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16 de agosto de 2015

Gran Bretaña y el Bombardeo de Ciudades


El siguiente análisis que el doctor Nicholas Kollerstrom (1946), inglés escritor, investigador e historiador de la ciencia y activista, autor de una quincena de libros, entre ellos Breaking the Spell: The Holocaust: Myth & Reality (2014), tiene publicado en el sitio codoh.com y que hemos puesto en castellano, examina el hecho de haber sido Gran Bretaña la nación pionera de la inhumana y desalmada práctica del bombardeo de ciudades dentro de los procedimientos bélicos, en especial de grandes sectores de la población civil, como patéticamente se vio en el arrasamiento de decenas de ciudades alemanas durante la Segunda Guerra y que tan cruelmente materializó dicho país junto con Estados Unidos.




CÓMO GRAN BRETAÑA FUE LA
PRIMERA EN BOMBARDEAR CIUDADES
por Nicholas Kollerstrom, Ph.D.
1º de Enero de 2009

La campaña alemana de bombardeos (Blitz) contra Londres en 1940 fue en respuesta a la iniciación del bombardeo de ciudades por parte de Gran Bretaña algunos meses antes. Pocos ahora aceptan este hecho básico, central para el papel británico en la iniciación de la Segunda Guerra Mundial. Los británicos hoy día —o todos aquellos con los que alguna vez he hablado— precisamente ven el bombardeo alemán como la prueba de la maldad de Hitler y no reconocen la conexión de causa y efecto. Winston Churchill y el Ministerio de Guerra crearon una situación en la que Londres sería bombardeado, sin decir a la gente que Gran Bretaña había comenzado el proceso varios meses antes. Eso tuvo el efecto de poner a los británicos en un estado de ánimo dispuesto a la guerra total, sin las restricciones tradicionales de "leyes" o convenciones civilizadas, restricciones que habían establecido hasta entonces que los civilesen cuanto tales no serían considerados como objetivos:


"La exclusión de no-combatientes del alcance de las hostilidades es la diferencia fundamental entre la guerra civilizada y la guerra bárbara" [1].


[1] F. Veale, Advance to Barbarism. The Development of Total War from Sarajevo to Hiroshima, IHR 1979, p. 176. Y en www.heretical.com/miscella/veale.html


Los británicos deberían tomar una actitud más responsable y entender que fue su propio país y ningún otro el que promovió el bombardeo de ciudades en una forma en que no fueron simplemente "daños colaterales" sino que las casas de la clase obrera fueron un objetivo deliberado. Las mentiras siempre son creadas por aquellos que desean emprender la guerra, y la peor aquí debería ciertamente haberse hecho clara para la gente británica sesenta años después del acontecimiento. ¡Pero no! Uno encuentra hoy, como el historiador A. J. P. Taylor ha comentado,


"...la creencia casi universal de que Hitler comenzó el bombardeo indiscriminado de civiles, siendo que fue comenzado por los directores de la estrategia británica, como algunos de los más honestos entre ellos se han jactado" [The Origins of the Second World War, 1972, p. 16].


Una cosa de la que el pueblo británico realmente disfruta es de su imagen de odio y miedo que tiene entre sus enemigos. Gran Bretaña es una de las naciones más militaristas que haya existido alguna vez, y para su bienestar "moral", siempre tiene que demonizar a quienquiera contra el cual hace la guerra.


Aquí quisiera sostener que, si la vida civilizada existiera en la Tierra, entonces los juicios de Núremberg a partir de 1946 en adelante deberían haberse enfocado principalmente en el papel británico en la iniciación del bombardeo de ciudades, la erradicación de ciudades y pueblos con más de un millón de toneladas de bombas dejadas caer sobre Alemania [2], así como también por supuesto la incineración nuclear realizada por los estadounidenses de dos ciudades japonesas, que fue una especie de desarrollo lógico de lo que Gran Bretaña había comenzado. La mortalidad de aquellas dos bombas atómicas fue de una magnitud mucho más pequeña que la que Gran Bretaña había infligido sobre las ciudades alemanas.


[2] W. G. Sebald, A Natural History of Destruction, 2003 (una rara traducción del título alemán, Luftkrieg und Literatur, Guerra Aérea y Literatura, 1999), p. 3.


