantes y a favor de la Soberanía Alimentaria y de un Proyecto Nacional Sustentable

22 de agosto de 2012

Efectos Biológicos de los Campos Electromagnéticos.


Efectos Biológicos de los Campos Electromagnéticos.
Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río.
Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C. y Coordinador de los Diplomados en Medicinas Alternativas de la Universidad de Guadalajara

Fue hasta más o menos en el año de 1900 cuando el campo electromagnético de la tierra consistía en forma sencilla en su propio campo y algunas otras micropulsaciones asociadas con él. Tal es el caso de las descargas fortuitas de relámpagos y la luz visible. En cambio, en la actualidad estamos sumergidos en un mar de energía que es casi totalmente hecho por el hombre.

Si percibimos y derivamos información del campo geomagnético natural, es muy lógico que todo este campo electromagnético no natural esté produciendo efectos biológicos que pueden ser dañinos.

Las instalaciones y las aplicaciones de la electricidad y la electrónica están incrementándose continuamente. Sus efectos sobre la salud son ahora indiscutibles y ampliamente conocidos dentro del ambiente científico, aunque en lo que se refiere al público, la mayoría de la gente desconoce lo que puede hacer para protegerse de los efectos nocivos de algunos campos electromagnéticos. Ahora se sabe que la estimulación eléctrica influye en el crecimiento celular y ayuda a promover la consolidación de los huesos rotos.

Pero también se sabe que las intensidades de los campos electromagnéticos necesarios para que suceda este fenómeno, son mucho más grandes que las intensidades de la contaminación de los campos electromagnéticos.

Desde 1975 se conoce el efecto magnetotrópico de las bacterias hacia el polo norte.

Esto es muy importante cuando se habla del smog electromagnético.

Todos sabemos que en la sociedad actual en que vivimos, no estamos libres de riesgos, pero que debemos tomar nuestras precauciones para que estos riesgos sean menores.

La mayoría de las personas creen que los riesgos de la salud relacionados con los campos electromagnéticos, son de origen externo, en el medio ambiente. La verdad es que el mayor riesgo está asociado con el uso de muchos aparatos electrodomésticos que usamos a diario en nuestras casas y oficinas.

Actualmente, la energía electromagnética abarca todo el mundo, es decir, no hay lugar donde esconderse de ella. En los lugares más remotos del planeta también estaríamos expuestos a un nivel de frecuencias corrientes ubicuas de 50 o 60 Hz, igual que las ondas de radio reflejadas en la ionósfera. Con esto, fácilmente podemos percatarnos de que el problema de la electropolución es mundial y para resolverlo se requeriría de un inmenso esfuerzo y coordinación internacional. Por otro lado, como individuos, sí tenemos algo de control sobre nuestros aparatos electromagnéticos que ordinariamente utilizamos en nuestra vida diaria. El único concepto básico que debemos de aplicar es la tasa de riesgo-dosificacion. Por ejemplo, sabemos que una razuradora eléctrica produce un campo electromagnético extremadamente alto en potencia, si está conectada a la corriente eléctrica.

Hemos medido con diferentes aparatos, campos electromagnéticos de 60 Hz, de hasta 400 miligauss a un centímetro del filo de la navaja. Estos campos penetran la piel del operador. Existe evidencia científica de que los campos de 60 Hz de tan sólo 3 miligauss, están relacionados con el aumento de la incidencia de cáncer. Esto entonces nos dice que estos campos electromagnéticos emitidos por la razuradora eléctrica (conectada a la línea eléctrica) son 100 veces más potentes del máximo considerado como seguro.

Por lo anterior, es muy importante no olvidar el concepto de tasa-dosificación, ya que la razuradora eléctrica se usa durante unos minutos nada más. Por lo cual, la exposición es mínima. En cambio, por ejemplo, la fuerza del campo magnético de una sábana eléctrica es de 50 a 100 miligauss, estando todavía dentro de la zona de peligro. Además, hay que tomar en cuenta que el uso de la sábana es de varias horas diarias, por lo que la dosis total administrada es mucho más alta.

