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Contra los monocultivos y minería contaminantes y a favor de la Soberanía Alimentaria y de un Proyecto Nacional Sustentable

26 de agosto de 2015

ARGENTINA: La Justicia admitió una demanda colectiva ambiental contra los transgénicos


UNA BUENA DE LA JUSTICIA CONTRA LOS TRANSGÉNICOS





ARGENTINA: La Justicia admitió una demanda colectiva ambiental contra los transgénicos.

La demanda ordena al Poder Ejecutivo Nacional a suspender provisionalmente la liberación incontrolada a campo abierto de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) como la comercialización de la soja RR 2 PRO / liberty, en violación de la ley de semillas vigente, como así también se disponga el “etiquetado” de los productos que los contengan.


El Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Nº3 de la Capital Federal, a cargo de Claudia Rodríguez Vidal, declaró admisible una demanda colectiva ambiental sin precedentes por sus implicancias sociales, políticas y económicas.


La demanda ordena al Poder Ejecutivo Nacional a suspender provisionalmente la liberación incontrolada a campo abierto de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) como la comercialización de la soja RR 2 PRO / liberty, en violación de la ley de semillas vigente, como así también se disponga el “etiquetado” de los productos que los contengan.


Desde el 21 de diciembre de 2012, la Corte Suprema de Justicia de la Nación argentina (CSJN) tiene en sus manos una demanda colectiva por daño ambiental contra el Estado nacional y las compañías multinacionales productoras de OGM y el paquete de agrotóxicos asociados a ellos que se utilizan en el modelo productivo agroindustrial argentino desde principios de los 90. El fallo es considerado histórico.


La resolución dictada en la causa caratulada “Gimenez Alicia Fanny otros” (Expediente original Nº 22339/2014) reconoce idoneidad y representación para actuar en nombre de la totalidad de la ciudadanía argentina a un pequeño grupo de afectados directos de las fumigaciones con agrotóxicos, como así también afectados en su carácter de consumidores de alimentos transgénicos.


Los demandados son el Estado nacional, por incumplimiento del deber de control, y un grupo de empresas multinacionales por su acción contaminante (Monsanto, Syngenta, DuPont, Novartis, Nidera, Dow Agrosciences, Pionner, Agrevo, Ciba Geigy y Bayer, entre otras), productoras de OGM, principalmente semillas de soja, maíz,algodón, arroz y el paquete químico atado a su uso (glifosato, sales derivadas del mismo, surfactantes y coadyuvantes).





La modificación artificial del genoma de una planta, o “evento” en la jerga de estas empresas, fueron aprobados en la Argentina desde 1996, por lo que se sembraron y se siembran en la actualidad sin control a gran escala y sin evaluación de impacto o riesgo ambiental alguno, más de treinta millones de hectáreas.


Además, se vierten más de trescientos millones de litros de agrotóxicos (veneno) al ambiente por campaña y, en algunos casos, sobre los habitantes, a sabiendas de las consecuencias dañosas que ello acarrea al ambiente, los ecosistemas, la salud y el patrimonio cultural de las personas.


La demanda atacaba principalmente a los OGM y a sus características asociadas, las que derivaron en la tendencia al monocultivo, el método de siembra directa con la consecuente reducción de mano de obra rural, la concentración económica en manos de pocos productores y pooles de siembra, el meganegocio de las empresas multinacionales oligopólicas y el i impacto sobre la salud de las poblaciones rurales y el medio ambiente.


Demanda. La demanda fue presentada por los abogados especialistas: Jorge Mosset Iturraspe, Daniel Salaberry, Graciela Cristina Vizcay Gómez, Miguel Araya, Horacio Belosi y Santiago Kaplun. La misma sostiene que “se suspenda, también, la aplicación de los agrotóxicos utilizados para su cultivo hasta tanto se determine científicamente la inocuidad de los mismos para el ambiente, los ecosistemas, la biodiversidad, la salud de los seres vivos, el patrimonio cultural de los argentinos y, sobre todo, la sostenibilidad de dicho modelo de producción.


“Se exhorta al Poder Legislativo a dictar una ley de bioseguridad y de presupuestos mínimos para uso del recurso suelo y que se condene a las empresas demandadas a “recomponer” o “reparar” el ambiente y ecosistemas dañados (flora y fauna) mediante la reimplantación de cultivares convencionales, la fertilización de suelos y el repoblamiento de especies”, sostienen los abogados demandantes en su presentación.

“Para el caso de que ello no fuese posible, se las condene al pago de una suma de dinero a determinar por alguno de los sistemas de monetarización del daño ambiental de uso internacional y, a tal fin, conformar un Fondo de Compensación Ambiental o Fideicomiso, en concepto de resarcimiento”, sostiene la resolución.


Los casos

► Caso Sandoval (Bandera, Santiago del Estero) La niña Julieta Sandoval falleció a los siete meses de vida en el 2010. Nació con múltiples malformaciones atribuidas al uso de agroquímicos en su entorno. Su abuelo materno y su padre eran fumigadores y utilizaban glifosato, insecticidas y fungicidas. Alicia Fanny Giménez es la madre de la beba fallecida y ahora respalda el amparo.


► Caso Ayelén. Una niña de cinco años, también residente en Bandera que padece leucemia cuyo origen se relaciona con los agroquímicos.


► Caso Tomasi. Fabián Tomasi, se desempeñó como fumigador en Basavilbaso, Entre Ríos, desde que tenía 23 años. Hoy sufre graves afecciones asociadas a la exposición a los agroquímicos.


► Oscar Lescano. Médico rural y ex intendente de Basavilbaso. A partir de su experiencia en el consultorio se convirtió en uno de los más férreos denunciantes del problema en su provincia.


► Caso Milesi. (Mercedes, Buenos Aires) Allí vive el matrimonio conformado por José Milesi y Silvina Picchioni y su hijo Juan. En 2008, cuando el menor tenía dos años, fué rociado en el patio de su vivienda por un avión fumigador. Tiempo después le diagnosticaron al niño leucemia linfoplástica.

Fuente: Diario La Capital

24 de agosto de 2015

La soja transgénica integra la fórmula de casi 750 productos alimenticios que se venden en los súper

Experimento Eugenésico:



El 90 por ciento de los productos corresponde a la producción nacional
La soja transgénica integra la fórmula de casi 750 productos alimenticios que se venden en los súper


Del caramelo al paté y la salchicha: son los productos alimenticios que contienen algún ingrediente derivado de la soja transgénica, ya suman 745 y abarrotan las góndolas de los supermercados de la Argentina. La inclusión tan elevada de componentes de soja también deja ver que otras materias han quedado directamente descartadas de muchas recetas. Esta decisión responde a una cuestión de menores costos para los fabricantes antes que a mejoras en la calidad nutritiva de lo que producen. 

Esto rompe con el mito de que la soja transgénica, se vende y utiliza sólo fronteras hacia afuera, ya que la procedencia de los artículos, prácticamente el 90 por ciento corresponde a producción nacional. DIARIO JUNIO accedió a la investigación del periodista Patricio Eleisegui.
Por: Patricio Eleisegui


Artículos y marcas se multiplican en las góndolas de todos los puntos de venta del país. Los derivados de la oleaginosa incluso se acumulan en productos impensados. Un relevamiento rompe con el mito de que el poroto manipulado genéticamente, y cultivado a base de químicos, se vende y utiliza sólo fronteras hacia afuera.

Bocaditos de pollo Granja Azul. Chocolate Nesquik. Papas fritas Pringles. Café instantáneo Cabrales. Bizcochuelo Godet de Arcor. Margarina Dánica Dorada. Mortadela Calchaquí. Salchichas Paladini. Paté Swift. Leche entera La Serenísima. Turrón de maní Arcor. Caramelos Sugus. Alfajor Terrabusi. Bon o Bon de Arcor. Sardinas Nereida. Puré de tomate La Costeña. Caramelos Palito de la Selva. Kani Kama. Vidacol de La Serenísima. Galletitas Salvado Bagley.

La lista, de intentar establecerse algún tipo de nómina, asoma interminable.

Los productos alimenticios que contienen algún ingrediente derivado de la soja transgénica ya suman 745 y abarrotan las góndolas de todos los supermercados de la Argentina.

El dato fue aportado a este autor por Ana Clara Martino, ingeniera agrónoma, profesora de las licenciaturas en Nutrición y Bromatología de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Concepción del Uruguay, y coordinadora de una medición que confirmó cómo la oleaginosa está presente en la dieta local a través de cientos de productos insospechados.

Martino mostró los resultados de una experiencia que ya había realizado en 2008, aunque ahora con estadísticas recabadas en comercios de Rosario durante junio de 2014, en un seminario que la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA) realizó a mediados este año en las instalaciones de la Bolsa de Comercio de la ciudad santafesina.

Tras dar con los aspectos más salientes de su disertación, este autor contactó a la especialista quien en primer lugar corrigió lo publicado por el suplemento rural de Clarín a principios de julio –bajo el título “Hay casi 200 productos de soja o sus derivados en los supermercados”–, para luego especificar lo anticipado: que los artículos suman 745, además de destacar que la lecitina fue el ingrediente más detectado en el relevamiento.

“Hay que aclarar que hay productos que contienen más de un ingrediente derivado de la soja. Se relevaron 745 productos pero hay más”, aseguró Martino a quien aquí escribe. Por caso, Molinos Río de la Plata, dueña de etiquetas como Lucchetti, Matarazzo, Gallo, Vitina, Granja del Sol, o Exquisita, consultado su centro de atención al consumidor, no tiene reparos en reconocer que utiliza proteína de soja modificada genéticamente.