• 1936: Nace el "Comando de Bombarderos" (RAF Bomber Command), y comienzan a ser construídos aviones bombarderos de largo alcance. El objetivo de aquél fue descrito con franqueza por J. M. Spaight del Ministerio del Aire: "Toda la razón de ser del Comando de Bombarderos era bombardear Alemania si ella se convirtiera en nuestro enemigo" [Bombing Vindicated, 1944, p. 60]. De este modo, aquellos que querían la guerra comenzaron a planearla [3]. Alemania y Francia no tenían nada parecido a esos aviones bombarderos [4]. En 1918, el muy punitivo Tratado de Versalles había prohibido a la Alemania arruinada por la guerra nunca desarrollar una "defensa activa", aludiendo a cosas tales como reflectores, armas de fuego antiaéreo, etc.


[3] En 1936 Churchill comentó al consejero militar estadounidense el general Wood: "Alemania se está haciendo muy fuerte. Debemos aplastarla" (H. Barnes, Blasting the Historical Blackout, 1961, p. 24). Véase además www.ihr.org/jhr/v01/v01p163_Barnes.html
[4] Max Hastings, Bomber Command, 1979, p. 50: los Lancaster eran"bombarderos pesados contra los cuales ningún otro país en el mundo podía competir". Alemania y Francia tenían bombarderos más livianos,"principalmente para apoyo aéreo" o "poder aéreo táctico".


Hitler procuró repetidamente asegurar una tregua en el bombardeo de ciudades, y que en cualquier futuro conflicto el bombardeo debiera limitarse a la estrecha zona de la operación militar [Sir Basil Liddell Hart, The Revolution in Warfare, 1946, p. 86]. Las convenciones y leyes de la guerra existentes no aludían específicamente al bombardeo aéreo, y por lo tanto Hitler repetidamente hizo propuestas para restringir la conducción de la guerra"limitando la acción de guerra a las zonas de batalla".


La guerra de 1939 fue "menos querida por casi todos, que casi cualquier otra guerra en la Historia", escribió A. J. P. Taylor. En Septiembre de 1939 había sido declarado un estado de guerra, pero no estaba ocurriendo mucho, porque Alemania de ninguna manera deseaba la guerra contra Gran Bretaña [5]. El 15 de Febrero de 1940 el Primer Ministro Neville Chamberlain afirmó, en una respuesta al capitán Ramsey [Archibald Ramsey, The Nameless War, 1952, p. 64], en la Cámara de los Comunes: "Cualquiera sea el extremo al cual otros puedan llegar, el Gobierno de Su Majestad nunca recurrirá al ataque deliberado contra mujeres y niños, y otros civiles, con el propósito de un mero terrorismo". Esto reafirmaba su posición dada el 14 de Septiembre [6]. El bombardeo de ciudades, enfatizó él, "era absolutamente contrario al Derecho internacional" [7].


[5] Hitler declaró el 14 de Agosto de 1939: "Quiero vivir en paz con Inglaterra y concluír un pacto definitivo, para garantizar todas las posesiones inglesas en el mundo y para colaborar" (Taylor, The Origins of the Second World War, p. 308). Para la reiteración de esta propuesta en Dunkerque, véase B. Liddell Hart, The Other Side of the Hill. Germany’s Generals, their Rise and Fall, with Their own Accounts of Events 1939-45, 1948, 1970, p. 186.
[6] Las palabras fueron casi idénticas (A. C. Grayling, Among the Dead Cities.Was the Allied Bombing of Cities in World War II a Necessity or a Crime?, 2006, p. 149).
[7] M. McLaughlin, For Those who Cannot Speak, Historical Review Press, monografía de 1979, p. 24.




• 1940: Churchill removió a Chamberlain como Primer Ministro el 10 de Mayo, y el día 11 comenzó el bombardeo de ciudades [David Irving, The Destruction of Dresden, 1963, 1974, p. 19]. Durante aquella noche, el día después de la elección de Churchill, al Comando de Bombarderos se le permitió cumplir el objetivo para el cual había sido creado. Los periódicos simplemente reportaron que, esa noche, "dieciocho bombarderos Whitley atacaron instalaciones de ferrocarril en Alemania Occidental". Winston Churchill y sus consejeros ampliaron la definición de "objetivos militares", que había sido aceptada durante dos siglos y medio, para incluír fábricas, plantas petrolíferas y edificios públicos, y para incluír cualquier ciudad o pueblo. Ellos dejaron a dicha definición carente de sentido.