Hay grandes estudios epidemiológicos sobre los efectos de los campos electromagnéticos. La asociación más consistente se encuentra en los trabajadores eléctricos, los niños (particularmente para cáncer del cerebro y leucemia) y en la tasa de aborto, la cual, es más alta entre las usuarias de sábanas eléctricas.

El campo electromagnético ambiental hecho por el hombre, está producido principalmente por la transmisión local de la potencia eléctrica y la red de distribución y es el nivel de la fuerza del campo al que estamos expuestos constantemente. Este campo está presente dentro y fuera de nuestras casas y es casi imposible evitarlo.

A través de diferentes investigaciones, se ha visto que los niveles del campo electromagnético ambiental, en la zona urbana, casi siempre exceden de los 3 miligauss. El rango en la zona suburbana va de 1 a 3 miligauss. Estas lecturas pueden variar mucho de acuerdo a la proximidad con las líneas de transmisión de potencia eléctrica y transformadores de línea de potencia.

La Dra. Nancy Wertheimer de la Universidad de Colorado quien publicó el primer estudio epidemiológico sobre cambios de frecuencia de poder, ha hecho similares estudios en usuarios de sábanas eléctricas.

Algunos otros estudios, indican que la exposición residencial a campos electromagnéticos ambientales superiores a 3 miligauss, están estrechamente relacionados con aumentos en la incidencia de cáncer en los niños. La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que un nivel seguro es de máximo 0.3 miligauss. Wertheimer y Leeper reportaron que los niños que vivían en casas cerca de líneas eléctricas de poder tuvieron 2 o 3 veces mayor posibilidad de desarrollar cáncer, particularmente leucemia, linfomas y tumores del sistema nervioso que los niños que viven en casas más alejadas de estas configuraciones de alta corriente. Estos resultados fueron confirmados en general por estudios subsecuentes controlados hechos por Savitz et al. En 1989 la Oficina de Evaluación Tecnológica (OTA) publicó un descubrimiento clave que indica que los campos electromagnéticos de 60 Hz y otras bajas frecuencias pueden interactuar con los órganos y las células individuales produciendo cambios biológicos.

Nosotros recomendamos que para disminuir nuestro nivel de fuerza de nuestro campo electromagnético interior, desconectemos todos nuestros aparatos eléctricos, cuando no los estemos utilizando, ya que, muchos de ellos, a pesar de estar apagados, siguen produciendo un campo electromagnético si permanecen conectados a la línea eléctrica. Uno de los aparatos domésticos más comunes en nuestros días, es la televisión, la cual, además de producir una pequeña cantidad de radiación ionizante (como rayos X) también produce radiación no ionizante electromagnética que sale de todo el aparato. Aclaro esto porque muchas personas piensan que solamente se emiten campos electromagnéticos enfrente del aparato de televisión.

Nuestros televisores son una fuente radiante de amplia banda, de los 60 Hz hasta radio frecuencias dentro del rango de los MHz. Las radiaciones emitidas por la TV salen en todas direcciones. Podemos decir, de una manera general que entre más grande es la televisión, mayor es la fuerza del campo electromagnético que emite y por consiguiente se extenderá más lejos. Por todo esto, recomendamos que las personas (particularmente los niños) al ver la TV se sienten a una distancia donde el nivel de fuerza del campo electromagnético sea máximo de 1 miligauss.

Con relación a las terminales de video de las computadoras, podemos decir que aquí el problema es mayor, ya que muchas computadoras tienen pegado el teclado a la pantalla, lo cual, aumenta la dosis de radiación. Además de estar exactamente al nivel de la cabeza. En estos casos, recomendamos que el operador esté al menos a un metro de distancia de la terminal de video para evitar riesgos y que el nivel electromagnético sea de aproximadamente 1 miligauss. En la actualidad, cada vez son más las compañías que producen computadoras que emiten un nivel bajo de radiación.