Para dar una idea de cómo la oleaginosa gana cada vez más presencia en las fórmulas alimenticias que se comercializan en el país, la experta apeló a un ejemplo: “En el 2008 la lecitina representaba el 70,82 por ciento del total de los ingredientes relevados. En el 2014 alcanzó el 80 por ciento, por lo cual (en seis años) se dio una variación porcentual positiva del 12,96 por ciento”.

En otras palabras, el componente forma parte de un abanico de artículos que se amplió a paso firme. Martino destacó la presencia de la tecnología de modificación genética en tanto “prácticamente toda la soja que se cultiva en la Argentina es transgénica excepto el cultivo orgánico, que es poquísimo y generalmente se exporta”.

La oleaginosa integrada a los productos monitoreados, dada su condición de funcionar en sintonía con los agroquímicos, surge de un sistema de cultivo basado en el riego permanente con plaguicidas de comprobada peligrosidad.

Las cifras son contundentes: de acuerdo a estadísticas del sector, divulgadas por los mismos fabricantes de pesticidas, sólo en el 2013 el cultivo de soja demandó una aplicación anual de 77,9 millones de litros de glifosato, la pulverización con más de 4,9 millones de litros de otros herbicidas, la aplicación de 10,8 millones de litros de insecticidas, y el vertido de 2,5 millones de litros de fungicidas.

El resultado del grano que fue tratado con una lluvia de químicos –algunos, como el 2,4-D o el picloram, más conocido por su marca comercial Tordon, derivados de la industria bélica– es eso mismo que hoy se acumula en las alacenas y heladeras de todos los hogares de la Argentina.

Si bien Martino se excusó de divulgar el listado de productos relevados, lo cierto es que confirmó que las imágenes que siguen a continuación –incluidas en la presentación de la ingeniera agrónoma en ACSOJA– “corresponden a productos que contienen derivados de la soja”.

Galletitas Pepitos, Cerealitas y Variedad, leche entera en polvo La Serenísima, chocolate Cofler, Bon o Bon, caramelos de dulce de leche Arcor, alfajor Terrabusi y golosinas varias, con transgénesis en sus fórmulas.

En cuanto a la procedencia de los artículos, prácticamente el 90 por ciento corresponde a producción nacional. Por ende, la participación de la soja que se genera en el campo local en la elaboración de alimentos resulta indiscutible.

“El ingrediente más frecuente fue la lecitina de soja que se halló en 286 productos (38,38%). Si se suman las categorías leche en polvo y cacao que contienen lecitina, ya que se trata del único emulsionante permitido en estos productos, el número asciende a 596 (80%)”, reparó la presentación de Martino en ACSOJA.

“El aceite vegetal se encontró en 191 productos (25,60%). En este trabajo se asume que el aceite vegetal y el aceite vegetal hidrogenado son aceite de soja o tienen aceite de soja debido a su gran difusión y menor costo que otras oleaginosas cuando se trata de productos Industria Argentina”, destaca el documento de la experta.

Sin embargo, apenas 12 artículos explicitan en sus etiquetas la inclusión de aceite de soja. Representan el 1,61 por ciento de la muestra.

“En el caso del aceite vegetal hidrogenado se encontraron 103 productos (13,86%). Si se suman las margarinas y las cremas no lácteas totalizan 130 productos (17,44%)”, afirma el trabajo de Martino.

“Se encontró proteína vegetal o harina de soja o concentrado o aislado o texturizado en 78 productos que representan el 10,46% del total”, sigue la presentación de la experta.

A modo de ejemplos hay que mencionar los bocaditos de pollo Granja del Sol, los Giacomo Capelettini, el bizcochuelo Godet, las hamburguesas y el paté Swift, las salchichas Paladini, la mortadela Calchaquí o las comidas instantáneas Maruchan.

“En el caso de los productos con fitoesteroles o fitoestanoles se relevaron 5 (0,67%)”, expuso Martino en ACSOJA 2015. Entre los artículos: Vidacol de La Serenísima, margarina Dánica y galletitas Salvado Bagley.

La especialista indicó, además, cómo se expandió la utilización de soja transgénica o sus derivados en las fórmulas de los alimenticios relevados. La inclusión tan elevada de componentes de soja también deja ver que otras materias han quedado directamente descartadas de muchas recetas.

Esta decisión responde a una cuestión de menores costos para los fabricantes antes que a mejoras en la calidad nutritiva de lo que producen.

En el 80 por ciento de los artículos alcanzados por el muestreo se constató el uso de lecitina, mientras que en más del 25,5 por ciento se ubicó aceite vegetal derivado de la oleaginosa.

Un comparativo entre el sondeo de 2008 y el más reciente del 2014 pone en claro qué porcentaje de la muestra dio positivo en lo referente a inclusión de porotos de soja, proteína hidrolizada basada en el mismo componente, o fitoesteroles también extraídos del mismo cultivo.

Respecto de cómo se hizo el estudio, Martino sostuvo ante este autor que “la medición se realizó con 45 encuestadores en un solo día, y en un lapso aproximado de 3 horas. Los encuestadores volcaron en planillas los ingredientes que derivaban de la soja”.

A modo de particularidad, la especialista señaló que el resultado de la muestra de seguro sería más amplio si se notificaran todos los derivados de la soja que algunas normativas vigentes permiten mantener ocultos.

“No todos los productos declaran pero eso no significa que no estén en regla. Hay derivados que no es necesario declarar”, dijo, y para ilustrar sus palabras mencionó el artículo 235 séptimo del Código Alimentario Argentina (CAA).

¿Qué dice el marco? “Artículo 235 séptimo: 1 – Los alérgenos y sustancias capaces de producir reacciones adversas en individuos susceptibles indicados en el presente deberán ser declarados a continuación de la lista de ingredientes del rótulo siempre que ellos o derivados de ellos estén presentes en los productos alimenticios envasados, ya sean añadidos como ingredientes o como parte de otros ingredientes…”.

Para especificar en el apartado 1.6: “Soja, y productos derivados (excepto: a- aceite y grasa de semilla de soja totalmente refinados; b- tocoferoles naturales mezclados (INS 306), d-alfa tocoferol natural, acetato de d-alfa tocoferol natural y succinato de d-alfa tocoferol natural derivados de la soja; c- fitosteroles y ésteres de fitosterol derivados de aceites vegetales de soja; d- ésteres de fitostanol derivados de fitosteroles de aceite de semilla de soja)”.

En concreto, los casi 750 artículos de supermercado que contienen soja transgénica –o derivados directos del poroto manipulado genéticamente y cultivado sólo a base de compuestos químicos de variada toxicidad– se multiplicarían a niveles impensados de fijarse algún tipo de regulación que erradique las excepciones del inciso antes mencionado.

Mientras tanto, el discurso corporativo que muestra a la modificación genética como una tecnología que únicamente se exporta gana vigor incluso en sectores que critican de forma acérrima el modelo de producción agropecuaria vigente en la Argentina.

Muy por el contrario, sus resultados saturan góndolas y llenan heladeras. Surten los kioscos y endulzan los cumpleaños de los más chicos. Celebran la Semana de la Dulzura y despejan el sueño en los desayunos. Están en cada Pascua y en la dieta de los que se esfuerzan por mantener una vida sana.

Porque sí: la soja transgénica está en todos lados.

La pregunta es, en tanto consumidores que completan el último tramo del circuito productivo, qué haremos nosotros al respecto.

FUENTE: http://www.diariojunio.com.ar/noticia.php?noticia=70318

16 de agosto de 2015

Gran Bretaña y el Bombardeo de Ciudades


El siguiente análisis que el doctor Nicholas Kollerstrom (1946), inglés escritor, investigador e historiador de la ciencia y activista, autor de una quincena de libros, entre ellos Breaking the Spell: The Holocaust: Myth & Reality (2014), tiene publicado en el sitio codoh.com y que hemos puesto en castellano, examina el hecho de haber sido Gran Bretaña la nación pionera de la inhumana y desalmada práctica del bombardeo de ciudades dentro de los procedimientos bélicos, en especial de grandes sectores de la población civil, como patéticamente se vio en el arrasamiento de decenas de ciudades alemanas durante la Segunda Guerra y que tan cruelmente materializó dicho país junto con Estados Unidos.




CÓMO GRAN BRETAÑA FUE LA
PRIMERA EN BOMBARDEAR CIUDADES
por Nicholas Kollerstrom, Ph.D.
1º de Enero de 2009

La campaña alemana de bombardeos (Blitz) contra Londres en 1940 fue en respuesta a la iniciación del bombardeo de ciudades por parte de Gran Bretaña algunos meses antes. Pocos ahora aceptan este hecho básico, central para el papel británico en la iniciación de la Segunda Guerra Mundial. Los británicos hoy día —o todos aquellos con los que alguna vez he hablado— precisamente ven el bombardeo alemán como la prueba de la maldad de Hitler y no reconocen la conexión de causa y efecto. Winston Churchill y el Ministerio de Guerra crearon una situación en la que Londres sería bombardeado, sin decir a la gente que Gran Bretaña había comenzado el proceso varios meses antes. Eso tuvo el efecto de poner a los británicos en un estado de ánimo dispuesto a la guerra total, sin las restricciones tradicionales de "leyes" o convenciones civilizadas, restricciones que habían establecido hasta entonces que los civilesen cuanto tales no serían considerados como objetivos:


"La exclusión de no-combatientes del alcance de las hostilidades es la diferencia fundamental entre la guerra civilizada y la guerra bárbara" [1].