"Esa incursión durante la noche del 11 de Mayo de 1940, aunque en sí misma trivial, fue un acontecimiento que marcó una época, ya que se trataba de la primera violación deliberada de la regla fundamental de la guerra civilizada, de que las hostilidades sólo deben ser emprendidas contra fuerzas combatientes enemigas" [F.Veale, Advance to Barbarism, p. 170].


Para el 12 de Mayo, las actas del Gabinete de Guerra notaban acerca de la "Política de Bombardeos", que el Primer Ministro «ya no estaba obligado por nuestros escrúpulos anteriores en cuanto a la iniciación de una guerra aérea "sin restricciones"» [The Churchill War Papers, 1993, Vol. I, p. 18].


El 25 de Agosto, 81 bombarderos hicieron sus incursiones nocturnas sobre Berlín, y luego el 6 de Septiembre la Luftwaffe contestó. Sólo después de seis ataques sorpresa sobre Berlín en la quincena anterior comenzó realmente la campaña aérea alemana, y así Alemania justificadamente la calificó como una represalia. Para citar al profesor Arthur Butz, "A la gente británica no se le permitió averiguar que su Gobierno podría haber detenido las incursiones alemanas en cualquier momento, simplemente terminando con sus propias incursiones en Alemania" [The Hoax of the 20th Century, 1976, p. 70]. Ellos todavía no habían averiguado eso. A Winston Churchill nunca se le da el crédito que él merece por dar inicio a la campaña aérea alemana. Las bombas alemanas cobraron una décima parte de las vidas de civiles comparado con la ofensiva británica, y los británicos no parecen muy conscientes de esta proporción de diez a uno [8].


[8] De las 131 ciudades alemanas golpeadas por fuertes incursiones estratégicas, 46 vieron destruída la mitad de su área construída y poblada. A. Wesserle, The Journal of Historical Review, 1981, vol. 2, pp. 381-384. www.vho.org/GB/Journals/JHR/2/4/Wesserle381-384.html


El testimonio de J. M. Spaight, quien era el principal subsecretario del Ministerio del Aire durante la guerra, es aquí crucial. Su libro de 1944"Bombing Vindicated" defendió orgullosamente la incineración de ciudades como las comenzadas por la RAF (Royal Air Force):


"Como estábamos dudosos acerca del efecto psicológico de la distorsión de la verdad de que habíamos sido nosotros los que comenzamos el bombardeo ofensivo estratégico, nos abstuvimos de dar a nuestra gran decisión del 11 de Mayo de 1940 la publicidad que merecía. Aquello ciertamente fue un error. Pero fue una brillante decisión" [Bombing Vindicated, p. 74].


Él enfatizó que Hitler hubiera estado dispuesto en cualquier momento a detener la matanza si los los ingleses hubieran estado de acuerdo: «Hitler sin duda no quería que el bombardeo mutuo continuara... Una y otra vez los informes oficiales alemanes aplaudían el elemento de represalia en las acciones de la Luftwaffe... "Si ustedes dejan de bombardearnos, nosotros dejaremos de bombardearlos a ustedes"» [Spaight, p. 43.].


El 16 de Diciembre de 1940 una incursión a la luz de la Luna de 134 aviones arrasó la indefensa ciudad de Mannheim, enfocándose en su encantador centro de la ciudad. Volando lo bastante alto para estar fuera del alcance del fuego antiaéreo, los pilotos de los bombarderos nocturnos mientras liberaban su cargamento nunca oyeron los gritos de las madres, ni vieron la carne quemada de los niños. Ése fue el verdadero Holocausto, palabra que significa muerte por fuego. Los pilotos de la RAF retornarían a casa anunciando la destrucción de los objetivos "militares" asignados. Esa farsa continuó hasta Agosto de 1941, cuando a un choqueado Gabinete británico se le mostraron fotografías aéreas de los objetivos intactos [9]. "De todos los aviones que se creía que habían bombardeado sus objetivos, sólo un tercio había bombardeado de hecho una zona de 8 kms. alrededor de ellos" [Veale, Advance to Barbarism, p. 180, el Bensusan-Butt Report].


[9] Irving, The Destruction of Dresden, p. 32; Hastings, Bomber Command, p. 99.