Otro punto relacionado con los campos electromagnéticos son las luces fluorescentes. Todos sabemos que son más baratas y duran más que las incandescentes. Es muy importante recalcar que la luz fluorescente, además de producir una luz con espectro mucho más angosto (lo cual, no es bueno biológicamente), produce un campo electromagnético más fuerte. Por ejemplo, si medimos el campo magnético de un foco de 60 wats incandescente, encontraremos a 5 cm de distancia un nivel de 0.3 miligauss. Si valoramos el campo electromagnético a una distancia de 15 cm, veremos que es de .05 miligauss. En cambio, si hacemos lo mismo con un foco fluorescente, veremos que a 5 cm de distancia un foco de 10 wats produce un campo electromagnético de 6 miligauss y a 15 cm, el campo es de 2 miligauss; fuera del rango de seguridad desde el punto de vista biológico.

En los estudios que hicimos hace algunos años en el Programa de Estudios de Medicinas Alternativas de la Universidad de Guadalajara hemos corroborado que un reloj eléctrico produce un campo magnético sorprendentemente alto por el pequeño motor eléctrico que lo activa. Hemos visto que un reloj eléctrico común en el buró de la recámara produce un campo magnético de 5 a 10 miligauss a 70 cm de distancia, es decir, directamente sobre la cabeza del propietario. Por lo cual, recomendamos que se usen relojes de baterías.

Los secadores comunes de pelo, producen en general un campo magnético muy fuerte. Por ejemplo, uno de 1200 wats produce a 15 cm de distancia, un campo de 50 miligauss. Para una persona que lo usa diario sólo para secar su pelo, tal vez, la dosis no es muy alta, pero hay reportes preliminares de que las estilistas que los usan diario durante varias horas, tienen una incidencia de cáncer de senos más alta que la del público en general.

Con relación a los calentadores eléctricos, podemos decir que la mayoría de ellos producen un campo de 23 miligauss a 15 cm y algunos más modernos que se colocan en los techos llegan a producir un campo de 10 miligauss en el cuarto entero!

Los hornos de microondas ofrecen el mismo problema que las computadoras en lo que se refiere a la emisión de campos electromagnéticos. No existe un nivel seguro de exposición a las microondas determinado todavía, por lo cual, les recomendamos a los usuarios, revisarlos regularmente para evitar la liberación anormal de radiación y recalcamos que no deben acercarse al horno de microondas mientras esté funcionando.

En nuestros días, tenemos una gran variedad de aparatos radiotransmisores, los cuales, anteriormente sólo utilizaban gentes que los necesitaban para poder trabajar como la policía, bomberos, etc. Ahora, tenemos radio CB, teléfonos inalámbricos, teléfonos celulares, sistemas de seguridad de casas y oficinas, juguetes de control remoto y tantos otros aparatos. El Dr. Samuel Miham del Departamento de Salud del Estado de Washington ha reportado una incidencia de leucemia mucho mas alta entre los operadores amateur de radio que el público en general. Por lo cual, se recomienda que todos estos aparatos se utilicen únicamente cuando sea necesario y por el período más corto posible de tiempo.

Como todos sabemos, en la actualidad nos estamos enfrentando a enfermedades que eran desconocidas hace algunos años. También se ha visto que muchas enfermedades que consideraban erradicadas, están regresando. Los nuevos paradigmas de la ciencia nos pueden dar algunas claves para conocer el surgimiento de estas enfermedades y la reaparición de las consideradas erradicadas. En teoría, una enfermedad que aparece de ninguna parte, puede estar causada por un cambio genético en un microorganismo preexistente (una bacteria o un virus) que produce nuevas características patológicas.

Por otro lado, algunos investigadores consideramos que lo que sucede es que el debilitamiento del campo magnético de la tierra y el exceso de otros campos electromagnéticos en otras frecuencias, está causando que la resistencia inmunológica de la humanidad disminuya gradualmente.