[1] F. Veale, Advance to Barbarism. The Development of Total War from Sarajevo to Hiroshima, IHR 1979, p. 176. Y en www.heretical.com/miscella/veale.html


Los británicos deberían tomar una actitud más responsable y entender que fue su propio país y ningún otro el que promovió el bombardeo de ciudades en una forma en que no fueron simplemente "daños colaterales" sino que las casas de la clase obrera fueron un objetivo deliberado. Las mentiras siempre son creadas por aquellos que desean emprender la guerra, y la peor aquí debería ciertamente haberse hecho clara para la gente británica sesenta años después del acontecimiento. ¡Pero no! Uno encuentra hoy, como el historiador A. J. P. Taylor ha comentado,


"...la creencia casi universal de que Hitler comenzó el bombardeo indiscriminado de civiles, siendo que fue comenzado por los directores de la estrategia británica, como algunos de los más honestos entre ellos se han jactado" [The Origins of the Second World War, 1972, p. 16].


Una cosa de la que el pueblo británico realmente disfruta es de su imagen de odio y miedo que tiene entre sus enemigos. Gran Bretaña es una de las naciones más militaristas que haya existido alguna vez, y para su bienestar "moral", siempre tiene que demonizar a quienquiera contra el cual hace la guerra.


Aquí quisiera sostener que, si la vida civilizada existiera en la Tierra, entonces los juicios de Núremberg a partir de 1946 en adelante deberían haberse enfocado principalmente en el papel británico en la iniciación del bombardeo de ciudades, la erradicación de ciudades y pueblos con más de un millón de toneladas de bombas dejadas caer sobre Alemania [2], así como también por supuesto la incineración nuclear realizada por los estadounidenses de dos ciudades japonesas, que fue una especie de desarrollo lógico de lo que Gran Bretaña había comenzado. La mortalidad de aquellas dos bombas atómicas fue de una magnitud mucho más pequeña que la que Gran Bretaña había infligido sobre las ciudades alemanas.


[2] W. G. Sebald, A Natural History of Destruction, 2003 (una rara traducción del título alemán, Luftkrieg und Literatur, Guerra Aérea y Literatura, 1999), p. 3.


• 1936: Nace el "Comando de Bombarderos" (RAF Bomber Command), y comienzan a ser construídos aviones bombarderos de largo alcance. El objetivo de aquél fue descrito con franqueza por J. M. Spaight del Ministerio del Aire: "Toda la razón de ser del Comando de Bombarderos era bombardear Alemania si ella se convirtiera en nuestro enemigo" [Bombing Vindicated, 1944, p. 60]. De este modo, aquellos que querían la guerra comenzaron a planearla [3]. Alemania y Francia no tenían nada parecido a esos aviones bombarderos [4]. En 1918, el muy punitivo Tratado de Versalles había prohibido a la Alemania arruinada por la guerra nunca desarrollar una "defensa activa", aludiendo a cosas tales como reflectores, armas de fuego antiaéreo, etc.


[3] En 1936 Churchill comentó al consejero militar estadounidense el general Wood: "Alemania se está haciendo muy fuerte. Debemos aplastarla" (H. Barnes, Blasting the Historical Blackout, 1961, p. 24). Véase además www.ihr.org/jhr/v01/v01p163_Barnes.html
[4] Max Hastings, Bomber Command, 1979, p. 50: los Lancaster eran"bombarderos pesados contra los cuales ningún otro país en el mundo podía competir". Alemania y Francia tenían bombarderos más livianos,"principalmente para apoyo aéreo" o "poder aéreo táctico".


Hitler procuró repetidamente asegurar una tregua en el bombardeo de ciudades, y que en cualquier futuro conflicto el bombardeo debiera limitarse a la estrecha zona de la operación militar [Sir Basil Liddell Hart, The Revolution in Warfare, 1946, p. 86]. Las convenciones y leyes de la guerra existentes no aludían específicamente al bombardeo aéreo, y por lo tanto Hitler repetidamente hizo propuestas para restringir la conducción de la guerra"limitando la acción de guerra a las zonas de batalla".


La guerra de 1939 fue "menos querida por casi todos, que casi cualquier otra guerra en la Historia", escribió A. J. P. Taylor. En Septiembre de 1939 había sido declarado un estado de guerra, pero no estaba ocurriendo mucho, porque Alemania de ninguna manera deseaba la guerra contra Gran Bretaña [5]. El 15 de Febrero de 1940 el Primer Ministro Neville Chamberlain afirmó, en una respuesta al capitán Ramsey [Archibald Ramsey, The Nameless War, 1952, p. 64], en la Cámara de los Comunes: "Cualquiera sea el extremo al cual otros puedan llegar, el Gobierno de Su Majestad nunca recurrirá al ataque deliberado contra mujeres y niños, y otros civiles, con el propósito de un mero terrorismo". Esto reafirmaba su posición dada el 14 de Septiembre [6]. El bombardeo de ciudades, enfatizó él, "era absolutamente contrario al Derecho internacional" [7].


[5] Hitler declaró el 14 de Agosto de 1939: "Quiero vivir en paz con Inglaterra y concluír un pacto definitivo, para garantizar todas las posesiones inglesas en el mundo y para colaborar" (Taylor, The Origins of the Second World War, p. 308). Para la reiteración de esta propuesta en Dunkerque, véase B. Liddell Hart, The Other Side of the Hill. Germany’s Generals, their Rise and Fall, with Their own Accounts of Events 1939-45, 1948, 1970, p. 186.
[6] Las palabras fueron casi idénticas (A. C. Grayling, Among the Dead Cities.Was the Allied Bombing of Cities in World War II a Necessity or a Crime?, 2006, p. 149).
[7] M. McLaughlin, For Those who Cannot Speak, Historical Review Press, monografía de 1979, p. 24.




• 1940: Churchill removió a Chamberlain como Primer Ministro el 10 de Mayo, y el día 11 comenzó el bombardeo de ciudades [David Irving, The Destruction of Dresden, 1963, 1974, p. 19]. Durante aquella noche, el día después de la elección de Churchill, al Comando de Bombarderos se le permitió cumplir el objetivo para el cual había sido creado. Los periódicos simplemente reportaron que, esa noche, "dieciocho bombarderos Whitley atacaron instalaciones de ferrocarril en Alemania Occidental". Winston Churchill y sus consejeros ampliaron la definición de "objetivos militares", que había sido aceptada durante dos siglos y medio, para incluír fábricas, plantas petrolíferas y edificios públicos, y para incluír cualquier ciudad o pueblo. Ellos dejaron a dicha definición carente de sentido.


"Esa incursión durante la noche del 11 de Mayo de 1940, aunque en sí misma trivial, fue un acontecimiento que marcó una época, ya que se trataba de la primera violación deliberada de la regla fundamental de la guerra civilizada, de que las hostilidades sólo deben ser emprendidas contra fuerzas combatientes enemigas" [F.Veale, Advance to Barbarism, p. 170].


Para el 12 de Mayo, las actas del Gabinete de Guerra notaban acerca de la "Política de Bombardeos", que el Primer Ministro «ya no estaba obligado por nuestros escrúpulos anteriores en cuanto a la iniciación de una guerra aérea "sin restricciones"» [The Churchill War Papers, 1993, Vol. I, p. 18].


El 25 de Agosto, 81 bombarderos hicieron sus incursiones nocturnas sobre Berlín, y luego el 6 de Septiembre la Luftwaffe contestó. Sólo después de seis ataques sorpresa sobre Berlín en la quincena anterior comenzó realmente la campaña aérea alemana, y así Alemania justificadamente la calificó como una represalia. Para citar al profesor Arthur Butz, "A la gente británica no se le permitió averiguar que su Gobierno podría haber detenido las incursiones alemanas en cualquier momento, simplemente terminando con sus propias incursiones en Alemania" [The Hoax of the 20th Century, 1976, p. 70]. Ellos todavía no habían averiguado eso. A Winston Churchill nunca se le da el crédito que él merece por dar inicio a la campaña aérea alemana. Las bombas alemanas cobraron una décima parte de las vidas de civiles comparado con la ofensiva británica, y los británicos no parecen muy conscientes de esta proporción de diez a uno [8].


[8] De las 131 ciudades alemanas golpeadas por fuertes incursiones estratégicas, 46 vieron destruída la mitad de su área construída y poblada. A. Wesserle, The Journal of Historical Review, 1981, vol. 2, pp. 381-384. www.vho.org/GB/Journals/JHR/2/4/Wesserle381-384.html


El testimonio de J. M. Spaight, quien era el principal subsecretario del Ministerio del Aire durante la guerra, es aquí crucial. Su libro de 1944"Bombing Vindicated" defendió orgullosamente la incineración de ciudades como las comenzadas por la RAF (Royal Air Force):


"Como estábamos dudosos acerca del efecto psicológico de la distorsión de la verdad de que habíamos sido nosotros los que comenzamos el bombardeo ofensivo estratégico, nos abstuvimos de dar a nuestra gran decisión del 11 de Mayo de 1940 la publicidad que merecía. Aquello ciertamente fue un error. Pero fue una brillante decisión" [Bombing Vindicated, p. 74].


Él enfatizó que Hitler hubiera estado dispuesto en cualquier momento a detener la matanza si los los ingleses hubieran estado de acuerdo: «Hitler sin duda no quería que el bombardeo mutuo continuara... Una y otra vez los informes oficiales alemanes aplaudían el elemento de represalia en las acciones de la Luftwaffe... "Si ustedes dejan de bombardearnos, nosotros dejaremos de bombardearlos a ustedes"» [Spaight, p. 43.].


El 16 de Diciembre de 1940 una incursión a la luz de la Luna de 134 aviones arrasó la indefensa ciudad de Mannheim, enfocándose en su encantador centro de la ciudad. Volando lo bastante alto para estar fuera del alcance del fuego antiaéreo, los pilotos de los bombarderos nocturnos mientras liberaban su cargamento nunca oyeron los gritos de las madres, ni vieron la carne quemada de los niños. Ése fue el verdadero Holocausto, palabra que significa muerte por fuego. Los pilotos de la RAF retornarían a casa anunciando la destrucción de los objetivos "militares" asignados. Esa farsa continuó hasta Agosto de 1941, cuando a un choqueado Gabinete británico se le mostraron fotografías aéreas de los objetivos intactos [9]. "De todos los aviones que se creía que habían bombardeado sus objetivos, sólo un tercio había bombardeado de hecho una zona de 8 kms. alrededor de ellos" [Veale, Advance to Barbarism, p. 180, el Bensusan-Butt Report].