El mariscal del Aire Arthur Harris se hizo cargo de Comando de Bombarderos, que estaba en la localidad de High Wycombe, el 22 de Febrero de 1942, una semana después de que su foco primario [de ataque] había sido definido como "la moral de la población civil, y en particular la de los obreros industriales", por una directiva del Gabinete del Aire. Harris solía jactarse:"Mato a miles de personas cada noche". La campaña aérea alemana "fracasó", en su opinión, debido a "la miopía de los jefes de la Luftwaffe en no haberse proporcionado a sí mismos, en tiempos de paz, aviones bombarderos de larga distancia diseñados para ataques contra una población civil enemiga", como sí lo había hecho Gran Bretaña, una omisión que, él declaró,"perdió la guerra para Alemania". Así, en Septiembre de 1940 los alemanes se encontraron con "bombarderos casi desarmados" [10]. ¡Alemania perdió la guerra porque no había planeado el bombardeo de ciudades!.


[10] A. T. Harris, Bomber Offensive, 1947, p. 42; resumido por Veale, p. 174.



Frederick Lindemann


En Marzo de 1942 el Gabinete de Guerra de Churchill adoptó el "Plan Lindemann" [C. P. Snow, Science and Government, OUP, 1961, pp. 47-51], por medio del cual los objetivos civiles se hicieron algo oficial. Las casas de la clase obrera fueron preferidas a las de la clase alta porque aquéllas estaban más agrupadas, y por lo tanto podía ser conseguida una mayor "incineración de carne por bomba". El profesor emigrado judío alemán Frederick Lindemann [11], amigo y consejero científico de Churchill, había sido convertido para entonces en Lord Cherwell [y en Vizconde Cherwell en 1956]. Él presentó un plan al Gabinete de Guerra el 30 de Marzo instando a que las casas de la clase obrera alemana fueran puestas en la mira antes que objetivos militares, al ser estos últimos más difíciles de golpear. Las casas de la clase media tenían demasiado espacio alrededor de ellas, explicó él. Él no fue procesado por un nuevo horroroso crimen de guerra, hasta entonces inimaginable. Por lo tanto todas las ciudades y pueblos de más de 50.000 habitantes podían ser destruídos, o al menos llevados a la ruina. El Gabinete de Guerra comprendió que ninguna noción de aquello debía llegar a oídos del público [Irving, op. cit., p. 220].


[11] http://www.whale.to/b/lindemann_h.html


El plan de Lindemann fue puesto en acción el 28 de Marzo de 1942 cuando el viejo puerto de Lübeck fue atacado por 234 aviones del Comando de Bombarderos. Dicho lugar no tenía ninguna importancia militar o industrial, pero fue elegido porque, como el mariscal del aire el "Bombardero" Harris comentó, la ciudad estaba "construída más bien como un encendedor que como una residencia humana". Sus viejas casas medievales y estrechas calles y su catedral fueron borradas por "un éxito de primera clase" de la RAF. El 30 de Mayo de 1942 mil aviones dejaron caer altos explosivos y elementos incendiarios en la ciudad medieval de Colonia (Köln), quemándola de punta a cabo. La devastación fue total.


Otros "éxitos de primera clase" se siguieron sucediendo, culminando en las incineraciones de Hamburgo y la hermosa ciudad barroca de Dresden [12]. El 27 de Julio de 1943 fue "aquella noche cuando las partes más densamente pobladas de Hamburgo se convirtieron en un horno rugiente en el cual miles de hombres, mujeres y niños se lanzaban a los canales a fin de evitar el espantoso calor" [Veale, op. cit., p. 171]. Setecientos bombarderos Aliados llegaron sobre la ciudad a la una de la mañana, y dejaron caer 10.000 toneladas de altos explosivos y bombas incendiarias sobre varios distritos de la ciudad. Esa noche en esa única incursión, más de 45.000 hombres, mujeres y niños fueron muertos. La ciudad fue bombardeada todo el tiempo durante cuatro días, aviones estadounidenses durante el día y aviones británicos por la noche. Se levantó una tormenta de fuego de una intensidad que nadie había pensado antes que fuese posible. Más de un millón de alemanes huyó hacia los campos circundantes.