Se puede agregar al debate de los campos electromagnéticos y la salud, una relación interesante entre la enfermedad de Alzheimer y la exposición a los mismos. En un congreso reciente realizado en Minneapolis, el investigador Joseph Sobel de la Universidad del Sur de California reportó sobre tres estudios que demuestran lazos dramáticos entre la exposición en el lugar del trabajo a fuertes campos electromagnéticos y un riesgo posterior a la enfermedad degenerativa del cerebro. Los sujetos a exposiciones altas fueron 3 veces más propensos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer que la gente que no trabajaba alrededor de campos eléctricos. Dos de estos estudios se realizaron en Finlandia, otro en Los Angeles. Se incluyeron 386 pacientes y 475 sujetos de control.

Cada vez son más los gobiernos que toman acción concreta en informar a la ciudadanía sobre los efectos de los campos magnéticos. Por ejemplo, el Departamento de Servicios de Salud del Estado de California publicó un estudio llamado Los campos magnéticos y eléctricos: mediciones y posibles efectos en la salud humana. También existe un protocolo para la medición de los campos magnéticos de 60 Hertz en las casas.


La contaminación electromagnética y su efecto en la salud

Contaminación electromagnética Es producida por las radiaciones del espectro electromagnético generadas por equipos electrónicos u otros elementos producto de la actividad humana, como torres de alta tensión y transformadores, las antenas de telefonía móvil, los electrodomésticos, etc. Esta contaminación puede producir peligros de tres tipos: Peligros eléctricos capaces de inducir una corriente eléctrica o shock eléctrico que pueden dañar personas o animales, sobrecargar o dañar aparatos eléctricos, un ejemplo de esto son lastormentas solares que inducen corrientes eléctricas en el campo magnético de la tierra, en 1994 una tormenta solar afecto a varios satélites de comunicación generando problemas en periódicos y redes de radio y televisión de Canadá. Peligros de incendio en el caso de una fuente de muy alta radiación electromagnética puede producir una corriente eléctrica de tal intensidad que genera una chispa que puede causar incendios en ambientes con combustible como por ejemplo gas natural. Peligros biológicos es ampliamente conocido que el efecto de los campos electromagnéticos pueden causar calentamiento dieléctrico, este efecto es lo que hace funcionar al horno microondas. Por esto una antena que transmite a una alta potencia puede generar quemaduras en las personas muy cercanas a esta. Este calentamiento varia con la potencia y frecuencia de la onda electromagnética. Existen controversias de si la contaminación electromagnética no ionizante produce o no efectos negativos sobre la salud (como el cáncer). Hasta la fecha no se ha podido probar riesgos para la salud.

Los campos electromagnéticos son rara vez tenidos en cuenta como factores de contaminación en el área de la construcción, pese a las evidencias de sus efectos sobre la vida y, en especial, sobre la salud humana.

Toda corriente eléctrica produce campos magnéticos y todo campo magnético variable induce campos eléctricos. Sin embargo, un campo magnético estático puede producir una corriente eléctrica en un cuerpo si éste se mueve a través del campo.


De esa forma los campos magnéticos artificiales, mucho más intensos que los naturales, pueden alterar los procesos biológicos. La abundancia de artefactos eléctricos y aparatos electrónicos, así como los medios de transmisión de electricidad y radiofrecuencias, han hecho de nuestra civilización tecnológica un pandemónium de campos electromagnéticos de todo tipo. Los continuos avances tecnológicos hacen que la incidencia de este tipo de contaminación vaya en aumento.

La tecnología genera campos electromagnéticos en todas las frecuencias e intensidades. Después de largas polémicas, investigaciones realizadas en todo el mundo han demostrado que las alteraciones biológicas debidas a la acción de campos electromagnéticos artificiales intensos, tanto de alta frecuencia (antenas de radio, TV, microondas, radar, etc.) como de baja frecuencia (líneas de alta tensión, pantallas de televisores y computadoras, transformadores, etc.) pueden producir cambios en la temperatura corporal, desequilibrio en los electrolitos de la sangre, dolor muscular en las articulaciones, dificultad en la percepción de los colores, fatiga, inapetencia, disfunciones en el sistema nervioso central, estrés, disminución de la cantidad de plaquetas en la sangre, etc..