[9] Irving, The Destruction of Dresden, p. 32; Hastings, Bomber Command, p. 99.


El mariscal del Aire Arthur Harris se hizo cargo de Comando de Bombarderos, que estaba en la localidad de High Wycombe, el 22 de Febrero de 1942, una semana después de que su foco primario [de ataque] había sido definido como "la moral de la población civil, y en particular la de los obreros industriales", por una directiva del Gabinete del Aire. Harris solía jactarse:"Mato a miles de personas cada noche". La campaña aérea alemana "fracasó", en su opinión, debido a "la miopía de los jefes de la Luftwaffe en no haberse proporcionado a sí mismos, en tiempos de paz, aviones bombarderos de larga distancia diseñados para ataques contra una población civil enemiga", como sí lo había hecho Gran Bretaña, una omisión que, él declaró,"perdió la guerra para Alemania". Así, en Septiembre de 1940 los alemanes se encontraron con "bombarderos casi desarmados" [10]. ¡Alemania perdió la guerra porque no había planeado el bombardeo de ciudades!.


[10] A. T. Harris, Bomber Offensive, 1947, p. 42; resumido por Veale, p. 174.



Frederick Lindemann


En Marzo de 1942 el Gabinete de Guerra de Churchill adoptó el "Plan Lindemann" [C. P. Snow, Science and Government, OUP, 1961, pp. 47-51], por medio del cual los objetivos civiles se hicieron algo oficial. Las casas de la clase obrera fueron preferidas a las de la clase alta porque aquéllas estaban más agrupadas, y por lo tanto podía ser conseguida una mayor "incineración de carne por bomba". El profesor emigrado judío alemán Frederick Lindemann [11], amigo y consejero científico de Churchill, había sido convertido para entonces en Lord Cherwell [y en Vizconde Cherwell en 1956]. Él presentó un plan al Gabinete de Guerra el 30 de Marzo instando a que las casas de la clase obrera alemana fueran puestas en la mira antes que objetivos militares, al ser estos últimos más difíciles de golpear. Las casas de la clase media tenían demasiado espacio alrededor de ellas, explicó él. Él no fue procesado por un nuevo horroroso crimen de guerra, hasta entonces inimaginable. Por lo tanto todas las ciudades y pueblos de más de 50.000 habitantes podían ser destruídos, o al menos llevados a la ruina. El Gabinete de Guerra comprendió que ninguna noción de aquello debía llegar a oídos del público [Irving, op. cit., p. 220].


[11] http://www.whale.to/b/lindemann_h.html


El plan de Lindemann fue puesto en acción el 28 de Marzo de 1942 cuando el viejo puerto de Lübeck fue atacado por 234 aviones del Comando de Bombarderos. Dicho lugar no tenía ninguna importancia militar o industrial, pero fue elegido porque, como el mariscal del aire el "Bombardero" Harris comentó, la ciudad estaba "construída más bien como un encendedor que como una residencia humana". Sus viejas casas medievales y estrechas calles y su catedral fueron borradas por "un éxito de primera clase" de la RAF. El 30 de Mayo de 1942 mil aviones dejaron caer altos explosivos y elementos incendiarios en la ciudad medieval de Colonia (Köln), quemándola de punta a cabo. La devastación fue total.


Otros "éxitos de primera clase" se siguieron sucediendo, culminando en las incineraciones de Hamburgo y la hermosa ciudad barroca de Dresden [12]. El 27 de Julio de 1943 fue "aquella noche cuando las partes más densamente pobladas de Hamburgo se convirtieron en un horno rugiente en el cual miles de hombres, mujeres y niños se lanzaban a los canales a fin de evitar el espantoso calor" [Veale, op. cit., p. 171]. Setecientos bombarderos Aliados llegaron sobre la ciudad a la una de la mañana, y dejaron caer 10.000 toneladas de altos explosivos y bombas incendiarias sobre varios distritos de la ciudad. Esa noche en esa única incursión, más de 45.000 hombres, mujeres y niños fueron muertos. La ciudad fue bombardeada todo el tiempo durante cuatro días, aviones estadounidenses durante el día y aviones británicos por la noche. Se levantó una tormenta de fuego de una intensidad que nadie había pensado antes que fuese posible. Más de un millón de alemanes huyó hacia los campos circundantes.


[12] "Muchas de las más hermosas ciudades de Europa y del mundo fueron sistemáticamente destruídas hasta la nada, a menudo durante las últimas semanas de la guerra, entre ellas, Wuerzburg, Hildesheim, Darmstadt, Kassel, Nürnberg y Braunschweig" (Dr. A. Wesserle, The Journal of Historical Review, 1981, vol. 2). http://www.exulanten.com/bombd.html


Bombardeo de Dresden


Spaight escribiendo en 1944 se entusiasmó sobre cómo "hoy los grandes bombarderos de cuatro motores están rasgando el corazón de la Alemania industrial", y añadió que "Alemania no tenía nada que se les asemejara" [J. M. Spaight, Bombing Vindicated, p. 38]. Francia y Alemania no se habían preparado para el bombardeo de ciudades como lo había hecho Gran Bretaña. Según el libro de Spaight quizá excesivamente sincero,


"era imposible para alguien, por muy crédulo que fuera, aceptar las aseveraciones repetidas y solemnes de los ministros de Su Majestad en el Parlamento acerca de que el bombardeo de Alemania estaba siendo realizado con estricta consideración a los dictados de humanidad de acuerdo con las reglas de la guerra civilizada" [F. Veale, Advance to Barbarism, p. 177].


Los ministros habían estado mintiendo por entre sus dientes al Parlamento, pero ésta no era una mentira ordinaria. Esto era la traición del núcleo principal del cual depende la vida civilizada, de que los civiles y los edificios civiles no serían como tales sometidos a ataque. En vez de eso, el terror ahora provenía del cielo, terror al lado del cual los hechos de los asesinos ordinarios palidecían en insignificancia. Una cultura urbana de mil años fue aniquilada, ya que las grandes ciudades, famosas en los anales de la ciencia y del arte, fueron reducidas a montones de ruinas humeantes.


En el año 1940, los bombarderos británicos "sólo" descargaron cinco mil toneladas de bombas en las ciudades alemanas, mientras que hacia 1944 ellos excedían a veces aquel total en un solo día. En la primavera de 1944 las ciudades alemanas estaban siendo machacadas con más de 100.000 toneladas por mes. Las muertes de civiles alemanes por causa del bombardeo británico y estadounidense de ciudades alemanas se han estimado en alrededor de 600.000, y aproximadamente 61 ciudades fueron convertidas en escombros virtuales, mientras unos 60.000 civiles fueron muertos en el Reino Unido [por los alemanes]. Aquellas ciudades alemanas tenían una población estimada de 25 millones [R. Harwood, Nuremberg, 1975, Historical Review Press, p. 61]. Alemania fue así reducida a un estado peor que el producido por la Guerra de los Treinta Años. A cambio de eso, los centros de Londres, Coventry y Portsmouth fueron atacados por aviones alemanes.


Mientras esto estaba ocurriendo, era imperativo sofocar la discusión pública —explicaba el Secretario del Aire—, no fuera que la indignación pública socavara la moral de los pilotos de los bombarderos [13]. Pero, a pesar de los desmentidos oficiales, los protestantes pacifistas se estaban formando alguna idea de lo que estaba sucediendo. Vera Brittain declaró en un folleto de guerra que la actual política británica "aparecería para una futura civilización como una forma extrema de locura criminal" [14]. Así, una persona logró encontrar las palabras adecuadas para la política de guerra británica.


[13] Veale, p. 28. Archibald Sinclair era en ese entonces el Secretario del Aire.
[14] V. Brittain, Seed of Chaos. What Mass Bombing Really Means, 1944, 116; Taylor, The Origins of the Second World War, pp. 183 y 281.


¿Cuál era el objetivo del bombardeo de ciudades? Su objetivo primario era incitar al pueblo alemán a tomar represalias, o así lo declaraba un documento oficial de la Oficina de Información de Su Majestad (HMSO) de 1953:


"Si la Royal Air Force asaltara el Ruhr, destruyendo las plantas petroleras con sus bombas muy exactamente colocadas y propiedad urbana con aquellas que se desviaran, la protesta clamorosa por una venganza contra Gran Bretaña podría resultar demasiado fuerte como para que los generales alemanes se resistieran a ella. En efecto, Hitler mismo probablemente encabezaría el clamor. El ataque contra el Ruhr, en otras palabras, era una invitación informal a la Luftwaffe para bombardear Londres"[The Royal Air Force 1939-1945, Vol. 1, "The Fight at Odds", HMSO 1953, p. 122.; Veale, p. 184].


El objetivo era que ellos consiguieran su guerra, la cual ni el pueblo alemán ni el británico querían. Alemania nunca quiso la guerra contra Gran Bretaña, y Hitler siempre expresó su gran admiración por Gran Bretaña y el Imperio británico [15]. Alemania buscó negociaciones de paz en Julio de 1940, pero fue rechazada [16]. Los británicos vieron la "sobrevivencia a la campaña aérea alemana" como su mejor momento, e imaginaron que ella era parte de un plan para invadir y ocupar Gran Bretaña [17]. Sería mejor decir que la causa de la campaña aérea alemana radicaba en el ardor británico por la guerra, por medio del cual ellos comenzaron a generar las condiciones que la produjeron.