[12] "Muchas de las más hermosas ciudades de Europa y del mundo fueron sistemáticamente destruídas hasta la nada, a menudo durante las últimas semanas de la guerra, entre ellas, Wuerzburg, Hildesheim, Darmstadt, Kassel, Nürnberg y Braunschweig" (Dr. A. Wesserle, The Journal of Historical Review, 1981, vol. 2). http://www.exulanten.com/bombd.html


Bombardeo de Dresden


Spaight escribiendo en 1944 se entusiasmó sobre cómo "hoy los grandes bombarderos de cuatro motores están rasgando el corazón de la Alemania industrial", y añadió que "Alemania no tenía nada que se les asemejara" [J. M. Spaight, Bombing Vindicated, p. 38]. Francia y Alemania no se habían preparado para el bombardeo de ciudades como lo había hecho Gran Bretaña. Según el libro de Spaight quizá excesivamente sincero,


"era imposible para alguien, por muy crédulo que fuera, aceptar las aseveraciones repetidas y solemnes de los ministros de Su Majestad en el Parlamento acerca de que el bombardeo de Alemania estaba siendo realizado con estricta consideración a los dictados de humanidad de acuerdo con las reglas de la guerra civilizada" [F. Veale, Advance to Barbarism, p. 177].


Los ministros habían estado mintiendo por entre sus dientes al Parlamento, pero ésta no era una mentira ordinaria. Esto era la traición del núcleo principal del cual depende la vida civilizada, de que los civiles y los edificios civiles no serían como tales sometidos a ataque. En vez de eso, el terror ahora provenía del cielo, terror al lado del cual los hechos de los asesinos ordinarios palidecían en insignificancia. Una cultura urbana de mil años fue aniquilada, ya que las grandes ciudades, famosas en los anales de la ciencia y del arte, fueron reducidas a montones de ruinas humeantes.


En el año 1940, los bombarderos británicos "sólo" descargaron cinco mil toneladas de bombas en las ciudades alemanas, mientras que hacia 1944 ellos excedían a veces aquel total en un solo día. En la primavera de 1944 las ciudades alemanas estaban siendo machacadas con más de 100.000 toneladas por mes. Las muertes de civiles alemanes por causa del bombardeo británico y estadounidense de ciudades alemanas se han estimado en alrededor de 600.000, y aproximadamente 61 ciudades fueron convertidas en escombros virtuales, mientras unos 60.000 civiles fueron muertos en el Reino Unido [por los alemanes]. Aquellas ciudades alemanas tenían una población estimada de 25 millones [R. Harwood, Nuremberg, 1975, Historical Review Press, p. 61]. Alemania fue así reducida a un estado peor que el producido por la Guerra de los Treinta Años. A cambio de eso, los centros de Londres, Coventry y Portsmouth fueron atacados por aviones alemanes.


Mientras esto estaba ocurriendo, era imperativo sofocar la discusión pública —explicaba el Secretario del Aire—, no fuera que la indignación pública socavara la moral de los pilotos de los bombarderos [13]. Pero, a pesar de los desmentidos oficiales, los protestantes pacifistas se estaban formando alguna idea de lo que estaba sucediendo. Vera Brittain declaró en un folleto de guerra que la actual política británica "aparecería para una futura civilización como una forma extrema de locura criminal" [14]. Así, una persona logró encontrar las palabras adecuadas para la política de guerra británica.


[13] Veale, p. 28. Archibald Sinclair era en ese entonces el Secretario del Aire.
[14] V. Brittain, Seed of Chaos. What Mass Bombing Really Means, 1944, 116; Taylor, The Origins of the Second World War, pp. 183 y 281.


¿Cuál era el objetivo del bombardeo de ciudades? Su objetivo primario era incitar al pueblo alemán a tomar represalias, o así lo declaraba un documento oficial de la Oficina de Información de Su Majestad (HMSO) de 1953:


"Si la Royal Air Force asaltara el Ruhr, destruyendo las plantas petroleras con sus bombas muy exactamente colocadas y propiedad urbana con aquellas que se desviaran, la protesta clamorosa por una venganza contra Gran Bretaña podría resultar demasiado fuerte como para que los generales alemanes se resistieran a ella. En efecto, Hitler mismo probablemente encabezaría el clamor. El ataque contra el Ruhr, en otras palabras, era una invitación informal a la Luftwaffe para bombardear Londres"[The Royal Air Force 1939-1945, Vol. 1, "The Fight at Odds", HMSO 1953, p. 122.; Veale, p. 184].