Los campos electromagnéticos débiles como los generados por una instalación eléctrica de 220 V y 50 Hz, pueden provocar tensión nerviosa y alterar el equilibrio de grasas y colesterol en la sangre, aumentar la producción de cortisona y subir la presión sanguínea, lo que puede desembocar en trastornos cardiacos, renales, gastrointestinales, nerviosos y otros.

Las radiaciones electromagnéticas de baja intensidad que emiten los aparatos eléctricos, así como los provenientes de una mala instalación eléctrica en viviendas o lugares de trabajo, pueden tener una incidencia desfavorable en el desarrollo de cáncer, afectar las funciones reproductoras, provocar alergias y depresiones.

LAS PRUEBAS
Diversas investigaciones indican un aumento de las tasas de mortalidad por leucemia en profesionales relacionados con el trabajo en campos electromagnéticos y en niños que habitan casas cercanas a tendidos de alta tensión.
El gobierno de Suecia, basándose en las investigaciones de Lenmart Tomenius, ha reconocido en su legislación la incidencia de los campos electromagnéticos generados por las líneas de alta tensión en la estadística de los casos de leucemia infantil.


En 1974, a raíz de las investigaciones de V. P. Korobkova, la Unión Soviética dicta una ley según la cual las líneas de alta tensión que generen campos de m s de 25 Kv/m deben situarse a una distancia mínima de 110 metros de cada edificación.

En Alemania, el ingeniero Egon Eckert probó que la mayoría de los casos de muerte súbita de lactantes se produce en la cercanía de vías electrificadas, emisoras de radio, radar o líneas de alta tensión.

En 1979 la epidemióloga estadounidense Nancy Whertheimer provocó un escándalo al evidenciar estadísticamente que la mayoría de los hogares de Denver donde residían niños afectados de cáncer estaban ex­puestos a fuertes campos electromagnéticos provenientes de los transformadores y líneas primarias del tendido eléctrico callejero.

También se ha detectado una mayor incidencia de nacimientos de niños con malformaciones en hijos de trabajadores en unidades de conmutación eléctrica, así como abortos y alteraciones de la gestación liga­dos al uso de mantas eléctricas y computadoras.

La Universidad de Heidelberg, Alemania, ha de­mostrado que los cables eléctricos de 220 voltios y 50 Hz instalados en viviendas generan campos que elevan la presión parcial de oxígeno en la sangre, así como los valores del hematocrito.

Teniendo en cuenta que la actividad eléctrica cerebral del ser humano manifiesta una periodicidad que va de 14 a 50 Hz en el estado de conciencia de vigilia y entre 8 y 14 si se está relajado, se deduce que un campo externo de 50 Hz como el de la red eléctrica común puede inducir estados de nerviosidad o como se le ha dado en llamar “electroestrés”.


En Argentina, un trabajo de investigación exhaustivo en este campo ha sido llevado a cabo por el CONICET. En un informe publicado por el Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, el Prof. Adolfo Portela (autor de un manual del Ministerio de Salud y Acción Social sobre las normas vigentes en cuanto a exposición a radio­frecuencias) declara que la zona de mayor riesgo en el rango de radiofrecuencias est entre los 30 y los 300 megahertz, la m s utilizada en enlaces de telecomunicación de corta distancia, las emisoras de TV y FM y la telefonía celular. La exposición severa a estas radiaciones afecta principalmente la vista, el sistema nervioso central, el hígado y las glándulas de secreción interna. Actualmente se pretende bajar la potencia de estas emisiones aumentando la sensibilidad de las antenas.

CAUSAS Y SOLUCIONES
Las líneas de alta y media tensión
La peligrosidad de las líneas de la red eléctrica depende de la tensión, de la intensidad y de la sobrecarga a que est‚n sometidas. Es fundamental la calidad, el estado y la limpieza de los aisladores, así como la verificación y el mantenimiento de la conexión a tierra de las torres. En Alemania se recomienda una distancia de seguridad de 1 metro por cada kilovoltio de tensión de la línea.
Si el tendido es subterráneo los cables deben contar con una buena aislación y ser coaxiales para no generar campos externos. Si los cables de las tres fases est n debidamente trenzados el campo electromagnético es inferior al de una línea a‚rea equivalente. De todos modos este tipo de líneas suele pasar demasiado cerca de las viviendas.