[15] Para la admiración de Hitler por Gran Bretaña y su Imperio, véase: www.ihr.org/jhr/v01/v01p163_Barnes.html
Durante y después de la guerra fue difícil obtener una traducción inglesa deMein Kampf de Hitler, un tema central del cual era la admiración que él sentía por, y su añoranza de una amistad con, Gran Bretaña: Ramsey, La Guerra Sin Nombre, p. 49. El capitán Archibald Ramsey, parlamentario conservador, estuvo encarcelado durante la guerra, acusado (muy correctamente) de debilitar el esfuerzo de guerra.
[16] Las dos ofertas de paz alemanas a Gran Bretaña ocurieron en Octubre de 1939, después de la derrota de Polonia, y en Julio de 1940, después de la derrota de Francia, siendo ambas rechazadas: Capitán R. Grenfell,Unconditional Hatred. German War guilt and the Future of Europe, Nueva York, 1954, p. 201.
[17] Para el supuesto, y sólo imaginado por la cobardía, plan alemán para invadir Gran Bretaña en el verano de 1940, véase Hart, The Revolution in Warfare, pp. 212-222; y su History of the 2nd World War, 1970, pp. 93-96.


Después de la guerra, "bombardeo de terror" no era un término reconocido, ya que nunca había tenido lugar oficialmente, y menos todavía alguien había escuchado hablar del plan de Lindemann. La verdad fue suprimida durante dos décadas, aunque no hubiera ninguna maquinaria legal de censura, y sólo emergió, cuando fue simplemente "historia pasada", en 1961. Esto planteó un serio problema para los "juicios" sostenidos en Núremberg: Si el más obvio de los crímenes de Hitler fue su iniciación del bombardeo indiscriminado durante la campaña aérea alemana, ¿por qué no hubo ninguna mención de eso en Núremberg? La verdad, de que aquello era sólo una fracción diminuta de lo que había sido impuesto sobre Alemania [18], y de que tuvo lugar sólo meses más tarde como una "represalia" legítima, claramente no podía ser dicha al pueblo británico [Veale, op. cit., pp. 29 y 32].


[18] Los bombarderos estratégicos anglo-estadounidenses dejaron caer 2.690 kilotones de bombas sobre Europa (1.350 sobre Alemania, 590 sobre Francia, 370 sobre Italia, etc.), mientras que Alemania dejó caer 74 kilotones de bombas, incluyendo los cohetes V-1 y V-2 sobre Gran Bretaña en la 2ªGM, un mero 5%, o la vigésima parte como mucho (Dr. Wesserle, op. cit., p. 26).


No fue sino hasta 1961 que C. P. Snow [Science and Government, p. 22] reveló en sus Conferencias en Harvard sobre Ciencia y Gobierno la existencia del plan de Lindemann, y que fue "puesto en acción con cada esfuerzo que el país pudo hacer". La explicación de C. P. Snow sobre un plan diabólico que se concentró en las casas de la clase obrera, "causó una gran impresión en todas partes del mundo civilizado" [Veale, op. cit., p. 197], llegando a ser inmediatamente traducida en cada idioma de la Tierra. Más tarde ese año, el informe oficial de cómo el Reino Unido había desarrollado el bombardeo de terror de acuerdo con el plan de Lindemann [19], reveló el espantoso total de muertes de 600.000 vidas perdidas por causa de la RAF. Estas revelaciones provocaron un masivo horror [Veale, op. cit., pp. 201 y 197].


[19] C. Wester y N. Frankland, The Strategic Air Offensive, HMSO, 1961, Volume I.


En 1961 el parlamentario laborista Richard Crossman comentó acerca de la"pantalla de mentiras" detrás la cual "fue llevado a cabo el bombardeo de terror", a tal grado que el gabinete de Guerra "creyó necesario rechazar públicamente" la política de su orden de bombardear [20]. Los ministros habían proclamado con absoluta hipocresía que "no estamos bombardeando inhumanamente a mujeres y niños sólo por gusto" (el Subsecretario del Aire), cuando es exactamente eso lo que ellos estaban haciendo, a cientos de miles de mujeres y niños.


[20] Sunday Telegraph, 1º de Oct. de 1961; Veale, op. cit., p. 198.





La Guerra Relámpago (Blitzkrieg)


La rutinaria disculpa planteada posteriormente fue que la política británica había sido sólo una represalia por el bombardeo alemán de Varsovia y Rotterdam. El señor Spaight descarta ese argumento con el desprecio que se merece. "Cuando Varsovia y Rotterdam fueron bombardeadas", señala él, "los ejércitos alemanes estaban a las puertas. El bombardeo aéreo fue una operación de la ofensiva táctica" [Spaight, op. cit., p. 43]. El capitán Liddell Hart acepta la misma opinión. "El bombardeo no ocurrió —escribe él— sino hasta que las tropas alemanas estaban abriéndose camino en esas ciudades, y de esa manera estaba conforme a las viejas reglas del bombardeo de asedio" [21]. El "bombardeo" no fue ilegal bajo los términos del Artículo 25 de la convención de La Haya de 1907. Novecientas personas murieron durante la incursión aérea trágicamente equivocada en Rotterdam [22]. A los ciudadanos de Varsovia se les dio tiempo para evacuar su ciudad antes de cualquier bombardeo general [23]. Para citar al doctor Wesserle, quien estaba en Praga cuando EE.UU. y el Reino Unido la bombardearon,


"No puede haber ninguna comparación entre la brutalidad de la ofensiva anglo-estadounidense de bombarderos, por una parte, y lo minúsculo de los esfuerzos germano-italianos, por otra" [Wesserle,op. cit.].


[21] Hart, The Revolution in Warfare, p. 72; Veale, op. cit., p. 171.
[22] Ése fue un error, puesto que Holanda ya se había rendido (Taylor, The Origins of the Second World War, p.34; Irving, The Destruction of Dresden, p. 21).
[23] David Irving: "En efecto, el bombardeo de Varsovia no comenzó sino hasta el 26 de Septiembre de 1939, después de que todas las exigencias militares habían sido observadas: volantes de advertencia dejados caer sobre la población civil, apertura de rutas para que los civiles polacos abandonaran el lugar antes de la hora programada para el bombardeo, un ultimátum formal al comandante de la fortaleza de Varsovia para que capitulara antes de que comenzara el bombardeo, lo que fue rechazado" (Hitler’s War, 1977, 2001, p. 239) http://www.fpp.co.uk/books/Hitler/2001/HW_Web_dl.pdf


La Ley

La Convención de La Haya de 1923 (Artículos 22 y 23) propuso proscribir el bombardeo urbano indiscriminado ("bombardeo aéreo para aterrorizar a la población civil"), pero desafortunadamente las cinco potencias organizadoras (Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y EE.UU.) nunca firmaron aquello [Grayling, Among the Dead Cities, p. 143]. El Primer Ministro británico afirmó ante la Cámara de los Comunes en 1938 que un bombardeo tal sería "una indudable violación del Derecho internacional"; y luego una resolución aprobada por la Sociedad de Naciones en Septiembre de 1938 había sido propuesta por el Gobierno británico: "El bombardeo intencional de poblaciones civiles es ilegal", y aprobada por unanimidad. ¿Quién podría oponerse a una verdad tan evidente?. "No tenemos ninguna intención de atacar a la población civil como tal", dijo el representante británico durante una conversación anglo-francesa de gabinete el 14 de Agosto de 1939, justo antes de que la guerra estallara. Poco después, la Sociedad de Nacionesaprobó unánimemente una resolución que afirmaba que tal bombardeo era ilegal. Y a pesar de todo, hacia 1943 Gran Bretaña y EE.UU. firmaron el Tratado de Casablanca, que animaba la intensificación del bombardeo de ciudades, el "bombardeo moral", como fue llamado.


El dilema, la esquizofrenia y el fracaso de Núremberg es resumido por tres fechas, fechas grabadas más bien inolvidablemente en la memoria de la Humanidad: el 6 de Agosto, el 8 de Agosto y el 9 de Agosto de 1945. La Carta de Núremberg, que definía normas del Derecho internacional tocantes a la guerra ("Planificación y Preparación de una Guerra de Agresión"), fue firmada como el Acuerdo de Londres el 8 de Agosto de 1945. ¡Ellos hicieron volar una ciudad, ellos hicieron volar otra ciudad, y entre medio ellos firmaron la Carta de Núremberg!.


¿Siglo Estadounidense?


En una emisión de radio del 1º de Septiembre de 1939, dos días antes de que la guerra estallara, Roosevelt hizo un llamado a las potencias europeas para que hicieran una promesa, que "las fuerzas armadas en ningún caso, y bajo ninguna circunstancia, emprendieran el bombardeo desde el aire de poblaciones civiles o de ciudades indefensas" [Taylor, op. cit., p.149]. Desafortunadamente los estadounidenses fueron incapaces de tomar su propio consejo: el bombardeo incendiario de Japón del 9 y 10 de Marzo de 1944 mató aproximadamente a 100.000 civiles japoneses, más que los que morirían el año siguiente en Hiroshima. En la guerra, incluyendo todo, el bombardeo de ciudades japonesas podría haber matado aproximadamente a 337.000 personas [24].


[24] www.hawaii.edu/powerkills/COMM.10.5.03.HTM


Cuando, después de la guerra, Churchill sugirió a Stalin que ellos encontraran "alguna ciudad no destrozada en Alemania" para que pudieran reunirse, para la conferencia de Potsdam en Julio de 1945, aquello no fue fácil. Luego, muy prontamente en Marzo de 1946, Churchill percibió el reciente surgimiento de una amenaza, en su discurso sobre la Cortina de Hierro en Fulton, Missouri, y dicha amenaza, él afirmó, hacía razonable el mantener almacenadas las armas nucleares de EE.UU. recién desarrolladas [D. F. Fleming, The Cold War and Its Origins, 1961, Vol. I, p. 349].