El objetivo era que ellos consiguieran su guerra, la cual ni el pueblo alemán ni el británico querían. Alemania nunca quiso la guerra contra Gran Bretaña, y Hitler siempre expresó su gran admiración por Gran Bretaña y el Imperio británico [15]. Alemania buscó negociaciones de paz en Julio de 1940, pero fue rechazada [16]. Los británicos vieron la "sobrevivencia a la campaña aérea alemana" como su mejor momento, e imaginaron que ella era parte de un plan para invadir y ocupar Gran Bretaña [17]. Sería mejor decir que la causa de la campaña aérea alemana radicaba en el ardor británico por la guerra, por medio del cual ellos comenzaron a generar las condiciones que la produjeron.


[15] Para la admiración de Hitler por Gran Bretaña y su Imperio, véase: www.ihr.org/jhr/v01/v01p163_Barnes.html
Durante y después de la guerra fue difícil obtener una traducción inglesa deMein Kampf de Hitler, un tema central del cual era la admiración que él sentía por, y su añoranza de una amistad con, Gran Bretaña: Ramsey, La Guerra Sin Nombre, p. 49. El capitán Archibald Ramsey, parlamentario conservador, estuvo encarcelado durante la guerra, acusado (muy correctamente) de debilitar el esfuerzo de guerra.
[16] Las dos ofertas de paz alemanas a Gran Bretaña ocurieron en Octubre de 1939, después de la derrota de Polonia, y en Julio de 1940, después de la derrota de Francia, siendo ambas rechazadas: Capitán R. Grenfell,Unconditional Hatred. German War guilt and the Future of Europe, Nueva York, 1954, p. 201.
[17] Para el supuesto, y sólo imaginado por la cobardía, plan alemán para invadir Gran Bretaña en el verano de 1940, véase Hart, The Revolution in Warfare, pp. 212-222; y su History of the 2nd World War, 1970, pp. 93-96.


Después de la guerra, "bombardeo de terror" no era un término reconocido, ya que nunca había tenido lugar oficialmente, y menos todavía alguien había escuchado hablar del plan de Lindemann. La verdad fue suprimida durante dos décadas, aunque no hubiera ninguna maquinaria legal de censura, y sólo emergió, cuando fue simplemente "historia pasada", en 1961. Esto planteó un serio problema para los "juicios" sostenidos en Núremberg: Si el más obvio de los crímenes de Hitler fue su iniciación del bombardeo indiscriminado durante la campaña aérea alemana, ¿por qué no hubo ninguna mención de eso en Núremberg? La verdad, de que aquello era sólo una fracción diminuta de lo que había sido impuesto sobre Alemania [18], y de que tuvo lugar sólo meses más tarde como una "represalia" legítima, claramente no podía ser dicha al pueblo británico [Veale, op. cit., pp. 29 y 32].


[18] Los bombarderos estratégicos anglo-estadounidenses dejaron caer 2.690 kilotones de bombas sobre Europa (1.350 sobre Alemania, 590 sobre Francia, 370 sobre Italia, etc.), mientras que Alemania dejó caer 74 kilotones de bombas, incluyendo los cohetes V-1 y V-2 sobre Gran Bretaña en la 2ªGM, un mero 5%, o la vigésima parte como mucho (Dr. Wesserle, op. cit., p. 26).


No fue sino hasta 1961 que C. P. Snow [Science and Government, p. 22] reveló en sus Conferencias en Harvard sobre Ciencia y Gobierno la existencia del plan de Lindemann, y que fue "puesto en acción con cada esfuerzo que el país pudo hacer". La explicación de C. P. Snow sobre un plan diabólico que se concentró en las casas de la clase obrera, "causó una gran impresión en todas partes del mundo civilizado" [Veale, op. cit., p. 197], llegando a ser inmediatamente traducida en cada idioma de la Tierra. Más tarde ese año, el informe oficial de cómo el Reino Unido había desarrollado el bombardeo de terror de acuerdo con el plan de Lindemann [19], reveló el espantoso total de muertes de 600.000 vidas perdidas por causa de la RAF. Estas revelaciones provocaron un masivo horror [Veale, op. cit., pp. 201 y 197].


[19] C. Wester y N. Frankland, The Strategic Air Offensive, HMSO, 1961, Volume I.


En 1961 el parlamentario laborista Richard Crossman comentó acerca de la"pantalla de mentiras" detrás la cual "fue llevado a cabo el bombardeo de terror", a tal grado que el gabinete de Guerra "creyó necesario rechazar públicamente" la política de su orden de bombardear [20]. Los ministros habían proclamado con absoluta hipocresía que "no estamos bombardeando inhumanamente a mujeres y niños sólo por gusto" (el Subsecretario del Aire), cuando es exactamente eso lo que ellos estaban haciendo, a cientos de miles de mujeres y niños.