Los transformadores de red
Las centrales de distribución eléctrica que en­contramos “disimuladas” entre las construcciones urbanas son reconocibles por su continuo zumbido. Los transformadores de red, que vemos en algunas esqui­nas, ya sea en cámaras subterráneas o a‚reas, convierten la media tensión de distribución en tensión apta para uso industrial y doméstico, de 380 y 220 voltios. Si la toma de tierra de estas instalaciones es defectuosa, se pueden tener graves alteraciones del potencial eléctrico en el terreno.
Es común ver explotar y fundirse los fusibles de estos transformadores en presencia de una sobrecarga.

Como distancia de seguridad se aconseja que las viviendas se encuentren como mínimo a 15 metros de estos transformadores. Nuevos materiales de aisla­miento de los campos electromagnéticos como el numetal pueden solucionar el problema de los transformadores en los núcleos urbanos.

Líneas de baja tensión
Si bien son las responsables de la contaminación eléctrica más común en las casas, la sobrecarga y el desequilibrio entre las tres fases son las causas fundamentales de las alteraciones detectadas.
Se recomiendan cables con revestimiento aislante de bajo nivel de pérdida y con trenzado de las tres fases, así como una correcta conexión a tierra de las instalaciones domiciliarias.

La instalación eléctrica de la vivienda.

Se puede comprobar que muchas de las viviendas y edificios de nuestro país carecen aún en sus instala­ciones de protectores eléctricos y una correcta conexión a tierra.

La mejor red eléctrica en las ciudades es la subterránea. En las viviendas, las cajas de conexión, los contadores y los disyuntores deberían ubicarse en un lugar apartado de la presencia humana, en lo posible, dentro de un armario metálico, que a modo de “jaula de Faraday” evite la irradiación del campo electromagnético. Toda casa debe contar con un disyuntor diferencial automático u otro tipo de interruptores protectores. Es necesario que la instalación cuente con una buena conexión a tierra y conviene que est‚ separada en sectores o funciones.


La mejor protección contra la contaminación eléctrica doméstica es la desconexión oportuna de aquella parte de la instalación que no necesitemos, en especial durante la noche. Para este fin, en los países desarrollados existe un interruptor de tensión en ausencia de consumo (tipo “bioswitch”). Este aparato desconecta la alimentación de 220 v. de aquellos sectores de la instalación que no tengan consumo (por ejemplo, en los dormitorios durante la noche) man­teniendo una corriente continua de apenas 6 voltios (que no genera campos electromagnéticos) como piloto para detectar cualquier requerimiento de consumo, que activar el flujo normal de corriente.

Televisores y monitores de computadoras.

Todas las pantallas basadas en el tubo de rayos catódicos emiten radiaciones ionizantes que pueden afectar a la salud, especialmente la de quienes pasan horas delante de computadoras y televisores. La exposición depende de la distancia entre el sujeto y la pantalla. En el caso de las computadoras, las panta­llas monocromáticas emiten mucha menos radiación que la de colores. Pero además de la temida radiación X, hay que tener en cuenta el fuerte campo electromagnético generado por los transformadores de alta tensión y las bobinas de deflexión de los tubos de rayos catódicos.Estos campos electromagnéticos se reparten globalmente alrededor de los aparatos.

Recordemos que una pared común no es obstáculo para la radiación electromagnética. Por eso hay que considerar el lugar en que se instalan este tipo de aparatos, tanto en viviendas como en oficinas, cuidando que el campo irradiado por la parte posterior del televisor o computadora no afecte la calidad ambiental de la habitación contigua, en especial si sus ocupantes son bebés o niños.

La electricidad estática de las pantallas puede descargarse con filtros de conexión a tierra. Los filtros ópticos protegen sólo la vista, evitando los reflejos de la luz ambiente sobre la pantalla. Se pueden instalar alfombrillas conductoras con descarga a tierra para quienes trabajan largas horas frente a las pantallas de las computadoras no se vean sometidos a grandes potenciales electrostáticos. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los operadores de computadoras descansen unos minutos cada hora, yendo a descargar la est tica acumulada en sus cuerpos sumergiendo ambos brazos bajo el agua que corre.