Uno podría haber pensado que el Ministerio de Guerra británico habría sentido alguna vergüenza por iniciar el crimen más espantoso en los anales de la Historia registrada, pero por lo visto ello no ocurrió: en 1946 un informe sobre "Desarrollos Futuros en Armas y Métodos de Guerra" fue entregado a los Jefes de Estado Mayor británicos. "Los más provechosos objetivos de los ataques efectuados con las nuevas armas serán normalmente las concentraciones de población", recomendaba dicho informe, incluyendo una plantilla de 58 grandes ciudades soviéticas con poblaciones de más de 100.000 habitantes. De ahí en adelante debía ser una actividad normal y sólo burocrática hablar y refinar métodos de exterminación de ciudades. Al año siguiente, en 1947, las primeras fuerzas del Comando Aéreo Estratégico estadounidenses fueron a Gran Bretaña. Así Gran Bretaña contribuyó al cerco de Rusia con bombarderos nucleares cuando esta última era todavía una ruina humeante de la Segunda Guerra Mundial, habiendo sufrido una mortandad de alrededor de veinte millones de personas, años antes de que Rusia estuviera en condición de amenazar a alguien.


De la guerra de Corea, 1950-1953, el antiguo Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea estadounidense Curtis LeMay, recordó que él preguntó si elPentágono lo dejaría "quemar completamente" cinco de las ciudades más grandes en Corea del Norte, afirmando que aquello podría ser hecho en unos pocos días. "Es demasiado horrible", le dijeron. "Sin embargo, en un período de tres años o algo así... nosotros incendiamos cada ciudad en Corea del Norte" [25]. Tres millones de coreanos murieron, para proteger al mundo contra un supuesto "peligro Amarillo" [Fleming, op. cit., p. 656]. De esa manera el legado del bombardeo británico de ciudades fue traspasado a Estados Unidos.


[25] R. Howe, Weapons, Londres, 1981, p. 500.


Post Scriptum


En 1919-1920 los británicos desarrollaron la técnica de bombardear ciudades y pueblos, bombardeando Kabul, en Afganistán, y a grupos tribales rebeldes a lo largo de las zonas fronterizas de la India. Y en los años '20, los británicos bombardearon intencionalmente pueblos rebeldes en Somalia y Yemen, y emprendieron una extensa campaña de bombardeo contra poblaciones civiles en áreas rebeldes en el Iraq controlado por los británicos durante varios años. El número de víctimas por el bombardeo alemán de Guernica en 1937 fue, según David Irving, de alrededor de 98 personas [26].–


[26] www.fpp.co.uk/History/General/Guernica/DTel250487.html


Publicado por Julius

8 de agosto de 2015

Crean un biomaterial innovador para regenerar hueso a partir de la combinación de proteínas


Pastorino- Missana- Schemberguer


Científicas tucumanas diseñaron una membrana maleable que estimula a las células y produce la neo formación ósea en pocas semanas. El trabajo está en etapa preclínica y se experimenta con éxito en animales.

Un grupo de investigadoras tucumanas busca cómo regenerar hueso a partir de la combinación de una proteína recombinante humana (rh) la “Paratohormana” junto a otra proteína “el colágeno”, que está presente en todos los animales y en abundante cantidad en huesos y piel. A partir de la combinación de ambas sustancias, se forma una membrana totalmente maleable que mediante la directiva profesional, es capaz de regenerar tejido óseo en la forma y cantidad necesarias, en sólo pocas semanas.

La regeneración ósea se vuelve fundamental para los casos de accidentes dónde se pierde importante cantidad de hueso o como consecuencia del tratamiento quirúrgico de tumores, quistes o anomalías óseas dónde también existe pérdida de hueso. Ocurre una situación similar en los casos de reabsorción alveolar ósea producto de la pérdida de dientes. En todas estas situaciones la necesidad de volver a contar con el hueso íntegro se vuelve imperativa para devolverle tanto la estructura como la funcionalidad a la parte afectada del cuerpo.

Las alternativas para quienes han perdido más de 8 mm de hueso (entre 5 y 8 mm puede regenerarse sólo) suelen ser costosas y complejas. Van desde el sustituto de hueso del mismo paciente, pasando por la colocación de hueso procesado obtenido de personas fallecidas (banco de huesos) hasta el uso de hueso animal.

Pocas son las líneas de investigación desarrolladas en Latinoamérica que implican el crecimiento de hueso a partir de técnicas de ingeniería de tejidos. Sin embargo, en Tucumán un equipo de científicos desarrolló un nuevo biomaterial que regenera el hueso perdido. La idea de estos investigadores es que, usando un producto de origen nacional, el biomaterial sea accesible para los pacientes desde lo económico.

En la Universidad Nacional de Tucumán Liliana Missana y María Victoria Jammal (docentes de la Facultad de Odontología de la UNT) desarrollaron un biomaterial que tiene propiedades para regenerar hueso. Este biomaterial está en trámite de registro en el Instituto Nacional de Patentamiento Industrial (INPI) y está inscripto con el nombre de Regebone (rege de regenerar y bone de hueso en inglés). El equipo se completa con la colaboración de Jorge Juárez (tesista), Nina Pastorino (odontóloga), María Lilia Romano (técnica) y Viviana Schemberger (odontóloga).

Missana comentó que una de las exigencias de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para aprobar el biomaterial es que se realicen pruebas tanto en animales pequeños como medianos. El equipo ya realizó pruebas exitosas en la cabeza (calota) de ratas y en un período de seis semanas consiguió regenerar el 57% del hueso faltante, aplicando el biomaterial de colágeno y la rhPTH (Recombinante Humana Paratohormona). Resta realizar pruebas con animales medianos y por ese motivo, los investigadores de la UNT firmaron un convenio de cooperación con profesionales de la Universidad Nacional de Rosario, quienes proveerán de criaderos de conejos para la siguiente etapa.

La científica comentó que están en conversaciones con el Sistema Provincial de Salud de la Provincia (SIPROSA) para que se realice un relevamiento en los servicios de odontología y traumatología de los pacientes que requieren hueso. El objetivo es conocer quiénes darán el consentimiento legal para probar la nueva técnica, una vez que sea aprobada por la ANMAT.

María Victoria Jammal
María Victoria Jammal en el Lab. de Patología Experimental- Fac. Odontología

Por su parte, Victoria Jammal señaló que el gran aporte del biomaterial es que “es de industria nacional, por lo tanto los costos para producirlo son menores con la idea de que sea más accesible para la gente en lo económico. Esto es importante teniendo en cuenta que la mayoría de los materiales de relleno óseo que se usan en nuestro país son materiales importados”. Agregó que fue elaborado en el Laboratorio de Patología Experimental de la Facultad de Odontología de la UNT.
Otra de las ventajas del nuevo material apuntadas por Jammal son que es maleable, adaptable a cualquier defecto óseo, de fácil manipulación y que se conserva a temperatura ambiente. También el hecho de ser “ecoamigable” porque no genera efectos negativos en el ambiente.

“Devolver calidad de vida al paciente”

Missana dio detalles de la investigación que asocia técnicas de la ingeniería molecular con la ingeniería de tejidos. Describió que se valen de la mezcla de la proteína recombinante humana (rh), llamada así porque es externa al cuerpo, con un biomaterial (el colágeno) para diseñar un armazón. El armazón se coloca en la zona dónde hay ausencia de hueso para estimular su crecimiento.

Precisó que la Paratohormona, que está presente en todos los seres vivos y se libera según las necesidades del cuerpo, normalmente está asociada a la reabsorción, no a la neo formación. Entonces, el aporte más importante de la investigación es que colocada en una membrana y liberada en forma intermitente, estimula a las células y a la neo formación ósea.

La doctora estimó que con la nueva técnica “los pacientes podrán recibir implantes bucales cuando tengan el hueso para recibirlos. Conseguirán hablar y comer mucho mejor luego de una cirugía reparadora por un cáncer óseo bucal, es decir, les devolveremos la calidad de vida”, sintetizó.

membrana maleable

calota de rata
 A- Membrana Regebone estéril
B y C- Colocación del biomaterial en la calota de rata

Missana se desempeña hace 25 años en el área de la ingeniería de tejidos y cuando realizó su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Okayama (Japón) trabajó con una proteína morfogenética ósea que combinó con distintos vehículos y uno de esos fue el colágeno, con el cual obtuvo los mejores resultados. En el país asiático la técnica está patentada y se usa para múltiples tratamientos.
Al volver a la Argentina, creo un equipo de investigación que desde hace siete años se concentró en la rhPTH (recombinante Humana Paratohormona) que se presentaba recientemente en el mercado.

Agregó que el desafío a vencer por su equipo de investigación es producir un tejido en condiciones de laboratorio y que después sea aceptado por el organismo. Por ese motivo, Missana explicó que se coloca el material con una proteína como estimulante en un armazón, que es el colágeno. “El cuerpo lo acepta, lo coloniza y las mismas células del paciente migran desde los bordes de los tejidos sobre él, estimulados por la proteína recombinante humana y así se genera el hueso con la forma que el profesional desee darle”, puntualizó.


5 de agosto de 2015

Médica en Chaco revela conexión entre discapacidad y agrotóxicos


Discapacidad trasgénica
Médica en Chaco revela conexión entre discapacidad y agrotóxicos: 'Están dañando el territorio, la genética y el futuro'

El periódico Mu, editado por la cooperativa La Vaca, dedicó su edición del mes de julio a indagar sobre las consecuencias de la aplicación de los agrotóxicos. DIARIO JUNIO reproduce el reportaje a la doctora que en el Chaco integra la Red de Salud Popular “Dr. Ramón Carrillo”, María del Carmen Seveso. La doctora conecta la cantidad alarmante de escuelas para jóvenes discapacitados que hay en Chaco con esta exposición crónica a los biocidas: “Donde yo vivo, con una población de 89.800 habitantes hay aproximadamente 7 escuelas privadas y concentran una matrícula de 700 niños con capacidades diferentes”, cuenta Seveso


Viene de un lugar llamado Resistencia, con un pendrive repleto de fotos de bebés nacidos con malformaciones, órganos fuera de lugar, caras deformes, narices enormes, ojos imperceptibles, pies torcidos.