[20] Sunday Telegraph, 1º de Oct. de 1961; Veale, op. cit., p. 198.





La Guerra Relámpago (Blitzkrieg)


La rutinaria disculpa planteada posteriormente fue que la política británica había sido sólo una represalia por el bombardeo alemán de Varsovia y Rotterdam. El señor Spaight descarta ese argumento con el desprecio que se merece. "Cuando Varsovia y Rotterdam fueron bombardeadas", señala él, "los ejércitos alemanes estaban a las puertas. El bombardeo aéreo fue una operación de la ofensiva táctica" [Spaight, op. cit., p. 43]. El capitán Liddell Hart acepta la misma opinión. "El bombardeo no ocurrió —escribe él— sino hasta que las tropas alemanas estaban abriéndose camino en esas ciudades, y de esa manera estaba conforme a las viejas reglas del bombardeo de asedio" [21]. El "bombardeo" no fue ilegal bajo los términos del Artículo 25 de la convención de La Haya de 1907. Novecientas personas murieron durante la incursión aérea trágicamente equivocada en Rotterdam [22]. A los ciudadanos de Varsovia se les dio tiempo para evacuar su ciudad antes de cualquier bombardeo general [23]. Para citar al doctor Wesserle, quien estaba en Praga cuando EE.UU. y el Reino Unido la bombardearon,


"No puede haber ninguna comparación entre la brutalidad de la ofensiva anglo-estadounidense de bombarderos, por una parte, y lo minúsculo de los esfuerzos germano-italianos, por otra" [Wesserle,op. cit.].


[21] Hart, The Revolution in Warfare, p. 72; Veale, op. cit., p. 171.
[22] Ése fue un error, puesto que Holanda ya se había rendido (Taylor, The Origins of the Second World War, p.34; Irving, The Destruction of Dresden, p. 21).
[23] David Irving: "En efecto, el bombardeo de Varsovia no comenzó sino hasta el 26 de Septiembre de 1939, después de que todas las exigencias militares habían sido observadas: volantes de advertencia dejados caer sobre la población civil, apertura de rutas para que los civiles polacos abandonaran el lugar antes de la hora programada para el bombardeo, un ultimátum formal al comandante de la fortaleza de Varsovia para que capitulara antes de que comenzara el bombardeo, lo que fue rechazado" (Hitler’s War, 1977, 2001, p. 239) http://www.fpp.co.uk/books/Hitler/2001/HW_Web_dl.pdf


La Ley

La Convención de La Haya de 1923 (Artículos 22 y 23) propuso proscribir el bombardeo urbano indiscriminado ("bombardeo aéreo para aterrorizar a la población civil"), pero desafortunadamente las cinco potencias organizadoras (Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y EE.UU.) nunca firmaron aquello [Grayling, Among the Dead Cities, p. 143]. El Primer Ministro británico afirmó ante la Cámara de los Comunes en 1938 que un bombardeo tal sería "una indudable violación del Derecho internacional"; y luego una resolución aprobada por la Sociedad de Naciones en Septiembre de 1938 había sido propuesta por el Gobierno británico: "El bombardeo intencional de poblaciones civiles es ilegal", y aprobada por unanimidad. ¿Quién podría oponerse a una verdad tan evidente?. "No tenemos ninguna intención de atacar a la población civil como tal", dijo el representante británico durante una conversación anglo-francesa de gabinete el 14 de Agosto de 1939, justo antes de que la guerra estallara. Poco después, la Sociedad de Nacionesaprobó unánimemente una resolución que afirmaba que tal bombardeo era ilegal. Y a pesar de todo, hacia 1943 Gran Bretaña y EE.UU. firmaron el Tratado de Casablanca, que animaba la intensificación del bombardeo de ciudades, el "bombardeo moral", como fue llamado.


El dilema, la esquizofrenia y el fracaso de Núremberg es resumido por tres fechas, fechas grabadas más bien inolvidablemente en la memoria de la Humanidad: el 6 de Agosto, el 8 de Agosto y el 9 de Agosto de 1945. La Carta de Núremberg, que definía normas del Derecho internacional tocantes a la guerra ("Planificación y Preparación de una Guerra de Agresión"), fue firmada como el Acuerdo de Londres el 8 de Agosto de 1945. ¡Ellos hicieron volar una ciudad, ellos hicieron volar otra ciudad, y entre medio ellos firmaron la Carta de Núremberg!.