En 1988 la Dra. Marilyn Goldhaber terminó un es­tudio sobre 1.583 mujeres a lo largo de tres años. Las que habían estado sometidas a la radiación de las pantallas de computadoras durante períodos superiores a las 20 hs. semanales indicaban una tasa estadística superior al doble de abortos y malformaciones de los fetos.

Pese a las objeciones de las partes interesadas en la fabricación de estos implementos electrónicos, son innegables los efectos que manifiestan muchos operadores de computadoras: migrañas, fatiga ocular, insomnio, alergias cutáneas, cansancio crónico, calambres, etc.

Las pantallas de cristal líquido (LCD), como las de las Laptop, son quizás la solución ideal, pues utilizan tensiones bajas y no generan campos electrostáticos ni electromagnéticos fuertes.

Los electrodomésticos
Distintos aparatos, tanto en el hogar como en la oficina pueden estar afectando la salud de quienes cotidianamente resultan expuestos a sus radiaciones electromagnéticas. Esto se ve agravado por la mala calidad de sus transformadores internos. El radio-despertador es uno de ellos, en especial por la larga exposición (8 horas) y la cercanía a nuestras cabezas, produciendo insomnios, dolores de cabeza, pesadillas, fatiga matinal. La distancia de seguridad aconsejada es de por lo menos 1 m, aunque lo mejor sería prescindir de ellos o cambiarlos por similares a pilas.
Los hornos de microondas son objeto de fuertes controversias. El generador de microondas crea un fuerte campo electromagnético que puede perjudicar la salud de quien trabaja continuamente en las cercanías de estos aparatos en funcionamiento, en lugares tales como bares, restaurantes, pizzerías y supermercados. Pero el mayor peligro radica en la posible fuga de emisiones de microondas, lo que exige el control periódico del cierre del horno. Un horno cuyo sistema de desconexión automático falle en el momento de ser abierto por un niño, si se encuentra a la altura de sus ojos, puede provocarle la ceguera inmediata.

Artefactos de iluminación
Pese a las ventajas energéticas de los tubos fluorescentes, la habitual mala calidad en las reac­tancias permite la formación de campos electromagnéticos importantes. Por ello, para grandes instalaciones se aconseja centralizar las reactancias en un gabinete metálico común y alejado de las personas. Por otro lado, por ser este tipo de luz pulsante, aunque no nos demos cuenta, se desaconseja su uso en lugares que requieren de atención visual, como tableros de dibujo o talleres. La vibración de la luz puede compensarse montando tres tubos juntos conectados a fases distintas. El campo electrostático que emiten los tubos fluorescentes puede corregirse apantallando los tubos con una rejilla metálica y conectándola a tierra. En general se aconseja que la distancia entre un tubo fluorescente y las personas sea de 1,5 m.
Las lámparas incandescentes, de menor rendi­miento que las fluorescentes, carecen en cambio de efectos electromagnéticos perniciosos, aunque su instalación defectuosa puede producir campos eléctricos bastante fuertes. Para evitarlo hay que verificar que el interruptor al apagarse interrumpa la fase y no solamente el neutro.


Los transformadores asociados a lámparas halógenas o dicroicas son también una importante fuente de campos electromagnéticos, por lo que se aconseja alejar estos transformadores de las personas que trabajan bajo este tipo de iluminación o centralizar la instalación.

Los transformadores
En general todo transformador irradia un campo electromagnético que puede resultar nocivo para las personas que se hallen en sus cercanías en tiempos prolongados. Lo ideal es utilizar transformadores toroidales, que tienen mayor rendimiento, menor consumo y mínima contaminación electromagnética.

