Lo develó un estudio llevado a cabo por científicos del INTA y el CONICET. En un curso cercano a Pergamino ubicaron hasta 17 plaguicidas en diversos tejidos analizados. Insecticidas piretroides y organofosforados, fungicidas y herbicidas como la atrazina, entre los compuestos más detectados.
Por Patricio Eleisegui
Twitter: @Eleisegui
Ocho de cada diez peces monitoreados en aguas del norte de la provincia de Buenos Aires dieron positivo en contaminación con agroquímicos. Los análisis arrojaron presencia de 17 pesticidas diferentes en los diversos tejidos analizados y en algunas muestras se llegó a ubicar hasta 5 plaguicidas concentrados en un mismo ejemplar.
Los agrovenenos más detectados correspondieron a insecticidas piretroides y organofosforados, compuestos fungicidas, y también se ubicaron trazas de herbicidas como la atrazina.
Estos y otros resultados surgen de un estudio que, llevado a cabo por científicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), acaba de ser divulgado por la revista internacional Chemosphere.
El trabajo en cuestión, al que este periodista accedió en las últimas horas, señala que la mayor concentración de pesticidas se ubicó en ejemplares de la especie Jenynsia multidentata, más conocida como "madrecita" u "overito".
La experiencia científica, expone Chemosphere, fue desarrollada entre los años 2011-2012 pero deja en evidencia prácticas de contaminación que no han hecho más que intensificarse sobre todo en las últimas dos décadas.
Acotada a las aguas del arroyo Pergamino, aunque vista como un ejemplo de lo que viene ocurriendo con los caudales que atraviesan las zonas de mayor actividad agrícola, la medición reportó la presencia de químicos como el diclorvos y el pirimifos metil en todo el caudal.
Ambos productos, reconocieron en el INTA, sólo pueden ser aplicados sobre granos almacenados en silos previa autorización de organismos de control como el SENASA. Su presencia en el agua revela un escenario de envenenamiento del líquido vital.
Zona de estudio:
"El tejido del 81% de los peces capturados contiene al menos una molécula de pesticidas. Insecticidas piretroides se encontraron en el 41,8% de las muestras analizadas. De los 17 plaguicidas ubicados, 12 fueron insecticidas, 3 fungicidas y 2 herbicidas", detalla el documento expuesto por Chemosphere.
"Los peces comúnmente tenían varias moléculas de pesticidas de forma simultánea. El 58% presentaba en tejidos más de un plaguicida, y un 11% presentó cuatro plaguicidas o más. En un mismo pez se encontraron hasta 5 moléculas diferentes de pesticidas", añade. Quien aquí escribe replicó las conclusiones de esta investigación en un artículo publicado en el portal de noticias Adelanto 24.
El arroyo Pergamino nace de una sucesión de bañados y lagunas ubicados en la provincia de Santa Fe y atraviesa la ciudad homónima hasta depositar sus aguas en el río Arrecifes. Su trazado comprende una extensión superior a los 100 kilómetros y su curso recorre algunas de las tierras agrícolas más cotizadas de la provincia de Buenos Aires.
Insecticidas detectados en el área monitoreada:
En esta primera nómina de pesticidas se destacan compuestos cancerígenos como el endosulfan -de uso prohibido en la Argentina desde mediados de 2013-, y otros tan o más letales como es el caso del carbofurano.
Este último es el ingrediente principal del furadán, insecticida utilizado hace muy pocos días para exterminar a más de 220 perros, además de caballos, gatos y liebres, en la localidad de Ignacio Correas, distante 19 kilómetros de La Plata.
Otros dos compuestos a resaltar del listado anterior:
•Clorpirifos: uno de los plaguicidas más utilizados en la agricultura de la Argentina. Dow, su desarrolladora, fue multada en 1995 y 2003 por ocultar casi 250 casos de intoxicación con ese agroquímico sólo en los Estados Unidos y continuar publicitando al insecticida como producto “seguro”. En la sumatoria de ambas sanciones, Dow culminó desembolsando a modo de pena más de 2,7 millones de dólares. Ya en 2011, un estudio concretado por la universidad norteamericana de Columbia vinculó al insecticida con numerosos casos de niños afectados con retrasos mentales y físicos en zonas cercanas a Nueva York.
•Malation: insecticida organofosforado. Disruptor endocrino.
A continuación, detalle de los herbicidas y fungicidas ubicados en la misma zona:
De los nombres anteriores vale destacar la relevancia de la atrazina, un herbicida que llegó a la Argentina en 1960 y que en Europa carga con un largo prontuario por su comprobado efecto nocivo sobre poblaciones de, justamente, peces, aves y reptiles. En el Viejo Continente, la aplicación del plaguicida está vetada desde 2004.
En 2010, el químico en cuestión fue presa de una controversia internacional producto de un estudio de la universidad estadounidense de Berkeley que comprobó nuevos efectos sobre los anfibios.
La investigación de Berkeley arrojó que cuando los machos de los anfibios -se utilizaron ranas para la muestra- son expuestos a pequeñas cantidades de atrazina, el 75% de ellos queda estéril mientras que un 10% se convierte en hembra. Este herbicida hoy ocupa el puesto 3 detrás de los más utilizados en el agro de la Argentina, sólo detrás del glifosato y el 2,4-D.
De regreso en lo constatado en Pergamino, publicaciones internas del INTA agregan que "el equipo liderado por Julie Brodeur -autora principal del trabajo e investigadora del CONICET- estudió el impacto de los fitosanitarios en anfibios, peces y aves como indicadores de calidad ambiental y salud en los agroecosistemas. El trabajo evidencia que la acumulación de pesticidas impacta en la salud y crecimiento de los peces."
"Brodeur explicó que relevaron la presencia de los insecticidas -diclorvos y pirimifos-metil, sustancias autorizadas solamente para el acopio de granos- que no deberían llegar a los cuerpos de agua bajo ninguna circunstancia, debido a que son muy tóxicos para la fauna acuática", amplían.
El trabajo dado a conocer por Chemosphere aporta nueva evidencia a un escenario dramático en términos sanitarios que, a excepción de los actores del agronegocio, muy pocos se animan a discutir. La exposición de este monitoreo, llevado a cabo por uno de los organismos que más promueve la utilización masificada de agroquímicos en la Argentina, deja en claro que los niveles de envenenamiento de aguas y tierras son tan amplios que resulta absurdo intentar ocultarlos.
La falta de acciones políticas para contrarrestar esta problemática continúa siendo la asignatura pendiente ante un devenir atado a un ambiente que, en estos tiempos, sólo es noticia por estar cada vez más contaminado.
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Patricio Eleisegui
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Publicado hace 3 days ago por Patricio Eleisegui
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