“Más que fotos, son pruebas”, apunta con tono inquisidor hacia los responsables de seguir las puntas de este ovillo que hilvanaron médicos de distintos puntos del país, entre quienes ella se ha erigido como referente.

“¿Quién va a pagar por esto?”, pregunta señalando esas dolorosas fotografías.

La doctora María del Carmen Seveso mostrará estas pruebas en una de las conferencias del Congreso de Ciencia Digna, y luego se quedará charlando con la doctora Delia Aiassa, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, especialista en investigar el daño genético que produce la exposición a agrotóxicos. Están planeando algo concreto: conectar las imágenes con la evidencia científica.

Esa foto que las mostraría a ellas coordinando sus trabajos -y que no estará nunca en ningún pendrive ni diario ni nada- es otra prueba: la de cómo se construye la ciencia digna en tiempos indignos.

Los síntomas

Seveso es médica especialista en Terapia Intensiva y en Terapéutica Farmacológica, entre otras cosas, y siempre trabajó con adultos. Primero en el servicio de terapia intensiva del Hospital Perrando, en Resistencia. Luego se radicó en Presidencia Roque Sáenz Peña (segunda ciudad más poblada del Chaco), donde dirigió el Servicio de Terapia del Hospital 4 de Junio, del cual actualmente es miembro del Comité de Bioética. Además, integra el Consejo de Bioética de la provincia del Chaco y forma parte de la Red de Salud Popular doctor Ramón Carrillo, una organización que desde hace años acompaña el reclamo de los pueblos fumigados. Su caso es similar al de otros profesionales de la salud con las antenas paradas: una médica intensivista que empezó a notar cosas raras. “Insuficiencias renales, deformidades físicas, y después los cánceres – enumera-. Recibía personas que tenían enfermedades gravísimas: unos entraban en coma, otros con insuficiencia respiratoria, y no tenían un diagnóstico, pero la enfermedad había evolucionado muy rápidamente. ¿Qué estaba pasando entonces? Había algo que aceleraba los procesos”. Seveso comenzó una investigación digna de cualquier serie norteamericana, con las herramientas que tenía a mano: recurrió al sistema de datos del servicio de terapia intensiva del Hospital 4 de Junio (centro de salud pública de referencia de la mitad de la población del interior del Chaco) para ver qué decían esos números. Cuenta:

– “En la base de datos de pacientes internados se registraba un número importante de mujeres con patología del embarazo y puerperio”.

– “Predominaban las que tenían complicaciones graves derivadas de la hipertensión inducida por el embarazo”.

– “En el año 2007 aumentaron en tal magnitud que igualaron a la suma de los últimos 5 años anteriores. En ese año la siembra de soja transgénica fue la más importante y así también las fumigaciones”.

– “Comenzamos a sospechar que había una relación, al igual que con otras enfermedades como cáncer en personas más jóvenes y con evolución tórpida, enfermedades neurológicas, respiratorias, etc.”

– “En ese momento nos acercan la estadística de neonatos con malformaciones que provienen de la misma región y que triplicaban los datos de otros servicios de zonas no fumigadas”.

– En la actualidad, dice, la multiplicación es mayor.

– Según los parámetros de la normalidad, el 10% de las mujeres embarazadas puede tener esta problemática. En el Hospital 4 de Junio, “de 10 que llegaban a Tocoginecología, 4 eran casos con hipertensión inducida por el embarazo”. Es decir, el 40 por ciento.

Seveso cuenta que la hipertensión durante el embarazo es una enfermedad sistémica, que enferma a los vasos y afecta a todos los órganos, y que produce nacimientos de bebés en condiciones críticas: neonatos con bajo peso, puede haber desprendimiento de placentas, corre riesgo la vida de la madre y el niño.

Ir al campo

Hay que imaginarse a María del Carmen Seveso, metro cincuenta de estatura, andando por los pueblos del interior del Chaco, visitando los lugares de donde llegaban sus pacientes enfermos para atar los cabos sueltos: “Se sumaba a nuestra sospecha que en los pueblos, cuando hablábamos con el personal de salud -entre ellos médicos, agentes sanitarios- nos decían que el problema que tenían era que las embarazadas presentaban hipertensión”. Es decir, la tendencia que notaban en el hospital también la constató en los lugares que visitaba. ¿Cómo comprobar si esa tendencia estaba relacionada con los agrotóxicos? No contaban con laboratorios. “Justo en ese momento nos llega un informe de una investigación realizada en Colombia por el doctor Jaime Altamar Ríos que mencionaba que los herbicidas que se utilizan actualmente provocan los mismos cambios endócrinos y hormonales que se describen en estos embarazos”. Eureka.

Discapacidad transgénica

Luego llegaron las evidencias científicas. “Hasta entonces no había muchas investigaciones publicadas, pero luego se pudo acceder a publicaciones de todas partes del mundo y de nuestro país que informan sobre investigaciones que demuestran que todos estos productos biocidas son los responsables del cambio en el número de autismo, obesidad, problemas de aprendizaje”, dice Seveso.

Su conclusión es contundente: “Todo esto nos hace pensar que ya no tenemos que preguntarnos si estas enfermedades son causadas por el envenenamiento del medio ambiente y la calidad de la alimentación, sino al revés: tendríamos que preguntarnos qué enfermedad no es causada por esto”.

Otro dato escalofriante: la doctora Seveso conecta la cantidad alarmante de escuelas para jóvenes discapacitados que hay en Chaco con esta exposición crónica a los biocidas, término que refiere al paquete de semillas transgénicas y agrotóxicos.

En la actualidad son cuarenta las escuelas públicas, distribuidas en distintas localidades, y en las ciudades más grandes hay muchas más instituciones privadas. “Donde yo vivo, con una población de 89.800 habitantes hay aproximadamente 7 escuelas privadas y concentran una matrícula de 700 niños con capacidades diferentes”, cuenta Seveso.

Y razona: “Si conectamos este dato al nuevo modelo de siembra, se entiende por qué hace 10 años la cifra de matriculados, en Sáenz Peña y en ese tipo de escuelas, era sólo de 100. Es decir, 7 veces menor”.

Concluye con otro dato clave: “Los niños provienen de zonas fumigadas, prácticamente sin excepción”.

El mapa del cáncer

Durante el 2011 la doctora Seveso formó parte de un equipo de investigación encabezado por Mirta Liliana Ramírez, geógrafa, encargado de relevar las condiciones epidemiológicas de los departamentos de Bermejo, Independencia y Tapenagá, de la provincia del Chaco. Los resultados son contundentes:

– En la localidad de Napenay (1.960 habitantes) el 38,9% declaró haber tenido en los últimos 10 años algún familiar con cáncer.

– En Avia Terai (5.446) el porcentaje era de 31,3%.

– En La Leonesa ( 8.420), el 27,4% tuvo un familiar con cáncer .

– En Campo Largo, el 29,8%.

– En otros pueblos testigos que fueron encuestados y que son ganaderos -Charadai y Cotelai- las respuestas positivas bajaron: sólo el 5 y el 3 %.

El informe también resaltaba el “alto grado de inequidad” observado al analizar la exposición a los agrotóxicos: “Se observa una exposición desigual en los residentes de las zonas rurales y urbanas, en los diferentes estratos económicos de las zonas urbanas, entre los hombres y las mujeres, y los trabajadores del sector formal e informal; y en particular, los niños y los ancianos”.

Seveso lo traduce a la realidad chaqueña: “Hay mucha gente muy pobre. La mayoría no tiene agua potable y se abastecen de los pozos y de aljibes, que es agua contaminada con agrotóxicos. Bañan a los bebés con esa agua, y la toman, porque no tienen ni para comprar un bidón. Son los más vulnerables”, reitera.

Lo insostenible

El diagnóstico de la doctora Seveso culmina en un razonamiento elemental, básico a toda ciencia: “En un sistema sano todo está regulado. Es un tipo de sistema que, cuando hay una disrupción, funciona mal. Es como cuando vos alterás algo del sistema operativo de una computadora: se para, o se cuelga, o se te mete un virus. En síntesis: funciona mal. En un sistema de equilibrio perfecto, este tipo de alteraciones que representan los biotóxicos logran romperlo, porque son disruptivas. Los venenos estos, todos, son productos diseñados para matar la vida”.

¿En qué etapa estamos ahora?

“Estamos en una etapa en que la difusión está: la gente sabe de qué estamos hablando. Los políticos también. Entonces, cuando haya necesariamente un cambio por lo insostenible de este discurso, ellos van a ser solidariamente responsables por su negligencia. Esto recién empieza. Van a tener que pagar. Me duele mucho que los organismos de derechos humanos no asuman esto como una transgresión a esos derechos, en su máxima expresión: están dañando el territorio, la genética y el futuro. Y si no hacemos algo, va a ser cada vez peor. Porque en el futuro van a venir nuevas biotecnologías y nos va a resultar muy difícil identificarlas. Y hasta que eso ocurra ya habrán hecho aún más daño; tendremos que empezar a investigar de nuevo. ¿Viste esas películas de la devastación? Va a ser así algo así. En medio de esta postal desoladora, ¿qué representa la ciencia digna? No me considero científica. Yo soy de trinchera, trabajé con lo que muestran los pacientes y fui al lugar donde se enfermaban para entender qué pasaba. Creo que la ciencia digna es eso: tratar de explicar que pasó y que pasa con la sociedad en el momento en que te toca actuar. ¿Es posible que la ciencia hoy juegue ese rol? Te tendría que definir primero a la otra ciencia: la ciencia adicta al poder, la ciencia hegemónica que siempre dijo lo que al poder le interesaba que diga, la ciencia al servicio de las corporaciones, siempre con la complicidad de los Estados. Las universidades públicas investigan hoy con fondos de Monsanto y de las farmacéuticas. ¿A quién le sirve eso? Creo que la ciencia digna es Andrés Carrasco, que investigó y descubrió al monstruo: el glifosato. Lo dijo públicamente y murió peleando por eso. Y quizás sea un poco ese nuestro destino: pelear hasta morir, porque ya somos grandes”.