Fuentes de origen externo a la construcción
Muchas veces los campos electromagnéticos que podrían estar afectando la salud de una vivienda pueden provenir de los aparatos o las instalaciones de los vecinos a través de las paredes medianeras. Un televisor o un monitor de computadora cuya parte posterior se apoya contra una pared, emite campos elec­tromagnéticos que la atraviesan.
Especialmente peligrosos son los consultorios médicos u odontológicos equipados con equipos de ra­yos X y otros de alta potencia. Lo mismo sucede con pequeñas industrias y talleres ubicados en zonas urbanas.

Antenas emisoras de radio y televisión
En las cercanías de estas antenas se captan fuertes campos eléctricos y electromagnéticos, especialmente en las emisoras de AM. Se han detectado casos de grave contaminación electromagnética en las viviendas aledañas a antenas de radioaficionados y de emisoras ilegales de exagerada potencia. Estos casos se agravan cuando la antena no sobrepasa los edificios circundantes y los departamentos en altura quedan alineados con la torre. Lo mismo sucede con las antenas de enlace por microondas cuyo cono de dispersión barre con reas habitadas.
Lilia Garcén, Arquitecta.
Claudio Ardohain, Geobiólogo.
BIBLIOGRAFIA
Vivir en casa sana, Mariano Bueno, Ed. Martínez Roca.
El gran libro de la casa sana, Mariano Bueno, Ed. Martínez Roca.

Edificación Solar Biológica, Pierre Robert Sabady, Ed. CEAC.

The Nontoxic Home & Office, Debra Lynn Dadd, Tarcher Inc.

Efectos biológicos de los campos electromagnéticos de frecuencia baja, artículo de la Revista de la Asociación Española de Medicina del Trabajo.

Boletín N§ 69: Electricidad y Radiación, de la Organización Internacional del Trabajo.


Fuente: http://www.geoambiental.com.ar/CEM.htm http://elambienteron.blogspot.com.ar/2012/08/la-contaminacion-electromagnetica-y-su.html

2 comentarios:

HUGO LOBATO YSLA dijo...

En el Perú, las autoridades trabajan al servicio de las grandes empresas de telefonía móvil, sin importar el derecho fundamental del ser humano de poder vivir en un lugar sin muchos agentes contaminantes, ni tampoco la Ley del Ambiente nº 28611, en el Artículo VII, señala el principio de precaución.

HUGO LOBATO YSLA dijo...

Hay un tipo de contaminación que no se puede ver, no se puede sentir, no se puede oler, que se llama la CONTAMINACION ELECTROMAGNETICA O TAMBIEN LLAMADA ELECTROPULUCION. Vienen hacer la contaminación originada por los diferentes tipos de campos electromagnéticos, Se llama radiación no ionizante a toda energía en forma de ondas que se propagan a través del espacio. Este tipo de radiaciones tiene su origen principalmente en los campos electromagnéticos naturales, a los cuales se han unido un amplio número de campos artificiales, creados por maquinaria industrial, líneas eléctricas, electrodomésticos, telefonía celular, en especial las antenas de telefonía celular, que nos exponen a diario a una radiación adicional. Las ondas de radiación de microondas que generan las antenas, son ondas invisibles, no tienen olor y atraviesan todo nuestro cuerpo, El ser humano está conformado por células que tienen un campo electromagnético una muestra de ello es que somos buenos conductores de electricidad.
Recordemos lo que paso con el tabaco, que recién la última década del siglo pasado, los estudios nos dieron a conocer que su consumo producía cáncer. Hay que recordar que más de 35 años la Organización Mundial de la Salud, se demoró en dar una repuesta acerca de los problemas cancerígenos que producía el fumar, no hay que esperar que pase lo mismo con los problema de la radiacion no ionizante, en este caso las antenas de telefonía celular, antenas de Wi Fi, Las torres de alta tensión, Radares.
Hace mucho tiempo, cuando no había microscopios para poder ver los microbios, nadie consideraba su existencia ni el poder que podían tener. Lo mismo pasa con la contaminación electromagnética: nadie la percibe, nadie la ve, entonces no quieren considerar su existencia, pero con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de que está presente en el cotidiano de nuestras vidas y está generando serias alteraciones en nuestro sistema celular.

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