¿Siglo Estadounidense?


En una emisión de radio del 1º de Septiembre de 1939, dos días antes de que la guerra estallara, Roosevelt hizo un llamado a las potencias europeas para que hicieran una promesa, que "las fuerzas armadas en ningún caso, y bajo ninguna circunstancia, emprendieran el bombardeo desde el aire de poblaciones civiles o de ciudades indefensas" [Taylor, op. cit., p.149]. Desafortunadamente los estadounidenses fueron incapaces de tomar su propio consejo: el bombardeo incendiario de Japón del 9 y 10 de Marzo de 1944 mató aproximadamente a 100.000 civiles japoneses, más que los que morirían el año siguiente en Hiroshima. En la guerra, incluyendo todo, el bombardeo de ciudades japonesas podría haber matado aproximadamente a 337.000 personas [24].


[24] www.hawaii.edu/powerkills/COMM.10.5.03.HTM


Cuando, después de la guerra, Churchill sugirió a Stalin que ellos encontraran "alguna ciudad no destrozada en Alemania" para que pudieran reunirse, para la conferencia de Potsdam en Julio de 1945, aquello no fue fácil. Luego, muy prontamente en Marzo de 1946, Churchill percibió el reciente surgimiento de una amenaza, en su discurso sobre la Cortina de Hierro en Fulton, Missouri, y dicha amenaza, él afirmó, hacía razonable el mantener almacenadas las armas nucleares de EE.UU. recién desarrolladas [D. F. Fleming, The Cold War and Its Origins, 1961, Vol. I, p. 349].


Uno podría haber pensado que el Ministerio de Guerra británico habría sentido alguna vergüenza por iniciar el crimen más espantoso en los anales de la Historia registrada, pero por lo visto ello no ocurrió: en 1946 un informe sobre "Desarrollos Futuros en Armas y Métodos de Guerra" fue entregado a los Jefes de Estado Mayor británicos. "Los más provechosos objetivos de los ataques efectuados con las nuevas armas serán normalmente las concentraciones de población", recomendaba dicho informe, incluyendo una plantilla de 58 grandes ciudades soviéticas con poblaciones de más de 100.000 habitantes. De ahí en adelante debía ser una actividad normal y sólo burocrática hablar y refinar métodos de exterminación de ciudades. Al año siguiente, en 1947, las primeras fuerzas del Comando Aéreo Estratégico estadounidenses fueron a Gran Bretaña. Así Gran Bretaña contribuyó al cerco de Rusia con bombarderos nucleares cuando esta última era todavía una ruina humeante de la Segunda Guerra Mundial, habiendo sufrido una mortandad de alrededor de veinte millones de personas, años antes de que Rusia estuviera en condición de amenazar a alguien.


De la guerra de Corea, 1950-1953, el antiguo Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea estadounidense Curtis LeMay, recordó que él preguntó si elPentágono lo dejaría "quemar completamente" cinco de las ciudades más grandes en Corea del Norte, afirmando que aquello podría ser hecho en unos pocos días. "Es demasiado horrible", le dijeron. "Sin embargo, en un período de tres años o algo así... nosotros incendiamos cada ciudad en Corea del Norte" [25]. Tres millones de coreanos murieron, para proteger al mundo contra un supuesto "peligro Amarillo" [Fleming, op. cit., p. 656]. De esa manera el legado del bombardeo británico de ciudades fue traspasado a Estados Unidos.


[25] R. Howe, Weapons, Londres, 1981, p. 500.


Post Scriptum


En 1919-1920 los británicos desarrollaron la técnica de bombardear ciudades y pueblos, bombardeando Kabul, en Afganistán, y a grupos tribales rebeldes a lo largo de las zonas fronterizas de la India. Y en los años '20, los británicos bombardearon intencionalmente pueblos rebeldes en Somalia y Yemen, y emprendieron una extensa campaña de bombardeo contra poblaciones civiles en áreas rebeldes en el Iraq controlado por los británicos durante varios años. El número de víctimas por el bombardeo alemán de Guernica en 1937 fue, según David Irving, de alrededor de 98 personas [26].–


[26] www.fpp.co.uk/History/General/Guernica/DTel250487.html


Publicado por Julius

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