4 de agosto de 2015

SALTA: Jornadas Internacionales de Ambiente


Cierran las inscripción para las Jornadas Internacionales de Ambiente

Las VIIIº Jornadas Internacionales de Ambiente se realizarán los días 13 y 14 de agosto en el Centro de Convenciones Salta, en Limache. El eje temático para este año será “Ambiente y Equidad”.



El programa abordará diversas cuestiones en torno a esta temática como “Cambio Climático”; “Energías Alternativas”“Energías Alternativas”; “Ciudades Sustentables”; “Daño Ambiental”; “Biotecnología”; “El ambiente en el nuevo Código Civil y Comercial Argentino”; “Rol de las fiscalías Ambientales” y “Jurisdicción Ambiental”; y los disertantes son especialistas de cada una de estas temáticas procedentes de distintas provincias del país y del exterior.

Dada la trascendencia que históricamente tienen estas Jornadas para la vida académica, científica y cultural de la provincia, tanto el Poder Judicial como la Cámara de Diputados, el Municipio de la Provincia y la Universidad Nacional de Salta, entre otros han declarado de interés este evento.

Como actividad simultánea de las Jornadas, y dentro de este marco, se presentará el libro“Ambiente y Pobreza”, el 13 de agosto a las 19 hs. en el Museo de la Ciudad Casa de Hernández. Se trata de una obra colectiva e interdisciplinaria coordinada por el Instituto de Derecho Ambiental y de la Sustentabilidad de la Universidad Católica de Salta, editada por EUCASA.

El arancel de las Jornadas es de $1000 (pesos mil) para el público en general y la Escuela de la Magistratura tiene previstos descuentos para grupos conformados por lo que los interesados deberán solicitarlo a través del correo: modernizacion@escuelamagistratura.gov.ar

Además todos los alumnos de la UNSa y de la Universidad Católica de Salta interesados podrán acceder a becas del 50% del arancel, para lo que deberán contactarse hasta el 6 de agosto con Secretaría de Extensión Universitaria de la UNSa al teléfono 4258706; y con Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Católica al 4268524/23 respectivamente.

Por último se informa que la Autoridad Metropolitana de Transporte ha dispuesto, para los días del evento, dos unidades para el traslado gratuito de los asistentes, las cuales se dirigirán al Centro de Convenciones desde la Plaza Güemes regresando al punto de origen en los horarios previstos en el programa.

Programa, informes y pre-inscripciones a través de :http://ambiente.escuelamagistratura.gov.ar

1 de agosto de 2015

Por desmontes el suelo del NOA se torna infertil



El NOA pierde fertilidad y microorganismos por desmontes y la agricultura

Fecha de Publicación: 01/08/2015
Fuente: InfoCampo
Provincia/Región: NOA

Dos estudios recientes detallaron los problemas que afrontan las tierras del NOA por la incorporación de nuevas tierras a la agricultura.
Los microorganismos del suelo perdieron diversidad y funciones en el NOA, debido al desmonte y la siembra de cultivos. Productores e investigadores advierten que disminuyó la fertilidad. En la Región Pampeana estudian el efecto de los insumos tecnológicos.

Durante muchos años la comunidad científica se refirió al suelo como "la caja negra", debido a que se sabía muy poco sobre la estructura y la función de los microorganismos que lo habitan. Aún hoy se logró aislar y caracterizar menos del 10% de estas poblaciones microscópicas, pese a su relevancia ambiental y a los servicios ecológicos que brindan, pero afortunadamente existen distintas investigaciones que apuntan a revelar sus secretos.

Desde la cátedra de Microbiología Agrícola de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), dos estudios recientes avanzan sobre el conocimiento de los microorganismos del suelo en el NOA, donde encontraron grandes modificaciones debido al desmonte y a la incorporación de nuevas tierras a la agricultura, y en la Región Pampeana, donde el uso de tecnologías orientadas a aumentar el rendimiento de los cultivos también genera un impacto sobre el ambiente.

"Los microorganismos cumplen un rol muy importante en todos los ecosistemas", advirtió Luciana Di Salvo, docente de Microbiología de la FAUBA. "Las nuevas tecnologías moleculares, en especial la metagenómica, permitieron hacer grandes avances. Sin embargo aún queda mucho por conocer, especialmente la relación que tienen estas poblaciones con el funcionamiento del suelo", agregó Micaela Tosi, ayudante de la misma cátedra.

Las Yungas, muy comprometidas

"En el NOA, donde en las últimas décadas se introdujeron grandes disturbios en las tierras prístinas de las Yungas por la incorporación de cultivos, encontramos alteraciones muy grandes en las comunidades microbianas de suelos que fueron desmontados y sembrados, principalmente durante los primeros años de agricultura. Hallamos una reducción drástica en la cantidad de microorganismos respecto de los suelos vírgenes, que no se restableció con los años que llevan bajo el manejo agrícola en la zona", explicó Tosi, quién estudió la problemática en el norte del país para su tesis de doctorado.
Además, en su investigación encontró una menor actividad de los microorganismos del suelo y una posible pérdida de eficiencia que, a su vez, podría relacionarse con una caída de la materia orgánica observada en lotes con muchos años de agricultura. "Estos cambios afectan el ciclado de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes para los cultivos, influyendo directamente en la fertilidad de los suelos", afirmó.

Según la docente de la FAUBA, la acumulación de varios años con agricultura afectó a la estructura de los suelos de la región, sobre aspectos vinculados con la aireación y la retención hídrica, que también podrían estar relacionados con la menor presencia y actividad de los microorganismos. Al respecto, Tosi destacó que existe preocupación entre los productores de zonas agrícolas como Las Lajitas, Salta, por los procesos físicos que se están generando en el suelo, debido a que ya están perdiendo rendimientos en sus cultivos.

Menos abundancia, diversidad y actividad

Dentro del mismo grupo de investigación de la FAUBA, dirigido por Olga Correa, se realizaron otros estudios en el NOA, en las provincias de Jujuy y Salta, sobre ambientes muy contrastantes que van desde lotes sembrados con caña de azúcar de hasta 100 años y otros con monocultivo de soja, pasando por ambientes vírgenes de selva pedemontana y montana de Yungas, a 1000 metros sobre el nivel del mar.

En todos los casos se encontraron pérdidas en abundancia, diversidad y actividad microbiana en respuesta al desmonte para el cultivo. "La ecorregión de Yungas se destaca como reservorio de biodiversidad y aún es escasa la importancia que se le da a la diversidad microscópica", dijo Tosi.
"Después de 30 años de agricultura, las comunidades microbianas de distintos suelos llegan a ser muy similares entre sí y a comportarse muy parecido. Creemos que si el paisaje se volvió homogéneo (por la pérdida del bosque y la historia agrícola prácticamente invariable), los microorganismos respondieron del mismo modo, adaptándose a este nuevo escenario", concluyó.

El impacto de los agroinsumos

¿Qué sucede con los microorganismos en otros ambientes donde la agricultura tiene una larga data, como en la Pampa Húmeda? En su tesis de doctorado, Luciana Di Salvo estudió los efectos en la biodiversidad microbiana provocados por la aplicación de insumos tecnológicos, a partir de ensayos realizados en el centro-norte de la provincia de Buenos Aires, donde se ubica la zona núcleo de cultivos extensivos de verano, y en el oeste arenoso, donde en las últimas décadas el avance de la frontera agrícola desplazó a la ganadería.


"El objetivo fue analizar el impacto sobre los microorganismos del suelo generado por la fertilización química y la inoculación con bacterias promotoras de crecimiento de los cultivos (con cepas de Azospirillum brasilense) en lotes sembrados con trigo y maíz", detalló. Sucede que si bien están muy difundidos los beneficios de estas prácticas sobre el rendimiento de los cultivos, hasta ahora no se conocía el efecto de ambas tecnologías simultáneas sobre las comunidades microbianas.

"En líneas generales, tanto la inoculación con esta bacteria como la fertilización química, en las dosis evaluadas (acordes a las utilizadas a campo), provocarían cambios en las comunidades que duran muy poco tiempo, ya que se observan sólo en las primeras etapas de los cultivos. Incluso estos cambios son de menor magnitud que los generados por el mismo cultivo a medida que se desarrolla y modifica las comunidades microbianas asociadas", señaló.

"Aún no sabemos si los cambios son positivos o negativos, pero podemos afirmar que todas las decisiones agronómicas tienen un impacto sobre los microorganismos y sus funciones. Y creemos que es fundamental mantener la diversidad, porque si la perdemos estamos perdiendo funciones importantes en el suelo que favorecen el ciclado de nutrientes, por ejemplo. La idea es que las practicas de manejo que implementamos mantengan esa diversidad para asegurar una producción de alimentos sustentable".

Si bien queda mucho por investigar antes de conocer el verdadero impacto de estos cambios, las investigadoras advierten que una menor diversidad de comunidades microbianas, así como una población más baja o que pierde funciones específicas como el ciclado de nutrientes, podría provocar un impacto negativo sobre la producción de alimentos y el ambiente.

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